Vous êtes sur la page 1sur 56

 

Año
 
Dos / Número Tres / Mayo de Dos Mil Ocho C I E N T O
 
CINCUENTA
 

  M O N OS
 

L  ITERATURA
 

Uranga
 

Devincenzo
 

Kasztelan
 

Vico
 

 
Bonafina
 
Pensotti
 
 
 

E  NTREVISTA
 
Ricardo Strafacce,
 
sobre Osvaldo
 
Lamborghini,
 

  una biografía

C  RÍTICA
 
Vieytes
 
Díaz
 

Berduque
Sánchez Santarelli
 
C I E N T O Año Dos / Número Tres / Mayo de Dos Mil Ocho

CINCUENTA
M O N OS

ÍNDICE
LA MONADA, CONSEJO EDITORIAL  
 
Santiago Sánchez Santarelli Editorial 1
Nació, sin pan bajo el brazo, en 1981. Para formar parte de la Kimono (Poesía)
nueva generación de escritores argentinos fue calvo, como
Casas; usó anteojos, como Garamona; y duplicó sus El llanto del payaso, Ignacio Uranga 2
iniciales; como Daniel Durand. Para ser de la avant-garde
más extrema las triplicó. Olvidó, tonto de él, escribir una Lo que queda del mono, Ariel Devincenzo 4
obra consistente. En vez de eso, codirige esta revista y
colecciona libros de poetas ignotos. Movimientos incorpóreos, Nurit Kasztelan 6
Kin Kón (Entrevista a un Gran Mono)
Juan Cruz De Sabato Entrevista a Ricardo Strafacce 7
Pese a su resistencia a escribir estas palabras,
ellas mismas se acomodan una detrás de la otra
Mono con navaja (Disección crítica: Literatura)
con el sólo fin de ofuscarlo. Pasado de contradicciones, Ariane Díaz
Ah, ahora edita cuentos infantiles. Pobres niños…
15
Monoambiente (Relatos de una sola pieza)
Mujeres de barba candado, Fernando Vico 20
Carolina Berduque
Orgullosa madre de Macedonio Fernández y de Oliverio Tiro de gracia, Verónica Bonafina 24
Girondo, tarda demasiado en armar revistas y en hacer
brownies. Pero qué bien le salen…
Segundo B, Mariano Pensotti 28
Mono con navaja (Disección crítica: Literatura)
Maten a Borges, Santiago Sánchez Santarelli 32
Ilustración de tapa:
Darío Fantacci (Grupo Niños) Monólogo (Teatro para leer, porque otra no queda)
Viviendo a costillas del poeta III, Gastón Mazieres 35
Mono con navaja (Disección crítica: Teatro)
Publicación realizada en la República de
Las locas, una lectura, Carolina Berduque 37
Floresta (Buenos Aires, Argentina), por el
Grupo Editorial Ciento Cincuenta Monos. Poemínidos (Contribuciones fósiles…)
Queda prohibida su reproducción sin citar
Alfonso Durán, Santiago Sánchez Santarelli 41
las fuentes. El grupo no se responsabiliza
por las opiniones vertidas por los La banana mecánica (Crítica de cine)
correspondientes autores (y menos por Crónica de un cineasta inevitable, Marcos Vieytes 44
los del mismo grupo).
La del mono (Columna chancha)
Quejas, opiniones, contribuciones:
Pornosonetos, Ramón Paz 47
150monos@gmail.com
Monoaural (Crítica de música)
Visite a los monos en:
www.150monos.blogspot.com Larumbe, Fernando Dominguez 49
Última página (Muchas monerías) 53
 
Editorial

LA TERCERA ES LA VENCIDA
 

  Yitshac el Ciego, en su comentario al habrán pensado en la otra, ¿no?: El padre, el


Séfer Yetsirá, nos dice: “El yotser Bereshit se hijo y la palomita no tienen lugar en esta
llama ‘El Gran Dios’ y la sefirá es como un   publicación.
alma de él, pero él mismo es como un cuerpo
  para ese alma. Y él también se llama ‘Trono de Atrás de esta editorial viene cossa
la Gloria’, dado que es un trono para la Biná”. golda: Pensotti imagina los posibles desenlaces
  No sabemos muy bien qué tiene que ver esta de una reunión con compañeros del secundario,
larga cita, llena de abstrusos nombres hebreos, el implacable Dominguez sin tilde le pone
 
con los monos, pero nos pareció ponerla cortina musical al número con su nota sobre
  porque a “estas verdades las refiere Scholem en jazz argentino (audio descargable incluido en el
un docto lugar de su volumen” (El segundo, de blog de la revista), Ramón Paz manda a la
  Los orígenes de la Cábala) y porque la tercera de mierda la pacatería del soneto y Ariel
las sefirot cabalísticas es la Biná: nada menos Devicenzo nos cede parte del libro más
  que el origen de las almas de todos los simiesco que vio el 2007: Lo que queda del mono,
hombres. editado por El Mono Armado. Por supuesto, la
  Pero la cosa no termina ahí. El 3 es un lista sigue. Ah, las tintas chinas las pusieron
número lleno de significado. Piensen si no en el (especialmente) los chicos del Grupo Niños.
 
Trío Los Panchos, en la ménage à trois y en los Después de 3 largos meses veraniegos,
  tres tristes tigres. También, en los tres los 3 integrantes de este consejo editorial
mosqueteros, los 33 orientales y en la tercera (ojotas nostalgiosas en mano) vuelven al ruedo
  pata de la sota, no menos misteriosa que la asaz con el tercer número de Ciento Cincuenta
oscura doctrina esotérica judía. Y la santísima Monos y, burlones como son, gritan al unísono:
  trinidad, claro: Juan, Carolina y Santiago. No ¡TOMÁ, CASAS!

  Justificándonos
 

 
La idea de esta revista era ser bimestral. Pero ya desde Platón el mundo de las ideas y el de las cosas se
  llevan a las patadas. Entre nuestra ingenua pretensión de intervalos regulares, arquetípicos, y la vasta red de
complicaciones que es la realidad había una especie de paro de subtes. O un piquete de ruralistas.
 
Tuvimos (hay que aceptarlo) el berretín iluminista de que la fuerza de la razón iba a poder con todo. Aun
con las mudanzas de los integrantes del Consejo, con la falta de computadoras y de tiempo, con el hecho de que
una revista no se hace con tres tipos dándose corte de directores. Nos habíamos olvidado de que, hace casi un
siglo, Werner Heisenberg había enunciado su célebre Principio de la Incertidumbre: “No se puede conocer al
mismo tiempo el contenido y la fecha de publicación de una revista.” Anacrónicos de nosotros.

Así que ahora, varios meses tarde, llegamos a sus casillas con el rabo entre las patas. Y rogamos al buen
Dios (muy a pesar de lo dicho en la editorial) que, en el futuro, un D’Elía de las revistas literarias nos allane a
trompadas el camino a la bimestralidad.
UNO

 
 
Kimono 

  EL LLANTO DEL PAYASO ( SELECCIÓN)

Ignacio Uranga
 

 
Identidad o del mundo como voluntad y representación
 

  El limonero de
Avellaneda 540
 
ha perdido
  la libertad de ser
un árbol
 
cualquiera
 

 
Mnémica emotivo-involuntaria o del azul imposible
 

  Tus ojos
tus ojos, la puta, tus ojos
 

  Sýmbolon

 
El último invierno, agosto, miércoles, 11 pm
  ella partió, dejó, la ciudad, un pacto, el am-
or, roto en el café de las siete: un sím-
 
bolo de la antigua Grecia: la hospi-
  talidad de sus ojos: la mitad de mi tristeza

 
DOS
 

Nihil aut de gemina elegeia: funus

Después de todas las teorías, Caroline


literarias, después de todos los
movimientos de avanzada, ahora, septiembre
dos mil seis, ahora, que la litera-
tura no existe, ahora, que el poema se nos vuel-
ve tan íntimo, porque, repito
hoy, ahora, la lit no existe, elijo el poema
para construir, así en la forma
como en el fondo, este signo, estético, que
muestra la nada que hay, hoy, en sus prin-
cipios, lo imposible que se vuelve el verso
para arar con el lenguaje la re-
presentación, Caroline, de tus ojos, fe-
roces, por ejemplo, regresando
mansos, al presente, de las drogas; un a-
gravio, una imprudencia, un ultraje, el tu-
yo, Caroline, dejarme, así, como si nun-
ca, así, como si nada, así, como
hoy la lit, de suerte tal que deba, en nuestros
tiempos, recurrir a esto, lo que, ahora
septiembre, dos mil seis, no es, meramente, más
que, de momento, cicatriz, recuer-
do, esto que, hoy, no es, repito, ahora, septiembre, nue-
ve, dos mil seis, cuando la lit no exis-
te, y yo me lo apropio para, con la forma
decir, también, no hay, no queda, acá, nada

Ignacio Uranga
Nació el 20 de febrero de 1982 en la ciudad de Bahía Blanca, donde actualmente reside. Es estudiante de la licenciatura en Letras
en la Universidad Nacional del Sur. Tradujo poetas griegos, latinos, franceses e ingleses. En el año 2007 participó de la antología
Gruñendo (ed. Hemisferio derecho), los poemas allí publicados pertenecen a un libro inédito llamado El llanto del payaso.
urangaignacio@hotmail.com
 
TRES
 
Kimono 

  LO QUE QUEDA DEL MONO ( SELECCIÓN)

Ariel Devincenzo 
 

 
la oscura calma no sé qué palabras
  la noche atraviesa más que nunca no sé qué cielo

  la cívica macumba de los poetas malditos no sé qué cuervos


yo soy yo no sé qué cuerpo vos sos vos no sé la triste voz
  y mañana es nadie porque Y@ siempre

 
desvelado el sueño de los muertos
  donde creía
vivir
 
necro-lógica-mente
Sobre una pintura
  como el diamante en el corazón del carbón
de Loreto Garín Guzmán
 
qué cuerpo resiste y grita
  quién
las moscas no han de perturbarse sin decírselo
orangutanes animados mirando de lejos
 
nombrándose ellos mismos
quedaron quietas las hamacas
  sintiendo curiosidad
como el invierno en la casa de los sin casa
de monerías diferentes a las de su ombligo
  el acorde del gas
cansada la garrafa
  lo que queda del mono
el té los bizcochos más té y cigarrillos
es la soledad de un día en el desierto
  en el viejo tazón caídos
un color en el monitor
por soñar compartido
  un celofán en el cielo

  quedó quieta la noche en la ventana


una escalera para subir al árbol
se secó el río sin aliento
  y un ascensor para bajar al infierno.
tanto adelgazó el puerco
  que parecía un niño en la asadera
cuando dormía
 
la muerte jugaba por los pasillos
  el suspiro del gas
vaciada la garrafa
el té los bizcochos más té y cigarrillos
CUATRO

 
 
Kimono
 
¿ves este desierto?
 

 
podés no cruzarlo, pero no niegues su existencia.
 

  Ariel Devincenzo
Nació en Buenos Aires en 1977. Hacia fines de 2000, comenzó a trabajar junto al movimiento de artistas Etcétera… con el que participó
de diferentes exposiciones y coloquios, tanto en Argentina como en el exterior. También fue uno de los organizadores de la “Tertulia
de los viernes”, veladas de poesía que se prolongaron por más de dos años en la biblioteca de la que fuera la casa-imprenta del artista surrealista
Juan Andralis (1924-1994), en el viejo barrio del Abasto. En 2006 fue seleccionado por el Fondo de Cultura de la Ciudad
de Buenos Aires para la publicación de su primer libro de poesía Lo que queda del mono, que reúne material publicado
CINCO

  y también inédito de los años 1997 a 2003. Los poemas aquí publicados forman parte de dicho libro.
 
Kimono 

  MOVIMIENTOS INCORPÓREOS ( SELECCIÓN)

Nurit Kasztelan 
 

 
Sarah Movimientos incorpóreos
 

  Escribe para los muertos. Para los no nacidos Se agota en un lenguaje


evoca el ideograma de la locura. cáustico, renovador,
 
En el lugar donde los buitres se divierten donde se quiebra el contacto con la tradición.
  y las calles aparecen
Búsqueda del margen,
  en el esbozo de una mano ajena.
del valor de la obra.
  Un punto de ruptura
  donde se pierden los parámetros.

 
Cayeron los héroes
  Runas en ripios

  arquetipos gastados
Una palabra en una hoja de papel que forman un cuerpo extraño,
  un juego entre mi mano y yo
un puente hacia un género
una máquina de escribir que no funciona. que muestra el reverso
 
de un paisaje que sutura.
  Artificios: encierro lo grande y lo pequeño

  en una piedra. ¿Qué pasaría

  si nos diéramos cuenta


Escribir. Gemir en cada letra. de que una ruptura contiene
  Amordazar mis pensamientos en palabras.
la rebelión de un instante?
 
¿Cómo se representa el horror
 
cuando la lengua
  ya no es inocente?

Nurit Kasztelan
Nació en Buenos Aires, en 1982. Es Licenciada en Economía y estudia Letras en la UBA. Desde mayo del 2007, coordina el ciclo de poesía La
SEIS

  manzana en el gusano. En agosto del 2007 publicó Movimientos Incorpóreos (Ed. Huesos de Jibia). Poemas suyos aparecieron en la revista virtual
SEIS

No-retornable. También colaboró con reseñas para las revistas virtuales El interpretador y No-retornable. www.escribirenelaire.blogspot.com
 
Kin kón

LOS MONSTRUOS
 

OSVALDO LAMBORGHINI TIENE BIOGRAFÍA


 

 Entrevista a Ricardo Strafacce por Santiago Sánchez Santarelli

 Situémonos en el espacio: estamos en el tradicional Contame un poco como surgió el proyecto. 


Varela Varelita de Scalabrini Ortiz y Paraguay.  
Es uno de esos bares que se mueven misteriosamente: La idea de escribir la biografía de Osvaldo Lamborghini 
antes estaba en Canning y Paraguay. Mañana quién se  me  ocurrió  hace  exactamente  diez  años.  En  el  '85 
sabe. había  salido  “La  novia  del  gendarme”,  en  la  revista 
Sobre sus mesas –que nunca preguntan– patinaron los Sitio:  a  mí  me  pareció  que  eso  era  la  literatura 
vasos de gente tan disímil como Héctor Libertella y argentina, que en la Argentina había que escribir así. Y 
Chacho Álvarez. con el tiempo, por unas circunstancias azarosas que no 
vienen al caso, empecé a hacer algunas materias de la 
Ahora, situémonos en el tiempo: Es viernes. Son las
Carrera  de  Letras.  Yo  soy  autodidacta  total.  No, 
19:30 hs. El momento perfecto. Strafacce me espera
acodado en el estaño. Él también es una especie de autodidacta no, yo soy un burro (Risas). Pero ahí tomé 
inquilino del famoso Varelita. contacto  con  el  discurso  crítico  y  publiqué  algunos 
artículos.  Yo  no  tenía  vergüenza,  porque  trataba  de 
Llego. Nos sentamos. Yo pido el tradicional café y instalarme  en  ese  paradigma  del  discurso  crítico  y 
después me iré sin pagarlo. Mal por mí. Ricardo
pensaba  escribir  un  libro  sobre  Lamborghini.  Me 
toma un fernet con tónica. Los habitués llaman a ese
pareció  que  el  género  biográfico,  un  género  que  es  –
brebaje agua atómica. Pero eso no nos importa aquí,
aunque nos hayamos quedado con las ganas de desde el punto de vista de las cosas que Puán acepta– 
probarlo. más  incorrecto  que  ninguno.  Y  bueno,  empecé 
pensando que iba a ser un libro de 200 páginas.  
Lo que nos reúne en el Palermo que alguna vez tuvo Pero yo me preguntaba, al mismo tiempo, ¿cómo será 
cuchilleros y ahora tiene chetaje, es la monumental
una  persona  que  escribe  así?  Y  también,  yo  percibía 
biografía de Osvaldo Lamborghini que pronto
publicará la editorial Mansalva, de Francisco
que  en  las  menciones  autorreferenciales  que  hay  en 
Garamona. Uno quisiera caer en el lugar común, toda  la  obra  –“hoy  es  7  de  abril,  estoy  en  Palermo”, 
decir lo que se ha dicho de medio mundo, que ponele–,  tan  distintas  a  estas  “escrituras  del  yo”  que 
Strafacce “es el Boswell de nuestros días” y meterlo ahora  proliferan,  había  un  contexto  biográfico  a 
en la misma categoría en la que están Alifano y Bioy reponer  que  permitía,  o  podía  permitir,  un  disfrute 
Casares, entre otros. Nos vamos a aguantar. mayor de esa obra. Así que dije, “bueno, vamos a ver” 
Charlamos un rato antes de entrar en tema. En este y así fue. Después el libro se hizo más largo. 
punto empieza a molestarme el plural insufrible que  
uno elige para sumar al lector. Ese plural esquizo. ¿Cuántas páginas? 
Así que lo abandono. Me siento a charlar con  
Strafacce. Pero... ¿a dónde iba? Hoy  Francisco  [Garamona,  el  editor  de  Mansalva]  me 
va a traer las pruebas, pero me dijo que logró meterlo 
Bueno, no importa. El punto es que lo escucho hablar
y pienso: “Carajo, este tipo es el Roberto Alifano de en menos de 900 páginas.  
nuestros días”. En joda lo pienso, más vale...   
SIETE

 
 
Kin kón
 

Yo creo que tu libro viene a ser un acto de justicia  Después  de  eso,  Lamborghini  aparece,  ya 


con  Osvaldo  Lamborghini,  sobre  todo  por  el  maduro, en El Fiord. No hay casi antecedentes. 
desinterés  hacia  su  obra  del  aparato  que  Puán   
representa.  Hay  muy  poca  obra  anterior.  Hay  un  poema 
  autobiográfico,  que  es  buenísimo,  que  se  llama 
Si  fuera  por  reparar  una  injusticia,  habría  que  “Hoy  relacionarse:  y  como  sea”.  El  Fiord  es  como 
prenderla fuego a esa Facultad (Risas). Pero yo no  una  epifanía,  sin  ninguna  duda,  más  allá  de  que 
lo  pienso  así,  de  ninguna  manera.  Lo  que  sé  es  está  escrito  casi  sincrónicamente  con  Sebregondi 
que,  cuando  leí  por  primera  vez  a  Osvaldo  retrocede. Aunque yo pienso que Sebregondi… es 
Lamborghini, yo esperaba que otro escribiera este  un  poquito  posterior,  quizás  algunos  poemas 
libro. Yo quería saber cómo puede ser un tipo que  coincidieron,  pero  es  un  poco  después.  Pero  El 
escribe así y quería saber a qué alude cuando dice,  Fiord es como una epifanía, sí. 
por ejemplo, “me vine a Mar del Plata, a la casa de   
mi  madre”.  Así  que  en  un  momento  dije  “por  lo  Porque entra directamente al centro de la… 
menos me voy a enterar cómo era este tipo” y, en   
fin, me enteré, me enteré bastante.  ¡Y la velocidad que tiene el texto!  
   
Bueno, hay varias personas que están esperando  Totalmente. 
enterarse, entre las que me cuento, claro.   
  Las  fechas  que  tiene  al  final  son  inexactas,  sin 
Y  hay  varias  personas  que  están  esperando  ver  ninguna  duda.  Dice  “Octubre  1966–Mayo  1967”: 
cómo aparecen en el libro, también. Lo cual es un  esas  fechas  son  inexactas.  Yo  creo  que,  por  una 
poco  complicado,  porque  no  puedo  quedar  bien  parte,  un  texto  así  no  admite  un  período  de 
con todo el mundo y además no puedo falsear lo  escritura  de  seis  meses.  Y,  por  otro  lado,  está  –
que  surge  de  documentos  muy  contundentes  para  mí–  antidatado  un  año,  por  lo  menos.  Mi 
como son las cartas. Así que bueno…  idea es que  es de  marzo, abril del '68. En el libro 
  yo explico por qué llego a esa conclusión, etc. 
Habrá revuelo después de la publicación.   
  O  sea  que  no  es  rastreable  cómo  Lamborghini 
Sí,  pero  no  es  un  libro  escandaloso,  en  absoluto.  llega desde esos poemas a El Fiord… 
En absoluto.    
  Es  un  misterio,  porque  incluso  hay  un  artículo1 
Otra  cosa  que  me  interesa  preguntarte  es  sobre  que  él  publicó  en  una  revista  de  “humor 
la  iniciación  de  Lamborghini  en  la  escritura.  inteligente”  de  la  época  (1967),  y  es  muy  débil. 
Porque  salvo  un  poema  de  juventud  que  se  Incluso  hay  una  carta  que  le  envía  a  su  primera 
encontró en un libro…  mujer, posterior a esta supuesta fecha de El Fiord, 
  donde habla de un cuento que nada tiene que ver 
Yo lo encontré.   con  El  Fiord,  pero  además  la  idea  de  la  literatura 
  que  surge  de  esta  carta  tampoco  nada  tiene  que 
Ah, caramba. Ese es un buen dato.  ver.  Es  muy  raro.  Yo  te  digo  “es  una  epifanía”, 
  pero  con  eso  no  explico  nada.  Es  inexplicable 
Sí, un poema de los doce o trece años.  cómo surge El Fiord. Es realmente inexplicable. 
   
