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Trabajo Social: Un estudio de caso sobre la aplicación de las teorías

a la práctica

Circunstancia actual

El Sr. A tiene 40 años, está en paro y vive con su mujer y su hijo de seis años; C en
un piso de protección oficial de dos habitaciones en Londres. No sólo es un jugador
con problemas con la bebida, sino que es conocido por la policía y los servicios
sociales por violencia doméstica hacia su mujer, la Sra. A. Es conocido en el barrio
por sus constantes peleas y agresiones, a veces acompañadas de violencia hacia
su mujer. Este último es un adicto a las compras por catálogo. Como consecuencia
de su estilo de vida derrochador, la familia se enfrenta a la acción de los agentes
judiciales por las crecientes deudas. Además, la agresividad de su hijo hacia los
niños de la urbanización hace que la familia se enfrente también a la posibilidad de
ser desahuciada de su vivienda municipal por conducta antisocial persistente. Como
dato adicional sobre las circunstancias de la familia, los padres de la pareja viven
lejos de Londres.

Entonces, ¿por qué y qué teorías del trabajo social pueden utilizarse para
evaluar, explicar y justificar los procesos de intervención en este caso? Los
indicadores positivos en este caso son que, además de comprender su situación,
estaban dispuestos a recibir ayuda para resolver su problema. Lo más importante
es que querían reconstruir su relación en lugar de divorciarse.

Introducción
Aunque hay consenso en que "el concepto de teoría es una construcción social",
Payne, (1997, p. 26), a efectos de este discurso, teoría denota "un conjunto de
proposiciones que plantean la naturaleza de las relaciones entre constructos o
variables predefinidos" Glynis et al., (1995, p. 5). Del mismo modo, aunque la
aplicación de las teorías a la práctica no conduzca necesariamente a resultados

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positivos, establece un enfoque sistemático de los procesos de trabajo social. El
problema de elegir una perspectiva concreta es que, aunque ninguna teoría en
particular es implícitamente exhaustiva; aplicada objetivamente, cualquier teoría
puede resultar contextualmente apropiada.
Sin embargo, Payne, (1997, p. 36) afirma que las teorías son más eficaces cuando
se combinan y que, de forma aislada, "el valor de la teoría queda viciado" De hecho,
en la compleja y dinámica sociedad contemporánea, con la correspondiente
heterogeneidad en sus problemas sociales, la triangulación de teorías (combinación
de teorías) es esencial para comprender, explicar y abordar mejor la miríada de
problemas interrelacionados que es el "trabajo social". El propio uso de la teoría en
el trabajo social per se es indispensable para establecer cierto grado de
racionalidad en lo que de otro modo sería un suceso caótico.

Razones para elegir determinadas teorías

Argumentado sobre la idoneidad más que sobre la conveniencia; la 'teoría


psicodinámica de Freud y la 'teoría del apego de 'Bowlby' en particular; y la teoría
del sistema en general parecen las más aplicables a este estudio de caso. Esta
preferencia se basa en la premisa de que los problemas familiares y de pareja
pueden tener su origen en una infancia con un desarrollo ineficaz de la
personalidad. En este contexto, Thomas y Pierson, (1999, p.302) afirman que "el
enfoque psicodinámico considera la PERSONALIDAD adulta como producto del
desarrollo de la infancia" Del mismo modo, Payne, (1997, p. 79) afirma que "el
importante enfoque del trabajo social sobre la infancia y las relaciones tempranas y
la privación materna proviene de la teoría psicodinámica" De hecho, Lishman,
(2003, p. 14) sugiere el uso de la teoría del apego en casos de relación y
situaciones familiares disfuncionales porque parece explicar adecuadamente los
problemas de comportamiento y de relación típicos de este caso. Lo que se sugiere
aquí es que la bebida, el juego y la agresividad con violencia asociada del Sr. A y el
gasto indiscriminado de la Sra. A podrían ser consecuencia de su desarrollo infantil
deficiente o ineficaz. Además, según Payne, (1997, p. 291) ambas teorías
proporcionan modelos comprensivos "que pretenden ofrecer un sistema de

