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Sarpullido en la entrepierna
Conocido también como “sarna de ingle” es similar al pie de atleta:
un hongo que se desarrolla en un ambiente húmedo. Llevar suspensores atléticos limpios y secosty bañarse
regularmente, es lo más importante. También be oído hablar de una medida preventiva drástica: empapar el área con
vinagre, ya que el ácido crea una atmósfera en la cual el hongo no puede sobrevivir. Posiblemente este método sea efectivo,
pero yo no lo he probado.
Como medida preventiva, puede utilizar algunos de los polvos que se venden en farmacias y espolvorear un poco
cada lado de la ingle y a lo largo de la entrepierna, antes de correr y después de ducharse. Esto secará el área, evitará el
reblandecimiento y suavizará cualquier sarpullido que empiece.
El doctor suele recetar pomadas, o polvo para suprimirlo: siga sus instrucciones al pie de la letra. Mi coautor
recuerda una temporada de fútbol en el colegio en que descubrieron en los vestuarios a un compañero de equipo que tenía
este sarpullido. La sarna ocupó primero el perfil de ¡os suspenscres atléticos y luego se extendió lentamente hacía abajo.
por los muslos. y arriba por su abdomen hasta que ocupó un área —Shepherd jura que es cierto— de más de medio
metro. El jugador no tenía problema alguno en encontrar una ducha libre después de las prácticas, o un espacio en el
vestuario.
Para evitar el reblandecimiento de la zona, muchos hombres usan
polvos, y también llevan calzoncillos sin pierna o diminutos slips de nylon. Las mujeres, por otra parte, dejan sus
bragas de nylon por las de algodón, que absorben la humedad. Algunos pantalones para correr ya vienen con suspensores
incorporados. Todas estas prendas tienen que ser lavadas después de cada carrera.
Talán (dolor en el)
Generalmente se padece cuando se corre sobre superficie dura con zapatos de suela delgada, o sobre rocas
pequeñas y guijarros, e igualmente si corre sobre la parte posterior de los talones y con demasiada dureza. Una magulladura
de talán, necesita sencillamente unos cuantos días sin correr para curarse. Acolchamiento debajo de los talones le ayudará a
volver a correr más pronto.
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Las protuberancias o espolones” en el talón son más dolorosas y pueden durar más tiempo. Son causadas por
presión y fricción sobre la parte superior del hueso del taJón. Los movimientos irregulares del hueso del taJón. debido a que
los pies tienen la estructura débil, músculos poco flexibles, inclinación en la superficie de correr• o zapatos desgastados.
provocan irritación de los tejidos (plantar .fascia) que se extienden en forma de abanico desde los dedos del pie hasta el
talán. Las bolsas (sacos llenos de fluido protector) se inflaman, y la combinación de bursitis y depósitos de calcio da como
resultado esta protuberancia en el talón, que se localiza entre la piel y el tendón, o el tendón y el hueso. y aparece en la parte
posterior del talón. allí donde se hallan el hueso del talán y el tendón de Aquiles, o en el fondo del talón. El dolor se debe
realmente a la plantar fascia inflaMada.
Las inyecciones de cortisona dan un alivio temporal, pero a veces es necesaria la cirugia para extirpar eJ hueso
sobrante o la bolsa irritada. Este es el último recurso, pero una protuberancia en el talon es muy peligrosa. ya que puede
causar una rotura del tendón de Aquiles.
La molestia de esta protuberancia puede aliviane recortando la parte posterior del zapato. substituyéndola por
elástico blando. Debajo del pie, el problema se puede aliviar colocando una tira de unos dos centímetros de algodón debajo
del talán, y recodando un agujero alrededor del área de la protuberancia para reducir la presión.
El doctor Sheehan recomienda lo siguiente:
Llevar zapatos bien acolchados, con un buen contrafuerte, tacón alto y eje sólido.
Use inserciones a medida para eliminar la gcJón rodante sobre el tajón y pie. A veces basta con añadir una copa de
taJón para estabiizarlo.
Haga regularmente ejercicios de elasticidad para los músculos de la pantorrilla y ¡a corva.
Corra sobre el césped u otra superficie blanda; apártese de los ejercicios de velocidad y de colinas.