OCHO

  1. El texto en cuestión está incluido en Osvaldo Lamborghini, una biografía. 
 
Kin kón
 

Osvaldo Lamborghini en actitud contemplativa.

Además  habrá  influido  en  lo  que  escribió  Yendo  a  otra  cosa,  quería  saber  qué  imagen 
después.  política de Lamborghini surge después de leer tu 
  libro. 
Influyó  para  que  no  pudiera  escribir  durante   
mucho  tiempo  después.  Es  más,  si  César  Aira  no  Bueno,  Lamborghini  tenía  un  peronismo  clásico. 
hubiese recopilado la obra inédita, hasta cabría la  Es decir, un peronismo icónico, un peronismo casi 
hipótesis  conspirativa  de  que  El  Fiord  no  era  de  irracional.  Pero  viéndolo  retrospectivamente, 
Lamborghini: un tipo que viene de nada, de nada  también  la  izquierda  era  irracional  ¡y  mirá  si  lo 
anterior…  Bueno,  está  el  libro  que  editó  Fogwill,  era! En aquel momento parecía que ser peronista, 
Poemas, pero es del ´80 y este otro es del ´69. Sí,  ser  justicialista  durante  el  gobierno  de  Isabel 
es un misterio realmente. Pero además, él todo el  Martínez  de  Perón  era  totalmente  incorrecto. 
tiempo decía en las cartas que El Fiord le impedía  Viéndolo  ahora,  desde  otra  perspectiva,  también 
escribir, etcétera, etcétera.  era incorrecto y era estúpido ser del ERP, ¿no? En 
  fin. 
Como  obra  inicial  es  un  misterio,  sobre  todo  si  Era ingenuo políticamente, Lamborghini. O era un 
uno  lo  compara  con  libros  como  17  disparos  provocador. Como Fogwill, que vos me decías que 
contra lo por venir, de Bioy Casares, que son tan  habla  bien  de  Macri:  Lamborghini  era  así.  Pero 
débiles…  cuando él se tuvo que jugar, se jugó. Por ejemplo, 
  el trabajaba en el diario El Cronista, era secretario 
¡Ojo!,  también  tené  en  cuenta  que  Lamborghini  de  cierre.  El  día  que  lo  secuestran  a  Roberto 
escribió  El  Fiord  a  los  28  años.  O  sea,  no  era  un  Quieto,  ahí  en  la  playa  de  Vicente  López,  va  la 
pibe. Tenía mucha cosa leída. De todos modos, ya  mujer al diario, lo encuentra a él [a Lamborghini] y 
te digo, no hay textos perdidos, prácticamente.  él  se  la  juega  y  publica  la  noticia,  que  muchos 
 
NUEVE

 
 
Kin kón
 

diarios  no  publicaron.  De  hecho,  era  amigo  de  que  traería  las  pruebas  de  página.  Se  demora. 
[Emilio]  Jáuregui,  a  quien  mataron  cuando  vino  Charlamos  de  boludeces.  Se  sigue  demorando, 
[Nelson] Rockefeller.  hasta que finalmente llega. Viene con dos gruesos 
Hay que ser cuidadoso en ese aspecto, porque se  fajos  de  hojas  impresas  que  prometen  ser,  en  un 
han publicado algunas cosas que no lo dejan bien  futuro cercano, uno de los libros más importantes 
desde el punto de vista político innecesariamente,  de la década. Retomamos la entrevista. 
sin que estén probadas.   
  Había algo que querías decirme. 
Vi el otro día, releyendo Tadeys, que colaboraste   
con el ordenamiento de los manuscritos.  Sí. Luis Chitarroni leyó el libro, porque yo primero 
  se  lo  llevé  a  él,  porque  Sudamericana  estaba 
Sí,  como  yo  estaba  trabajando  mucho  en  eso,  publicando toda la obra –y de hecho la publicó–. A 
colaboré con César [Aira].  Luis  le  encantó  el  libro  y  tenía  intención  de 
  publicarlo.  Pero  yo  pensé  que  para  mí  era  mejor 
Te hago una pregunta lateral. ¿Queda algo para  publicar  en  una  editorial  chica  o  independiente 
publicar, van a publicar algo?  que  defienda  los  libros,  que  podía  ser  Beatriz 
  Viterbo  o  la  de  Francisco  [Garamona].  Sí,  yo 
Se  publicó  prácticamente  todo.  Quedan  cosas  pensaba  de  esa  manera:  me  gusta  eso  de  editar 
sueltas,  cuadernos,  anotaciones.  Queda  el  Teatro  los  libros  en una  editorial  chica  que  los  defiende. 
Proletario  de  Cámara,  que  yo  pienso  que  Eso  quería  agregarte.  Porque  yo  no  quería 
completo  no  es  publicable,  que  no  tiene  mucho  someterme  ni  a  los  tiempos  ni  a  los  manejos  de 
sentido  porque  es  una  obra  que  quedó  una editorial grande. 
interrumpida y, por ejemplo, tenés páginas donde   
está el texto y está preparada la ventana para una  Garamona  hace  su  aparición  triunfal  en  la 
imagen y la imagen no está. Es un texto que está  grabación. 
pensado  en  función  de  palabra‐imagen.  Pienso   
que sí se podría hacer una antología de eso.  FRANCISCO:  Y…  las  editoriales  grandes  tienen  esa 
  cosa  de  pensar  más  que  en  la  literatura,  en  el 
Yo  le  pregunté,  me  acuerdo,  a  César  Aira  –vía  stock, ¿no? Son todo un mundo… 
Adriana  Astutti,  de  Beatriz  Viterbo  Editores–  si   
pensaba editarlo, en medio de la publicación del  RICARDO:  Sí,  pero  no  sé  cuál  es  el  negocio  que 
resto de las obras en Sudamericana.  hacen  mandando,  a  los  seis  meses,  los  libros  al 
  saldo… 
Ya  te  digo,  es  complicado  porque,  por  una  parte,   
está  incompleto.  Por  otra,  muchas  de  las  páginas  La  cinta  (sí,  lo  grabé  en  analógico2)  corre.  La 
son  borradores,  son  esbozos.  Pero  sí  se  podría  conversación  se  va  para  cualquier  lado.  Strafacce 
hacer  una  antología,  porque  son  como  700  vuelve a encaminarnos. 
páginas.  Yo  pienso  que  se  podría  hacer  una   
antología de 150 páginas, ponele.  RICARDO: No, el concepto que yo quería redondear 
  con  vos,  Santiago,  es  el  siguiente:  yo  quiero 
Cortamos  un  rato  para  esperar  a  Francisco  publicar cualquier libro, y sobre todo este libro, en 
Garamona,  el  ya  nombrado  editor  de  Mansalva,  una  editorial  como  la  de  Francisco.  No  es  que  no 

 
DIEZ

2. Ver introducción a la entrevista a Rafael Spregelburd, en el número 2.  
 
Kin kón
 

Osvaldo Lamborghini queriendo parecerse a su ídolo: José Pablo 
Feinmann. Le faltaron las tetas. 

sale  en  Norma  o  en  Sudamericana  porque  no  se  un tiempo viene publicando en editoriales chicas y 


interesan.  No  quiero  decir  que  yo  le  dije  no  a  tiene  el  mismo  pensamiento  que  vos:  que  siguen 
Sudamericana –que le dije no, pero no me quiero  al libro, que no lo mandan al muere. 
hacer  el  canchero–,  pero  yo  me  siento  más   
tranquilo…  RICARDO: Lo protegen, che. 
   
FRANCISCO:  Nosotros  vamos  a  estar  atrás,  cuando  Se  van  por  las  ramas  de  nuevo.  Yo  escucho,  más 
tengamos  la  tirada  entera,  desde  la  totalidad  vale.  Y  apago  el  grabador  para  cosas  más 
hasta la unidad postrera. Vamos a cuidar libro por  grabables.  Después  de  un  rato,  cuando  Strafacce 
libro y eso es una cosa que está mucho más cerca  sale a fumarse un pucho, lo interpelo a Garamona. 
del  lector  y  del  autor.  Aquí  la  función  editorial  Y él hace gala de su condición de poeta‐editor: 
sería  la  de  tender  un  puente,  un  gran  puente  al   
que no se lo ve, como diría Lezama.  FRANCISCO: Osvaldo Lamborghini, una biografía de 
  Ricardo Strafacce es un friso excepcional sobre los 
RICARDO:  Sí,  yo  me  siento  muy  bien  con  él,  así  años  setenta  y  ochenta,  donde  se  cruzan  el 
como  me  sentía  muy  bien  con  las  chicas  de  psicoanálisis  y  la  literatura,  la  política,  la 
Viterbo.  Pero  ¡ojo!,  sin  hablar  mal  de  militancia.  Es  un  texto  increíble.  Va  a  haber  un 
Sudamericana  y  menos  de  Chitarroni,  que  se  antes y un después para la comprensión de la obra 
portó bárbaro conmigo. Pero bueno, las personas  de Lamborghini y, también, para poder ver mejor 
que  publicamos  en  editoriales  independientes  o  esa  época  tan  compleja.  Además  es  un  libro  muy 
chicas,  no  siempre  es  porque  las  grandes  no  nos  feliz,  dicho  esto  a  pesar  de  cierta  tristeza,  escrito 
den  bola,  sino  porque  también  uno  puede  elegir  majestuosamente,  donde  hay  una  narración 
una editorial así. Yo lo veo de esa manera.  detrás la investigación, escrita con “mayúsculas”. 
   
FRANCISCO: Fogwill, por ejemplo, del que acabamos  Bueno, Strafacce dice que no, pero para mí es un 
de publicar su Los libros de la guerra, desde hace  libro que hace justicia con Lamborghini. 
 
ONCE

 
 
Kin kón

Si bien Lamborghini fue un escritor marginal, que  Sí,  sí.  Yo  creo  que  Lamborghini,  a  través  de  este 
publicó  en  pequeñas  editoriales  casi  libro,  se  repone  totalmente.  Se  repone  en  tanto 
desconocidas, yo creo que se le ha hecho bastante  figura  y  se  descuelga  de  ese  lugar  un  poco  irreal 
justicia3,  que  se  lo  ha  reivindicado  como  el  gran  que es el mito que se ha hecho en torno a su vida. 
escritor  que  fue.  Él  escribió  una  serie  de  libros  y  Es  un  libro  apasionante.  Todos  los  grandes 
textos sin los cuales ahora es imposible pensar la  lectores  y  los  fanáticos  de  Lamborghini  en  este 
literatura  argentina.  Y  creo  que  en  ese  sentido  libro van a encontrar la felicidad. 
tiene el lugar que se merece, y bueno, creo que la   
posteridad le da la razón, ¿no?   Es que lo estábamos esperando… 
   
Después de toda esa generación de imitadores de  Yo  también.  Yo  lo  estaba  esperando  desde 
Borges  que  buscaban  lo  susurrante,  la  prosa  siempre.  La  verdad,  desde  que  leí  las  primeras 
chata,  aparece  Lamborghini  con  toda  esa  líneas  de  Lamborghini  siempre  esperé  poder  leer 
potencia y se pasa eso a los…  un libro así,  de estas características. Y  el misterio 
  persiste,  igual.  No  es  que  Ricardo  lo  agota.  El 
JAVIER: ¿Atómica traigo otra?  misterio persiste y es alimentado de otra manera, 
  mucho  más  intensa,  mucho  más  eficaz  porque  el 
Javier  es  el  mozo.  Amigo  de  Strafacce,  no  se  misterio del genio siempre está presente. 
merecía quedar afuera de la entrevista. Él pensó lo   
mismo  y  decidió  participar.  ¡Sus  deseos  son  Igual,  te  cuento  que  no  estás  haciendo  buena 
órdenes!  publicidad.  Porque  dirán:  “¿Voy  a  leer  900 
  páginas y el misterio persiste?” 
FRANCISCO: Yo creo que el libro de Ricardo repone   
un  montón  de  situaciones  y  un  montón  de  Y… el misterio del genio es inexplicable.  
cuestiones  que  no  se  sabían,  y  está  muy  bueno   
como para reconstruir la historia del poeta.  Justamente  hoy  hablábamos  de  eso  con  Ricardo 
  en relación a El Fiord. Cómo Lamborghini aparece 
De hecho, Lamborghini tiene una figura de autor  en El Fiord de la nada. 
muy  fuerte  y  su  persona  se  diluye  para  los  que,   
como yo, no tiene acceso al conocimiento directo  Sí,  cuando  leas  el  libro  vas  a  verlo.  El  tipo  es  un 
o  a  los  textos  no  publicados,  como  cartas,  simple militante, que de golpe se cae con El Fiord 
cuadernos, etcétera.  y  es  inexplicable.  Todo  eso  está  muy 
  documentado  con  un  gran  trabajo  de  archivo.  Es 
Totalmente.  Todo  eso  lo  repone  Ricardo  en  el  una  cosa  muy  rara  porque  Lamborghini  fue  un 
libro  de  una  manera  magistral.  Además,  otra  tipo con un modo de vida muy atípico, y  entonces 
cuestión que no tenemos que dejar de ver es que  reponer todo el itinerario de una vida, como hizo 
este  libro  es  la  primera  biografía  buena  (y  no  la  Ricardo  sin  caer  nunca  en  las  estupideces  y 
última  novela  mala,  que  es  otra  cosa)  que  se  banalidades  del  género,  es  algo  muy  complejo  y 
escribe  en  la  literatura  argentina.  Y  cuando  la  delicado y si da buenos frutos, como es el caso de 
gente la lea no lo va a poder creer.  este libro, es formidable. 
   
Bueno,  a  eso  me  refería  con  hacerle  justicia,  Charlamos un rato. De bueyes perdidos. Strafacce 
usando un término un poco desafortunado4.  cuida el kiosco de diario que está sobre Paraguay. 
DOCE

  3. Bien, ninguno me va a dar la razón. ¡Jodidos entrevistados! 
4. ¡Por fin una pilcha pa’ mi lata!
 
Kin kón
 

 
Volvemos  a  la  presencia  del  autor  en  las  RICARDO: Se… 
biografías.   
  FRANCISCO  (Garamona  toma  el  lugar  del 
Es una cosa que se suele extrañar.  entrevistador):  Diez  años  estuviste  escribiéndola, 
  ¿no? 
FRANCISCO:  Además,  Ricardo  siempre  se  mantiene   
al  margen  y  nunca  imposta  el  lugar  del  tipo  que  RICARDO:  No,  no.  De  investigación  sí.  Empezamos 
escribe.  Nunca  se  mete  realmente.  Es  como  una  en el ’98 y yo al libro lo escribí un poquito en 2002 
gran novela policial, con una intriga y un misterio.  y mucho en 2003 y 2004. Después corregí. Pero el 
  relato  es  de  2003‐2004,  que  fueron  dos  años  de 
RICARDO:  Podé  muchas  cosas,  porque  Héctor  locura porque ni a mis hijas las dejaba venir a mi 
Libertella  me  daba  un  consejo  muy  sabio:  casa.  Héctor  [Libertella],  me  acuerdo,  me  dijo: 
“Ricardo, no podés escribir todas las cosas que se  “Vos hacé tu laburo como puedas, o sea lo menos 
te  ocurran.  Con  generosidad  y  derroche,  tenés  posible,  pero  tenés  que  atender  solamente  al 
que tachar cosas que a vos te gusten”. Y eso para  muchacho de la rotisería”. 
mí  es  la  lección  del  maestro.  Me  decía,  en  esa   
mesa: “¡No podés poner todas las cosas que se te   
ocurren!”   
   
“Tachá, viejo, tachá.”   
  Y Strafacce le hizo caso al maestro. Los resultados 
FRANCISCO:  En  esa  mesa  cuando  todavía  se  podía  estarán a la vista cuando Garamona y los astros se 
fumar, ¿no?  alineen. Mientras, nosotros esperamos ansiosos. 

Ricardo Strafacce 
 Nació en Buenos Aires, en 1958. Ha publicado una novela fragmentariamente (Red 
Gardel, 1994) y otra completa (El crimen de la Negra Reguera, Beatriz Viterbo, 1999). 
Es autor de las novelas El Parnaso Argentino, Frío de Rusia, Carlutti y Pareja, y 
Maneras de no verla, aún inéditas. Trabaja en Derechos de sosías, una nouvelle 
autobiográfica. Ya está en prensa su nouvelle La Boliviana. 

Francisco Garamona 
Nació en Buenos Aires, en  1976. Es escritor, músico y editor. Dirige la editorial Mansalva, 
Poesía y ficción Latinoamericana. Publicó, entre otros, Parafern y El verano (Deldiego, 
2000 y 2001),  Cuaderno de vacaciones (Ed. Siesta, 2003), Una escuela de la mente (Ed. 
Eloísa Cartonera, 2004),  Aceite invierno (Editorial Municipal, Rosario, 2005) y La leche 
vaporosa (Ed. Vox, Bahía Blanca, 2006).  
TRECE

 
 
  Osvaldo Lamborghini, una biografía 
  por Ricardo Strafacce 
  Editorial Mansalva, Buenos Aires, 2008 
  editorialmansalva@yahoo.com.ar 
 
 
 
  Editorial Mansalva invita al público 
 
  lector a realizar la compra anticipada 
  de la monumental biografía de 
 
Osvaldo Lamborghini, escrita por 
 
  Ricardo Strafacce, a publicarse en 
 
septiembre de 2008. 
 
   
 
  Osvaldo  Lamborghini:  una  biografía,  es 
  un  libro  de  960  páginas  de  gran 
  formato, sobre la vida y obra del mítico 
  escritor  argentino.  Cientos  de  cartas, 
  testimonios,  críticas,  poemas,  repor‐
  tajes, guiones de cómics realizados por 
  el  poeta  y  un  riguroso  análisis  de  la 
  suma  lamborghiniana  conforman  el 
  volumen, fruto de más de diez años de 
  trabajo del autor. Esta biografía, escrita 
  con  la  tensión  de  una  novela  policial, 
  además  de  develar  el  misterio  que 
  siempre  rodeó  a  la  figura  de  Osvaldo 
  Lamborghini es también un friso excep‐
  cional sobre la época, que documenta el 
arribo  del  lacanismo  en  Argentina  bajo 
la  figura  tutelar  de  Oscar  Masotta,  las 
tensiones  entre  literatura,  política  y 
psicoanálisis,  la  historia  de  la  revista   
Literal,  la  militancia  peronista  y  la 
excentricidad de la vida bohemia, entre 
Aquellos que realicen la compra 
muchas  otras  cosas  más.  El  libro  está  anticipada del libro pagarán $150, 
ilustrado  con  un  centenar  de  fotos  y 
reproducción  de  manuscritos.  Nadie  ahorrándose $70 del precio final con 
que  esté  interesado  en  conocer  la 
que el volumen se venderá en 
historia  secreta  de  la  vanguardia 
argentina  de  los  años  70  y  80  puede  librerías. 
dejar de leer este libro imprescindible.  