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pensamiento para cubrir toda la práctica que los trabajadores sociales puedan
querer emprender" Payne, (1997, p.291). Además, Wood y Hollis, (1990, p. 9)
perciben la teoría psicodinámica como inseparable de la terapia familiar. Es la
combinación de estos argumentos, rematada con mi juicio crítico, lo que ha influido
en la elección de estas teorías formales. Con la familia como sistema; la suma de
cuyas contribuciones integrales es un factor del bienestar de toda la unidad, la
teoría de sistemas establece adecuadamente la relación causa-efecto en los
problemas de la familia de A. Por ejemplo, la resolución del conflicto entre los
padres está destinada a producir un efecto similar en su hijo; C, y posiblemente dé
lugar a una familia unida y feliz. ¿Cuáles son estas teorías?

La teoría psicodinámica y sus principios

Desarrolladas a partir de los trabajos de Sigmund Freud, las teorías psicodinámicas


asumen que "los comportamientos provienen de movimientos e interacciones en la
mente de las personas" Payne, (1997, p. 72). Se "relaciona con los conflictos
psicológicos internos entre los impulsos irracionales de placer del id y la conciencia
social del 'Superego', mediados por el 'Ego' o regulador psicológico". Thompson,
(2000, p. 63). Por lo tanto, un ego y un superego bien desarrollados habrían
garantizado una mejor relación dentro de la familia de A. La psicodinámica sugeriría
que la bebida y la agresividad del Sr. A podrían ser una forma de evitar enfrentarse
a la realidad y a su responsabilidad en la relación, volviendo (regresión) a sus
comportamientos irracionales del "yo". Wood, (1971). Igualmente, la compra
compulsiva por catálogo de la Sra. A y el juego de la Sra. A podrían ser "impulsos
para satisfacer alguna tensión o libido personal no identificada en su interior".
Payne, (1997, p.73). Además, la agresividad del Sr. A con la violencia asociada en
particular, y su tormentosa relación en particular, podrían significar el subdesarrollo
de sus egos y super egos para permitirles socializar y comportarse racionalmente
como parejas casadas. La implicación es que, aparte de su propio bienestar
descuidado; la relación traumática de los A les ha privado de la comunicación

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efectiva y la toma de decisiones conjunta sobre el bienestar de su hijo. En los
conflictos, los padres están "demasiado preocupados por sus propios sentimientos
como para comprender las necesidades de sus hijos" Mitchell, (1985).

Teoría del apego.


Bowlby define la teoría del apego como;
"una forma de conceptualizar la propensión de los seres humanos a hacer
fuertes
lazos afectivos con otras personas en particular y de explicar las múltiples
formas de
malestar emocional y alteraciones de la personalidad, como ansiedad, ira,
la depresión y el desapego emocional, a los que la separación involuntaria y
la
pérdida dan lugar"

Bowlby, J. (1984, p. 27)

Al igual que Freud, Bowlby creía que la raíz del desarrollo de la personalidad se
encontraba en el desarrollo de la primera infancia, y que cualquier trauma o fracaso
en esta relación temprana moldearía de forma permanente el desarrollo de la
personalidad del niño. La premisa aquí es que el apego ineficaz o la falta de apego
en la infancia o el exceso del mismo podrían haber sido responsables de los
problemas en este estudio de caso. De forma similar a las teorías psicodinámicas,
la teoría del apego sugiere que las raíces de las dificultades de las parejas pueden
deberse a un vínculo afectivo ineficaz o carente de afecto con sus madres o
cuidadores en su infancia. Hay consenso en que su experiencia afecta al desarrollo
de otras relaciones; la privación y la desventaja tienen importantes efectos
perjudiciales en el desarrollo de los niños y en su vida posterior". Payne, (1997, p.
75); Howe, (1987). Por lo tanto, el comportamiento agresivo de C podría sugerir la
misma deficiencia. Otra explicación de la agresividad de C podría ser que, más que
la falta de apego, podría "haber sido sobreprotegido por su madre, de modo que