Aplicar calor al talón antes de correr, y hielo después.
La recuperación necesita tiempo. No es prudente volver a correr en seguida o a un duro entrenamiento después de
esta lesión.
Tobillo (dislocación)
Las dislocaciones de tobillo son provocadas por desequilibrio estructural. calzado inadecuado, terreno accidentado
y mala adecuación.
La típica dislocación de tobillo se produce cuando una persona sedentaria, con peso excesivo, corre con zapatos oe
tenis. También la sufre el corredor con exceso de peso, al poner gran tensión en los tobillos, y el corredor principiante al
tener los tobillos débiles, que se inflaman y duelen. La doctora-corredora californiana Joan UIIyot denomina a esto
“pseudodislocación del principiante”, ya que no es motivado por pisar un hoyo o torcer el tobillo, sino por
músculos con soporte débil. Los tobillos de las mujeres se debilitan aún más por llevar zapatos con tacones altos,
puntiagudos, que acortan el tendón de Aquiles y la corva.
Los hombres y mujeres que empiezan a correr deberian llevar zapatos bien acolchados y trabajar los músculos y
tendones de sus tobillos. Necesitan un fortalecimiento gradual que se puede conseguir con ejercicios tales como la
circunducción de los tobillos (girar lentamente el píe trazando un círculo) o andar sobre ¡os lados externos del pie. La
natación también fortalece ¡os tobillos. Aunque la dislocación de tobillo es rara entre los corredores veteranos, cuando la
sufren puede haber rotura de los tendones.
Una vez sufrido el daño, aplicar inmediatamente hielo a fin de reducir la hinchazón. El tobillo debe ser recubierto
con vendas o una tobillera. y ponerlo en posición elevada. Las tobilleras elásticas deben llevarse hasta que cede la
hinchazón. Más tarde, el tratamiento con ultrasonidos y los baños calientes ayudarán a eliminar los restos del área dañada. A
continuación pueden hacerse ejercicios hgeros, pero, si el tobillo duele y está hinchado, déjelo y no lo fuerce.
Cuidado con los doctores propensos a las inyecciones y a la escayola Las inyecciones de cortisona ofrecen un
alivio temporal, pero con exceso pueden estropear la articulación y provocar ruptura de tendán. Según el doctor Murray
Weisenfelci, no debería darse más de una inyección cada dos meses. Otros doctores creen que la mejor manera de evitar que
los
corredores reincidan —aunque prometan portarse bien— es escayolándoles. En realidad, esto no es necesario.
Varices
Las venas de las piernas devuelven sangre desoxigenada al corazón. Para que estos conductos lleven la sangre
hacia arriba, contra la fuerza de la gravedad. se necesita una serie de válvulas que impiden el retroceso de la sangre. En las
personas que estan de pie o sentadas mucho tiempo. las venas de las piernas tienden a desgastarse y, con el tiempo. la
elevada presión que tienen que soportar vence la elasticidad de las paredes de las venas y válvulas. Así. las venas se dilatan
y se convieflen en avenas varicosas”. La tendencia a desarrollar venas varicosas es en gran parte
—pero no excktsivametfle— hereditaria.
El doctor Colin James Alexander lanzaba una hipótesis en The Lan-cet. en 1 972. diciendo que la costumbre del
hombre occidental a sentarse en sillas podía ser la principal causa de venas varicosas. la gente primitiva. srn sillas,
raramente sufría esta afección. La silla provoca una ele-vada y constante presión sobre las paredes de las venas. En cambio,
las mecedoras facilitan la circulación. La vida sedentaria. por tanto. aumenta la dilatación de las venas que normalmente se
produce con la edad. y éstas se vuelven mas sensibles a otros factores. como estar de pie. el embarazo y las prendas de vestir
ajustadas.
Los estudios médicos señalan que las personas con venas varicosas sufren menos molestias si siguen un programa
de acondicionamiento para la resistencia, como el correr. El correr no hará desaparecer las venas varicosas. pero aumentará
la fortaleza de las estructuras de soporte alrededor de las venas y ayudará al retorno de la sangre venosa desde las piernas al
corazon.
