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Alfarería: componentes y proceso

Algunas técnicas para levantar piezas alfareras
Arcilla y fuego
Manejo de Propiedades
Alfarería: usos y técnicas
Test módulo I

En nuestro tiempo las técnicas alfareras son conocidas

universalmente, sin embargo, hacia la época de los
viajes de Colón, solamente estaban difundidas en
Europa, Asia y América, aunque no cubrían
completamente toda la extensión de cada continente.
En nuestro país la alfarería es conocida desde hace
unos tres milenios, abarcando desde el extremo norte
hasta el archipiélago de Chiloé, de tal manera que
había grupos que no la utilizaron, como los selk'nam
(ona), yámana (yagán), kawesqar (alacalufe) y rapanui
(pascuense).

Alfarería: Componentes y Proceso

El componente principal en cualquier objeto alfarero es

la arcilla , que es un silicato doble de aluminio y
potasio, cristalizado con una cantidad definida de
moléculas de agua (=n). La característica más
importante de la arcilla es que es modelable y
moldeable, es decir, es "plástica".

Las etapas por las cuales debe pasar la persona que

hace alfarería son las siguientes:

1.- Proceso de búsqueda y posterior limpieza de los

materiales, extrayendo basuras vegetales, animales o
minerales.

2.- Preparación de la pasta, para lo cual se le agrega

agua a la arcilla a la que se le adiciona una proporción
bien determinada de antiplástico y luego se amasa con
la finalidad de dar homogeneidad a la mezcla.
 3.- Se levanta el objeto, para lo cual se suele emplear
sólo las manos y unos pocos instrumentos simples.

4.- Se realiza el proceso de secado, el que,

generalmente, se hace dejando los objetos a la sombra
y, una vez que han perdido la mayor cantidad de
humedad posible, son expuestos al calor del sol, para
que terminen de secarse.

5.- Los objetos son llevados a un espacio abierto,

previamente preparado, que sirve como horno simple,
para llevarlos a la temperatura adecuada, luego de lo
cual están en condiciones de uso. Los materiales
combustibles utilizados preferentemente por los
indígenas eran: guano seco de auquénidos, trozos de
madera, o bien una cantidad de carbón vegetal.

Algunas técnicas para levantar piezas alfareras

Sea cual fuere el destino del objeto, las maneras de levantar un tiesto que
conocieron los indígenas americanos fueron varias, no todas aplicadas por los
chilenos, entre ellas destacamos:

1.- Se supone que el primer paso en el desarrollo de la alfarería lo constituye la

elaboración de tiestos de arcilla hechos presionando con los pulgares sobre los
otros dedos de las manos una esfera de greda, la que se ha conseguido frotando
una pequeña cantidad entre las palmas, para generar una especie de vaso o de
plato extendido, los que posteriormente sólo eran secados exponiéndolos al sol y
no eran llevados a las temperaturas de quemado, por lo que su utilidad era
limitada. Se estima que servían para almacenar granos o semillas.(No tenemos
seguridad de que fuese utilizada por los indígenas chilenos).

2.- Modelado a mano y posteriormente sometido a temperaturas adecuadas, con

el fin de hacer los objetos duraderos y resistentes al uso.

3.- Las vasijas se construyen aplicando arcilla -interiormente- sobre un cesto que
actúa como molde.

4.- El objeto se configura aplicando la arcilla -interiormente- sobre un objeto hecho

con parte de la piel de un animal, la que actúa como molde ( por ejemplo las ubres
de una vaca).

5.- La arcilla se aplica sobre el exterior de un fruto el que actúa como molde (se
estima que esta variante técnica utilizó diversos tipos de calabazos para dar forma
a las piezas).

6.- Aplicando la arcilla sobre otra vasija que actúa como molde, lo que puede
hacerse exteriormente e incluso interiormente.

