Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Qué Observamos al ver un águila? Libertad podrían decir algunos, belleza en el modo de volar,
poder al demostrar dominio del aire o majestuosidad como un rey, entre otras cosas.
La verdad de los hijos de Dios, es que tenemos una herencia especial, que nos determina a vivir
una vida de altura. Esto según 1º Pedro 2:9 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamo de
las tinieblas a su luz admirable”.
Cuenta una historia que había una empleada doméstica, que por años sirvió a una anciana sin
hijos, en una gran mansión. Llegado el tiempo, la anciana murió y dejó una carta a la empleada.
Por años ella la guardó sobre un ropero. Años más tardes la empleada enfermó y comenzó a pasar
hambre ya que no podía trabajar y sus provisiones cada vez eran más escasas. Un día llegó el
antiguo jardinero de la mansión a visitarla y le preguntó qué era lo que había sobre el mueble. Ella
lo abrió y al verlo se dio cuenta que era el testamento de la ancianita que la nombrada heredera de
todas sus posesiones.
Cuántos de nosotros hemos vivido nuestra vida como esta empleada? Teniendo la mejor y más
grande herencia vivimos una vida pobre, en la que experimentamos hambre espiritual y vivimos sin
disfrutar la provisión que cada día Dios nos está dando.
Para poder disfrutar de ésta herencia es necesario que observemos el ejemplo de un ave especial,
EL ÁGUILA, que con algunas características claves en su actuar, Dios nos enseña cómo vivir una
vida de altura.
En un granero vivía una familia de conejos y entre ellos un águila. Desde pequeña el águila
aprendió a caminar como el resto de los conejillos y a seguir a la mamá coneja a donde ésta fuera.
Comía como conejo, vivía y dormía como los conejos. Un día el granero se incendió y ningún
conejo pudo salir, excepto el águila, que según su instinto animal, comenzó a mover sus alas y
pudo volar y escapar. En la necesidad se dio cuenta que su verdad era muy distinta a la realidad
que vivía.
Puede ser que hoy tu tengas una realidad muy distinta a la verdad que Dios te está mostrando. Tus
problemas económicos, los conflictos en tu familia, la soledad que cada día parece crecer a pesar
de que te rodea mucha gente, tus amigos y todos aquellos que no confían en ti y que por el
contrario cada día te recuerdan que no puedes volar aunque tu naturaleza así lo afirma.
Las alas son para volar, para llevar una vida de altura. Muchos no las usamos, y al caminar éstas
nos molestan, al arrastrase se dañan e incluso nos hacen ver torpes al caminar. Por qué
arrastramos las costumbres y pensamientos de Egipto?. Qué arrastras hoy en tu vida?, Herencias
completamente distintas, padres alcohólicos o drogadictos, una familia desintegrada, un ejemplo de
matrimonio fracasado, ausencia e incapacidad de asumir roles, heridas del pasado, miedos e
inseguridades, o cuantas otras cosas.
Linaje y Belleza
Según Gálatas 3: 29 “ Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois y herederos
según la promesa”, somos de un linaje especial, apartado, como el de Abraham, del que
descendieron grandes hombres y patriarcas.
La alimentación del águila es selectiva, a diferencia de otros animales, ella escoge con cuidado su
alimento, que consiste en pescado, ardillas y cordero. No come lo que aparece, sino que lo busca.
Este es el estilo de linaje, al saber quien es mi padre, busco ser excelente y rodearme de
excelencia.
La infancia y educación de los aguiluchos toma mucho tiempo, pero llegado el momento los sacan
de su comodidad. La mamá águila revolotea sobre el nido y lo destroza poco a poco. Comienzan a
batir sus alas y mientras tanto los padres fuera del nido ponen bocados tentadores para
estimularlos a salir de él.
Los aguiluchos se sienten inseguros y se asustan, es por ello que al salir se les premia con comida
y las madres siempre vuelan por debajo de ellos para cuidarlos de caer, este es el proceso de
preparación para volar.