En realidad, las venas varicosas pueden hacerse más prominentes a medida que uno corre, pero esto no significa
agravar el estado.
Las venas varicosas superficiales son más un problema estético que médico. Una operación quirúrgica para partir
las venas mejorará el as-pedo de las piernas. pero no ayudará a mejorar la circulación. De todos modos. a veces es necesaria
la cirugía si las condiciones se hacen demasiado dolorosas.
Los corredores con tendencia a las varices deberían sentarse con los pies elevados. llevar medias totalmente
elásticas para ayudar a la circula-ción. y evitar calzoncillos y calcetines con los bordes apretados.
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La máquina corazón-pulmón
¿Qué le ocurre al cuerpo cuando uno corre? En el centro del pecho
—de hecho en el centro de la vida— está el corazón. Es un músculo extraordinario del tamaño casi del puño, que
pesa de 220 a 285 gramos, y en reposo late un promedio de 70 a 80 veces por minuto, o sea unas 4200 veces por hora,
100.000 veces al día, más de 36 millones de veces al año.
El corazón está compuesto de tejido muscular distinto a cualquier otro tejido del cuerpo; es también una de las
mejores estructuras musculares de nuestro cuerpo, que mejora fácilmente su condición silo ejercitamos de forma adecuada.
Este músculo bombea toda la sangre del cuerpo a través del sistema vascular en menos de un minuto; durante el ejercicio, la
sangre puede viajar por las arterias a velocidades de 60 kilómetros por hora.
Los glóbulos rojos de la sangre llevan oxigeno a los músculos del cuerpo, y devuelven los desperdicios —dióxido
de carbono— a los pulmones, para que estos los expulsen. El ejercicio aumenta y enriquece este intercambio.
A cada lado del corazón están los pulmones. Estos órganos son ligeros, porosos y esponjosos en su textura, y
altamente elásticos. Dentro de los pulmones hay microscópicas bolsas de aire llamadas alvéolos. Los pulmones contienen
millones de ellos, diminutos y parecidos a pelotas. Aquí, la sangre es oxigenada. Cada diminuto alvéolo está cubierto con
una membrana del grueso de un glóbulo. Cuando se respira aire dentro de los pulmones, moléculas de oxigeno pasan a
través de la delgada membrana del alvéolo (con sus bronquios y bronquilos) para juntarlas a la hemoglobina de los glóbulos
rojos de la sangre. La membrana es tan pequeña que cada glóbulo rojo de la sangre debe alinearse y pasar a través de ella en
fila dc a uno, para tomar oxígeno y desprender dióxido de carbono, agua y otros desperdicios.
La máquina corazón-pulmón
Estos órganos —el corazón y los pulmones— nutren el cuerpo, le dan fuerza y le ayudan a eliminar algunos de sus
desperdicios. Durante un bajo nivel de actividad, el corazón y los pulmones mantienen un ritmo firme: de 70 a 80 latidos, de
¡ 5 a 1 8 inhalaciones por minuto. Los pulmones absorben de 200 a 350 mililitros de oxígeno con cada inspiración.
Durante el calentamiento antes de correr, el ritmo del corazón aumenta. pues los músculos empiezan a exigir más
sangre oxigenada. El corazón empieza a bombear más duro. Es una doble bomba, formada por capas de músculos circulares
y espirales que se contraen, impulsando la sangre fuera de sus cámaras (sístole), y se relajan, dejando que entre la sangre
(diástole). A medida que se contrae, expeliendo sangre, el corazón se acorta, se encoge y se retuerce.
En el músculo hay cuatro Calflaras: dos en la parte superior, llamadas aurículas y dos en la parte inferior, llamadas
ventrículos. Cada aurícula está separada del ventrículo por una válvula; la aurícula y el ventrículo derechos están separados
de los izquierdos por una pared muscular. Cada aurícula es una cámara depósito, cada ventrículo una bomba.