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nunca aprendió los métodos socialmente aceptables de relacionarse con los demás"
Payne, (1997, p. 80). La falta de intimidad en la relación de los A (puede deberse a
su incapacidad para compartir y relacionarse como pareja) también podría estar
creando frustraciones que se expresan en términos de agresividad, bebida y juego.
En relación con el vínculo afectivo, Adams, L. et al., (2002, p. 170) afirma que "una
mujer desatendida de niña puede tener baja autoestima, sentirse ansiosa y agitada
en las relaciones cercanas". Presumiendo que el Sr. A vivió una infancia similar,
Adams, L. et al (2002, p. 170) afirman además que "la ira mutua, ya que cada
miembro de la pareja cree que el otro es capaz de causarle daño, hace que la
relación esté llena de conflictos y turbulencias, ansiedad y depresión". Suponiendo
que sea así, ¿podría ser la compra compulsiva de la Sra. A un mecanismo de
afrontamiento de una depresión aún no diagnosticada o una respuesta id vengativa
y mal informada al comportamiento de su marido? Del mismo modo, cuando Bowlby
dirige el "interés psicoanalítico en las relaciones tempranas madre-hijo a la privación
materna" Howe, (1987), ¿podría explicarse la compra compulsiva de la Sra. A por la
tendencia a adquirir indiscriminadamente aquellos privilegios materiales que nunca
experimentó en su infancia? Donde un entorno social de apoyo habría mitigado el
impacto de este apego ineficaz, la familia reside fuera del alcance de sus padres.
Incluso en el caso de que los vecinos hubieran prestado apoyo a la familia, su
comportamiento antisocial les ha convertido en parias del barrio.

Aunque ambas teorías podrían explicar el comportamiento agresivo del Sr. A, en


términos de conflictos infantiles no resueltos, Crawford y Walker (2003, p. 61)
sugieren que podría deberse al rol y la identidad de género, por lo que está imitando
el "comportamiento dominante de su padre, le cuesta expresar emociones y
demostrar acciones y habilidades de cuidado". La agresividad de C podría
explicarse desde una perspectiva similar. Por el contrario, la Sra. A es pasiva,
incapaz de expresar su individualidad e independencia.
Desde un punto de vista holístico, ambas teorías coinciden en que las relaciones
disfuncionales pueden atribuirse a deficiencias en el desarrollo infantil. La
comprensión de los problemas sociales desde tales perspectivas proporciona
argumentos racionales para justificar un enfoque de trabajo social en lugar de un
modelo médico a la hora de abordar los problemas sociales. Por ejemplo, detener al
Sr. A por abuso de sustancias sin recurrir a indagar la razón subyacente de su

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desviación, o proporcionarle una opción de salida de apoyo en lugar de punitiva,
sólo puede producir soluciones efímeras. Aplicando las teorías psicodinámicas y del
apego, el enfoque sostenible debe ser capacitar a los clientes para que adquieran
aquellas habilidades sociales que echaron en falta en su infancia; y que han estado
en la raíz de sus dificultades. Según Payne, (1997, p. 64), este enfoque terapéutico
y de apoyo puede ayudar a los clientes a "cambiar su patrón de comportamiento
desviado".
Utilizando los argumentos de las teorías psicodinámicas y del apego como bases
para la intervención, los planes de atención pertinentes deberían, por lo tanto,
situarse en el contexto de que los miembros de esta familia necesitan volver a
aprender o adquirir aquellas habilidades que en adelante les permitan vivir y
comportarse como seres sociales si no quieren ser como sus padres. Como ya se
ha mencionado, el problema de utilizar la teoría para explicar los problemas sociales
es que ninguna teoría puede ser exhaustivamente adecuada. En concordancia,
Payne, (1997, p. 93) señala que la psicodinámica "es una teoría para la terapia
hablada, que prefiere clientes verbalmente capaces con problemas psicológicos".