Para realizar la compra anticipada, comunicarse con Editorial Mansalva 
editorialmansalva@yahoo.com.ar 
 
Mono con navaja

 
PASADO DE CONTRADICCIONES
Ariane Díaz
 

 
El  artículo  “Vanguardia  y  crítica.  Tensiones  y  contradicciones”,  de  Ariane Díaz
Martín  Glozman*,  compara  algunos  dichos  de  Mariátegui  sobre  la  literatura  Estudiante de Letras
peruana  y  las  vanguardias  con  algunos  planteos  de  vanguardistas  rusos,  a  la  (UBA), miembro del
vez que dirigentes de la revolución rusa, especialmente Trotsky.  Comité Editorial de la
  Revista Lucha de Clases
  El  problema  que  recorre  el  conjunto  del  artículo  será,  como  dice  el  y del Instituto del
autor,  el  de  la  “representación”  en  la  literatura  de  “otros”  a  los  que  dice  Pensamiento Socialista
"Karl Marx".
representar  o  dar  voz  en  ella.  Se  trata,  entonces,  de  una  representación 
arianediaz@gmail.com 
política: en el caso de Mariátegui, la representación de la tradición indigenista; 
en  la  de  la  URSS,  la  representación  de  la  clase  obrera  o  de  los  sectores 
populares. Para ello convoca citas de Ludmer que tratan la representación en la 
literatura  gauchesca  en  el  contexto  latinoamericano,  donde  se  intenta  una 
teoría  sobre  literaturas  que  “hicieron  oír  la  voz  de  un  cuerpo  usado  para  la 
guerra, la economía y también para el sexo”1 en un afán regimentador. Más allá 
de lo aplicable de la comparación con Ludmer para el caso de la gauchesca, en 
la cita ya se observa a dónde se dirige el texto de Glozman cuando analiza el 
caso soviético donde, según el autor, se hiciera también uso de las voces y los 
cuerpos de la clase obrera en el mismo sentido disciplinador. En este camino se 
entremezclan, como si fueran lo mismo, el fenómeno de las vanguardias rusas, 
la  política  del  Estado  soviético,  las  posiciones  de  los  marxistas  clásicos  y  de 
dirigentes de la revolución con la política del stalinismo, confundiendo hechos, 
escritos y posiciones políticas e ideológicas, pero, sobre todo, identificando el 
rico proceso abierto en la literatura y en otras artes al calor de la revolución con 
lo que fuera casi su exacto opuesto, la política de Stalin. Veamos. 
 
  Glozman  inicia  el  texto  dando  cuenta  de  que  el  fenómeno  de  las 
vanguardias,  como  diría  Mariátegui,  no  es  un  problema  de  innovaciones 
técnicas sino del “repudio, en el deshaucio, en la befa del absoluto burgués”2. 
En las definiciones ahora clásicas de Bürger sobre las vanguardias3, esto sería la 
crítica  a  la  “institución  arte”  como  tal  que  caracteriza  a  las  vanguardias 
históricas,  ligadas  siempre  a  la  crítica  (no  necesariamente  por  izquierda,  si 
tomamos  en  cuenta  el  caso  del  futurismo  italiano)  del  arte  burgués  y  sus 
instituciones.  En  realidad,  tal  característica  corresponde  al  contexto  de  fin  de 
siglo XIX y principios del XX, un contexto de crisis del capitalismo no sólo social 
y política sino también ideológica, en el marco del acercamiento y, finalmente, 
explosión  de  las  guerras  mundiales  y  revoluciones.  En  ese  sentido,  las 
vanguardias históricas (para diferenciarlas de otro tipo de vanguardias, como el 
pop de los ‘60) se manejaron dentro de este contexto y fueron siempre en este 
sentido  “políticas”.  Por  otro  lado,  las  lecturas  que  de  ellas  se  hicieron  en  la 
QUINCE

tradición  marxista  fueron  diversas,  positivas  y  negativas,  desde  distintas 


  concepciones  del  arte.  Es  conocida  la  polémica  entre  los  marxistas 
*Publicado en el número 2 de Ciento Cincuenta Monos. 
 
Mono con navaja
DIECISEIS

 
occidentales,  por  ejemplo,  en  el  ’38,  sobre  el 
expresionismo. El caso de Mariátegui tiene un poco de 
varias tendencias: por un lado las analiza como partes 
de un determinado “espíritu de época” de decadencia 
de  la  burguesía,  pero  en  vez  de  considerarlas 
decadentes (como hiciera Lukács en el debate sobre el 
expresionismo)4,  las  considera  parte  también  de  la 
construcción  de  lo  nuevo.  O  sea,  tienen  un  carácter 
contradictorio  para  él,  aunque  por  lo  general  fueron 
tratadas  positivamente.  Pero  en  el  texto  que  cita  el 
autor,  “Arte,  revolución  y  decadencia”,  Mariátegui  se 
refiere  a  las  vanguardias  históricas  europeas  en  su 
propio  contexto.  En  Perú,  de  lo  que  habla  Mariátegui 
en  los  7  ensayos  sobre  la  realidad  peruana  es  de  una 
literatura  que  recupere  las  raíces  indígenas 
despreciadas  por  la  cultura  oficial  y  colonialista  como  En el capitalismo y en el socialismo. 
una  tendencia  considerada  necesaria  (y  emergente, 
aunque  aún  débil  en  ese  momento)  en  el  mapa  que 
configura, dado que, en la visión de Mariátegui, para el  parte, recogieron mucho de las lenguas, costumbres y 
caso  de  Perú,  una  aspiración  a  futuro  de  un  arte  temas tradicionales rusos y no rusos (hay que tener en 
socialista  no  puede  no  incluir  esa  tradición  oprimida.5  mente que el imperio ruso oprimía a toda una serie de 
Son  entonces  escritos  sobre  dos  situaciones  distintas  nacionalidades  distribuidas  en  el  territorio  que 
que no pueden amalgamarse.   manejaba), lo cual fue, quizá, una de sus características 
  distintivas.8 
Pero,  además,  lo  cierto  es  que  las   
concepciones  de  Mariátegui  aquí  expresadas  no  se  En  realidad,  ambas  tendencias,  como  dirá 
derivan,  como  dice  el  autor,  del  “marxismo  ruso”6,  Trotsky, fueron orgánicas a la revolución: tanto la más 
sobre todo porque eso significaría que la tradición rusa  “folklórica”  o  tradicional,  como  la  más  modernista. 
respecto  a  este  punto  tuvo  carácter  unánime  o  Porque la revolución no sólo llevó a que los sectores o 
mayoritario,  cosa  que  no  fue  así:  si  quizá  en  algunos  nacionalidades  oprimidas,  una  vez  librados  del 
textos  pueden  encontrarse  analogías  con  Plejanov,  zarismo,  quisieran  expresar  a  través  del  arte  sus 
pero  también  con  Lukács,  como  señalé  antes,  costumbres, su lengua, etc., sino que también provocó 
difícilmente puedan ser las mismas de Trotsky, que es  el  ansia  de  innovación  y  ruptura  con  lo  anterior  que 
el autor que centralmente cita Glozman.7  manifestaban  las  vanguardias.  Una  fuerte  discusión 
  entre ambas tendencias sobre estos problemas tiñó los 
La comparación con la literatura mujik rusa (de  manifiestos,  las  revistas  y  declaraciones  de  todos  los 
tema  campesino  y  de  orientación  populista)  tampoco  años  ‘20,  porque  lo  que  estaba  en  juego  –y  servía  de 
ayuda  mucho:  si  en  principio  puede  plantearse  esa  punto común– era justamente la voluntad explícita de 
analogía  con  la  cultura  indigenista,  no  es  válido  los agrupamientos de la época de acercar el arte a las 
oponerla  a  la  modernización  vanguardista,  ni  en  Perú  masas  y  hacerlas  sus  protagonistas.  La  disputa  se 
ni en la URSS. Por un lado, porque en el pensamiento  produjo  porque,  en  la  mayoría  de  los  casos,  se 
de  Mariátegui  es  posible  el  rescate  de  esa  tradición  atribuyeron  la  representación  del  pueblo  y  del 
sólo  basado  en  que  el  avance  de  la  clase  obrera  y  la  “espíritu” de la revolución, para sí mismos. Por ello, los 
posibilidad  del  socialismo  traen  la  posibilidad  de  casos que cita el autor de declaraciones de Maiacovsky 
eliminación del colonialismo cultural; y, por otro lado,  y  Altman  le  parecen  contradictorios:  es  que  no  son 
porque  no  es  cierto  que  las  vanguardias  rusas  hayan  declaraciones  de  grupos  de  vanguardias  “regimen‐
sido  su  contrario  “modernizador  y  urbano”  manejado  tados”  por  el  Estado  peleando  por  cierta  indepen‐
por  el  modernizador  partido  bolchevique,  como  dencia  política  de  él,  sino  declaraciones  de  quienes 
presenta  el  autor.  Las  vanguardias  soviéticas,  por  su  pretendían  en  contra  de  otros  grupos  ser  reconocidos 
 
 
Mono con navaja
 

oficialmente  por  la  revolución  (los  trabajadores,  el  centrales en el caso de las vanguardias europeas, de un 


pueblo, el Estado) como sus mejores voceros.   país  semicolonial  en  el  caso  de  Perú),  donde  las 
  oportunidades  de  práctica  de  las  tendencias 
Este  problema  de  la  representación  es  más  innovadoras  en  el  arte  son  restringidas  y  donde 
amplio que el de los “intentos regimentadores”, ya que  muchas  veces  éstas  aparecen  como  “escándalos”  o 
abarca aquellos donde ese uso es sincero o favorable al  rupturas  dentro  de  los  círculos  literarios.  En  la  URSS, 
“representado”,  esto  es,  el  de  manifestaciones  en cambio, se planteaba una situación completamente 
artísticas  que  se  presentan  como  voz  y  en  nombre  de  nueva:  los  vanguardistas  y  otros grupos  vieron  que  se 
unas  masas  que  generalmente  no  son  las  que  las  abría un terreno de experimentación único, y de hecho 
practican  y  el  de  la  distancia  que  media  entre  tuvieron el suficiente apoyo del Estado soviético como 
propuestas  innovadoras  y  las  masas.  Sin  embargo,  la  para  realizarlos  a  gran  escala.  El  cine  es  quizá  el  más 
nota no lo aborda como tal, a pesar de que son un caso  claro  ejemplo,  porque  tales  producciones  eran 
claro, concreto y rico de discusión de la representación  impensables  en  esas  fechas  y  circunstancias  sin  la 
del  otro:  incluso  su  eje  central  en  los  primeros  años  subvención  estatal,  pero  este  apoyo  fue  extendido  a 
post revolución soviética.  otras  disciplinas,  como  el  teatro,  la  pintura  y  la 
    literatura  también,  cuyas  puestas,  exposiciones  o 
Por  otro  lado,  Mariátegui  está  hablando  publicaciones  dependían  de  los  respectivos  soviets  de 
dentro  del  contexto  de  un  Estado  burgués  (de  países  los  que  formaban  parte  estos  grupos  a  través  de 
federaciones  u  otros  organismos  similares.  Pero 
ninguno  de  estos  casos  –y  los  problemas  reales  que 
conllevaron  estas  relaciones–  se  plantean  en  el 
artículo,  que  efectivamente  no  apunta  a  analizar  el 
caso  de  las  vanguardias  (las  citas  iniciales  de 
Mariátegui  estrictamente  se  refieren  al  grupo  propio 
de la revista Amauta como grupo político, y las citas de 
la URSS que da el autor muestran poco o nada de los 
desarrollos de la vanguardia misma y sus peleas), sino 
que  apuntan  a  plantear  la  supuesta  regimentación 
estatal en manos del partido. 
 
  Por eso no observa, en primera instancia, que 
muchas propuestas de oficialización y adopción de una 
estética oficial (no siempre estrictamente estatal, pero 
sí al menos ideológica como “mejores representantes” 
de la revolución), provino de las propias vanguardias y 
no  del  Estado  soviético,  y  menos  del  partido 
bolchevique, al menos hasta la década del ‘30. 
El  autor  entonces,  amalgamando  la  historia,  nos  dice 
que  el  “juicio  estético”  se  hizo  “juicio  penal”.  Pero  no 
sólo  las  resoluciones  y  declaraciones  del  Comisariado 
que presidía Lunacharsky lo desdicen9, sino que sólo la 
historia  del  libro  que  cita  abundantemente  como 
ejemplo,  Literatura  y  Revolución,  de  Trotsky,  muestra 
lo  contrario.  El  libro  fue  publicado  en  el  Pravda  como 
artículos  sueltos  a  raíz,  justamente,  de  estas  discu‐
siones entre grupos y de las posiciones difundidas por 
DIECISIETE

el  Proletkult  (con  quienes  trabajaban  o  eran  directa‐


mente  parte  varios  grupos  vanguardistas),  del  que 
Maten al monstruo imperialista. 
 
 
Mono con navaja
DIECIOCHO

 
participaban  también  muchos  miembros  del  partido  El  autor  del  artículo  menciona  una  cita  sobre 
  bolchevique. Y decir que era Trotsky el que intervenía  el  arte  socialista  en  relación  a  los  planteos  de 
no  es  menor:  sin  duda  como  uno  de  los  principales  Mariátegui  para  Perú  y  las  vanguardias,  pero  no 
  dirigentes, con Lenin, de la revolución, su opinión tenía  entiende que la argumentación de Trotsky es en contra 
mucho peso en el partido y en la opinión pública. Pero  y no a favor de las mezquinas cuitas que suponían, por 
  justamente interviene no para imponer sus posiciones  un lado, que las vanguardias se consideraran las únicas 
políticas a los artistas ni sus gustos literarios sino para  voceras  (cada  una  de  ellas)  de  la  revolución  y  que  las 
 
marcar que el arte no puede sino malograrse cuando se  tendencias  “folklóricas”  desdeñaran  toda  innovación 
  le quieren “trazar los surcos” por donde debe sembrar.  en  nombre  de  ella;  y  por  el  otro,  en  contra  del 
Si  el  autor  hubiera  leído  completo  el  libro  hubiera  populismo  del  Proletkult,  sobre  todo  porque  en  boca 
  notado  que  Trotsky  no  sólo  cuando  pasa  revista  a  la  de los bolcheviques estos fundamentos se enunciaban 
mayoría de las tendencias señala aspectos positivos de  efusiva  y  grandilocuentemente  en  nombre  del 
  ellas10 como aportes al arte del futuro, sino que ataca  marxismo  y  la  case  obrera  cuando,  en  realidad, 
en  sus  fundamentos  teóricos  muchos  de  los  contradecían  sus  propios  fundamentos.  Como  sea, 
  presupuestos  populistas  que  posiciones  como  las  del  ninguna  de  estas  declaraciones  o  discusiones  llevó  a 
Proletkult  sostenían  en  nombre  del  marxismo,  así  ningún  tipo  de  medida,  ley  o  norma  que  impidiera  el 
 
como a las vanguardias en la discusión con la tradición  desarrollo artístico ni la continuidad de la discusión. 
  literaria  previa.  Pero  dado  que  el  presupuesto  del  que   
parte Glozman es que la dictadura del proletariado era  Va  a  ser  Stalin  quien,  posteriormente,  haga 
  en realidad la del partido y lo fue desde siempre, tales  casi todo lo contrario que lo planteado por Trotsky en 
“pequeños  matices”  se  le  escapan  y  lee  el  libro  como  ese  libro:  bajo  el  nombre  de  “realismo  socialista” 
  un  intento  de  regimentación  y  a  Trotsky  hablando  de  regimentó  a  los  grupos  en  uno  solo  e  impuso  una 
arte “con el fusil en el escritorio”.  estética  oficial  y  estatal,  persiguiendo  o  callando  a 
    quienes  no  estaban  dispuestos  a,  como  dice  Trotsky 
  Más aún, el capítulo final del libro y los anexos  cuando en el ’37 vuelve sobre este punto criticando ya 
 
que la mayoría de las ediciones traen (la que utiliza el  directamente  a  la  reacción  stalinista  en  La  revolución 
autor  entre  ellas)  son  una  apelación  a  salir  de  esas  traicionada, “realizarse sobre ellos mismos esa violen‐
 
discusiones  si  el  objetivo  es  hablar  del  arte  socialista  cia”. Al parecer, Trotsky y su metáfora del termómetro 
  futuro:  si  es  socialista,  supone  la  disolución  de  las  seguía  siendo  útil  ahora  por  la  negativa:  algo  iba  mal 
clases  y  por  tanto  de  las  posibilidades  de  un  arte  en el arte porque algo iba mal con la revolución. Pero el 
  “burgués” o “proletario”, para pasar a la posibilidad de  autor  no  toma  nota  de  este  cambio  ni  de  que  en  la 
un  arte  “humano”  donde,  además  de  poder  mayoría  de  los  casos  y  de  otros  terrenos  (como  la 
  desarrollarse los distintos temas y géneros, entre otras  filosofía,  la  ciencia  y  la  economía  misma),  el  realismo 
cosas, ya no haya un solo Shakespeare sino muchos y  socialista  no  se  trató  tanto  de  un  problema  estético 
  mejores,  porque  las  necesidades  materiales  y  sociales  sino político: la eliminación de adversarios. Y tampoco 
habrán  mejorado  lo  suficiente  como  para  ofrecer  considera  que  muchas  veces  las  acusaciones  contra 
 
tiempo  de  ocio.  Por  eso  Trotsky  afirma  que  el  quienes no cumplían las normas del realismo socialista 
  desarrollo artístico es el mejor “termómetro” de cómo  y  por  ello  fueron  perseguidos,  como  en  el  caso  de 
avanza la construcción del socialismo.  Babel fue… ¡ser trotskistas! (incluso sin serlo). Extraña 
    “continuidad”,  entonces,  la  que  se  dibuja  entre 
Ésta  es,  probablemente,  la  única  solución  de  trotskismo y stalinismo, por otro lado no muy original: 
  fondo  para  el  problema  que  se  les  presentaba  a  las  siguiendo a Mariátegui, es parte del “espíritu de época” 
vanguardias  y  que,  en  general,  no  les  es  exclusivo:  el  en  que  habita  desde  la  caída  del  Muro  y  hasta  hoy, 
  problema  de  la  producción  artística  limitada  a  unos  como se observa en varios de los “recordatorios” a los 
pocos, y enormes masas a las que les es vedada o a las  90  años  de  la  revolución.  Lo  que  Glozman  lee  es  la 
 
que sólo se las admite como espectadoras mientras se  continuidad de la revolución con la reacción stalinista, 
  habla en su nombre (el problema de la representación  y  las  concepciones  y  políticas  del  stalinismo  en 
del otro en literatura que Glozman quería abordar).  germen, si no en continuidad directa, con el leninismo. 

 
 
Mono con navaja
 

 
  Pero  lo  peor  quizá  no  es  la  serie  de  errores  con fenómenos como el fascismo o el stalinismo (y 
históricos  y  de  lectura,  sino  cierta  “consideración”  para seguir con quienes cita el autor, al parecer sin 
expresada  para  con  estos  hechos:  porque  si  leer),  las  definiciones  de  Trotsky  y  de  otro 
efectivamente, una vez digerido mal algunos hechos y  vanguardista,  Breton,  quienes,  justamente  porque 
textos,  la  historia  fuera  como  se  relata  en  el  artículo,  Stalin  y  sus  funcionarios  para  el  arte  hablaban  en 
¿ameritaría  como  conclusión  que  la  lectura  de  estos  nombre  de  la  revolución  para  imponer  sus 
textos es “significativa” para la “comprensión moderna  directivas,  finalizaran  su  “Manifiesto  por  un  arte 
del arte” siempre “entre los límites de lo que puede ser  revolucionario independiente” diciendo: “He aquí lo 
y no es”?   que  queremos:  La  independencia  del  arte  –por  la 
Sigo  prefiriendo,  cuando  se  trata  de  analizar  revolución;  La  revolución  –por  la  liberación 
los  límites  para  el  arte  en  el  capitalismo  o  su  relación  definitiva del arte”.11 

Œ Œ Œ 

1. Citada por el autor en su artículo. 
2. Citado por el autor en su artículo. 
3. Bürger P. Teoría de la vanguardia. Barcelona: Península, 1987. 
4. El debate fue entre Bloch, Brecht, Lukács y otros en la revista Das Word en el año 1938. Varias compilaciones reproducen las intervenciones. 
Una  de  las  más  completas  es:  Machado  J.  Um  capítulo  da  história  da  modernidade  estética:  Debate    sobre  o  expresionismo.  San  Pablo:  Edit. 
UNESP, 1998. 
5. Es discutible, aunque no podemos hacerlo aquí, la analogía que allí realiza Mariátegui entre la gauchesca y la tradición indigenista peruana. 
6. Por otro lado, entre tantos otros errores, tampoco el Partido Socialista del Perú salido de la ruptura con Haya de la Torre es un derivado 
directo del Partido bolchevique ruso, pero eso excede esta discusión.  
7. Resumidamente, como planteará en Literatura y revolución, para Trotsky el arte no debe considerarse ni como “un martillo” que moldea a su 
gusto  la  realidad  ni  como  un  espejo  que  meramente  la  refleja,  sino  como  el  “resultado”  de  la  interacción  subjetiva  del  artista  con  sus 
materiales, no siempre armonioso sino más bien siempre “en lucha”, siguiendo, a nuestro criterio, lo mejor de las concepciones vertidas sobre 
el tema por los fundadores del marxismo, quienes además más de una vez “lamentaron” la expresión explícita de una tendencia política que no 
surge orgánicamente del material artístico en textos de varios socialistas de la época que les pidieron opinión sobre ellos. 
8. Como puede observarse en pintura, en los varios temas campesinos retomados por el suprematista Malevich (“Cabeza de joven campesina” 
o “La segadora”, entre otros) o en literatura, por ejemplo, en el futurismo mismo, al que Mandelstam considera parte de la configuración de 
una literatura más “nacional” luego de la modernización influenciada por Europa del simbolismo (Osip Mandelstam, “Tempestad y pasión” en 
“Dossier Khlebnikov” de Diario de Poesía). 
9. Por ejemplo, el punto 4 de las Tesis del Sector del arte del Comisariado para la Enseñanza y del Comité Central de la Federación Panrusa de 
Sindicatos  de  Artistas  de  1921  dice:  “4.  El  arte  se  subdivide  en  varias  orientaciones.  El  proletariado  solamente  elabora  su  propio  criterio 
DIECINUEVE

artístico,  y  por  eso,  ni  el  poder  estatal  ni  la  asociación  de  sindicatos  deben  reconocer  ninguna  orientación  como  algo  estatal‐oficial;  por  el 
contrario, han de ser el máximo apoyo a todas las iniciativas en el campo del arte”, en: González García y otros. Escritos de arte de vanguardia 
1900/1945. Madrid: Istmo, 1999, p.318). 
10. Incluso a las políticamente hostiles al marxismo, como el formalismo. 
11. En anexos a Literatura y revolución. Bs. As.: Crux, s/f. Aunque publicado con las firmas de Diego Rivera y Breton, el manifiesto fue redactado 
 
de hecho por Trotsky y Breton. 
 
