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Características Destacadas de La Ley de La República 7160 - para Fusión
Características Destacadas de La Ley de La República 7160 - para Fusión
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2 .EFECTOS DE LA DESCONCENTRACIÓN (RA. 7160) EN EL SECTOR SANITARIO
Por lo tanto, tanto el R.A 7160 como la Resolución Conjunta nº 4 no tienen ningún
efecto adverso lógico sobre las prestaciones de la carta magna en virtud del R.A 7305.
Otros efectos significativos del R A 7160 en el sector sanitario son los siguientes:
La reforma del sistema sanitario ha sido una cuestión prioritaria para los gobiernos y las
comunidades de la región Asia-Pacífico. La mayoría de las políticas se centran en
reformas en el ámbito de la descentralización de los servicios sanitarios. La
descentralización implica la delegación de competencias desde el nivel central hacia
los departamentos de salud provinciales o de distrito. Puede definirse en términos
generales como la transferencia de poder en materia de planificación, gestión y toma
de decisiones del nivel nacional a los niveles subnacionales de gobierno. Diversas
funciones pueden descentralizarse en distintos grados, y pueden clasificarse a grandes
rasgos en términos de legislación, elaboración de políticas, recaudación de ingresos,
regulación, planificación y asignación de recursos, gestión, formación y coordinación
interinstitucional.
Algunos efectos negativos de las reformas de los sistemas sanitarios en los países en
desarrollo están bien documentados. Entre los efectos negativos señalados figuran una
gestión de nivel intermedio poco preparada, una mayor influencia y control político local
sobre la gestión técnica y un descenso de la calidad de las infraestructuras y la
prestación de servicios, sobre todo en las zonas rurales. En China, la responsabilidad
de la prestación de servicios sanitarios se ha transferido a los gobiernos provinciales y
de condado, y se ha asociado a una mayor desigualdad en el acceso a los servicios y a
un uso menos eficiente de los recursos6. En Papúa Nueva Guinea, a mediados de la
década de 1990, la responsabilidad de la sanidad pública pasó de las oficinas
provinciales a las de distrito. Esta reforma del sector sanitario se ha asociado a un
fuerte descenso de la accesibilidad y disponibilidad de los servicios sanitarios rurales
Pérdida del control directivo y fiscal de los hospitales por parte de la administración
hospitalaria.
Se percibía una pérdida de control regulador por parte del Departamento de Salud. La
percepción de una contratación y retención políticas del personal sanitario a nivel de las
UGL exacerbó esta sensación de falta de control normativo. El vacío de normativas,
sistemas de gestión y cultura administrativa resultante de la pérdida de una burocracia
nacional fue rápidamente ocupado por el poder político de los gobiernos locales. En
ocasiones, esto tuvo un efecto devastador en la moral de los profesionales sanitarios,
que a menudo se veían divididos entre los objetivos sanitarios y políticos de las
administraciones locales. El personal sanitario rural de muchas zonas del país tenía la
impresión generalizada de que la descentralización no estaba funcionando, sobre todo
para los pobres y las poblaciones rurales y remotas. En 1998, muchos miembros del
personal sanitario rural y funcionarios del Departamento de Salud empezaron a
presionar activamente a favor de una "renacionalización" de los servicios sanitarios.
El sector de los hospitales "de distrito" es el que mejor lo ilustra. Los consejos
provinciales de salud administran el sector hospitalario "de distrito", pero los consejos
municipales de salud administran las zonas de influencia de los hospitales. Por lo tanto,
el funcionamiento del sistema de derivación se ve obstaculizado por los límites de
jurisdicción, que actúan para restringir actividades sanitarias cooperativas como la
supervisión técnica, las comunicaciones de derivación sanitaria, el intercambio de
información sanitaria, la planificación sanitaria conjunta y el reparto de costes.
Financiación y utilización de los servicios sanitarios
Las evaluaciones rápidas de los servicios sanitarios en dos provincias del proyecto
ICHSP de Mindanao confirmaron las conclusiones de los anteriores consultores del
Banco Asiático de Desarrollo. Desde la llegada de la descentralización, la
infrafinanciación de los servicios sanitarios públicos ha provocado su lenta decadencia.
El deterioro se midió en términos de falta de personal, bajos índices de utilización,
infraestructuras sin mantener y equipos sin reparar o sustituir.
Y ello a pesar de algunos esfuerzos del gobierno nacional por aumentar los
presupuestos de las administraciones locales para hacer frente a su insuficiente
capacidad financiera para absorber personal y operaciones tras la descentralización.
Las estadísticas provinciales de gasto sanitario indican un gasto muy elevado en
personal, pero, por el contrario, un gasto muy bajo en recursos para prestar servicios y
prácticamente ninguna financiación para inversiones de capital. Esta falta de inversión
en infraestructuras públicas y costes operativos se pone aún más de manifiesto por la
infrautilización de los servicios y los elevados gastos de bolsillo que soportan quienes
acceden a ellos (por ejemplo, para comprar sus propios fármacos, medicamentos y
suministros). Aunque se dispone de fondos adicionales a través de los presupuestos de
los Programas Anuales de Inversión de las UGL, el estado de conservación de las
instalaciones y los equipos sanitarios públicos demuestra que son insuficientes.
Debido a la escasez de personal (a pesar del elevado gasto en personal), la crítica falta
de gastos de funcionamiento y el deterioro de las infraestructuras, se estaba perdiendo
la distinción entre niveles de servicio. En muchos casos, los hospitales primarios y
secundarios estaban situados junto a unidades de salud rurales, pero realizaban en
gran medida las mismas funciones básicas de centro de salud ambulatorio. Los
sistemas de remisión carecían de una definición clara. La infrafinanciación y la escasez
de recursos habían provocado que los hospitales de primaria y secundaria ya no
tuvieran capacidad para prestar servicios de referencia a los centros de salud de las
zonas de captación.
En consecuencia, se redujo el acceso a los servicios quirúrgicos y obstétricos
esenciales en los hospitales primarios/secundarios. En la remota provincia de Surigao
del Norte había 12 hospitales municipales y "de distrito" en funcionamiento en 1998,
pero ninguno podía realizar cesáreas de urgencia. En Cotabato del Sur se dio una
situación similar en los 3 hospitales municipales y "de distrito". En consecuencia, el
acceso a la atención obstétrica esencial estaba dictado menos por la necesidad y más
por la capacidad de pagar la atención en pueblos y ciudades más distantes. Las
elevadísimas tasas de mortalidad por tuberculosis también pusieron de manifiesto la
desintegración de los sistemas de logística, supervisión técnica, información sanitaria y
suministro de medicamentos entre los distintos niveles de servicio. Gestores,
consumidores y proveedores expresaron su preocupación por la relación entre la
introducción de la descentralización y el descenso de la calidad y la cobertura de la
asistencia.