Intervención
Según la obra de Winnicott, los padres como el Sr. y la Sra. A deben ser
sensibilizados "sobre cómo adaptarse de centrarse en su mundo interior
desarrollando la capacidad para tratar con el mundo exterior" Payne, (1997, p. 75).
Utilizando el enfoque persona-en-situación, se debe animar a ambos padres a
pensar y comprender sus deudas, el juego, la bebida, las compras compulsivas
como agentes provocadores en los casos de agresión y desarmonía general. En el
contexto de la reforma del ego y el superego, las acciones iniciales deben sugerir,
animar y ayudar a la pareja a empezar a comunicarse de forma racional y
socialmente aceptable. Esto incluirá el respeto y la aceptación de sus respectivas
individualidades, preocupaciones y opiniones. Empezando por simples actividades
conjuntas, como llevar a su hijo al parque, toda la familia puede empezar a
participar en una socialización significativa. Lo racional es que, al hacerlo,
desarrollarían y perfeccionarían esa ética social aceptable que nunca adquirieron en
su infancia. De hecho, pueden empezar a comprometerse con su comunidad local;
forman parte de sistemas sociales y desempeñan un papel social. En cuanto a sus
dificultades económicas, el papel del trabajador social debe consistir en

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proporcionarles la información necesaria para examinar conjuntamente su situación
y, si es necesario, recurrir al servicio de asesores en materia de endeudamiento. Lo
mismo se aplica al matrimonio en su conjunto, si las cosas no funcionan a través de
negociaciones mutuas; tal vez con el trabajador social actuando como mediador
imparcial o facilitador, entonces los servicios de asesoramiento matrimonial pueden
tener que ser contratados. Del mismo modo, si los intentos de solucionar su
problema financiero no consiguen que el Sr. A deje de beber y de gastar, es posible
que tenga que consultar a un servicio de asesoramiento sobre adicción al alcohol y
al juego. La razón de ser de todas estas iniciativas es que, al aprovechar al máximo
su propio potencial, los clientes se convierten en sus propios médicos. Recurrir a
servicios externos debe ser el último recurso y una manera formal de proporcionar
lo que los clientes no pueden conseguir por sus propios medios. Entendidas y
explicadas desde las perspectivas psicodinámica y del apego, pero abordadas
desde una perspectiva sistémica, si estas acciones pudieran permitir al Sr. A
convertirse en el principal sostén de la familia, este sentimiento de responsabilidad y
autoestima podría filtrarse a otras áreas de su familia y de su relación.

Intervención centrada en los niños


Como cliente vulnerable, legalmente incapaz de dar su consentimiento informado, la
intervención del trabajo social en nombre de un niño como C tiene que ser
legalmente conforme y apropiada, además de basarse en enfoques sistemáticos.
Así, mientras que una circunstancia excepcional puede sugerir la evocación de la
"orden de control para proteger al niño" Watson et al, (2004, p. 107) la preferencia
legal según lo sugerido por la Ley de Menores de 1989 es "apoyar a los niños y a la
familia para que permanezcan juntos". Parker y Bradley (2003, p.21). Sin embargo,
dado que según Schaffer, (1990) "la situación más propicia para el bienestar de los
niños es el mínimo conflicto manifiesto", la exposición directa de C a la agresión y
violencia del Sr. A sobre su madre; y las constantes riñas no sólo constituyen
violencia doméstica, sino maltrato infantil, Hague y Malos, (1998, p. 19).
Mientras que los argumentos basados en las teorías psicodinámicas y del apego
pueden sugerir una intervención más de apoyo y terapéutica para permitir que los
padres de C se ocupen de su bienestar, el potencial de sufrir un daño significativo
por este riesgo situacional puede sugerir legalmente un enfoque más drástico o
punitivo. Según lo dispuesto por el marco jurídico en virtud de "la Ley del menor de

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1989, la política y las directrices de procedimiento del Comité de Protección del
Menor (ACPC) y el Ministerio del Interior (2000); "Framework for the Assessment of
Children in Need and their families" Watson, F. et al (2004, P. 89), una "evaluación
del riesgo centrada en el menor" establecerá dónde se serviría mejor el interés
superior de C mientras se resuelven las cosas.