La sangre de los músculos, con bajo contenido de oxigeno y color rojo oscuro, regresa al corazón por las venas;
fluye desde la aurícula derecha al ventrículo derecho, que la bombea a las arterias pulmonares derecha e izquierda. y a
través de los bronquios y bronquiolos. En los pulmones. el cambio de dióxido de carbono por oxigeno, a través de los
glóbulos rojos, hace que la sangre recupere ese color rojo brillante. Vuelve a fluir hacia el corazón a través de las venas
pulmonares, hacia la auricula izquierda. que la retiene y la pasa al ventrículo izquierdo. Esta bomba impulsa la sangre
oxigenada a la aorta, la mayor arteria del cuerpo, que se ramitica y divide y llega a todas las partes del cuerpo. Con cada
contracción, o latido, el corazón vuelve a recibir un 5 96 de la sangre qu acaba de expulsar por las arterias coronarias. Sin
oxígeno, el músculo del corazón no puede funcionar.
La sangre brota de la aorta a las arterias que ¡a conducen por todo el cuerpo, luego a las arteriolas y a los vasos más
pequeños, los capilares, que llevan sangre a las células. Aquí, el oxígeno y otros productos químicos son entregados a
cambio de los desperdicios. La sangre empieza su viaje de retorno por los capilares, a las vénulas y a las venas.
Mientras efectúa los ejercicios de calentamiento y calisténicos, el corazón ¡mpulsa sangre por las arterias para
satisfacer las nuevas demandas de los músculos. Con este mayor flujo de sangre en los tejidos, al empezar a correr hay una
correspondiente necesidad de entrega y uso de oxígeno pot los tejidos del cuerpo. Las arterias grandes. como siempre. se
dilatan y contraen al ritmo de los latidos del corazón y van empujando a la sangre. Las arterias más pequeñas se abren más
para que fluya más sangre adicional a los músculos activos. En realidad, la sangre se aclara para poder fluir mejor. Por esto
es importante el calentamiento: permite que empiece la minada de funciones del cuerpo. para que la sangre pueda aumentar
su flujo hacia los músculos.
El proceso metabólico de todo el cuerpo queda estimulado. El sistema cardiovascular alcanza cada célula distante,
y éstas responden a las cxi-gencias que el correr les reclama. Los riñones se activan para expulsar los desperdicios
bioquímicos del trabajo muscular. El sistema de enzimas del hígado trabaja más para purificar la sangre y substituir los
enzimas perdidos al correr. Otros órganos empiezan a producir nuevos glóbulos blancos. El flujo de sangre hacia el
estómago e intestinos disminuye (una de las razones para no comer antes de hacer ejercicio), mientras que el flujo hacia la
piel y los músculos aumenta considerablemente. El cerebro, los pulmones y el corazón resultan enriquecidos y nutridos.
A medida que la carrera se hace más vigorosa, el corazón se contrae y despide sangre, aumentando la presión
sanguínea (presión sistólica). El corazón incrementa el volumen de su ritmo, aumentando la presión sobre las paredes de la
aorta y las mismas arterías.
Si uno está en buenas condiciones, la presión sistólica subirá durante la carrera, luego se nivelará y puede bajar un
poco. Correr continuamente largas distancias puede producir un segundo aumento gradual. En las personas con buenas
condiciones fisicas. la presión diastólica durante la fase de relajación de un latido del corazón casi no cambia, o disminuye
ligeramente, durante el ejercicio~ pero en las que no están en condiciones, sube.
En algunos casos, los ejercicios de levantamiento de pesas puede esforzar peligrosamente los vasos sanguíneos y el
sistema cardiovascular. debido al súbito aumento y descenso de la presión sanguínea. El ejercicio gradual de resistencia
permite que las arterias y ¡os capilares se abran para una mejor circulación. lo cual produce una disminución de su resis-
tencia y el corazón no debe trabajar tan duro para llevar sangre a aquellos exigentes músculos. Además, el entrenamiento de
resistencia aumenta el número de capilares en el corazón y los músculos del esqueleto, los cuales proporcionan más oxigeno
al corazón y a los músculos y ayudan a eliminar de modo más eficaz los productos de desperdicio. También hay pruebas de
que los ejercicios de resistencia, como el correr, hacen bajar la presión sanguínea en las personas hipertensas. La
disminución de la preSión sanguínea reduce las necesidades de oxígeno del corazon.