Monoambiente

  MUJERES DE BARBA CANDADO


Fernando Vico
 

 
¿Por qué todo debe tener explicación? pesos para cubrir un descubierto en el banco.
 
¿Por qué creer que el cuerpo es una máquina Pienso que en realidad necesita el dinero para
perfecta? Hay cinco dedos en cada mano y no conseguir amor, felicidad, sexo, prestigio, hijos.
cuatro para que podamos rascarnos con Pero únicamente le respondo que no hay pro-
comodidad. Y también están los dos ojos y las dos blema, que venga a verme al día siguiente. Me da
orejas para que no digamos tantas pavadas. Las las gracias y dice que me los devolverá en cuanto
cosas tienen orden, lógica, sentido. Hablamos para le paguen. Le contesto que no me gustan las
expresarnos, mentimos por miedo, tenemos hijos explicaciones y antes de la despedida, le cuento un
para sentirnos inmortales, nos amamos para chiste. Resulta que Aristóteles está en la Grecia
escapar a la soledad, corremos para estar en forma, antigua con un tenedor y un cuchillo en sus
el sexo sirve para saciar nuestra lujuria y estudiar manos. Un discípulo le pregunta por qué tiene esa
para ganar prestigio. El dinero, tal vez, para actitud, a lo que el filósofo le responde. ”Me estoy
conseguirlo todo: sexo, prestigio, hijos, inmor- preparando para ir a lo de Platón”. Acto seguido
talidad, amor. Nos sentimos presionados, que- llamo a Amanda y le digo que necesito veinte mil
remos replantear nuestras vidas, miramos el pesos. Me pide que pase por su casa a la noche.
amanecer porque dicen que es algo hermoso.
También parece que los días de lluvia son tristes y La botella de vino que le llevo significa
los de sol alegres, que la poesía es para sensibles y que me quedaré a comer. Luego, haré el amor
la violencia para brutos. Mi ex mujer me decía como un actor que cumple a desgano su libreto en
que estamos en la vida para aprender, que a ella una mala telenovela. Repetiré mi monólogo de las
todo lo que le pasaba la hacía procesar y analizar explicaciones. Versos viejos: demagógicos, pero
mejor al mundo. El día que la dejé como a un rendidores. Ella aceptará el juego con el mismo
perro supongo que habrá tenido una linda lección. entusiasmo simulado. Antes de dormir, pensaré
No sé. O quizás el que recibió un aplazo fui yo. que quizás haya llegado el momento de retirarme,
Todo es relativo, ya lo decía Shakespeare. Ahora como hacen los futbolistas cuando ya nadie los
suena el teléfono y cuando atiendo cortan. Me quiere. Comprar un perro, regar las plantas,
niego a pensar que hay una explicación también a fundar la Asociación de Amigos de la Calle
eso. Hay que dejar correr el agua, como siempre le Salguero. Amanda me dará la plata y me dirá
digo a mis alumnos, que dejen libre su ima- tomate todo el tiempo que necesites. Le contestaré
ginación, que piensen que la teoría no sirve para algo y luego intercalaré “Cosecha Roja” (de
nada, lo fundamental es la creatividad. Sin ella no Dashiell Hammet) en una frase.
hay vida. Otra vez el teléfono. Era mi hermano.
Hubiera preferido que volvieran a cortar. Me Desayuno en un bar. Miro a los que leen el
pregunta, en este orden, por el trabajo, mi vida y diario antes de ir al trabajo. “Personas que no se
mi hijo. Le contesto vaguedades y cierro citando el entregan a la pasión y cuya apatía las lleva a elegir
título de una novela de Horace Mc Coy: ¿Acaso no una vida de rutina en la que vegetan como
matan a los caballos? Cada tanto me gusta abacaxis en un invernadero de piñas tropicales”,
nombrar títulos de mis libros preferidos, aunque como decía el brasileño Rubem Fonseca. En
nada tengan que ver con la conversación. Nunca cuanto a mí, no me interesa la agenda de las
VEINTE

se dan cuenta. Él da algunos rodeos. Intuyo que formalidades ni tampoco la prolija vida de excesos
  quiere pedirme algo. Me dice que necesita diez mil y exabruptos cotidianos. Las mujeres, a esta altura
 
Monoambiente
 

Ilustración: Pedro Mancini (Grupo Niños)

del partido, ya se convirtieron en expedientes Me tienta la posibilidad de hacer una quema de


menores. El arte, apenas en una forma de billetes ante mis alumnos. Esa sería una buena
distracción. obra de arte, una divina provocación. Mientras
analizo las consecuencias que podría tener, mi
Me paso la tarde examinando los billetes hermano llama para avisarme que no vendrá, que
que me dio Amanda, comparo las numeraciones, finalmente pudo resolver su problema. Luego
analizo los sellos de agua. Decido utilizarlos como avanzo en el proyecto que titulo: “Plata quemada”.
material para mi próxima clase. Los coloco sobre Se me ocurren un par de ideas interesantes y casi
una cartulina y monto una instalación. Hay algo llego tarde al programa de televisión al que me
VEINTIUNO

en el dinero que me hace feliz. No es lo que habían invitado. Cuento un chiste: dos psicólogos
representa, sino el objeto en sí: el papel, los se encuentran caminando por la calle. Se saludan
dibujos, las huellas digitales, la textura, el olor. de lejos. Apenas se dicen hola y hola. Después se
 
 
Monoambiente
 

quedan pensando en lo mismo: “¿qué me habrá Por la mañana tengo la primera reunión
querido decir?”. Sigo con el de las mujeres de para fundar la Asociación de Amigos de la Calle
barba candado, pero hay menos risas. Concluyo Salguero. Parece que es importante pedirle al Go-
que no es material apto para la tele. En los pasillos bierno Municipal una orden para que se declare el
me cruzo con Daiana. Ahora es famosa. La rodean patrimonio histórico. Un hombre llamado Escu-
dos guardaespaldas y un equipo de cuatro o cinco dero dice que es necesario exigir que se coloquen
asesores. Lleva un tapado largo, pero igual se cestos de basura especiales, porque los que hay
pueden divisar sus formas. Cada vez que la veo me ahora los queman. Otra señora, llamada Mónica,
vuelvo a preguntar si son más importantes las asegura que hay que moverse rápido para conse-
tetas o el culo. Conozco bien a Daiana. Trabaja- guir la personería jurídica, de lo contrario nada
mos juntos durante dos temporadas. Después ella tendría sentido. Por mi parte, propongo dividir el
consiguió la fama que tanto quería y yo seguí con trabajo en comisiones. Me piden que me encargue
lo mío. ¿Las tetas o el culo? ¿Por qué esa del área de prensa y difusión, pero me niego.
necesidad de ordenar y clasificar todo? Qué Alego que no quiero mezclar las cosas. Intercalo
importa. Shakespeare decía que lo único incues- “Cuentos de amor, de locura y de muerte” (de
tionable es la sangre. Daiana es fría, cerebral. Horacio Quiroga) en la frase. Finalmente me
Tiene todo para mantenerse en la cima. Por el incluyen en el grupo dedicado a seguir el
contrario, a mí nunca me interesó hacer más problema de la personería jurídica.
esfuerzos que los necesarios. Prefiero viajar a
Trenque Lauquen a contar mis chistes en una Llego a casa y no resisto la tentación.
sociedad de fomento que trabar relaciones para Transformo en cenizas un billete de cien pesos.
conseguir un contrato importante o una pareja Lamento no haber esperado hasta la clase.
escandalosa. Pienso que hay mujeres que única- Duermo la siesta. Repaso mentalmente el chiste de
mente se interesan por el dinero y por cómo las las mujeres de barba. Me sigue causando gracia.
ven los demás. Amanda, por ejemplo. La otra Tal vez deba modificar la actuación. Más tarde, les
noche me contó que se va a hacer un tatuaje. digo a mis alumnos que para un humorista el texto
Parece que le llegó el momento de teñirse el pelo es el cincuenta por ciento y la gestualidad el otro
de rojo y marcarse la piel. Intenta contrarrestar la cincuenta. Pruebo el chiste de la polémica
cantidad de tiempo que pasa en consultorios contándolo de dos formas distintas. Se ríen. Luego
médicos y probándose anteojos para ver de lejos y muestro quinientos pesos. Le pido a uno de pelo
de cerca. largo que los toque, que sienta las rugosidades,
que compruebe si son verdaderos. Después los
Dije que me quiero retirar. Las mujeres ya quemo y explico que la sorpresa es algo
no me excitan tanto como la posibilidad de imprescindible. Sin sorpresa no hay humor. Doy
quemar veinte mil pesos en público. El teléfono por terminada la clase aunque todavía restaba más
sigue sonando, pero no pienso atender. Debe ser de una hora.
Cristina para decirme que me está esperando. No
tengo ganas de verla, ni de poner ninguna excusa. Viajo a Trenque Lauquen. En el auto
Además empiezo a sospechar que se ríe por escucho el Concierto en La Mayor de Scarlatti.
compromiso. Dudo que haya entendido el chiste Pienso que Cristina y Amanda tienen la misma
de las barbas candados. Da lo mismo. Que siga piel, el mismo claroscuro de cuerpo, pero la
llamando. Vuelvo a acomodar mis doscientos segunda pronto tendrá un tatuaje. Recuerdo que
billetes. Busco un encendedor de cocina. Otra vez Daiana también tenía uno. Me pregunto si mi ex
llaman. Pienso que puede ser el que cortaba, pero mujer habrá seguido la moda, como forma de
no quiero arriesgarme a que sea Cristina. ¿O mi conectarse con la espiritualidad. Ya lo decía
hermano necesitaría otra vez el dinero? Escucho el Shakespeare: son todas iguales.
VEINTIDOS

Concierto para Piano y Orquesta Número 1 de


Chopin y se acentúan mis delirios megalómanos. Participo como invitado en un programa
Me duermo. de radio local. Se titula “Suerte de Principiante”.
 
 
Monoambiente
 

 
El conductor es un tal Cacho Principiante. Cuento cuento que en Oriente los excrementos son algo
  varios chistes sobre las diferencias entre el inte- noble. Defecar es un acto de supremo placer físico,
rior y la Capital. Se ríen mucho con el del gaucho produce alivio, es sano, higiénico y tan inocente
que usaba Internet. En el hotel, mientras me como una flor. Se ríe. Le digo que me voy a tatuar
preparo para actuar, recuerdo que debo hablar con un gran pedazo de mierda en mi pecho. Cogemos.
mi hijo. Hace más de tres meses que no lo veo. El Me cuenta que se va a comprar otro depar-
salón de la Sociedad de Fomento está casi lleno. El tamento. Pregunta si quiero ir a vivir con ella. No
chiste de las mujeres de barba candado tampoco contesto. Me imagino marido: desayunar, verificar
funciona. Durante la cena posterior, mis contra- que esté la llave puesta, comer con parejas amigas,
tistas me obligan a que los divierta. Me pongo de conversar con el portero, usar patines. Ella se
mal humor y siento ganas de quemar el dinero que duerme. Mientras observo en detalle la rosa roja
todavía no cobré. en su hombro, me surge la duda de cuánto tiempo
pasará hasta que las mujeres se dejen la barba.
Apenas vuelvo a Buenos Aires, llamo a mi
ex mujer y arreglo para ir a almorzar con mi hijo Me encuentro con Mónica en la puerta de
Alberto. Comemos milanesa a la napolitana con Tribunales. Presentamos el petitorio. La invito a
papas fritas. Le digo que no sé si la habrán almorzar. Le pregunto si sólo somos seremos
cocinado en Milan o en Napoli. No me entiende. amigos de la calle Salguero o también podremos
Salió a la madre. Me quedo callado durante un tener algo entre nosotros. Terminamos en la
rato largo. Antes de despedirse, Alberto me dice cama. Estoy agotado. Recuerdo que había
que le gustaría ser actor, pero serio, no como yo. planeado retirarme. Mónica confiesa que llamaba
Le contesto que con una cebolla podés llorar, pero y cortaba. Acto seguido le propongo casamiento.
que no hay hortalizas que hagan reír. Me pregunta Quiere saber si la estoy cargando. Nunca hablé
qué es una hortaliza. Vuelvo a casa decepcionado. más en serio en mi vida. Me responde que no, que
Ni bien entro, suena el teléfono. Atiendo por acto es muy pronto y me pregunta si me pasa algo. Le
reflejo, sin pensar en que podría ser Cristina. Por digo que las cosas no deben tener explicación ni
suerte era Amanda. Me invita a ver esta noche su lógica. Ella me contesta que los chistes tienen una
nuevo tatuaje. Luego de cortar, vuelven a llamar. lógica, de lo contrario no hay gracia. La oferta es
Ahora no era Amanda ni Cristina, sino Mónica. ahora o nunca. Nunca. De pronto me siento vivo.
Dice que mañana tenemos que ir a Tribunales Mi retiro es un hecho. No tengo miedo, ni quiero
para solicitar la personería jurídica. Me siento a escapar a la soledad. Recuerdo a Shakespere que
leer el segundo tomo de “En busca del tiempo algo había dicho al respecto. Me doy cuenta de que
perdido” de Marcel Proust y me duermo de ya no me interesa el prestigio, la inmortalidad ni
inmediato. Nunca falla. Al despertar intento la lujuria. Miro a Mónica. Es una extraña, una
escribir un chiste de políticos, pero no logró mujer de barba candado. Agarro su cartera y
sacarme de la cabeza el de las mujeres. No logro busco la billetera. Quemo todo el dinero. Ella
saber cuál es la falla. intenta detenerme y después sale entre gritos.
Convierto en cenizas las carpetas con chistes, las
Amanda me enseña la flor que tiene en el fotos, mis libros preferidos, los muebles, las
hombro. Le pregunto quién fue el que determinó cortinas. El teléfono sigue sonando pero ya no me
que las flores son bellas y los soretes algo importa. 
horripilante. Me contesta que no empiece. Le

 
VEINTITRES

Fernando Vico
Nació en Buenos Aires en 1977. Trabaja como guionista de programas de televisión. Colabora con regularidad para el
periódico Campo Grupal. Además publicó textos en las revistas Espacio V, Latido, 2046, Hecho en Buenos Aires y No
 
Retornable. Un cuento suyo integra la antología “El impulso nocturno” (Editorial Gárgola).
 
Monoambiente

  TIRO DE GRACIA
Verónica Bonafina
 

 
Me acompañaba un perro. Al principio le En medio de esa flora sin sombra y de claveles del
tenía miedo. Se me había acercado con atropello, aire mis padres tenían una cabaña, al pie de la
echando polvo; acelerado por la pendiente, galopaba montaña, a mitad de camino entre el pueblo y las
impasible en dirección a mi mano, a mi muslo cascadas. Y cuando Esteban y yo nos divorciamos,
derecho como blanco. Pensé que iba a atacarme por no dudé en instalarme en la casa por un tiempo.
estar haciendo algo malo, caminar por una senda Necesitaba descansar del delirio de energía que
privada o algo por el estilo. Me corrí hacia un implica siempre una separación. La división de
costado del camino por las dudas. Todavía podía bienes había despertado la codicia, la envidia y el
esquivarlo, evitar la mordedura, la sensación de sus rencor. Y después de lograr que Esteban aceptara el
colmillos desgarrándome la carne de un solo divorcio (a cambio de que yo le firmara los papeles
tarascón. del auto a su nombre) sentí un alivio tan profundo
que terminé deprimiéndome. ¿Dolor residual? Un
El perro siguió de largo. Era un animal pinchazo latente, imperceptible para la conciencia;
grande, con mucho pelo. Cuando pensé que lo peor algo parecido a la sensación de tener cuentas que
ya había pasado el perro frenó la carrera y se pagar; o, como si habiendo perdido mucho peso
detuvo en el medio del camino, unos metros más todavía no supiera bien qué hacer con la piel
adelante que yo. El corazón empezó a latirme en el colgante, estirada e inútil.
estómago, y con cada golpe la onda sonora se fue
expandiendo hasta la garganta. Me miraba altivo, Las cascadas en sí eran pequeñas, pero las
con la lengua afuera y las orejas en punta. No sabía aguas de marzo habían aumentado el caudal y era
si eso era bueno o malo entonces intenté posible hundir el cuerpo entero. Yo me contentaba
tranquilizarme. No quería que se diera cuenta de con meter los pies en el agua y leer bajo la luz tibia
que estaba asustada. Retomé la caminata con hasta que anocheciera. A la vuelta comía nueces que
seguridad impostada, como si su presencia me fuera encontraba en el camino y me dejaba impresionar
indiferente. Nunca supe si fue mi andar por el sonido de los pájaros. Envuelta en esa
despreocupado e indolente pero también él microinmensidad que me rodeaba, creía cumplir con
continuó la marcha, siempre adelante, guiándome la ilusión de alguna vez no sentir ninguna
en el camino. Cada tanto se detenía para asegurarse necesidad.
de que yo siguiera atrás, o para oler un arbusto y
orinarlo; si se demoraba, y yo terminaba sacándole
ventaja, interrumpía sus asuntos y corría con
Camino a ese paraíso individual, esta vez
velocidad hasta alcanzarme.
acompañada de un perro, estaba yo cuando la voz
llorona se coló en nuestro andar, manso, sosegado.
Un “Buuuuuuuuuh, Buuuuuuuuuuuh” fúnebre
No faltaba mucho para que comenzara el paralizó el instinto animal. Buuuuh, Buuuuuuuuh,
otoño. Las lluvias habían aminorado y el camino lloraba una mujer, y el perro empezó a aullar,
estaba seco. Unas semanas atrás, hubiera tenido que imitándola. Era un sonido horrible, un coro
embarrarme hasta los tobillos para llegar a las enloquecedor. Había empezado a correr viento y el
VEINTICUATRO

cascadas. En otoño el paisaje se invertía: la sierra en llanto se dispersaba. Por momentos me parecía que
su extensión era una larga cadena de cerros, sin salía de una choza, metida en el monte; después, por
nieve ni bosque de pinos, más bien de suelo árido y detrás, como si viniera del valle. Buuuuuuuuh,
  arbustos de poca altura unos aislados de los otros. buuuuuuuuh, buuuuuuuh, buuuuuuuuh. No podía
 
Monoambiente
 

  distinguir el lamento
humano de su eco, más
  lúgubre, deforme.

  Finalmente fue
el perro quien la des-
  cubrió. La puerta estaba
abierta. Me asomé teme-
  rosa: primero la cabeza,
y después el cuerpo,
 
indiscreto, con pasos
  torpes hasta la entrada
de la casa. La mujer
  estaba en la cama, tapada
hasta el cuello con una
  sábana blanca. Al verme,
trató de hablar en una
  lengua de sonidos espas-
módicos que no podía
 
controlar.
  Tengo hambre,
hipaba, tengo hambre.
 