7.- Amasando la greda en rollos ("lulos") los que se instalan unos sobre otros
aplicándolos sobre una base previamente confeccionada para crear el volumen de
la vasija. Estos se unen por presión mediante instrumentos tales como piedras o
espátulas de madera, imitando la configuración de la cestería en espiral, según la
técnica conocida como de "aduja"(coiled basketry).

8.- Amasando la greda y extendiéndola en forma pareja sobre una superficie

plana, para luego recortarla en trozos, pegándolos por sus bordes para configurar
la base y paredes de un objeto cuyo volumen es un paralepípedo recto de base
cuadrangular, esto es, un recipiente con forma de caja.

9.- Haciendo una esfera de greda, la que mediante presión hecha con los nudillos
es transformada en una especie de cono, para generar un pseudo torno por la
acción de un movimiento de giro que le imprime la alfarera sobre una superficie
previamente humedecida a fin de conseguir una mayor velocidad de giro. Sobre
esta base se continúa aplicando la técnica señalada en el punto número 7.

Video: Se puede visualizar el video con la

demostración de la sra. Teresa Muñoz (alfarera de
Pomaire), levantando una vasija de greda.

Si no tiene el plug-in necesario, lo puede obtener

presionando ¡Aquí!
10.- Utilizando moldes constituidos, en ocasiones, por varias piezas y preparados
especialmente para un determinado tipo de objeto. En este caso, los moldes son
recuperables pudiendo repetirse muchas veces una forma compleja.

Agreguemos, finalmente, que se estima que la labor alfarera era obra de mujeres,
posiblemente, debido a que tienen mayor destreza manual que los varones, en
especial en lo que se refiere a motricidad fina.

Arcilla y Fuego

Cuando la arcilla es sometida a temperaturas que sobrepasan los 500º C. se

produce un cambio físico-químico en la pasta, el que implica la pérdida de una
cantidad constante de moléculas de agua de cristalización (=k) resultando un
objeto resistente al agua y, en general, a sustancias corrosivas, orgánicas o
inorgánicas. Estos cambios son irreversibles, es decir un objeto de greda no
puede ser molido para volver a ser amasado en una nueva pasta cerámica y luego
vuelto a quemar, porque esa greda ya quemada sólo serviría como un agregado
necesario, aunque sustituible para la pasta, elemento adicional que a nivel de la
época prehispánica y en la artesanía colonial y actual no se consiguió triturando
objetos de greda sino agregando arena fina o mediana, o fragmentando en
pequeños gránulos, más o menos uniformes en diámetro, algunas sustancias
minerales tales como calcopirita, cuarzo o piedra laja, o bien, conchas de
moluscos molidas. Además, se solía utilizar algunos vegetales muy bien
desmenuzados, por ejemplo, "tuturaco" (que es el nombre que se le da a la flor de
la totora en algunos lugares de la IV región). Estas sustancias agregadas a la
arcilla más el agua para amasarla constituyen la pasta cerámica, básica para el
trabajo de alfarería. Tales sustancias inertes son necesarias para moderar la
plasticidad de la greda, evitando que al levantar un objeto este se desplome
debido a su peso y alto grado de humedad, razón por la cual a estas sustancias
agregadas se les designa como "antiplástico" (también suelen ser llamadas
"desgrasante" o "chamote" entre quienes trabajan la greda).

Como queda dicho, para que un objeto alfarero pueda prestar la utilidad requerida,
necesita ser llevado a una temperatura cuyo límite inferior se aproxima a los 500º
C. y cuyo límite máximo redondea los 1300º C. Produciéndose un objeto cuya
superficie se vitrifica, fenómeno que los indígenas no conocieron, sino bajo las
influencias de los conquistadores europeos. Sin embargo sabían que a cierta
temperatura y variando la circulación de aire suelen suceder cambios en la
coloración de la superficie de los objetos.

