para obtener aproximadamente 80 bizcochos ,según el grosor:
Miel 250 grs.
Manteca 120 grs. Azúcar 100 grs. Huevo 1 Yema 1 Harina 500 grs. Bicarbonato de sodio 1 cucharadita tamaño té. Canela 2 cucharaditas Clavo de olor molido, un cuarto de cucharadita. Nuez moscada rallada media cucharadita ó jengibre molido 1 cucharadita Ralladura de 1 limón y 1 naranja. Clara de huevo 1 Nueces o almendras peladas, cantidad necesaria.
Enmantecar y enharinar tres o cuatro placas para horno.
Fundir la miel con la manteca y el azúcar al baño de María. Mezclar y dejar entibiar. Dentro de un bowl profundo, cernir la harina con el bicarbonato y las especias. Integrar las ralladuras de frutas. Formar un hueco en el centro, verter la mezcla de miel, manteca y azúcar. Agregar el huevo y yema y mezclar bien. Unir los ingredientes tomándolos rápidamente para formar una masa de textura homogénea y tierna. Si fuera necesario agregar algo más de harina para que no se adhiera a los dedos de la mano. Aplanar ligeramente y envolver la masa en un lienzo. Dejar descansar a temperatura ambiente y en lugar fresco por lo menos 3 horas. Dividir la masa en 6 partes iguales. Estirar cada una con el palo para amasar sobre mesada apenas enharinada, hasta llegar a un grosor de 5 mm. Utilizar cortantes alusivos para las fiestas de diversos tamaños y formatos, redondos, triangulares, estrellas, corazones, arbolitos, etc. Distribuir sobre las placas preparadas, manteniendo distancia de medio cm. entre cada uno porque crecen durante la cocción. Barnizar la superficie con clara y decorar cada centro con un trozo de nuez o media almendra pelada. Algunas de ellos, pueden perforarse casi en un extremo con un cortante redondo muy pequeño de medio cm. de diámetro o utilizar la punta de una brochette. Precalentar el horno a temperatura caliente y cocinar alrededor de 6 a 7 minutos como máximo. Apenas hayan formado piso, es decir que resulten secas y cocidos en la base, retirar con la ayuda de una paleta. No deben dorarse. Distribuir sobre rejillas. Al comienzo quedan muy tiernos. Al enfriarse totalmente adquieren su textura semicrocante. De inmediato ingresar otra placa preparada en el horno con una nueva tanda de bizcochos y continuar sucesivamente el trabajo. Volver a llenar
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a12/p12 Tiempo de Navidad
las placas vacías sin necesidad de enmantecarlas y enharinarlas nuevamente,
horneando sucesivamente hasta terminar todo el trabajo. Una vez enfriados, pasar cintitas de colores por la perforación y terminarlas con nudo y moño, para colgar del arbolito. Para regalar preparar bizcochos de diferentes tamaños. Envolver en papel de celofán y ajustar con una fina cinta de color, rematando con un moño, en el caso que no estén perforados. envolver por grupos en bolsitas de papel de celofán, ajustar los extremos y conservar en envases de tapa hermética. Se mantienen frescos y perfumados por largo tiempo. Personalmente no los decoro con azucarado de colores, porque considero que son demasiado dulces. Además no soy amiga de colorantes artificiales. En todo caso optar por un baño de azucarado blanco o untar los extremos con un toque de chocolate cobertura y dejar enfriar totalmente.
Clifford, James - 1996. "Sobre La Autoridad Etnográfica". En: Carlos Reynoso (Comp.), El Surgimiento de La Antropología Postmoderna. Barcelona: Gedisa Editorial. Pp. 39-77