Pobre mujer, pensé, y de
  la mochila saqué un
paquete de galletitas y
  entré con decisión auxi-
liadora.
 
Pero ni bien puse
  un pie dentro de la casa,
una barrera de olor
  agrio, denso, me hizo
retroceder.
 
Señoriiita, seño-
  riiiita. Tengo hambre,
por favor, decía la mujer,
 
y empezaba otra vez con
  ese llanto endemoniado:
buuuuh, buuuuuuuuh. El
  perro me esperaba al
costado de la ruta con
  ojos de preocupación.
Desde la puerta estiré la
Ilustración: Darío Fantacci (Grupo Niños)
  mano con el paquete pe-
ro era evidente que la
 
mujer no se podía mover.
VEINTICINCO

la cama y una especie de repisa, una tabla de madera sostenida por troncos.
  La casa era una Sobre la repisa alguien había dejado estacionar una olla con sopa de verduras.
habitación. Sólo entraba Supuse que debía haber estado ahí varias semanas. En el centro se habían
 
 
Monoambiente
 

 
formado hongos, y unas larvitas pequeñas e los tamaños, se reproducen y se nutren de la
  incoloras nadaban alrededor de un moho blanco, putrefacción que ellos mismos producen hasta
medio espumoso, hediondo. vaciar al animal, bicharlo hasta matarlo.
 
Podía no ser el caso. Preferí pensar en otra
  cosa, en refregar el piso, quitar las manchas,
Yo trataba de no respirar por la nariz, el espantar las moscas. Pero era inútil, me volvían
  olor era insoportable. Me senté cerca de la cama, loca. Apenas alejaba el trapo aparecían otra vez,
abrí el paquete de galletitas y le arrimé una mitad a zumbando de a muchas, queriendo traspasar las
  los labios. La mujer estiró la lengua y masticó con mantas.
desenfreno. Era vieja. Su aliento pastoso se me
  acercaba cálido cada vez que abría la boca. El aire
que entraba por las ventanas circulaba sin renovar
  La situación se me volvía incontrolable. Le
el ambiente; las ráfagas tibias no alcanzaban, más
bien reanimaban el vaho. pregunté si quería que la llevara a un hospital.
 
Hablar con el cura del pueblo o con alguna
Según me había dicho, cada tres o cuatro autoridad municipal. La vieja negaba con la cabeza
 
días una vecina le llevaba algo de comer. Cambiaba a todas mis sugerencias, y como queriendo decir
  las sábanas y le hacía rotar el cuerpo para que no se que no había nada que hacer empezaba llorar otra
le formaran llagas en la piel. Yo rogué que no me vez. Buuuuuauuuh, buuuuh.
  pidiera que la ayudara con la chata. No quería saber
qué había debajo de las sábanas después de tantos Algo se tenía que poder. El olor ya se me
  días. había vuelto tolerable y quería ver el estado de esas
llagas, de esas ronchas o lo que fuera que había
  Mientras la vieja masticaba, incansable, debajo de las sábanas. No dejé que se negara, la
intenté despejar un poco el cuarto. Lavé las convencí de que era necesario ver. Le pedí que
  cacerolas, barrí. Pasé un trapo debajo de la repisa y confiara en mí y con delicadeza, para no ofenderla,
de la cama para aminorar la cantidad de moscas que fui corriendo las sábanas, poco a poco hasta los pies.
 
husmeaban alrededor del cuerpo postrado. Buuuuuuuuh, buuuuh. Un olor rancio, a carne en
  Asquerosas, pensé, les gustaba. ¿Y si la vieja está descomposición, a piel y uñas muertas, se liberó del
bichada? cuerpo adulterado y rápidamente se expandía por
  toda la habitación.

 
Hay un tipo de mosca que se aprovecha de
  la discapacidad de los animales enfermos para hacer Por fin sentí ganas de vomitar. Dejé la
un nido y poner huevos. Es muy común en los escoba sobre el marco de la puerta y corrí hasta la
  perros con problemas de cadera o en los caballos de ruta. Me arrodillé frente a un arbusto y dos arcadas
cola corta. En el lomo, a la altura del coxis, o sobre violentas vaciaron los primeros mates de la
  el párpado. En mil lugares posibles, la guarida es mañana. Después volví a vomitar una, dos, tres
imperceptible, la mosca recubre los huevos con una veces.
  lámina plástica, transparente, que los protege de
cualquier sacudida. No son insectos comunes, no La mujer me llamaba desde el cuarto.
VEINTICINCO

  Señoriiiita, dame un poco de agua, insistía.


son mosquitos, no se alimentan con moderación de
la sangre que logran extirpar en una distracción. Señoriiiita, ¿te sentís mal? Le hice señas de que
 
Revolotean silenciosos, en busca de la temperatura estaba todo bien y descansé con los ojos cerrados,
adecuada para el desarrollo de sus crías. Trabajan lejos del vómito, con la frente apoyada en el brazo
 
con constancia y en secreto; desde la superficie, sin izquierdo, contra el tronco de un nogal. El perro se
VEINTISEIS

  dejar marcas, hacía el interior. Más tarde en esa había puesto de pie y se me acercaba. Podía sentir el
suerte de bunker nacen y crecen gusanos de todos jadeo, el olor de su pelo lanudo, su aliento. Lo miré

 
 
Monoambiente
 

 
con ojos nublados, vencidos. Me sentía culpable. Buuuuuuuh, buuuuh. Buuuuuuuu, buuuuh.
  Culpable e inútil por haberme demorado en
entender. Cálmese, tuve que decirle, recia y tajante.
  Enseguida vuelvo. Voy hasta la cascada, a buscar
Apenas recuperada volví a entrar a la casa. agua y vuelvo. El perro me vio perderme en
Sin titubeos, segura de lo que se venía, no dudé el dirección al pueblo. El cielo se había nublado por
blanco. El palo firme entre las manos, subirlo y completo, empezaba a hacer frío y no traía abrigo.
bajarlo en un solo movimiento, resolutivo, estoico.
Un palazo por la espalda, un golpe decidido a Pensé en llamar a Esteban y pedirle
callarla hasta la calma. perdón. Pero sabía que también para nosotros era
demasiado tarde.

VEINTISIETE

Verónica Bonafina
Tiene 30 años y es docente. Escribe en: www.hablarleeryescribir.blogspot.com.
  Es integrante del duo Linda-Linda: lindalindeamos.www.blogspot.com
 
Monoambiente

  SEGUNDO B
  Mariano Pensotti

 
Tendría que haber dicho que no. Todos los días saliendo a bailar drogados como monos
¿Quién mierda quiere ver a toda esa gente? descerebrados.
Ya no tenemos nada en común. Nos divertíamos.
¿Qué hora es?, ¿es muy tarde? ¿Debería haber seguido viviendo de esa forma?
¿Quién carajo quiere juntarse con sus compañeros de la Por ahí ahora sería una persona mucho más sabia, con
secundaria? más experiencia.
Tendría que haber dicho que no. Aunque en esa época tampoco me zarpaba tanto.
Toda esta idea de que hay que recordar el pasado es Esos eran los años de mi formación como persona y ya
una pelotudez. era un pequeño careta.
Bueno, tengo que apagar la tele y cambiarme. Lo que uno no hace en los primeros años de su vida no
Voy a ir así nomás, nada de prepararme para lo hace más, o lo hace mal, o lo hace como una
impresionarlos. imitación. Aunque quiera repetirlo.
No me voy a acordar ni de los nombres. La historia se repite dos veces, una vez como tragedia y
Del único que me voy a acordar es de Gómez. la segunda como comedia.
Eramos culo y calzón en esa época. Después no nos ¿Quién dijo esa frase?
vimos más. ¡Hoy estoy con una profundidad del carajo!
Gómez estaba loco pero ahora creo que trabaja en un Estoy podrido de reaccionar como los demás esperan
Ministerio. que reaccione.
¿Vale la pena verlo así? De hecho, una vez, de chico me golpearon para hacerme
Por ahí no voy. llorar y yo lloré.
No hay que atarse a lo que ya pasó. Lloré porque entendí que era eso lo que esperaban de mí
y representé ese papel, el del llorón, aunque ni siquiera
El VHS hizo mierda a mi generación. tenía ganas de llorar.
La puta madre, ¿para qué puse este video? Hoy pienso que si no hubiera llorado todo habría sido
Otra vez la manía de acordarse del pasado… diferente…
¿Cuántos años tenía yo?
¿dieciséis? Voy a salir de acá ya mismo.
¿diecisiete? Totalmente. Apago el video y salgo a la calle.
El viaje de egresados… Voy a la reunión, sonrío, hago chistes, seduzco a todos
VEINTIOCHO

Sí… con mi simpatía.


Las sierras de Córdoba… Por ahí me cojo a alguna mina.
 
 
Monoambiente
 

 
Ilustración: Pedro Mancini (Grupo Niños)

  Me conecto de nuevo con Gómez y nos volvemos a hacer Nadie cambia, nada se transforma.
VEINTINUEVE

amigos inseparables. Volvemos a tener la seguridad de esa época.


 
Quizás el tiempo no nos cambió tanto. Ahora salgo.
  Uno en esencia siempre es el mismo, ¿no? O por ahí me visto de puta madre. Con el traje que me
 
Monoambiente
 

 
compré cuando tenía plata. Mi traje Armani. Antes nadie se acordaba de nada. No había registros de
  Me pongo el traje y les hago creer soy un tipo groso. Me nada.
  hago el humilde pero poniendo una distancia, como Igual hay cosas que se pierden para siempre.
diciendo “Yo sí que la hice”. La amistad de la adolescencia, por ejemplo. Eso es algo
 
Hablo de mi mujer, de los chicos. Puedo llevar fotos que no vuelve.
  falsas para mostrar, hacerles creer que tengo una Esos momentos en los que uno hacía cosas imposibles.

  familia recontra convencional. Como el día que nos echaron de la escuela a Gómez y a
Me río de las cosas que hacíamos en la escuela, como mí.
 
diciendo “Qué jóvenes y boludos que éramos, en cambio Nos echaron de la escuela por quilomberos, por
  yo ahora soy un tipo que la hizo bien”. hacernos los locos.

  Pero me van a mirar con desconfianza… No querían en una escuela modelo de clase media como
¡Putos del orto!, ¿quiénes se creen que son? esa a unos putos alborotadores como nosotros.
 
¡Que compartamos recuerdos no significa que me Era lógico, yo los entendí, los puteé a los gritos
  puedan juzgar! mientras me arrastraban hacia la salida pero los
Los voy a cagar a trompadas a todos. entendí.
 
Me paro arriba de una de las mesas y los meo desde En ese entonces estábamos empachados de libros
  arriba. incendiarios de románticos franceses, de música
  Me tomo tres botellas de Malbec y se las descargo en la experimental alemana y nos veíamos a nosotros mismos
cara… como working class heroes. Yo no hablaba inglés
 
¿Me ven?, soy un mono… ¡soy un mono descerebrado pero cuando me preguntaban a qué me dedicaba decía
  de nuevo! eso, soy un working class heroe, creo que lo había
  Basta, no voy a hacer nada de eso. escuchado en una canción.
Salgo de acá y me voy directamente a la reunión. Así que nos pegaron una patada en el culo y nos
 
Tranquilito. quedamos en la calle, sin escuela, sin nada... Las calles
  de barro con charcos y los perros nos mordían los

  El restorán que eligieron no es muy bueno. Y encima tobillos. Otro verano de desesperanza y angustia a la
caro. ¿Me va a alcanzar la plata?, puedo usar la sombra de los shoppings.
 
tarjeta si no… Nos fuimos a comer a una parrillita de Palermo y nos
  Antes sabía siempre lo que tenía que hacer. Ahora no. encontramos con Tinelli. Terminamos charlando y
Por Dios, ¡qué rocanrol tengo en el bocho! resultó ser un tipo muy agradable, mucho menos
 
Vamos, hay que animarse. En serio, va a estar bizarro de lo que uno imagina.
 
buenísimo. Subimos con Tinelli a su 4x4 y nos llevó a una fiesta.
  Pueden haberse convertido todos en personas adorables. Era una fiesta de fin de rodaje de una película que él
Y Gómez era muy divertido en las reuniones. producía. Una película de nuevo cine argentino,
 
¿Por qué me cuesta tanto apagar la tele y ponerme las independiente, con un elenco muy loco y muy piola.
  pilas?
TREINTA

Por lo que entendimos la película se trataba de un


El VHS hizo mierda a mi generación. hombre que busca a su padre, al que no conoce, y del que
 
 
Monoambiente
 

 
solamente tiene una fotografía borrosa que cada día se hicimos un graffiti en la pared de la escuela con lo que
deshace un poco más. teníamos a mano.
La directora era una chica encantadora. Nos Escribimos “On ne tue point les idées” que significa
enamoramos al instante. Se llamaba… “Las ideas no se matan” y que es lo que escribió
Tenía una de esas cosas que te vuelven loco de amor Sarmiento o Perón, no nos acordábamos, cuando los
para siempre: un ojo color ámbar y otro color verde… y rajaron al exilio.
cuando reía las mejillas se le ponían apenas coloradas. Nos sentimos mucho mejor, nos sentimos próceres de
La escuchábamos hablar y en realidad lo único que algo y así fuimos volviendo a los departamentos a
podíamos mirar era el movimiento de sus labios. Sus tratar de dormir un poco.
labios subían y bajaban, se humedecían, resplandecientes El aroma del caño de escape del 60 flotando en la
y rosados como una frutilla salvaje después de la lluvia. mañana nos hizo acordar a cuando éramos chicos y la
Podíamos intuir la tibieza de sus pezones debajo de la abuela nos contaba historias hasta que nos quedábamos
blusa blanca. dormidos.
Ya la merca se nos había empezado a subir a la cabeza Esas cosas ya no pasan.
y sentíamos que las sienes nos latían pidiendo acción. Y no hay ningún VHS que pueda guardar esas
Bailamos Diego Torres, bailamos Nirvana, bailamos sensaciones.
tecno de Detroit.
Los rayos del sol entraban dorados por las ventanas
cuando nos fuimos, embriagados del sabor de las bocas Bueno, vamos.
de directoras de cine independiente. Voy a ir a la reunión y que sea lo que Dios quiera.
Alguien se ofreció a llevarnos a algún lugar y No hay que dar tantas vueltas.
terminamos en una quinta en Pilar. Llamaron a unas Hay que ser decidido. Como en los viejos tiempos.
putas y garchamos con ellas como locos. A veces Está bien ir a verlos.
cerrábamos los ojos y tratábamos de imaginar que no Ver en qué anda Gómez.
eran putas, que eras cineastas independientes de boca de Podemos seguir teniendo muchas cosas en común.
frutilla pero esa fantasía casi nunca funcionaba. Había algunas minas muy lindas.
Nos tomamos un remís con plata que nos prestaron y Por ahí me cojo alguna.
volviendo para casa pasamos por el frente de la escuela Y sino vuelvo temprano, me hago unas pajas y me
de donde nos habían echado. quedo dormido.
Le pedimos al remisero que frenara y ahí mismo Esa es la onda.

Mariano Pensotti
TREINTA Y UNO

Nació en Buenos Aires, en 1973. Hizo cine y video. Estudió dramaturgia con Daniel Veronese y Alejandro Tantanián,
y puesta en escena con Rubén Szuchmacher. También realizó cursos con Mauricio Kartun. En teatro escribió y dirigió
“Ojos Ajenos” (2000), “Trieste” (2001), “Los 8 de Julio” (2002), “Noche en las Cataratas” (2003), “Los Muertos” (2004)
  y “Sucio” (2007). Este texto formó parte de la obra de teatro “Interiores” que fue representada durante el 2007
TREINTA Y DOS

 Mono con navaja

  MATEN A BORGES II: AL FILO DE LA GUADAÑA


 
APORTES PARA UNA CRONOLOGÍA JOCOSA DE LOS ENCUENTROS
DE BORGES CON LA MUERTE
 
Por Santiago Sánchez Santarelli
 

Como  no  estoy  dispuesto  a  competir  con  el  lúcido  y 


entretenido  artículo  que  Diego  Vecino  publicara  en  esta  misma 
sección,  cuando  nos  dimos cuenta  de  que  no  teníamos qué  poner 
en  este  “Maten  a  Borges”  me  pregunté,  como  alguna  vez  Lenin  y 
Aguinis, ¿qué hacer? 
 
Repasé el Antiborges compilado años atrás por Lafforgue, 
y  decidí  que  no  me  interesaba  intentar  algo  así:  todas  las  críticas 
parecían bravatas que, no pudiendo atacar la escritura borgeana, se 
enfangaban  en  cuestiones  más  bien  ramplonas  o  de  simple 
camorrería impotente. Daba pena no poder rescatar, de esos textos 
furibundos,  un  solo  contrincante  que  pudiera  disputar  con  Borges 
de igual a igual: aquel señorón conservador, golpista, con ínfulas de 
sangre  e  intereses  aristocráticos,  salía  airoso  de  las  igualmente 
envaradas críticas de la intelectualidad adversa (que, por otro lado, 
reunía a gente tan dispar como Blas Matamoro y el cura Castellani). 
 
Preferí, entonces, tomarme a Borges para el churrete. Y ya 
que estábamos en una sección que tiene que ver con la muerte, me 
dije: ¿por qué no hacer una cronología de los encuentros cercanos 
de Borges con la Parca? Bien, aquí estamos. 
 
Lo  que  sigue  dista  de  ser  exhaustivo  porque  sería  Diane  Arbus,  fiel  a  su  estilo  de  fotografiar  freaks, 
aburridísimo. Tampoco responde a una precisión documental tipo  persigue a Borges por Nueva York para sacarle una foto. 
monografía. Pero lo que consigno es esencialmente cierto. 

Después  de  un  arduo  trabajo,  esta  jocosa cronología  decantó  de  las  4000 páginas sobre  Borges  que  leí  en  las 
últimas semanas. De semejante chorrera, recomiendo el libro de Mastronardi por dos virtudes: es divertido y es corto. 
También  vale  la  pena  la  entrada  del  diario  de  Bioy  donde  cuenta  cómo  se  enteró  de  la  muerte  de  su  amigo:  está 
exquisitamente escrita y es una patada en los huevos justo cuando uno cree que no podrá soportar una página más de la 
pedantería socarrona que infesta las 1500 anteriores.  
Para  el  que  no  tenga  ganas  de  la  extensa  –y  no  pocas  veces  tediosa–  tarea de  remitirse  a las  fuentes, lo 
demás se ha sintetizado en las páginas que siguen. 

 
 
Mono con navaja
 
1898:  En  perfecto  inglés,  Jorge  Guillermo  Borges  le 
propone  a  su  esposa  Leonor:  “Let’s  fuck”.  Es  concebido 
nuestro héroe, Jorge Francisco Isidoro Luis, alias Georgie. 
 
1913: Se cae de un tranvía y un acoplado le corta el flequillo. 
Se salva, como es de esperarse, por un pelo. 
 
c. 1915: Se cae (¡otra vez!) de la bicicleta en Ginebra y queda 
desmayado.  En  ese  momento,  su  imaginación  literaria  no 
estaba  aún  desarrollada:  Juan  Dahlmann  se  salva  de  morir 
en un duelo ciclístico y de llamarse Juan Curuchet.  
 