El ejercicio, además de aumentar la tasa de oxígeno utilizado por las células, también aumenta la de dióxido de
carbono. Los cambios en la respiración son esenciales para que aumente el suministro de oxígeno y el dióxido de carbono
sea rápidamente expulsado. Este intercambio depende de la tasa y profundidad de la respiración, la eficacia de la ventilación
de los pulmones y el estado de la sangre y el sistema circulatorio.
Mientras se está corriendo, el cerebro recibe estimulos en demanda de más oxígeno para los músculos. Entonces
envía impulsos nerviosos a los músculos del pecho para que aumenten la tasa y profundidad de la respiración. Su
respiración aumenta de 1 8 hasta quizá 50 respiraciones por minuto. El volumen de aire salta de una capacidad del 10%
hasta el 5%. La toma de oxigeno se eleva hasta unas 20 veces. Con el aumento del volumen respiratorio, la ventilación de
los pulmones —el intercambio entre los alvéolos y la corriente sanguínea— también aumenta.
En una sola respiración, el corredor medio, entrenado, puede inspirar un litro completo de aire más que la persona
no entrenada. La máxima capacidad respiratoria por minuto puede alcanzar de 40 a 50 lítros más que en una persona no
entrenada. Los pulmones se han hecho más fuertes, capaces de mover aire, hacia dentro y hacia afuera, a un ritmo más
rápido. La sangre lleva más oxígeno.
El entrenamiento también aumenta la eficiencia del corazon. Una persona en condiciones puede tener una tasa de
20 latidos por minuto
—descansando— mas lenta que una persona no acondicionada. Esto significa que puede ahorrar hasta 1 0.000
latidos durante una sola noche de sueño. Incluso al correr• el corazón bombea sangre y oxígeno a una tasa mucho más lenta
que el corazón no acondicionado. que puede latir peligrosamente de prisa.
Algunos estudios han demostrado que correr también aumenta el númeró y tamaño de los vasos sanguíneos que
proporcionan sangre a las células. Las arterías se hacen más elásticas, más capaces de dílatarse y contraersc. “The New
England Journal of Medicine” informó de la autopsia practicada a Clarence De Mar, de setenta años. quien casi durante toda
su vida adulta corrió el maratón de Boston cada año. Sus arterias coronarias estaban tan dilatadas que no podrían haber sido
nunca cerradas por la arterioesclerosis.
La clave de la resistencia es el oxigeno. El cuerpo Jo necesita para la energía, y no lo puede almacenar. Los
pulmones tienen que aportarlo y el cuerpo debe entregarlo a los órganos o tejidos que lo exigen. El corazón de un corredor,
al aumentar de tamaño y de fuerza, bombeacasi el doble de sangre que el de una persona no entrenada. Además, 1 a
mioglobina
—pigmento del músculo que absorbe el oxígeno— tiene una mayor absorcion. LOS ejercicios elevan el nivel de
mioglobina al doble de los niveles normales, lo cual significa que los músculos son más capaces de extraer oxigeno de la
sangre, y también aumenta la cantidad de oxígeno en ¡os tejidos. retrasando la aparición del ácido láctico, que causa fatiga.
Al aminorar la marcha y realizar los ejercicios dc relajación. se pro-ducen otros cambios fisiológicos. El ritmo y
profundidad de la respiración vuelve a la normalidad. así corno los latidos del corazon y el volutiten de impulsión. A medida
que uno está más preparado, este proceso necesita menos tiempo. Un naro brusco de todo ejercicio después de correr puede
ser peligroso, ya que la sangre atrapada en las extremidades puede formar “charco” allí. Los músculos necesitan un período
de relajación para que el sistema circulatorio vuelva a la normalidad.
Algunos de los beneficios de un ejercicio largo. lento, para la mi-quina corazón-pulmón están bien documentados y
no admiten controvcr sia. Trotar tres veces por semana, durante 20 minutos a nivel aeróbico, puede reducir la tasa de latidos
del corazón en reposo en un promedio de ¡ latido por semana de correr. basta 15 semanas. Las tasas de recuperación
posejercicio deberían mejorar casi al mismo ritmo. El rendimiento cardíaco y el volumen de impulsión también
aument.aráxt es decir, el ventrículo producirá una contracción más potente. Entonces el resultado son menos latidos, pero
más fuertes. Las personas hipertensas han mostrado una tendencia hacia una presión sanguínea más normal después de
correr, como mínimo, tres veces por semana, durante un período de 1 5 semnas. Correr largas distancias, despacio, aumenta
también la entrega de oxígeno al cerebro, hígado, riñones, piel, y también a los órganos genitales.