Valoración

Como resulta evidente en este estudio de caso, la aplicación de las teorías


psicodinámicas o del apego es contextual y depende de la preferencia del aplicador.
Por consiguiente, la falta de un punto de referencia normalizado hace que la
evaluación de su eficacia e idoneidad sea problemática y relativa en lugar de
absoluta. Sin embargo, el uso de teorías para comprender, explicar, planificar e
intervenir en el trabajo social es indispensable para que la práctica sea sistemática.
Sin embargo, cualquier incoherencia en la aplicación de estas teorías a la práctica
podría ser un espejo de las complejidades de las propias realidades de la vida...".
Del mismo modo, ningún contexto de trabajo social es idéntico, ni los grupos de
clientes son homogéneos; una situación que haría inútil la estandarización de los
enfoques de perspectiva.

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Recordando que afirmé que opté por las teorías psicodinámica y del apego por su
idoneidad, las críticas señalan deficiencias inherentes a ambas perspectivas. De
hecho, los críticos argumentan que "el psicoanálisis tiene un enfoque científico y
originalmente biológico de la explicación que no se puede probar fácilmente en las
formas científicas convencionales." Harris, (1984, p. 24). Otros afirman que, la
psicodinámica no respeta la autodeterminación humana; señalando que, en la
práctica del trabajo social donde la búsqueda es eliminar la discriminación, "la
psicodinámica es un medio para comprender cómo los hombres lograron y
mantienen la supremacía en la sociedad patriarcal." Stream, (1979). Además, se
considera que la psicodinámica se limita a los clientes con capacidad verbal que
pueden contribuir a las discusiones y a la autodeterminación, excluyendo a los
usuarios de servicios con problemas psicológicos. En cuanto a las teorías del
apego, los críticos señalan que un niño como C puede establecer relaciones de
apego con otras personas, no sólo con la madre. Además, esa "dependencia de una
relación exclusiva puede ser perjudicial en sí misma, ya que no permite una relación
sana de apoyo con los demás" Crawford y Walker, (2003, p. 44). Desde un punto de
vista holístico, al intentar aplicar ambas teorías para predecir el comportamiento de
las personas, "el peligro es que este argumento puede estereotipar características y
personas, apoyando así potencialmente los prejuicios y el comportamiento opresivo"
Crawford, (2003, p. 10). Además, la reducción de comportamientos humanos
complejos, como en este estudio de caso, mediante conceptos abstractos
construidos socialmente está abocada a producir resultados recíprocos e
impugnaciones.

Conclusión
La importancia de las teorías en la práctica del trabajo social radica en que
proporcionan y establecen racionalidad y formas sistemáticas de abordar sucesos
que, de otro modo, serían fortuitos.
Además, como en este estudio de caso, llaman la atención sobre el control racional
que los seres humanos tienen sobre su entorno y su propio comportamiento" Payne
(1997, p.297). Aunque los resultados del trabajo social no sean perfectos, ni
siquiera siempre satisfactorios, el enfoque crítico y sistemático que aportan las
teorías garantiza que se tomen decisiones suficientemente buenas sobre la base de
la mejor información y juicio disponibles. Donde el psicoanálisis y las teorías del

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apego han vinculado el problema social como consecuencia de deficiencias de
desarrollo en la infancia, el pronóstico es que sin una intervención sistemática de
trabajo social para salvaguardar una réplica, los micro y exosistemas de la familia
se confabularán para sostener la crisis en curso, al tiempo que producen un entorno
propicio para una consecuencia recíproca. En el complejo entorno de los problemas
sociales interrelacionados y complejos, se obtiene una mejor comprensión de los
problemas concretos mediante la aplicación múltiple de teorías (triangulación); de
forma aislada, "el valor de la teoría queda viciado" Payne, (1997, p. 36). En las
intervenciones familiares, cualquier intervención eficaz en una parte integrante
acabará teniendo un impacto recíproco similar en el bienestar del sistema en su
conjunto.

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