1920‐1925:  Se  asesina  unos  millones  de  neuronas 
empinando el codo.  Alguien  afloja  los  tornillos  del  globo  para  que  aplastara  a 
  Borges. Por suerte para el primero, la colisión no se produce.
1923: Publica la primera edición de su impresentable Fervor 
de Buenos Aires. Sale milagrosamente ileso.  1944: Sale a caminar con Estela Canto: un topo borracho y 
  un murciélago sordo. Vuelve a casa todas las noches. ¡Dios 
1925:  Los  hermanos  González  Tuñón,  en  compañía  de  dos  existe! 
vendedores  de  diarios,  irrumpen  en  una  reunión  del  Royal   
Keller  para  joderlo  a  Borges.  El  clima  se  espesa.  Amagan  1945:  El  topo  de  la  entrada  anterior  dice  sentir,  durante 
con irse  a las  manos pero los atajan.  En eso, llega el poeta  unos  besuqueos,  “la  virilidad  de  Borges”.  Se  trata, 
Juan Sebastián Tallón que, como su apellido lo indica, era de  seguramente,  de  uno  de  los  casos  conocidos  como 
gran talla. Borges lo interroga, el hombre resulta estar de su  “miembro fantasma”. 
lado.  Salva  las  papas.  Los  Tuñón  se  dan  a  la  fuga,  no  sin   
antes echar 20 centavos en la ranura.  1949‐1953:  Se  autoplagia  flagrantemente:  “Los  muchos 
  años  lo  habían  reducido  y  pulido  como  las  aguas  a  una 
1930: Va con  Mastronardi  al  cine a ver una  película de von  piedra  o  las  generaciones  de  los  hombres  a  una  sentencia” 
Sternberg.  Se  la  pasa  comentando  y  anticipando  el  (“El  hombre  en  el  umbral”,  1949;  “El  Sur”,  1953).  Nadie  lo 
desarrollo  del  film.  De  no  ser  porque  el  resto  de  los  nota1. 
espectadores  no  tenía  piedras  a  mano,  hubiese  muerto   
como  una  adúltera  de  la  antigüedad.  Pero  en  los  ‘30,  ni  1955: Festeja el triunfo de la Revolución Libertadora, que le 
pochoclo se llevaba al “cinematógrafo”.  da  la  Dirección  de  la  Biblioteca  Nacional.  Vuelve  a  estar  a 
  punto de ser linchado por los “compañeros”. 
1938:  Enero:  Entra  como  Auxiliar  de  Segunda  en  la   
Biblioteca Municipal “Miguel Cané”. Tiene una pésima idea:  1957:  Dice:  “El  dominio  español  nunca  debió  de  ser 
intenta trabajar. Sus compañeros municipales, entre mate y  oprobioso  como  el  de  Perón”.  Los  descendientes  de 
mate, tratan de lincharlo. Opta por pasar los días leyendo.  Moctezuma preparan un sacrificio. Buscan en los bazares de 
Diciembre:  Le  echan  un  centro  con  el  batiente  de  una  Once, pero no consiguen puñales de piedra made in China. 
ventana,  cabecea  al  arco.  Se  agarra  una  septicemia    
galopante que casi lo mata. La ventana, por cierto, se va al  1958:  Un  peluquero  español,  que  peleó  en  Marruecos  y 
lateral.  ejecutó a uno de los moros de Abd‐el Krim, lo confunde con 
  uno  de  los  Ghioldi  mientras  lo  afeita.  Borges,  que  aclara  el 
c. 1940:  Le comunica a Bioy  que es “un hombre de armas,  error, está a punto de convertirse en un cliente de Sweeney 
un  gran  tirador  y  un  gran  jinete”.  Medio  cegatón,  flojo  de  Todd. 
pulso  y  a  dos  generaciones  de  ser  un  hombre  de  armas,   
miente  afortunadamente:  pudo  volarse  la  cabeza  o  1963:  Opina:  “El  clima  [del  Sur]  ha  de  producir  una 
rompérsela en una caída.  Humanidad  mejor  que  la  del  Norte.  Del  Norte  son  los 
  cabecitas negras. ¿Qué hombres da el Norte? Nada más que 
TREINTA Y TRES

1942:  Se  muere  la  primera  parte  de  su  cuerpo,  a  la  que  paraguayos y bolivianos.” Trasponiendo estas coordenadas 
seguiría  el  resto  en  cómodas  cuotas.  Esta  primera  parte,  a  la  ciudad,  podemos  recordar  que  Borges  vivía  en  el 
será luego un muerto famoso…  Norte… Y que por eso se salvó de las hordas del Once. 

 
1. Nadie lo nota, excepto el Licenciado Rómulo Vizgarra, a quien debo el dato.
TREINTA Y CUATRO

 
Mono con navaja
 

 1964:  Unos  alumnos  intentan  suspenderle  una  clase  para 


homenajear  a  los  guerrilleros  del  EGP  muertos  en  Salta 
 (entre los que estaban Masetti y Altamira Guzmán). Borges, 
pensado “¿Flores a mí?”, los echa. Anuncian: “Volveremos”. 
 Pero resultan más civilizados que él y no lo despedazan. 
 
 
1965:  Pernocta  en  casa  de  Bioy  Casares.  Sonámbulo  a 
media noche, Adolfito lo confunde con una dama. Se salva 
por un tris de morir empalado. 
 
1966:  Julio:  Borges  se  hace  el  camba  en  la  línea  C  y  viaja 
parado.  El  subte  toma  una  curva  y  nuestro  héroe  se 
convierte en pelotita de flipper. Rebota hasta el jackpot en 
Plaza  Constitución.  
Noviembre: Opina que el Papa “dice cualquier simpleza y la 
transmiten  a  todos  los  lugares  del  mundo,  la  repiten  y  la  Borges y Kodama pasean a orillas del Sena. Ella calcula cuánto 
comentan”. El Opus Dei afila un cirio de gran diámetro, pero  tardaría el paquete en hundirse. 
la operación se frustra por un embotellamiento de tránsito. 
Los caminos del Señor son misteriosos...  información  con  un  comentario  pletórico  de  servilismo  y 
  pelotudez: “No creo que sea verdad. Para poner letreros hay 
1967:  A  propósito  de  la  Guerra  de  los  Seis  Días,  dice:  “En  que tener un permiso municipal”. 
una  guerra  entre  un  país  bárbaro  [Palestina  et  alii]  y  uno   
civilizado [Israel], aunque la razón estuviera del lado de los  1974: Un grupo de diplomáticos mexicanos lo visita. Borges 
bárbaros, habría que desear el triunfo de los civilizados, para  los  confunde  con  venelozanos  y  una  turba  de  cuatachos 
bien  del  mundo”.  Un  musulmán  se  prueba  un  chaleco  con  enfervorizados amartilla sus revólveres. 
detonador  para  lucirlo  en  casa  de  Borges,  pero  le  queda   
holgado  de  sisa.  Se  malogra  un  sastre  intentando  1976:  Mayo:  Almuerza  con  Jorge  Rafael  Videla,  Leonardo 
componerlo.  Castellani,  Sábato  y  el  insignificante  presidente  de  la 
  Academia  Argentina  de  Letras.  El  cura  los  indigesta 
1968‐2008:  David  Viñas  lo  busca  por  toda  Buenos  Aires  reclamando la aparición con vida de Haroldo Conti. Borges 
para  meterle  por  el  culo  los  tomos  de  El  Capital,  El  18  se agarra una gastritis comunista. 
brumario de Luis Bonaparte y las Tesis sobre Feuerbach. No lo  Diciembre: Confiesa estar enamorado de María Kodama. El 
encuentra.  final se precipita. 
   
1969:  Los  negros  brasileños  le  sugieren  el  calificativo  de  1976‐1982:  La  muerte  tiene,  lamentablemente,  ocupa‐
“macacos”. ¿Hace falta agregar algo?  ciones más ignominiosas que liquidar a Borges. 
   
1970: Vlady Kociancich le confiesa a Bioy Casares que ya no  1983:  25  de  agosto.  Atemorizadas  por  la  profecía  que  el 
duda  del  amor  de  Borges  por  María  Kodama.  La  mismo  había  hecho  en  su  relato  que  lleva  esta  fecha  por 
enfermedad que lo llevaría a la muerte está declarada.  título  (publicado  en  “La  Nación”,  el  27  de  marzo  anterior), 
  miles  de  personas  esperan  noticias  del  suicidio  de  Borges. 
c.  1971:  Dardo  Cabo  amaga  con  largarlo  en  medio  de  Nuestro  héroe,  muy  campante,  declara  no  haberse 
Avenida Santa Fe, pero se arrepiente. Un interno de la línea  suicidado “por cobardía”. 
39  se  libra  de  ser  abollado  por  el  cráneo  más  famoso  de  la   
Argentina.  1984:  Dice:  “Sería  tan  raro  que  yo  me  muriera.  No  por  el 
En  un  debate  en  la  Universidad  de  Columbia,  Enrique  hecho de morirme en sí, […] sino que sería raro que yo, tan 
Vargas lo  apura: “Usted no  hable. Usted está muerto. Si lo  rutinario, hiciera algo fuera de mis hábitos”. Paciencia, don 
viera  en  la  calle,  le  pegaría  en  la  cara  con  un  ladrillo”.  Borges, no le falta mucho para salir de sus hábitos por toda 
Después  reflexiona  y  decide  que  no  es  de  gran  utilidad  la eternidad. 
pegarle un ladrillazo en la jeta a un muerto.   
Agosto: Aparecen pintadas en las calles que sugieren matar  1986: Muere, finalmente, en Ginebra por obra y gracia de la 
al  Almirante  Rojas  y  a  Borges.  Éste  desestima  la  vejez… y de la japonesa. 
   
  VIVIENDO A COSTILLAS DEL POETA
  Tercera entrega 
   

  LA TRADUCTORA DE NERUDA
  Gastón Mazieres 
 

  Vivir una temporada en el campo me atrae. No sé, salir un poco del infierno de autos sin reglamento en
el que me sofoco desde que tomé la polémica decisión de instalarme en este país absurdo.
 
Todos los ingleses que viajamos por vacaciones a Sudamérica compramos un sombrero al llegar. Nos
  parece la forma apropiada de iniciar nuestra Inmersión Latina e invariablemente todos quedamos fascinados con
uno u otro aspecto del subdesarrollo, nos parece increíble que se pueda vivir así. Al cabo de un tiempo
  postergamos la fecha del pasaje de vuelta, luego por fin volvemos a nuestra isla, vendemos o regalamos todo y
viajamos otra vez para quedarnos a vivir en Argentina, por ejemplo. Guardamos el sombrero aquél que habíamos
  comprado al llegar, y nos lo ponemos solamente cuando viajamos a Gran Bretaña para visitar a nuestra familia.
Puede ser también una camiseta de fútbol, una bufanda de lana, un mate o hasta un novio nativo. Yo llevaba mi
  sombrero argentino cuando me mudé por un tiempo al sur de Chile.

  Un poeta Sudamericano, por entonces muy popular, me había solicitado la traducción de su obra que
pronto sería publicada en el viejo continente. Pasaría con gusto dos meses en su casa gastando cabalgatas por las
  montañas, recorridas por el río, visitas a las granjas de la zona y traduciendo los pocos pero buenos libros.

  Maletas. Sombrero. Todo listo. Avión a Santiago de Chile. Después otro hasta Temuco. Un interminable
micro por laderas, valles y cumbres alternativamente hasta marearse. La hermosa Cordillera de los Andes, sus
  precarios caminos. Llegué al pueblo y desde ahí una especie de taxi hasta a la casa del poeta. A bordo del
carromato pude vislumbrar la famosa tonada chilena y hasta me adapté un poco a ella, pues el conductor me
  abarrotó con palabras y una radio. Nada entendí pero me sentí amiga de este país y su gente charlatana.

Llegamos a la casa, alejada y venerable. Saqué mi valija y me puse ante la puerta. Perros empezaron a
 
ladrar y se acercaron con peligro. Esperé ahí sin moverme. Nadie abría la puerta. Pasaba el tiempo. Nada se
movía. Era inquietante la quietud alrededor. Traté de mirar por entre las rejas. El taxi huyó echando polvo.
 
Después de este sobresalto me percaté de que se hacía de noche. El frío nocturno se aproximaba, los perros no
dejaban de ladrar. Estuve quieta mucho. Los perros se habituaron a mí. Ya no ladraron, aunque vigilaban. Los fui
 
tentando a la caricia. Aceptaron pero eran desconfiados. Cuando por fin los hice mis amigos ya era de noche.
Levanté la valija. Atravesé el portón y entré en el camino largo que llevaba hasta la puerta de la casa. Avancé
 
temblando de frío y con notoria preocupación, tratando de hacer ruido sobre las blancas piedras, para que pudiera
oírme quien estuviera en casa.
 
Salté hacia atrás. Había un viejo tirado en medio del camino, cerca del jardín, estaba rodeado de sangre,
  con la boca abierta y la lengua en un costado, creo que muerto. No grité por temor a los perros. Solté la valija.
Entré en la casa. Busqué un teléfono para llamar a la policía. Había uno en el escritorio. Disqué el número. Nadie
  atendía, llamé a emergencias. Tampoco. Son así los servicios en Chile, igual que en Argentina, simplemente no
responden. Dejé el teléfono. Estaba aterrada por esa soledad de pesadilla. Salí otra vez. Traté de reanimar al
  hombre. No se movió. Temblando de miedo y de frío volví a entrar. Disqué otra vez. Tampoco. Era viernes por la
noche. Imaginé la ciudad. Nadie en la central ni en ningún lado. Me senté en el sofá, tratando de calmarme. Me
  dije que esperaría a que alguien viniera. Miré los muebles de la sala y los decorados. Traté de concentrarme en
las cortinas, los cuadros, había una extraña colección de frascos que observé uno por uno. Tomé un poco de
 
TREINTA Y CINCO

confianza.

  Seguí observando la sala en busca de algo o alguien a quien llamar para socorrer al caído. En una pared
había fotos. Las miré de cerca. Reconocí una cara… ¡El viejo tirado en el jardín era Pablo Neruda! Adiós
 
 

  traducción, adiós labor; muy por el contrario me esperaba un juicio bajo sospecha de asesinato. Caminé en
círculos. Salí al jardín. Me acerqué al Señor Pablo y le dí bofetadas en la cara para obligarlo a despertar y
  hablarme. Nada. Como pude lo arrastré al interior de la casa, dejando un gran reguero de sangre. Sentí náuseas.
Quise taparme la boca, pero mis manos estaban totalmente rojas, y las náuseas aumentaron. Corrí al baño. La
  puerta estaba cerrada con llave. Moví la llave. Se trabó. Estaba a punto de vomitar. La destrabé, abrí la puerta y
entré inclinándome con urgencia para escupir en el inodoro, ¡pero había otro viejo tirado en la bañadera! Aullé.
  Salí corriendo del baño, salí de la casa. Los perros ladraron y se acercaron otra vez para amenazarme. Tuve que
esperar de nuevo a que se calmaran mirándolos fijamente y sobreponiéndome a mi horror y sensación de estar
soñando. Los perros se apiñaron contra mí, pero en un rapto de audacia salté dentro de la casa y cerré la puerta.
Pude oírlos estrellarse contra la madera y rasguñar el picaporte. Trabé la puerta. Maldije a los sudamericanos,
sus campos, su gente incomprensible, sus malditas pasiones a flor de piel. Escuché toses en el baño, y quejidos.
Me acerqué llevando un palo que encontré en la cocina. El hombre dentro de la bañadera revivía. Era corpulento
y parecía corto de vista. Estaba aturdido. Lo socorrí. Le hice preguntas pero en su sofocación no podía hablar.
Hacía señas desordenadas y me pedía agua. Se calmó. Habló.

Borges y yo nos habíamos cruzado en presentaciones y otros eventos similares allá en la ciudad. No lo
reconocí de tan golpeado y viejo que se lo veía. Tenía moretones que se tocaba con penuria y me contó lo
ocurrido. Había venido de visita para llevar a su amigo a la ciudad, pero mientras conversaban el jardinero los
había atacado sin motivo aparente. Fuimos a socorrer a Neruda. Temíamos lo peor. Lo cubrimos con una manta
y lavamos sus heridas. Nos quedamos junto a Don Pablo.

Borges me agradeció por haberlo liberado de “la espantosa prisión del baño”, me dijo que llamaríamos a
la policía. Pero él era un hombre ingenuo para las cosas concretas, le costó manipular el teléfono y no creía que
nadie respondiera. Toda la noche pasó repitiendo números en voz alta y discando el teléfono.

A la madrugada Neruda despertó. No podía hablar. Le dimos agua. Luego llegaron la mucama y el
cocinero. Nos ayudaron. Pudimos ir al hospital del pueblo. Volví a Buenos Aires y en menos de una semana me
instalé definitivamente en Londres.

Tiempo después Borges me informó por carta que no habría juicio. 

Gastón Mazieres
Es Licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires (UBA), especialista en Literatura Argentina. Como autor teatral, ha
TREINTA Y SEIS

estrenado gran parte de su repertorio en diversas salas de la ciudad de Buenos Aires. Posee una sólida formación como actor.
Egresado de la Escuela Municipal de Arte Dramático (EMAD), y de la Escuela de Danza del Abasto (EDA). Como intérprete ha
participado en eventos y festivales de Argentina, Chile, Uruguay, Dinamarca, España. Como pedagogo, coordina actualmente en
Buenos Aires su taller “Escritura Teatral”, destinado a actores y gente de letras interesados en investigar y profundizar las relaciones
entre la escritura y la puesta en escena.
 
Mono con navaja
 

 
LAS LOCAS
 
U
 
NA LECTURA
Carolina
  Berduque

 
Advertencia:  Lo  que  se  leerá  a  continuación  no  es  una  crítica  teatral,  sino  PERSONAJE 1 / ALEJANDRA / ACTRIZ 1: 
 una lectura, como reza el subtítulo. Rápidamente se objetará que tal cosa no 
  Alejandra Corral. 
PERSONAJE 2 / MAILÉN / ACTRIZ 2: Mailén 
es  posible  porque  el  teatro  no  se  lee,  se  representa,  se  ve,  se  comenta,  se  Valdez. 
analiza. Pero no se lee.  Escenografía: Pehuén Stordeur / Florencia 
Dada  la  ignorancia  casi  absoluta  de  la  que  suscribe  sobre  teoría  teatral  o  Scatorccio. 
Vestuario: Florencia Scatorccio. 
crítica, el siguiente texto se mantendrá en el terreno de la vana especulación  Asistente de escenografía y vestuario: 
y la complacencia gratuita. El que avisa no engaña…  Cecilia Caputo. 
  Iluminación: Pehuén Stordeur. 
Asistente Técnico: Jerónimo Pérez 
  Brancatto. 
  Asistente de Dirección: Santiago Sánchez 
Debe recordarse que se ha podido imaginar un universo  Santarelli 
Dirección: Emilia Goity. 
Se  supone  que  uno  debe  empezar  por  comentar  más  o  menos  la  trama  la  Dramaturgia: Santiago Sánchez Santarelli   
obra. Por ejemplo, que trata de dos mujeres que comparten un espacio del   
que poco sabemos (y, posiblemente, saben), que hablan todo el tiempo, en  La obra se estrenó en el marco del II 
Congreso Nacional de Teatro del IUNA, el 
español  y  en  alemán  y  que,  poco  a  poco,  a  medida  que  avance  la  obra,  31 de octubre de 2007. Realizó tres 
podremos  pensar,  alternativamente,  que:  son  hermanas,  no  se  conocen,  funciones en el ciclo "Los viernes teatro", 
están  locas,  están  jugando,  están  actuando,  están  esperando  que  pase  el  del Depto. de extensión del IUNA y cuatro 
funciones en el Taller de Arte de 25 de 
tiempo, están esperando que pase algo, las observan, ellas observan, hay un  Mayo, Prov. de Bs. As. Actualmente el 
muerto en el baño, no hay un muerto en el baño, hay un baño, hay un barco,  grupo busca sala para seguir haciendo 
hay una torta que va a inundar la habitación, etcétera, etcétera, etcétera…  funciones. 
"Hay un cadáver en el baño. ¿Lo vas a dejar ahí al muerto?" 

TREINTA Y SIETE

 
TREINTA Y OCHO

 
Mono con navaja
 

  "¡No! No te bajes. Si la tapa está firme, 

puede que el agua reviente para abajo."
  Con  esta  base  (confusa,  malintencionada, 
avara, lo sé) podremos, quizás, avanzar en la lectura. 
   
 
  Un chino en bicicleta 
La  obra  plantea,  básicamente,  un  problema 
 
lingüístico:  ¿a  quién  pertenecen  estas  palabras  que 
  me  asaltan,  que  me  invaden,  que  no  me  permiten 
cerrar la boca?  
  Las  locas  (las  llamaremos  así  por 
comodidad) no pueden permanecer calladas. Hablan 
  y  hablan,  por  más  que  sus  discursos  (porque  son 
muchos) no hagan sentido (o, por lo menos, no en el 
 
momento que se enuncian). 
   
La obra se divide en tres actos, tres tiempos 
  que  bien  podrían  ser  sucesivos  o  intercambiables, 
puesto  que  no  se  les  puede  aplicar  una 
 
consecutividad  temporal.  Estos  tiempos  se 
  comunican por medio del lenguaje: palabras, gestos, 
frases  que  se  repiten  ofician  de  enlace,  los  igualan, 
  destruyendo  la  idea  de  una  progresión  temporal 

 
"Desatame. Quiero bailar. Es mi fiesta de cumpleaños. ¡Mía, mía, mía!" 

  posible.  Todo  ocurre  en  un  fuera  de  tiempo,  entre 


cuatro (¡tres!) paredes, en un aislamiento asfixiante. 
  Fuera del espacio, fuera del tiempo, las locas 
se debaten entre el ser y el hacer. ¿O lo que hacen 
 
las define? ¿Son locas porque se ponen chalecos de 
  fuerza?  ¿Son  actrices  porque  repiten  palabras  de 
otros, representan obras? ¿Son hermanas porque así 
  apelan una a la otra?  
Lo  que  sabemos:  son  dos  mujeres  vestidas 
 
de  blanco,  como  salidas  de  la  Naranja  mecánica 
  pero  a  los  rajes,  despeinadas  y  pintarrajeadas. 
Pululan por un escenario pánicamente blanco, en el 
  que unos cuantos banquitos con letras de colores en 
sus  patas  desperdigados  y  una  ventana/espejo 
  forman el magro decorado.  
 