Aquí empieza la controversia. Hay una acalorada discusión acerca de si correr tonifíca el sistema cardiovascular y
muscular y mejora la calidad de la vida o no. o si en realidad evita la muerte por ataque al corazon. Las enfermedades
cardiovasculares son la mayor causa de mortandad en hombres mayores de treinta y cinco años. Los ataques cardíacos
tienen el número uno. la angina de pecho el número tres. y otras enfermedades de los vasos sanguíneos el número cuatro (el
cáncer tiene el número das). Las enfermedades cardiacas matan a una de cada diez personas que mueren antes de ¡os treinta
y cinco años, y a una de cada tres mayores de treinta y cinco.
La cuestión es saber si el ejercicio vigoroso, como el correr, reduce la incidencia o gravedad del ataque cardíaco o
no. Hay pocos casos de enfermedad cardíaca coronaria en que no se pueda hacer nada. Podemos controlar nuestras dietas
para que tengan bajo contenido en grasas, perder peso, evitar esfuerzos, no fumar, y hacer ejercicio.
Pero hay varios beneficios, de los cuales la ciencia médica esta segura. Como ya hemos dicho, el ejercicio vigoroso
puede mejorar la eficiencia cardiovascular, bajar la presión sanguínea y modificar la química de la sangre. También puede
rebajar los triglicéridos del suero, y mejorar la proporción de lipoproteinas de alta densidad con las de baja densidad.
La sangre contiene dos grasas esenciales para la Vida: colesterol y tríglicéridos. El colesterol es una parte natural
del cuerpo, es sintetizado en cl hígado y en casi todo tejido y órgano, componente indispensable de la estructura celular.
Pero hay una marcada diferencia entre el colesterol que produce el cuerpo y el ingerido con las comidas.
Cuando en la sangre hay demasiado lípido (colesterol / triglicéridoX existe una condición, llamada hiperlipidemia,
en que se forman depósitos en las paredes interiores de las arterias. Esto reduce su diámetro y produce la arterioesclerosis.
Se cree que otros depósitos grasos sobre las
paredes arteriales pueden causar la formación de un trombo, que también bloquearía la arteria. El ejercicio puede
evitar la formación de un trombo. o ayudar a disolver uno, ya que el ejercicio aumenta el tiempo de coaguladón de la sangre.
De todos modos, recientes investigaciones sugieren que la cantidad de colesterol en la sangre no es tan importante
como ¡a proporción de ¡ipoproteinas de alta densidad con las de baja densidad. compuestos de proteínas que transportan el
colesterol en la corriente sanguínea. Las Iipoproteinas de baja densidad (LBD) llevan colesterol en su núcleo y son el princi-
pal modo de transportarlo a nuestros tejidos, en donde pueden formar una placa arterioesclerótica. Esta placa de grasas y
otras materias taponan nuestras arterias y limitan u obstruyen del todo el flujo de la sangre. Las Iipoproteinas de alta
densidad (LAD). por otra parte. eliminan el colesterol de los tejidos y lo devuelven al hígado para ser eliminado. Todavía no
se ha establecido como un hecho científico, pero se cree que las LAD eliminan el colesterol de ¡as paredes de las arterias y
evitan que se deposite allí. frustrando así el proceso arterioesclerótico.
Investigaciones realizadas en California y en Escocia sugieren que las LAD pueden proteger contra los ataques
cardíacos interfiriendo la toma de LBD por las células y deteniendo esta acumulación de depósitos grasos que causa el
endurecimiento de las arterias y ataques cardíacos. En opinión del doctor William P. Castellia. del National Heart. Lung aM
Blood lnstitute, cuanto más alto sea el nivel de colesterol en las LAR mejor parece estar la persona. Otros estudios señalan
que las personas que son altamente inmunes a los ataques cardíacos tienen alto nível de LAD en su sangre, y bajos niveles
de LBD.
