Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Para ver como incide la automatización en la biblioteca, veamos cuales son los
servicios generales que realizan en cualquiera de ellas. Estos servicios son:
Adquisiciones, Catalogación, Documentación, Prestamos, Gestión
económica. Cada uno de estos servicios se pueden mecanizar en mayor o
menor grado. El corazón para el funcionamiento de una biblioteca es el
catálogo, o índice, de la misma. Sobre el catálogo se apoyan en general los
otros servicios. Vamos a tomar, pues, el catálogo para ejemplificar en que
consiste el proceso de mecanización, aunque, bien es verdad, se trata del
proceso que involucra mayor cantidad de información, y por tanto el que
presenta mayor complejidad.
Historia de la Automatización de las Bibliotecas:
Esta es de un grupo de pioneras: Mary, Ann, Rosalyn, Carol e Iona (el team
bibliotecario más tarde conocido como MARC-I) Longfellow, todas hermanas,
todas ellas bibliotecarias de la Southwestern & Northeastern Tiny Mingle
Library, de Chapalooga, Connecticut, Estados Unidos, que en 1946, recien
acabada la II Guerra Mundial, tuvieron la brillante idea de llamar al famoso
experto en radiocomunicaciones inalámbricas William Tredhurst Jr. III (en la
imagen, con bata) para que las ilustrara sobre la manera de transmitirse entre
sus sucursales los registros bibliográficos en código cifrado. Hasta la aparición
del ingeniero Tredhurst las MARC-I usaban el morse para comunicarse de una
habitación a otra, por lo que la adquisición del hardware específico (también en
la imagen) les simplificó harto la vida, como sabe todo bibliotecario.
La cosa es que la
automatización de las bibliotecas trajo consigo un aumento en las consultas de
todo tipo de items y las bibliotecas aumentaron su uso; hasta entonces, cierto
tipo de libros quedaban relegados a una escondida estantería del depósito,
accesibles desde confusas entradas del catálogo manual. Pero a medida que
aumentaron las facilidades para el acceso a los fondos, algunos usuarios se
dieron cuenta de qué libros había. Y empezaron a pedirlos. Esto tuvo como
consecuencia situaciones como la que retrata la foto, tomada en la Methodist
Bapitst University Library (Library and Information Sciences Library) de
Sugarcane Hill, en South Carolina, Estados Unidos, 1963, en la que el
bibliotecario jefe Abraham R. Dobermann solicita a su ayudante, la srta. Phyllis
Dougherty, retire de los estantes los libros ofensivos a la moral de los
estudiantes de Biblioteconomía, a saber:
Esta es la del periódico que decía yo antes. Atentos al vestido bicolor, las
gafas, el peinado y el broche de la bibliotecaria (es toda una metáfora sobre la
luna, el día y la noche). Al fondo del mostrador, y atendidas por un guapo
becario, las gemelas Olsen, de calcetines negros y zapato plano.