 
Hay un muerto en el baño 
  Las  locas  hablan.  Todo  el  tiempo.  Ostentan  un 
discurso propio, pero también uno ajeno. El juego de 
  intertextualidades  es  variado  y  abundante.  Los 
textos  ajenos  entran  en  la  obra  casi  sin  juntura. 
 
 
Mono con navaja
 
Algunos  son  más  evidentes  que  otros:  Kant,  Nos imponen realidades 
 
Bentham,  Schopenhauer  y  Descartes  son  más  La puesta en cuestión del lenguaje provoca, como ya 
  notorios que los ocultos Daulte, Spregelburd (y, por  sabemos,  una  desestabilización  de  lo  real.  O  de  su 
extensión,  Bradbury),  Calderón.  ¿Pero  cuántos  más  percepción, digamos.  
  habrá  escondidos  en  la  materialidad  de  la  obra?  Tirada  en  el  suelo,  atrapada  en  un  chaleco 
Millones, en cada una de las palabras dichas resuena  de fuerza, una de las locas (cualquiera, lo mismo da), 
  recita:  
una  historia,  un  pasado,  una  memoria.  Pero  no  nos 
adelantemos.   
 
Obra  de  retazos,  voces  de  otros.  Pero  “Sueña, portero, en tu abismo  
  además  obra  plagada  de  autorreferencialidades.  tu silencioso sainete 
Obra  de  todos  y  cada  uno  de  los  que  la  pero el muerto en el retrete, 
  construyeron,  de  amigos  y  conocidos.  Voces,  embarra de pendenciero 
personas,  nombres,  palabras.  Toda  noción  de  realismo tus esmeros…” 
 
original,  de  texto  único  e  irrepetible  se  pierde  en   
  boca  de  las  locas.  Todo  se  dice  y  luego  se  repite.  El  discurso  de  los  otros,  externo  a  nuestra 
Todo  ya  se  ha  dicho  y  volverá  a  serlo.  Y  en  cada  conciencia,  construye  un  mundo  que  se  instala  en 
  momento,  en  cada  realización,  el  sentido  cambia.  nuestra  percepción  con  la  fuerza  de  lo  real:  hay  un 
Una  mirada,  un  gesto,  un  sonido,  un  murmullo  las  muerto en el baño porque las palabras así lo indican, 
  delata.   porque así lo escribió Daulte y alguna actriz, en algún 
Comenzamos  a  pensar,  entonces,  que  las  momento, así lo dijo.  
 
locas  son  receptáculos  vacíos  en  los  que  circulan  Esas palabras violentan la ilusión de nuestra 
  palabras  de  otros.  De  las  actrices  que  están  por  percepción  solitaria.  Antes  pensamos  el  lenguaje 
llegar, del dramaturgo que también es el portero, de  como virus y ahora podemos pensarlo como prisión: 
  otros dramaturgos argentinos, de poetas españoles,  un  chaleco  de  fuerza  que  nos  encorseta.  Lo  único 
de filósofos alemanes… El lenguaje las traspasa. Por  real, entonces, en esta obra, son las palabras, las de 
 
eso no importa que hablen en español o en alemán:  otros,  las  que  invaden  la  escena,  las  que  se  repiten 
  la lengua se les impone.   de memoria una y otra vez. 
 
 

 
"Solamente me veo la boca en este espejo."

 
TREINTA Y NUEVE

 
 
Mono con navaja
CUARENTA

Perfectamente pudo haberlas puesto Dios… porque yo no recuerdo mi edad" 
"La cantidad de velas es tan exacta que da escalofríos.  

 
Digamos que no lo recuerdo  que  ruido  ajeno.  Triste  destino.  ¿O  alguna  similitud 
Memoria.  Eso  que  nos  salva  del  silencio,  de  la  con la realidad? 
muerte,  de  la  angustia  de  la  creación.  ¿Quizás  sea   
por eso que una loca sufre un cuadro de asfixia en la   
misma  posición  en  la  que  recita  un  poema,  mitad  Si es que alguna de esas cosas existe 
propio  y  mitad  ajeno?  Quizás.  Entre  paréntesis:  Por  momentos,  la  conciencia  de  sí  aflora.  Son  los 
Cuadro de asfixia es una de las primeras (y geniales)  cruces temporales los que descubren el juego. Si las 
obras de Rafael Spregelburd en la que se construye  locas saben que existe la posibilidad de adelantarse 
un post Farenheit 451 en el que los memorizadores  o  de  tener  un  deja  vú  entonces  todo  es  un  juego, 
de  textos  luchan  por  no  olvidar  las  obras  una farsa, una representación. Puro teatro.  
memorizadas.   Las  locas  juegan  y  en  su  juego  todo  es 
Entonces  se  nos  ocurre  que  las  locas  son  la  posible,  salvo  dejar  de  jugar.  Pero  queda  la 
pura  memoria,  son  máquinas  de  recordar  todo  lo  imaginación:  contra  la  repetición  y  el  hastío,  contra 
que  han  visto  y  oído.  Todo  lo  recuerdan,  menos  su  la duda y la espera queda el poder de la imaginación. 
nombre.  Son  Funes,  destinadas  a  no  producir  más  Y si pudieron imaginar el mundo… 
 

ŒŒŒ 

 
 

POEMÍNIDOS
(  CONTRIBUCIONES FÓSILES PARA UNA ARQUEOLOGÍA DEL VERSO)

  En esta sección recuperamos algunos poemas de autores más o menos ignotos y los ponemos a consideración de nuestros
lectores, para que juzguen por sí mismos si el tiempo ha sido justo olvidándolos o si les debemos una disculpa.
 

El Padre Alfonso Durán nació en San Juan


de Puerto Rico, en las Antillas, el 21 de enero de
1883. Fue presbítero de la diócesis de Santa Fe,
docente, historiador, literato y periodista. Publicó
una decena de libros que le valieron el elogio de lo
más cargoso de la literatura nacional: Ricardo
Rojas y Arturo Capdevilla, entre otros.
En los años ’20 acometió su más arriesgada
empresa: cantar, en una larga epopeya, la
Independencia Argentina. El hombre, que no se
andaba con chiquitas, escribía al respecto: “Yo me
decía una y mil veces: si Homero y Virgilio y
Camoéns y Ercilla con asuntos de menor
transcendencia (sic) y valentía enriquecieron a sus
patrias y al mundo con sus obras imperecederas,
¿qué no escribieran si hubiesen poseído el caudal
de nuestros episodios históricos?” Dos cosas
resultan curiosas, si no sorprendentes, en este
fragmento. Para empezar, Durán se emparda como
si tal cosa con algunos de los mayores nombres de
la literatura de todos los tiempos. Además, y aún
dejando de lado a Los Lusíadas, a La Eneida y a La ‘Desde un mamelar’ debe decir ‘Y desde un
Araucana, calificar de asunto “de menor farallón’”. Cosas que están lejos de ser erratas de
transcendencia” a la Guerra de Troya es, como imprenta y que no hablan muy bien del autor.
poco, desconcertante. Segundo, me interesa anotar un par de
En fin, la obra, titulada sutilmente Los coincidencias. Beatriz Viterbo muere en 1929. Para
Argentinos, fue publicada por la imprenta de la 1941, hacía varios años que Carlos Argentino
Provincia de Santa Fe en septiembre de 1929, tras Daneri escribía su interminable poema La Tierra.
un decreto del entonces gobernador Pedro Gómez ¿Será este hombre un reflejo ficcionalizado de
Cello. Consta de catorce cantos que suman unos nuestro Alfonso Durán? Es una conclusión
nueve mil endecasílabos agrupados en octavas arriesgada. Por lo pronto, comparten las iniciales,
reales. Por supuesto, hemos realizado una pequeña el gentilicio “argentino/s”, la estructura de los
selección para publicar. títulos, la pedantería intelectual y un innegable
Dos últimas curiosidades antes de pasar al gusto por la cacofonía y el tedio. Además, si Bloom
poema. Primero, en la Fe de Erratas que figura en pudo decir que Daneri era Neruda qué no
CUARENTA Y UNO

la última página aparecen varias enmiendas más podemos decir nosotros…


bien extravagantes. Por ejemplo: “Donde dice Pero basta de prólogos. Aquí están los
‘Dinamo’ debe decir ‘batano’”; o “Donde dice versos.

 
 

 
Canto I Sus carrillos hinchó, y en larga ola
  Se expandió el eco, síntesis de agravios.

  [Donde comienza la epopeya] Tal trompeta al sentir, en una sola


Legión, los más demonios y más sabios
 
Canto al Héroe Argentino y sus hazañas; Aparecieron, diéronse un saludo
  Canto a los bravos que con él partieron, Y el Consejo quedó un instante mudo.

  Y sangrando por valles y montañas


En la Historia sus nombres esculpieron: [Donde el poeta le pifia por un siglo]
 
Del encrespado mar hondas hurañas
  Con gritos de valor ensordecieron, Mil novecientos dieciséis; el nueve

Y hasta Ecuador llevaron sus pendones De Julio; en la explosión de su entusiasmo,


 
De tanto libertar hechos girones. De América la entraña se conmueve
  Como sintiendo prodigioso espasmo.

  Un nuevo pueblo libre que se atreve,


[Donde habla San Martín] Cuando todos lo creen en el marasmo,
 
De un solo grito a comenzar su historia.
  “Aquí estoy, pocos son los que me entienden; Con razón miró Dios desde la Gloria.

  No importa, más que nunca hoy yo confío:


Los hieráticos cóndores que hienden
 
La inmensidad soberbia del vacío
  Me alientan a volar, y hasta me ofenden Canto V

  Los que dudan que el éxito ya es mío,


Pues Tú eres, ¡oh Señor! quien encaminas [Donde un chileno cuenta sucesos de la Revolución de
  Mayo]
El valor de las huestes argentinas”.
 
“El Cabildo en su afán de hallar maneras
 
De armonizar al criollo y al hispano,
  Canto II Usando del ardid y armas arteras

  Sin comprender el sino americano,

[Donde el demonio Marduc, comisionado por el propio Fórmulas proponía cual banderas
 
Satanás para tentar al Libertador, fracasa en su misión. De conciliar a todos como hermanos.
  Y donde el Rey de las Tinieblas, al enterarse, tiene una Todo inútil, el pueblo protestaba
extraña reacción] Y en renovado afán amenazaba”.
 

 
CUARENTA Y DOS

Satán cogió el extremo de su cola, “Y llegó el veinticinco; fué una ola


  Con mueca inmunda se la echó a los labios, Terrible como el mar cuando revienta;

 
 

 
No hubo ni un alma, no hubo ni una sola,
 
Que no quisiese redimir su afrenta.
  Al Cabildo irrumpió la batahola,
  Rebrama, empuja, su vigor aumenta,
Y trémulo el Cabildo y asustado
-Usted -dice a Cisneros- ha cesado”.

Canto XII

[Donde cabalga una calle de Barrio Norte]

¿Qué de Arenales fué? ¿dónde cabalga


El mogro paladín de barba oscura,
Y tan cerrada como su alma hidalga?
¿Rodó en abismos? ¿sucumbió en la altura
Preso entre nieves sin que nada valga Sarmiento, cuya voz la mente eleva.
Su empaque, su tesón ni su apostura? Avellaneda; y el mirar profundo
¡Ah, no, que combatiendo y galopando Del argentino a quien los pueblos oyen
Va ejércitos realistas destrozando!. Honor del Mundo: Hipólito Irigoyen.

…………………………………………..

Canto XIV Despertó San Martín, tocó su frente


Y se sintió que estaba sudoroso:
[Donde termina el poema, para alivio de todos] Todo en la obscuridad le era esplendente,
Y levantó el cerebro caviloso.
Urquiza, el que le dió a la Patria nueva Su sueño comprendió, espació su mente,
Su gran constitución. Mitre el fecundo, Y con voz de emoción dijo el Coloso:
El estadista y escritor que lleva “Te comprendo, Señor, de su destino
A la Patria en su Historia por el mundo. Muy poco ya le queda al Argentino”.
CUARENTA Y TRES

 
CUARENTA Y CUATRO

 
La banana mecánica
 

  CRÓNICA DE UN CINEASTA INEVITABLE


 
Marcos Vieytes
 

 
Marcos Vieytes
Nació en Capital Federal,
No me disfracé de mi oficio, sino que viví el oficio.  en 1973. Es crítico
(Pasean y vena. La vida de Favio, de Adriana Schettini, pág. 89)  cinematográfico,
  colaborador permanente
de El Amante, Tren de
 
Sombras y Cineismo.
  Coordina “Kino Glaz”, la
Antes  de  que  la  televisión  fuera  el  medio  masivo  de  sección de cine de la revista
comunicación  por  excelencia,  el  cine  constituía  la  única  posibilidad  de  digital Zona Moebius.
ver  la  cara  y  los  cuerpos  en  movimiento  de  las  estrellas  de  la  música  Es programador del
cineclub de El Amante.
popular que brillaban desde la radio y los tocadiscos. El problema de la 
Fue jurado del 2º Festival
mayoría  de  estas  películas  es  que  estaban  pensadas  como  meros  de Cine de La Plata (2007). 
vehículos  de  la  figura  de  turno  y  no  como  cine,  despreocupándose  sus 
autores  por  elaborar  un  lenguaje  propio  y  perdurable.  En  el  plano 
nacional las  películas  de  Sandro son el mejor ejemplo de ello y  sólo se 
sostienen  por  el  carisma  de  ese  showman  inigualable  (otro  tanto  pasa 
con  las  películas  de  Elvis  Presley  en  los  EE.UU.)  que  no  alcanza,  sin 
embargo,  a  ocultar  la  pereza  de  los  realizadores.  Siempre  pensé  que 
Fuiste  mía  un  verano,  de  Eduardo  Calcagno  y  con  Leonardo  Favio,  era 

Leonardo Favio detrás de cámara, durante una filmación.

 
 
La banana mecánica
 

 
más de lo mismo. Pero no, algo la distingue de las 
  demás  y  ese  algo  es,  nuevamente,  su 
protagonista.  Sólo  que  esta  vez  el  protagonista 
  también  es  cineasta  y  dueño  de  una  visión 

  rabiosamente  original  que  se  filtra  en  cada 


fotograma de la película. 

Con Leonardo Favio, Héctor Pellegrini y Susana Giménez. 
   
Si  uno  ha  leído  el  imprescindible  libro  de 
 
conversaciones  con  Favio  que  publicara  Adriana 
  Schettini,  no  podrá  olvidar  qué  extraordinario 
contador de historias es este hombre. Vida y cine 
  se confunden en esas páginas llenas de anécdotas 
contadas  en  un  tono  que  mixtura  desprejuicio, 
 
nostalgia,  cariño  y  sensualidad.  Como  en  Fuiste 
  mía  un  verano,  donde  Favio  hace  de  sí  mismo,  y 
una vez tras otra les dice a los hombres, animales, 
  niños y mujeres que pasan por su vida cuánto los 
quiere.  Y  si  esto  no  suena  mal  ni  demagógico  es 
 
porque el sentimentalismo tan intenso y tan cursi 
  de  Favio  siempre  se  redime  por  su  absoluta  falta 
de miedo al ridículo. Claro que la transparencia de 
  un  autor  cinematográfico  como  Favio  que  usa  su 
Afiche de “Fuiste mía un verano” (1969).  
propia  vida  como  materia  prima  de  su  cine  no 
 
excluye la elaboración de una puesta en escena.  
   
Estructurada  como  una  serie  de 
Es  cierto  que  en  Fuiste  mía  un  verano 
  Favio  hace  de  un  cantante  que  se  llama  Favio,  situaciones  encadenadas  por  sus  más  célebres 
canciones de entonces, uno adivina en el espíritu 
emprende  giras  por  todo  el  continente,  remeda 
  de la película la necesidad de ir más allá del mero 
sus  aventuras  infantiles  en  Mendoza  y  la  mujer 
instrumento  publicitario.  En  uno  de  los 
  con la que está casado tiene un look muy parecido 
segmentos cantados, especie de primitivos video 
al  de  su  mujer  de  entonces,  pero  también  que 
  escoge dejar fuera de campo su labor de cineasta  clips,  el  uso  de  la  profundidad  de  campo  y  la 
duración  del  plano  revelan  una  cinefilia  cultivada 
  (para  entonces  ya  había  dirigido  Crónica  de  un  que le otorgan una densidad impensada para este 
niño  solo,  Romance  del  Aniceto  y  la  Francisca  y  El 
tipo de películas. Además, el amor cotidiano pero 
  dependiente)  y  su  militancia  peronista.  Con  esto 
físico de sus letras, le dan a la película la libertad 
quiero  decir  que,  en  realidad,  no  hace  un 
  necesaria  como  para  transmitir  una  imagen 
documental  sobre  sí  mismo,  sino  que  filma  una 
placentera de la sexualidad que es poco común en 
  película  sobre  su  fama  como  ídolo  de  la  música  una  cinematografía  menos  culposa  (como  la 
popular  que  acaba  siendo  un  documento  sobre 
CUARENTA Y CINCO

  ese  oficio  suyo  de  cineasta  que  ejerce  hasta  estadounidense)  que  vulgar.  No  contento  con 
esos  hallazgos  de  fondo  y  forma,  Favio  se  da  el 
cuando no se lo propone. 
 
 

 
CUARENTA Y SEIS

 
La banana mecánica
 

  Escena de “Soñar, soñar” (1976).  Con 
Carlos Monzón, Gianfranco  Pagliaro y 
  Nora Cullen. 

  lujo  de  apuntar  un  comentario  político  tan  sutil  ambicioso  y  capaz  de  alguna  viveza  por  sentirse 
como  significativo  usando  las  páginas  de  un  alguna  vez  bacán,  pero  consciente  de  su  origen, 
  diario.  En  lugar  de  leer  el  patricio  matutino  “La  su ideología y sus pasiones. Sobre la identidad en 
Nación” o ese reservorio de la antigua clase media  construcción  de  esa  figura  pública  llamada 
 
llamado  “Clarín”,  Favio  desayuna  mientras  hojea  Leonardo  Favio  trata  la  película  en  cuestión,  y 
  el sensacionalista “Crónica”, aquel que en su logo  muy  poco  cine  masivo  como  ese  ha  tenido  tan 
todavía  lleva  escrito  el  slogan  “Firme  junto  al  alto  horizonte  de  expectativas.  Por  lo  que  Fuiste 
  pueblo” como un estandarte. Porque Favio, como  mía un verano también debería ser considerada, y 
Gardel  en  sus  periplos  cinematográficos,  será  analizada,  como  parte  integral  de  la  obra 
 
siempre  pueblo.  Contradictorio  como  aquel,  cinematográfica del director de Soñar soñar.      
   