Ademas. los doctores saben que las LBD pueden ser rebajadas reduciendo la toma de colesterol y grasas en ¡a
dieta, o con medicamentos. Algunas evidencias muestran que ¡as LAD pueden elevarse con medicamentos o dictas ricas en
pescado y bajas en colesterol. Ulteriores estudios indican que e! ejercicio vigoroso eleva las Iipoproteínas de alta densidad.
rebajando las de baja densidad.
El programa de prevención de enfermedades cardíacas Stamford estudió a cuarenta y un hombres que corrían 22
kilómetros o más a la semana. y a un grupo similar de no corredores. Los corredores tenían la mitad de los níveles de
triglicéridos que los no-corredores. y algo menos colesterol. Pero. más importante aún. la sangre de ¡os corredores contenía
la miÉad más de LAD que la de ¡os no corredores. Algunos corredores de sesenta y seis años tenían niveles de LAD
comparables a ¡os de una muchacha de dieciséis años, que es el grupo más inmune. En realidad. las mujeres generalmente
tienen niveles más elevados de LAD que ¡os hom bres. lo cual puede’explicar la más baja incidencia de enfermedades car-
díacas entre ellas.
Los estudios muestran también que el ejercicio regular rebaja y estabiliza el peso. El doctor Grant Gwimp, de la
universidad de Irvine, puso a once mujeres obesas a un régimen de paseo vigoroso durante un año. No se comprobó ninguna
pérdida de peso hasta que las mujeres pudieron andar 30 minutos al día o más. Luego, durante e! resto del año, todas
perdieron entre 4.500 y 18 kilos.
La mayoría de nosotros aumentamos de peso cuando dejamos de hacer ejercicio regular, al abandonar la escuela.
Pocos programas escolares desarrollan ejercicios que se prosigan durante la vida de adulto; ni siquiera jugar al tenis una vez
a la semana puede considerarse adecuado. Por consiguiente, la mayoría de nosotros observamos el primer pliegue de grasa
al aproximarnos a ¡os treinta años, en que 450 gramos de grasa equivalen a 3.500 calorías almacenadas. Si pesa usted 9
kilos de más, esto supone que ha comido y almacenado 70.000 calorías en grasa. Si hubiese andado 20 minutos al día
durante 5 años, probablemente no habría aumentado ese inútil y peligroso peso.
Al correr, se queman hasta 1 00 calorías cada ¡ .500 metros. Además, los corredores regulares afirman que su peso
desciende hasta un nivel fijo, y que los ejercicios regulares rebajan el apetito. Es decir, los ejercicios, en vez de aumentar su
demanda de alimento, la estabilizan.
El ejercicio regular también puede ayudar a los fumadores a dejar el tabaco. Si todavia fuma usted, y prueba a
correr, los siguientes párrafos pueden salvarle, literalmente. la vida.
El fumar ha sido relacionado con el cáncer, la malnutrición. úlceras. aumento de la frecuencia cardíaca en reposo,
elevada presión sanguínea y enfermedades coronarias. Para empezar, el tabaco, o su humo, contiene nicotina. Si se cogiera
la nicotina de un cigarrillo de tipo medio y se inyectara en las venas, podría causar la muerte. Al ser inhalado, el veneno se
filtra en pequeñas cantidades, lo cual no las hace inmediatamente fatalcs.
El humo del tabaco contiene de 500 a 600 venenos conocidos, entre ellos monóxido de carbono, cianuro hidrógeno
(un veneno de enzima respiratoria), piridina, fenoles (conocidos agentes portadores de cáncer). aldehídos que irritan los
pulmones. acroleina (usada en la primera guerra mundial como gas) y siete conocidos hidrocarbonos policíclicos, que tam-
bién se sabe que causan cáncer. Este humo, y sus venenos, es absorbido por los labios y pasa a la cavidad bucal, garganta,
conductos nasales y esófago, y es atraído profundamente al interior de los pulmones. La nicotina, si se traga. causa irritación
en el estómago e intestinos. Masque
tabaco, y los labios y boca quedan envenenados; fume una pipa, y los alquitranes de la boquilla pasan al interior de
la boca y garganta.
