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13/01/1981
Esta respuesta muy simple, muy clara, muy bella, prepara otra dificultad.
Remite a la segunda objeción de Blyenberg. Supongamos, en el límite,
que renuncia a su insistencia respecto al problema de la naturaleza
entera, entonces llegamos a otro aspecto: un punto de vista particular, mi
punto de vista particular, es decir el punto de vista de una relación precisa
y fija. En efecto, lo que llamo YO, es un conjunto de relaciones precisas y
fijas que me constituyen. Desde ese punto de vista, y es únicamente un
punto de vista particular determinable - usted o yo-, yo puedo decir que
ahí hay composiciones y descomposiciones.
El primero esta en las cartas a Blyenberg (carta 23). Quiere mostrar que,
no solo hay un criterio para distinguir el vicio y la virtud, sino que ese
criterio se aplica en casos muy complicados en apariencia, y que aún más,
es un criterio de distinción, no solo para distinguir el vicio y la virtud, sino
que, si se comprende bien su criterio, se puede distinguir en los crímenes.
Leo ese texto:
El escolio lo dice:
Spinoza nos esta diciendo algo muy raro. Nos dice que llama
determinación de la acción a la asociación, el lazo que une la imagen de la
acción a una imagen de cosa. Esta es la determinación de la acción. La
determinación de la acción es la imagen de cosa a la cual la imagen del
acto esta ligada. Verdaderamente es una relación que él presenta como
siendo una relación de asociación: una sola y misma acción puede estar
asociada a cualquier imagen de cosa.
Continuemos con la cita de Spinoza: "y en consecuencia nosotros
podemos estar determinados a una misma y única acción, tanto por las
imágenes de cosas que concebimos confusamente como por las imágenes
de cosas que concebimos clara y distintamente. Así es claro que todo
deseo que nace de un sentimiento que es una acción no sería de ninguna
utilidad si los hombres pudieran ser conducidos por la razón.".
Es decir que todas las acciones que nosotros hacemos determinados por
las pasiones, podríamos hacerlas también determinados por la razón pura.
¿Qué diferencia hay entre esos dos casos? Sentimos lo que quiere decir
Spinoza y no quiere decir nada más. Volvamos al criterio del que estamos
seguros: que hay de malo cuando hago esto, que es una efectuación de
potencia de mi cuerpo y que, en ese sentido, es bueno. Hago esto,
simplemente doy un golpe sobre la cabeza. ¿Qué es lo malo?: que
descompongo una relación, a saber la cabeza de mi madre. La cabeza de
la madre, como todo, es una relación de movimiento y de reposo entre
partículas. Golpeando así sobre la cabeza de mi madre, destruyo la
relación constituyente de la cabeza: mi madre muere o bien se desvanece
bajo el golpe. En términos espinosistas, yo diría que en ese caso asocio mi
acción a la imagen de una cosa de la que la relación es directamente
descompuesta por esta acción. Asocio la imagen del acto a la imagen de
algo cuya relación constituyente es descompuesta por este acto.
En otros términos, hay dos tipos de acciones: las acciones en las que la
descomposición viene como por consecuencia y no en principio, porque el
principio es una composición -y eso solo vale desde mi punto de vista, por
que desde el punto de vista de la naturaleza todo es composición y por
esto Dios no conoce ni el mal ni lo malo-, e inversamente hay acciones
que directamente descomponen y solo implican composiciones
indirectamente. Este es el criterio de lo bueno y de lo malo y con ese
criterio hay que vivir.