 
ŒŒŒ 
 

 
 
La del mono

  PORNOSONETOS (SELECCIÓN)
Ramón Paz 
 

  cuando el palomo gira alrededor

cuando el palomo gira alrededor


de la paloma nueva y no consigue
cuando el toro de hernández la persigue
a josefina en cox para el amor
cuando el indio acorrala a la gacela
y quiere ver su sangre enamorada
cuando el que busca busca sin ver nada
y sigue y seguirá y sufre y cela
cuando el amante baja en ascensores
y sube a los transportes y no llega
y la perrita cocker no se entrega
y el macho muerde muebles y dolores
entonces todo el mundo es energía
y vos cojés con otro y no sos mía

no me saco con vos la calentura había demasiada luz radiante

no me saco con vos la calentura había demasiada luz radiante


sino la soledad querida mía en tu cuarto alquilado carolina
el frío en la intemperie de este día y en tu verde mirada clandestina
el hielo de nacer a la cordura estaba tu provincia delirante
me saco la tristeza de la sombra en tu risa sonaba el lorerío
que inunda el esternón irrespirable fluvial abrazo manso recostada
me saco la sonrisa respetable pobreza amanecida y escapada
el peso del dolor que no me asombra la voz en el verano del desvío
y sólo en tu calor puedo esconderme la fuga capital las ilusiones
del filo de la límpida certeza rajar para ser otra en las bocinas
del miedo silencioso en la cabeza y acabar extrañando las espinas
del ojo que me mira y nunca duerme del monte de la infancia de misiones
con vos me saco el pánico que soy toda la siesta verde entre tus brazos
en tu cuerpo mi amor sé dónde estoy la añoranza secreta en tus ojazos
CUARENTA Y SIETE

 
 
La del mono
 

qué lindo te quedaba ese vestido hermosa tu gemido la otra tarde

qué lindo te quedaba ese vestido hermosa tu gemido la otra tarde


a flores que llenaron el espacio es todo lo que quiero en este mundo
de la noche de marzo y todo el lacio ese ronco placer en lo profundo
perfume de tu pelo y el sonido me ahuyenta lo que tengo de cobarde
del cierre del costado cuando apenas mirame me decías sosteniendo
lo fui bajando un poco y me frenaste mi cara para verme y te miraba
y fui bajando en besos respiraste tus ojos bien abiertos te besaba
porque te abrí y abriste esas morenas y nuestra luz de a poco se iba abriendo
rodillas y tus muslos toda suave y abriendo y la sonrisa tuya mía
y te aparté la tanga y tu sonrisa las palabras secretas en tu oreja
secreta depilada monalisa y el oceánico fondo de tu queja
se abrió como el cerrojo con la llave y el tráfico al oeste se iba el día
se abrió toda tu luz y ese vestido y hoy nunca amaneció no están tus pasos
voló por la penumbra florecido yo te tuve brillando entre mis brazos

dormir con vos soñar y amanecerse

dormir con vos soñar y amanecerse


al lado de tus ojos buenos días
tu sonrisa a las nueve sombras frías
unos mates y hablar y conocerse
hablar de basho buson o vallejo
de tu infancia feliz tus perros sueltos
mis verbos en la luz medio revueltos
estás lindo dijiste y el reflejo
de toda la mañana estaba vivo
temblando en tu cocina y la remera
que usás de camisón dejaba afuera
tu culo de melón superlativo
me fui por la vereda tan contento
las ramas se movían con el viento

Poemas seleccionados de:


Poema 1: PORNOSONETOS I, Editorial Eloísa Cartonera, 2003.
Poemas 2 y 3: PORNOSONETOS II, Editorial VOX, 2005.
Poemas 4-6: PORNOSONETOS III, Editorial VOX, 2007.
CUARENTA Y OCHO

Ramón Paz
Nació en Buenos Aires en 1969. Entre otros títulos, publicó Pornosonetos (Editorial Eloísa Cartonera, 2003), Pornosonetos
II (Editorial Vox, 2005) y Pornosonetos III (Editorial Vox, 2007). Mail: ramonmpaz@yahoo.com.ar 

 
 
Monoaural

  LARUMBE
  Fernando Dominguez

  en  1939.  A  los  7 


Había  nacido  en  Lincoln,  provincia  de  Buenos  Aires,  Fernando
años ya se había quedado ciego y sus padres decidieron viajar a la Capital para  Dominguez
que él pudiera continuar, en braile, los estudios de piano que había comenzado.  Nació en 1979 en
No  la  tenía  fácil  Horacio  Larumbe,  pero  poseía  gran  determinación  y  en  la  Buenos Aires.
adolescencia comenzó a integrar algunas orquestas, de esas que salían por los  Estudió cine y
barrios.  Todavía  se  acostumbraba  en  los  bailes  a  que  hubiera  una  orquesta  actualmente se
típica y otra de jazz. Larumbe se inclinó por la de jazz aunque, a decir verdad,  encuentra realizando
de jazz no tenía mucho y de vez en cuando se colaba un pasodoble.   su ópera prima. 
   
El ambiente no era el mejor: en su debut a los trece años en El Zonda 
de  Caseros  llegó  la  policía  montada  y  empezó  a  repartir  para  todos  lados. 
Esta nota incluye un audio 
Algunos parroquianos tuvieron la idea de emprenderla contra los caballos y al 
descargable en el blog de la 
final  de  la  noche,  cuando  ya  toda  la  concurrencia  estaba  afuera,  los  músicos 
revista: 
que compartían escenario con Horacio le indicaron que en el centro del salón 
había un caballo muerto; abierto al medio de una puñalada.  www.150monos.blogspot.com 
   
Pasada  la  adolescencia  ya  tocaba  en  lugares  mejores,  con  buenos  Pasen y escuchen… 
músicos, donde le pagaban bien y donde podía foguearse y aprender. Eran los 
boliches  del  Bajo,  y  aunque  desbordaban  de  coperas  y  sujetos  poco 
recomendables,  allí  la  matanza  de  caballos  era  desacostumbrada,  y  había 
también público melómano y dandies y podía tocarse buena música. Lo que se 
tocaba  no  era  jazz  exactamente,  sino  “música  bailable”  o  “música 
internacional”,  que  era  un  repertorio  de  temas  comerciales,  incluyendo  el 
chachachá,  pero  bien  tocados,  con  lindos  arreglos  o  momentos  para  la 
improvisación.  Esa  música  era  también  la  del  Bossa  Nova,  un  lugar  selecto, 
mejor  que  los  boliches  del  Bajo,  y  la  del  Hotel  Alvear,  donde  conoció  a  Eva 
Green y César La Fata, dos de los compañeros del quinteto con el que viajó a 
Suecia en 1964.  
 
Con  ese  grupo  se  instaló  en  Estocolmo,  la  foto  del  club  Grigg´s 
muestra  a  los  integrantes  con  unos  trajecitos  que  les  habían  comprado  en 
Buenos Aires a los Wawancó y, misteriosamente, Horacio Larumbe posa detrás 
de  una  percusión.  El  trabajo  en  Estocolmo  era  siete  días  a  la  semana,  cinco 
meses  al  año.  El  resto  del  tiempo  lo  repartían  en  giras  por  Suecia  y  países 
vecinos.  En  Estocolmo  las  noches  terminaban  a  las  10,  porque  a  esa  hora 
dejaba  de  funcionar  el  transporte  público  y  la  gente  se  apuraba  para  irse,  así 
que no quedaba otra que bajar del escenario y caminar un rato por la ciudad, 
CUARENTA Y NUEVE

costumbre  que  se  hizo  obsesión  en  Larumbe,  que  se  pasaba  las  noches 
caminado  sin  parar  de  un  lado  a  otro,  durante  horas,  incluso  cuando  sus 
compañeros ya habían abandonado el paseo. La imagen es la de un muchacho 
ciego,  con  anteojos  oscuros,  caminando  decididamente  pero  sin  rumbo  a  lo 

 
 
Monoaural
CINCUENTA

 
Horacio Larumbe ensayando. Año 2001. 

 
largo  de  las  calles,  mientras  todos  duermen,  velando  sesenta y algo y andaba medio achacado… se fatigaba 
  vaya a saber uno por qué o por quienes, pero con algo  fácilmente  y  casi  que  tocaba  sólo  con  una  mano 
que le enruida la cabeza.   porque  la  otra  siempre  le  dolía.  Las  noches  pasan 
    factura. Los días también, qué tanto. El hombre no se 
Cuando lo conocí, Larumbe ya era el maestro  quejaba pero se sabía incapaz de viejas hazañas, como 
 
Larumbe.  Me  lo  presentó  el  baterista  Jorge  Cacoliris,  aquella  noche  con  Herb  Ellis  en  la  que  tocó  hasta  el 
  que compartía con él la formación de la BAC Big Band,  final, incluidos los bises, mientras sufría un preinfarto.     
un grupo de músicos ciegos y no ciegos que ensayaba  Pero no perdía el humor:  
  en la que había sido la Biblioteca Nacional, en la calle  ‐Hagamos un trato –le proponía a algún compañero de 
México,  ésa  que  aparece  en  los  documentales  sobre  la banda‐ te cedo mi parte del solo para que te luzcas 
  Borges.  El  amigo  Jorge  me  dio  un  consejo:  “Si  podés  vos. 
después  del  ensayo andá al bar  de  la  esquina…  ahí se  ‐¿Y yo a cambio qué te doy?   
  junta Horacio con los otros muchachos”.   ‐Y bueno… por cada compás me pagás un Campari. 
   
 
  Por aquel año 2001 yo era un joven estudiante    Por  esos  años  el  estilo  de  Larumbe  había 
  de cine, más joven y más estudiante que ahora, y con  cambiado notablemente. Tal vez por su mano dolorida 
la excusa de filmar un documental sobre jazz me había  o tal vez por una decisión estética, sus improvisaciones 
  acercado  al  grupo  para  sacar  fotos  y  escuchar  música  eran  mucho  menos  barrocas,  pero  no  por  eso  menos 
gratuitamente. No era mal programa para los martes a  complejas.  Había  llegado  a  un  gran  poder  de  síntesis. 
  la mañana.  Al piano, seguía metiéndose en problemas que resolvía 
“‐¿Y, Larumbe? ¿Ya empezó a dejar los vicios?  con  soluciones  sutiles  y,  al  mismo  tiempo, 
  ‐Sí,  doctor  ‐le  dije‐  la  semana  pasada  no  jugué  a  la  sorprendentes. 
quiniela.”   
 
Y  ahí  nomás  Larumbe  aprovechaba  las  risas  de  todos    En la mesa del bar, de los bares, recordaba sus 
para  apurar  un  trago  o  prender  otro  cigarrillo.  Tenía  días en Suecia cuando, habiéndose separado del grupo 
 
 
Monoaural
 

  del  club  Grigg´s  para  pasar  al  Artist  Club,  se  nosotros  porque,  lamentablemente,  ha  perdido  a  su 
encaramaba  en  largas  jam  sessions  con  los  solistas  de  padre. 
  la banda de Duke Ellington.   ‐¡Qué  distraído!‐  agregó  Larumbe  desde  atrás  del 
  piano. 
 
  Después  de  seis  años  en  Europa  había   
  regresado a Buenos Aires con mucha experiencia y un  Y  anécdotas  como  éstas  fueron  perfilando  su 
Hammond.  Llegó  y  dijo:  “Soy  el  mejor  y  el  peor  personaje.  Porque  tenía  un  humor  ácido,  rápido,  y 
  organista de Argentina, porque soy el único”. Retomó  gustaba jugar con las palabras. Cuando improvisaba en 
el  trabajo  en  los  boliches  que  todavía  quedaban  y  de  el  piano  no  era  muy  distinto,  pero  de  a  poco  sus 
  día  ganaba  plata  como  sesionista  de  los  cantantes  historias fueron trascendiendo más que su música, por 
populares  del  momento,  desde  Sandro  y  Leonardo  una sencilla razón: no había música de Larumbe.  
  Favio  para  abajo.  También  musicalizaba  las  películas   
de  Isabel  Sarli:  se  juntaba  con  Armando  Bo  en  el    Más allá de la cantidad de horas grabadas por 
 
estudio de grabación y a partir de las descripciones del  él  como  sesionista  para  cantantes  de  moda,  al 
  director, Larumbe componía la música. “Esta escena te  momento de su muerte no había más que un disco de 
la van a cortar, Armando”. Pero Bo insistía y Larumbe  él tocando jazz al frente de una formación. El disco en 
  continuaba  con  el  trabajo.  Se  sorprendía  cuando  cuestión  fue  Carnaval  pero  lamentablemente  se  editó 
preguntaba  por  la  duración  de  la  escena.  “¿Tres  sólo en España y quedó descatalogado al poco tiempo. 
  minutos?  ¡Esto  no  puede  durar  más  de  20  segundos!”  Cuando le preguntaban la razón por la cual no grababa 
No es extraño que hasta un ciego supiera más de cine  discos solía quejarse de las condiciones que le ofrecían, 
  que  Bo.  Después  también  se  dedicó  a  musicalizar  o del dinero: “Decime cuánta plata hay y yo te digo el 
institucionales científicos.  proyecto”,  repetía.  Carnaval  lo  había  grabado  porque 
 
  era  sólo  una  tarde  de  trabajo,  porque  el  piano  era 
La década de 1980 fue su ápice como pianista.  bueno  y  porque  le  pagaban  bien.  Lejos  estaba 
 
Tenía un estilo muy reconocible, totalmente personal,  Larumbe  de  cualquier  idea  romántica  del  arte,  lo  cual 
  porque  no  copiaba  a  nadie.  En  una  época  donde  los  no  le  impedía (más  bien  todo  lo  contrario)  tomarse el 
músicos de jazz de Argentina se esmeraban por sonar  trabajo en serio y hacerlo de forma excelente. Porque 
  como sus ídolos norteamericanos, por sacar el sonido y  tocar el piano era un trabajo, y dicen que en los últimos 
los yeites con puntos y comas, Larumbe había creado  años no tenía piano en su casa, o lo tenía desafinado o 
  un  estilo  propio  y  en  esto se  adelantó  a la idea  de  los  vaya a saber uno qué, pero la cuestión es que cada vez 
músicos  actuales  del  jazz  local.  No  le  interesaba  que  había  un  show  iba  un  rato  antes  para 
  precisamente  tocar  “jazz  argentino”,  si  es  que  eso  desentumecer los dedos porque, en una de ésas, si no 
existe,  sino  tocar  como  Horacio  Larumbe.  De  hecho,  había  tenido  trabajo  en  los  últimos  quince  días,  se 
 
cuando Chick Corea vino a Buenos Aires y participó de  había  pasado  esos  quince  días  sin  tocar  una  tecla.  Él 
  una larga jam session con él, dijo: “Este es un pianista  mismo decía: “Yo toco cuando hay que tocar”, y nada 
distinto,  es  único”.  Aunque  a  Larumbe,  tan  ajeno  a  la  más. 
  vanidad, el elogio no le movió un pelo. Le gustaban Bill   
Evans, Oscar Peterson, Herbie Hancock, Keith Jarrett y    Al  final  de  su  vida  grabó  un  bello  disco  con 
  también  Chick  Corea,  pero  se  declaraba  fanático  María  Volonté:  Fuimos.  Pero  es  un  disco  de  tangos 
solamente  de  Horacio  Salgán.  Cuando  sabía  que  donde  Larumbe  más  bien  acompaña  a  la  cantante  y, 
  Salgán  estaba  entre  el  público,  Larumbe  andaba  más allá de los exquisitos arreglos, poco tiene que ver 
nervioso, parecía un chico.   con  el  pianista  que  improvisaba  jazz  hasta  la 
 
  madrugada. 
  Una  noche,  en  un  centro  cultural,  Larumbe   
esperaba  en  el  escenario  la  llegada  del  cantante.  En  Murió  en  septiembre  de  2003  y  los  diarios 
CINCUENTA Y UNO

  eso  apareció  el  organizador  y  tomando  el  micrófono  hablaron del “último bohemio” y todo eso. En los bares 


dijo:  se  comentó  su  muerte  y  todos  recordaron  anécdotas 
  ‐Damas  y  caballeros,  tenemos  que  anunciar  que  esta  más o menos verídicas. Después Melopea editó un CD 
noche  el  cantante  Fulano  de  Tal  no  podrá  estar  con  de Larumbe tocando el piano. Es el único ejemplo que 
 
CINCUENTA Y DOS

 
Monoaural
 

  puede  conseguirse  en  una  disquería  de  lo  que  era  que en París había conocido a Cortázar y un montón de 
Horacio en vivo improvisando jazz. Lástima que todos  cosas  más…  También  hablamos  de  Larumbe,  por 
 
los  temas  pertenezcan  al  mismo  show  y  que  lo  supuesto,  y  cuando  salimos  del  café  le  dije  que  lo 
  acompañe el Negro González, contrabajista que, como  acompañaba a tomarse el colectivo. Apenas doblamos 
su  nombre  lo  indica,  toca  con  trabajo.  No  hay  nada  la esquina vimos que el colectivo estaba en la parada, 
  editado de Larumbe al piano solo o tocando el órgano,  de  modo  que  pegamos  un  trote  para  que  no  lo 
ni  hay  forma  de  seguir  cronológicamente  los  cambios  perdiera.  Es  curioso  cómo  la  vida  (y  los  textos 
  de  su  estilo  a  no  ser  que  uno  se  tome  la  tarea  de  mediocres)  se  empeña  en  metáforas  cursis,  pero  la 
rastrear grabaciones inéditas.   última  imagen  que  tengo  de  Minichillo  es  la  de  un 
    señor que se sube a un colectivo que va para el lado del 
Una  noche,  tiempo  después  de  la  muerte  de  cementerio: meses después murió. 
 
Larumbe,  coincidí  en  un  café  de  Chacarita  con    Pero  antes  de  subirse,  mientras  trotábamos, 
Norberto Minichillo, quien había sido su mejor amigo.  medio agitado Norberto me dijo: 
 
Norberto  habló  de  todo;  me  contó  que  él  también  ‐Si  alguna  vez  hablás  de  Horacio  no  digas  que  era 
  había estado en Suecia y que allá era amigo de Harriet  ciego, ni que tenía humor ácido ni que era un bohemio. 
Andersson,  así  que  hablamos  de  Bergman  y  también  Tipos  así  hay  un  montón…  Decí  que  fue  uno  de  los 
  de Tarkovski… Y de Chopin y de Max Roach y me contó  músicos más grandes que tuvo este país. Decí eso. Lo 
que Atahualpa Yupanqui le había regalado un poema y  demás es pura sanata. Chau, llamame en la semana… 
    

  ŒŒŒ 
 

 
 

ÚLTIMA PÁGINA
 
Tadeys (fragmento)
 
¿Qué o quién era eso?, se preguntó Maker. “Un hombre en
  estado salvaje”, se dijo. No, pues el ser que había aparecido, cuyo
cuerpo era semejante al de un niño de trece años, tenía la cara
  (horrible, abominable casi de tan fea) completamente arrugada,
auroleada, para su propia –Maker– irrisión, de un círculo monjil
  de pelo albino. Sólo allí tenía pelo. Como si se depilara (absurdo),
ni uno solo más se veía en el resto del cuerpo. Pensó: “Un mono
  lampiño” y se sintió completamente estúpido: “Mono lampiño”
era una contradicción de términos, como “pelado con trenzas”,
  que a tantos les costó la vida (en la hoguera) porque se refería,
para ponerla en ridículo, a la Orden del Obispo.
 
Lamborghini, Osvaldo. Tadeys. Sudamericana,
  Buenos Aires, 2005. Pág. 187.

 
CRÉDITOS
Ilustración de los cuentos: Grupo Niños
 
(Pedro Mancini, Darío Fantacci y Santiago
Fredes)
 
ULTRAMUNDO nació del intento de tres
personas por comunicar:
 
"El delirio es la única forma de salvación" dijo
Lai Chu, porque somos dueños de nuestros
 
pasos, por más que nos digan lo contrario.
La paranoia mental trascripta a imágenes
 
impresas.
  Somos el universo que queremos ser: un niño en
la basura, un espécimen extraño en un lugar
  extraño con su hija extraña, somos un niño que GRACIAS HACEN LOS MONOS
quiere algo presido a una maquina de sueños
  mágicos.
Un intento de sobrepasar nuestro propio ser El mono Santiago desea agradecer a Pau y a Rafa, para no
para deshacernos en el medio de la tinta, del romper la cábala. A Carlos Garaycochea, que nos cedió no uno
  sino dos dibujos sin acordarse (creo) de que somos parientes
infinito.
políticos. A Diego Vecino, aunque sea peronista. Al Lic. Rómulo
  "La verdad", como símbolo de búsqueda,
Vizgarra (Q.E.P.D.). A Ricardo Strafacce, por pagarme el café. A
deificación sobre lo que uno cree. Emy, porque le usé la PC y la conexión a morir. Al odontólogo
La realidad que se asemeja a la fantasía. Barreda (no vaya a ser que nos cague a tiros de lo contrario).  
Los sueños se traducen y la vida pasajera es
eterna en el papel sonante. También agradecemos a la buena gente de Esperando a Godot,
 
http://www.gruponinios.com.ar que nos invitó a su programa radial, en el que nos dimos el gusto
de decir las más variadas barbaridades.

A los chicos del Grupo Niños, Pedro, Darío y Santiago, por su


invaluable aporte artístico a la revista y por la buena onda para
Diseño y diagramación participar. Y a Jackie, que nos dio una mano con la tapa.
Berduque/De Sabato
Impresión Y a todos los que nos preguntaron durante este tiempo: ¿Y los
Bien gracias monos…?
 
 

Vous aimerez peut-être aussi