Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
com
Dante Alighieri
Divina Comedia
INFIERNO
CANTO I
y de delante no se me apartaba,
mas de tal modo me cortaba el paso,
que muchas veces quise dar la vuelta. 36
CANTO II
CANTO III
CANTO IV
Vi a Pantasilea y a Camila, 12
y al rey Latino vi por la otra parte,
que se sentaba con su hija Lavinia. 126
CANTO V
CANTO VI
CANTO VII
CANTO VIII
CANTO IX
CANTO X
Y ya me reclamaba mi maestro;
y yo rogué al espíritu que rápido
me refiriese quién con él estaba. 117
CANTO XI
CANTO XII
CANTO XIII
CANTO XIV
CANTO XV
su reconocimiento a mi memoria;
e inclinando la mía hacia su cara
respondí: «¿Estáis aquí, señor Brunetto?» 3
CANTO XVI
CANTO XVII
CANTO XVIII
CANTO XIX
¡Oh Simón Mago! Oh mfseros secuaces
que las cosas de Dios, que de los buenos
esposas deben ser, como rapaces 3
CANTO XX
CANTO XXI
y al desaparecer el baratero,
volvió las garras a su camarada,
tal que con él se enzarzó sobre el foso. 138
CANTO XXIII
CANTO XXIV
CANTO XXV
CANTO XXVI
CANTO XXVII
CANTO XXVIII
si no me asegurase la conciencia,
esa amiga que al hombre fortifica
en la confianza de sentirse pura. 117
CANTO XXIX
CANTO XXX
CANTO XXXI
CANTO XXXII
CANTO XXXIII
CANTO XXXIV
y si desconcertado me vi entonces,
el vulgo es quien lo piensa, pues no entiende
cuál es el trago que pasado había. 93
PURGATORIO
CANTO I
Por surcar mejor agua alza las velas
ahora la navecilla de mi ingenio,
que un mar tan cruel detrás de sí abandona; 3
Él desapareció; y me levanté
sin hablar, acercándome a mi guía,
dirigiéndole entonces la mirada. 111
CANTO II
CANTO III
CANTO IV
CANTO V
CANTO VI
CANTO VII
CANTO VIII
CANTO IX
CANTO X
CANTO XI
CANTO XII
CANTO XIII
CANTO XIV
CANTO XV
y a él me dirigí y le pregunté:
«¿Qué ha querido decir el de Romaña. 4
con bienes que no admiten compañía?» 45
CANTO XVI
CANTO XVII
CANTO XVIII
CANTO XIX
CANTO XX
CANTO XXI
CANTO XXIII
CANTO XXIV
Ni hablar a andar, ni andar a aquel más lento
hacía, mas hablando a prisa íbamos
cual nao que empuja un viento favorable; 3
CANTO XXV
CANTO XXVII
¡Acuérdate, acuérdate! Y si yo
sobre Gerión a salvo te conduje, 2
¿ahora qué haría ya de Dios más cerca? 24
Y ya en el esplendor de la alborada,
que es tanto más preciado al peregrino,
cuando al regreso duerme menos lejos, 111
CANTO XXVIII
Deseoso de ver por dentro y fuera
la divina floresta espesa y viva,
que a los ojos ternplaba el día nuevo, 3
CANTO XXX
CANTO XXXI
CANTO XXXII
CANTO XXXIII
a mí me sucedió y, balbuceando,
dije: «Señora lo que necesito
vos sabéis, y qué es bueno para ello.» 30
PARAÍSO
CANTO I
CANTO II
CANTO III
Esencial es al bienaventurado
con el querer divino conformarse,
para que se hagan unos los quereres; 81
CANTO IV
CANTO V
CANTOVI
CANTO VII
y la naturaleza extraviada
de su creador, añadió a su persona,
sólo por obra de su amor eterno 3
CANTO VIII
CANTO IX
CANTO X
CANTO XI
CANTO XII
CANTO XIII
CANTO XIV
CANTO XV
CANTO XVI
CANTO XVII
CANTO XVIII
CANTO XIX
CANTO XX
CANTO XXI
CANTO XXII
CANTO XXIII
CANTO XXIV
CANTO XXV
CANTO XXVI
Y tú lo demostraste, al comenzar
el alto pregón que grita el arcano
de aquí allá abajo más que cualquier otro. 4
CANTO XXVII
CANTO XXVIII
CANTO XXIX
CANTO XXX
CANTO XXXI
En mí conserva tu magnificencia 8
y así mi alma, que por ti ha sanado,
te sea grata cuando deje el cuerpo.» 90
CANTO XXXII
CANTO XXXIII
En ti misericordia, en ti bondad,
en ti magnificencia, en ti se encuentra
todo cuanto hay de bueno en las criaturas. 21