Manejo de Propiedades

El color de la superficie de los objetos depende de

varios factores, que los indígenas sabían controlar:
generalmente las arcillas contienen algunas impurezas
tales como óxidos metálicos y sales, los que le dan una
coloración especial a la pasta -hay que recordar que
una de las características de la arcilla (silicato doble de
aluminio y potasio) es su color blanco- y debido a estas
"impurezas" la tierra que constituye la base para el
alfarero, toma una coloración que puede tender al rojo,
especialmente cuando las impurezas contienen óxidos
o sales de fierro y manganeso. Ahora bien, si el
quemado se realiza en una atmósfera oxidante, el Fe o
Mn presentes se consolidan como óxidos, tomando
desde un tono ocre o amarillo-anaranjado hasta el rojo
oscuro, influyendo en esta coloración tanto la
concentración como la temperatura alcanzada. En
cambio, si se realiza el quemado en una atmósfera
reductora la coloración podrá llegar a ser desde pardo-
grisácea hasta negra, debido a la reducción de esos
elementos a su estado metálico ( por ejemplo, Fe º o
Mn º) que se reparten finamente divididos por la pasta.
Incluso en ese quemado reductor, si los objetos al rojo
se sacan del fuego y se los pone en contacto con paja
húmeda, puede depositarse carbón (C º) igualmente
 repartido en minúsculas partículas que entran a rellenar
áreas porosas de su superficie, acentuando el color
negro. Todas las características señaladas fueron
conocidas experimentalmente por los indígenas, los
que, por el uso constante de dichas técnicas llegaron a
controlar los fenómenos para repetir a su deseo los
resultados del quemado.

Alfarería: Usos y Técnicas de Diseño

Los objetos de greda que elaboró el indígena chileno fueron, en sus inicios, piezas
utilitarias las que por la adición de algunos elementos simbólicos evolucionaron
hacia un destino más relacionado con el ámbito de lo sagrado, aunque no
perdieron los rasgos que los hacen reconocibles en su utilidad primera, de tal
manera que se desarrollan dos caminos para la alfarería: uno el utilitario-
doméstico y el otro asociado con el ámbito espiritual.
Como es sabido muchas veces, las piezas no poseen ningún diseño especial
sobre sus paredes y las formas se adecúan a la función que se desea. Sin
embargo, suelen existir piezas cuyo volumen corresponde a una forma de otro
tipo, no rigurosamente funcional y práctico, sino que responden a otra
funcionalidad. Dichas formas remiten, por ejemplo, a ciertas especies animales,
las que se seleccionan por su valor simbólico, de acuerdo a la visión de mundo
que poseen sus autores.

Pero, además de estas, es muy frecuente encontrar piezas recubiertas de color.

Así, haciendo una breve enumeración de las técnicas para aplicar diseños sobre el
cuerpo de las vasijas, tenemos:

1.- Por puntos o incisiones hechas "en crudo" mediante una espina vegetal u otro
elemento punzante aplicado sobre la superficie, trazando los diseños que se
requieren.

2.- Por presión de un objeto sobre la pared de la pieza, emulando la impresión de

un sello que reitera sin grandes alteraciones una figura necesaria , según el
pensamiento indígena.

3.- Por aplicación de pequeñas cantidades de greda para figurar ciertos diseños
en volumen, los que cumplen, por norma general, una función simbólica más que
otra decorativa.

4.- Por raspado de una delgada capa de color previamente aplicada, de manera
que los dibujos resaltan con el color natural de la greda sobre la superficie pintada
del objeto. A esa capa delgada de color aplicada uniformemente se le suele
designar como "engobe".

5.- Por trazos y pequeñas áreas de color aplicados mediante algún instrumento
que actúa como pincel, lo que se puede hacer sobre una superficie tratada o no
con engobe, antes o después de la quema de las piezas. Se pueden encontrar
pinturas "en positivo", es decir, trazadas directamente sobre el objeto o bien,
"pintura negativa", esto es, color aplicado uniformemente como un baño sobre
figuras diseñadas en cera sobre las piezas. Allí donde hay cera el color no se
adhiere a la superficie y queda el trazado previo con el color natural de la greda.