Así mismo nosotros nos sentimos inseguros, afligidos frente a situaciones que revolotean sobre
nuestro propio nido. En Deuteronomio 32:11-13 Dios nos muestra que no sólo cuida de nosotros
con ternura así como el águila a sus polluelos, sino que nos desafía a salir de la comodidad y a
comprobar cuán alto podemos volar.
Proceso de Madurez
Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es
señor de todo”. Gálatas 4:1
El rey de Inglaterra hasta los tres años era un niño como cualquier otro, ensuciaba sus pañales, y
necesitaba que lo bañaran como cualquier otro niño. Al crecer su vida se ha ido desarrollando
como un verdadero rey, al servicio de una nación.
Nosotros somos herederos pero vivimos como esclavos!! Ya es tiempo de dejar de chillar como los
aguiluchos o de ensuciar los pañales, debemos servir a otros. La esclavitud no se da al servir, al
contrario, nuestra realeza se comprueba cuando nos desafiamos a dar a otros.
Nos renueva
A medida que el águila crece, su pico también lo hace, se vuelve u gancho y le dificulta comer. El
Águila enflaquece, se pone pesada, le salen plumas en exceso y debe realizar mayor esfuerzo .
Debe tomar fuerzas e ir a lo más alto de la montaña para comenzar a golpear su pico contra la
roca una y otra vez hasta que sangre y se caiga. Luego de esto, le sale uno nuevo, lo mismo que
ocurre con sus uñas y plumaje.
El quebrantamiento de Dios, así como el del pico del águila busca renovarnos, que reconozcamos
que lo necesitamos, que debemos depender de él y dejar que nos moldee como el alfarero.
“El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila” Salmos 103:5
Dios se interesa más en desarrollar nuestro carácter que en buscar nuestra comodidad. Nos invita
a usar las alas, de un nido de águilas en lo alto de la peña no se puede salir caminando, sino
volando.
Ella extiende sus alas dos metros y medio y asciende a 3000 metros de altura. Tiene una vista
poderosa, ya que a cinco kilómetros puede ver un pez. No aletea como las otras aves, se posa en
la roca y espera.
Conoce muy bien las corrientes de los vientos, las prueba y cuando ésta es favorable, abre sus
alas y emprende el vuelo.
“El viento sopla de donde quiere y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así
es todo aquel que es nacido del Espíritu” Juan 3:8
En nuestra vida Cristo es la roca y el Espíritu Santo es el viento. Debemos buscar el poder y la
guía del Espíritu santo para poder volar alto, sin nuestro esfuerzo propio. Debemos diferenciar
nuestra voz de la de Dios y la de Satanás.
El águila vuela a tres mil metros de altura, por sobre los vientos tempestuosos y sobre el origen de
las tormentas.
La serpiente representa a Satanás. Esta no puede con el águila, el águila las toma y las mata a
picotazos o las levantan y las estrellan con las rocas hasta matarlas. Eso es lo que quiere Dios !!
Que nada nos haga bajar de la altura, que pongamos los ojos en él, así como el águila, que al
tener dos pares de párpados puede mirar directamente al sol. Al bajarlos hacen como un gran lente
y cuando va por valles oscuros para buscar su presa, los levanta.
El águila vuela sola, a diferencia de otras aves, no esperes a que otros vuelen para unirte a ellos.
Toma la decisión y vuela, que solo al llegar arriba, por sobre las corrientes sentirás gozo y la
plenitud de ver todo desde arriba. Después del gran esfuerzo de aletear y aletear, el águila
extiende sus alas, siente el gozo y la plenitud al planear. Para llegar a ello debes usar tus alas!!
Debemos volar alto para mostrar al mundo el verdadero cristianismo. Nuestro país ya está cansado
de religiosidad, quiere ver testimonios de vidas ungidas, que vuelen sobre limitaciones y vientos
tempestuosos.
Despierta!!, estás actuando como ave rastrera. Ahora, luego de conocer, debes vivir la revelación
de Dios, que te hace libre y te lleva a la roca más alta, listo para volar en la dirección que se mueve
el Espíritu Santo, sabiendo que los vientos SIEMPRE te llevarán a cumbres de seguridad y
Prosperidad.