Vous êtes sur la page 1sur 3

HOMENAJE A MAURICIO KLEBER SILVA EN LA PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA.

Una Vida de Servicio


El 14 de junio, en la parroquia San Juan Bautista, se colocó una placa en memoria del Padre
Mauricio Kleber Silva, religioso uruguayo desaparecido en la Argentina durante los años de
dictaduras militares que asolaron América Latina en los años setenta y parte de los ochenta.
Mauricio Silva habla hecho una decidida opción por los pobres, comprometiéndose con sus
luchas. Así, trabajó en la municipalidad de Buenos Aires como barrendero, compartiendo junto a
sus compañeros las luchas por mantener sus trabajos como funcionarios municipales. Esta
elección de Mauricio de trabajar con los barrenderos y comprometerse con su sindicato fue
considerada peligrosa por la dictadura, y el 14 de junio de 1977 desapareció para siempre de la
puerta de su trabajo.
Para el párroco de San Juan Bautista, Pablo Dabezies, lo importante de recordar a Mauricio es
el testimonio de su vida, no el solo hecho puntual de ser un religioso desaparecido. Él ofrendó su
vida, desde mucho antes de morir, por sus decididas opciones de vida, sostiene el padre
Dabezies.

La Oración de Mauricio
(Fragmentos)

Yo sé que Tú estás
en la espera gozosa
de un niño que viene, de una carta que llega,
de un amigo que vuelve.
Yo sé que Tú estás
cuando la esperanza es cuesta empinada,
la cumbre es incierta y las fuerzas muy pocas
Tú estás.
Yo sé que Tú estás
cuando amar es un surco humilde y oscuro
que reclama al grano
para ser fecundo y morir en soledad.

El párroco de
la Iglesia
San Juan
Bautista,
Pablo Dabezies,
fue uno de los
oradores del acto
en memoria del
sacerdote Mauricio
Kleber Silva,
desaparecido en
Argentina el
14 de junio de 1978

Destacadas
personalidades
Entre las autoridades y personalidades que asistieron al Homenaje a Mauricio Kleber Silva en
la Iglesia San Juan Bautista, se destacó la presencia de legisladores, ediles locales y zonales.
Asistieron a la ceremonia la Diputada Daniela Payssé, Presidenta de la Comisión de Derechos
Humanos del Parlamento, los Ediles Oscar Torres de la Junta Local de la Zona 5 y Oscar Casal de la
Junta Local de la Zona 1, como el Prof. Pablo Álvarez, Secretario de la Junta Local 5.
También estuvieron presentes, el padre Pablo Dabezies, Párroco de la Iglesia San Juan Bautista
y el hermano Héctor Da Rosa, del Colegio San Juan Bautista; la señora Gloria Sellera, promotora
del evento; la señora Raquel Pérez, de los Hermanitos del Evangelio, familia espiritual de Mauricio;
y la señora Luz Ibarburu, de la organización de Familiares de Desparecidos; como la señora Estela,
sobrina de Mauricio.

Fiel y coherente hasta las últimas consecuencias


Mauricio nació en Montevideo el 20 de septiembre de 1925. A los trece años ingresó en el
Seminario Menor en el Uruguay. En 1942 entró en la Congregación de los Padres salesianos.
Trabajó como misionero en la Patagonia argentina, donde fue muy querido.
En 1958 regresó a Montevideo para ayudar a su madre enferma e ingresó al Clero Diocesano.
Trabajó en la Pastoral Juvenil, destacándose en la renovación conciliar que vivió la Iglesia Católica
a partir de los años '60.
En 1962 fue mediador en la huelga cañera, hecho que lo marcó mucho. Fue capellán de
colegios y de la cárcel de mujeres, asesor de la J.E.C. y Guía Scout en la Parroquia San Juan
Bautista.
En 1970 sintió la necesidad de compartir su vida con los más pobres. Por eso ingresó en la
Fraternidad de los Hermanitos del Evangelio seguidores de Jesús con espiritualidad del Hermano
Carlos de Foucauld, en Argentina.
Quería vivir el Evangelio desde el lado de los pobres, haciendo trabajos pesados y mal
remunerados. Trabajó como barrendero, luchando junto a sus compañeros por mantener su
estatuto de empleados municipales, fue muy querido por ellos.
El 14 de junio de 1977 desapareció de la puerta de su trabajo. El motivo de su desaparición
radicó en la decisión de los militares de terminar con los religiosos que les parecían
«subversivos». La opción de Mauricio de trabajar con los barrenderos y de tener un compromiso
importante en el sindicato, fue considerada peligrosa.
La carta de un compañero religioso, que también vivió el horror de la represión militar en
Argentina dice: «lo que él vivió debió ser la Pasión más atroz que pueda concebirse. Creo
verdaderamente que fue un auténtico mártir de América Latina». Fue fiel al Evangelio y coherente
hasta sus últimas consecuencias.
En el año 2002 se declaró en Buenos Aires al 14 de junio como el Día del Barrendero. Hasta el
momento, nadie se ha hecho cargo de su desaparición ni de lo que pasó con su cuerpo. La que-
rella criminal fue abierta en Buenos Aires en marzo de 2006.

Luz Ibarburu de Recagno, de Familiares de recuerdo para el padre Kleber Silva.


de los Desaparecidos, escucha las voces
Oscar Casal, hoy edil local de la Zona 1, sus días de juventud con Kleber.
rememoró en las puertas de la iglesia,
--------------------------------------------------------

Vous aimerez peut-être aussi