El sistema nervioso, alarmado, trata de combatir estos venenos, fluye la saiiva, se aceleran los latidos del corazón,
aumenta la presión sanguínea, los vasos sanguíneos periféricos se contraen y la piel siente un ligero escalofrío, debido a la
contracción de las venas. Las pruebas de laboratorio muestran que a veces incluso la sangre deja realmente de fluk en
lugares tales como el pliegue de la uña... Los dedos pueden morir un poco con cada cigarrillo.
La contracción de las venas produce una sensación de “lentitud”. La circulación más lenta lleva a la creencia de
que los cigarrillos “calman los nervios”. En realidad, el cuerpo está pasando por una tensión terrible. Los estudios realizados
por primera vez en 1 909 demuestran que un cigarrillo aumenta el ritmo del corazón en 20 latidos por minuto. Este estado
persiste durante unos 25 minutos después de haber dejado de fumar —casi la duración del tiempo entre cigarrillo y cigarrillo
—. También aumenta la presión sanguínea; no obstante. las venas se han contraído y el corazón se ve obligado a bombear
con más fuerza para impulsar la sangre a través de las venas.
Además. los diminutos sacos de aire —los alvéolos—, tan vitales para el cambio de oxígeno y dióxido de carbono,
sufren una amplia destrucción al inhalar humo. Al mismo tiempo. los pequeños vasos sanguíneos que entregan sangre a los
pulmones para su oxigenación, se reducen. El cora-zón sc ve obligado a latir aún más fuerte para llevar sangre a los pulmo-
nes, en donde absorbe oxigeno de bolsas de aire dañadas. Entonces, el humo que hay en ¡os pulmones se añade a la carga
del corazón, pues el oxígeno que entra en la corriente sanguínea contiene alquitranes. nico-tina, componentes del humo,
monóxido de carbono.
El corazón se esfuerza intentando impulsar la sangre a través de Las venas contraídas. la propia sangre contiene
contaminantes en vez del oxígeno vitalmente necesitado. Si las arterias están parcialmente bloqueadas por depósitos de
colesterol, entonces se producen más molestias. Al menos ahora puede comprender algunas de las razones que hay en el
hecho de que si fuina (y no hace ejercicio), sus posibilidades de sufrir un ataque cardíaco son el doble de las del corredor
que no fuma.
Fumar provoca muchos otros problemas. tanto a fumadores como a no fumadores. Por ejemplo. un informe médico
de Inglaterra indica que los hijos de los fumadores tienen de dos a tres veces más pulmonias y bronquitis que los hijos de los
no fumadores. En ¡975, el periódico médico “Lancet’ informó que. después de que fumadores y no fumadores pasaran
juntos una hora en una habitación cerrada, los no fumadores acabaron con más nicotina en sus pulmones que los fumadores.
Sus pulmones más sanos, y la mayor capacidad de toma de oxigeno, hizo que absorbieran mayor cantidad de nicotina.
Como los corredores no fumadores, los recién nacidos tienen pulmones particularmente receptivos a la nicotina en
el aire. Un padre fumador ha expuesto a su hijo a 60.000 horas de “fumar pasivo” al llegar al vigésimo aniversario del hijo.
Un corredor de fondo, con padres fumadores. dice el doctor Thomas Bassler. pierde 6 minutos de su tiempo potencial de
maratón por cada uno de los 6 primeros meses de su vida pasados en interiores con humo de cigarrillos. Incluso hay una
notable diferencia entre los corredores nacidos de padres fumadores en los meses de primavera y verano: tienen una mejor
disposición, ya que —de niños— estaban más a menudo en el exterior y lejos de la atmósfera contaminada de la casa.
Si usted no fuina, hace ejercicio con regularidad (y aeróbicamente), y disfruta de todos los beneficios que hemos
tratado, ¿cuáles son sus posibilidades de sufrir un ataque coronario y sobrevivir? Uno de los más conocidos entusiastas del
correr es el doctor Thomas Bassler. quien ha despertado a la profesión médica diciendo: “El hecho es que ningún corredor
de maratón ha muerto nunca de enfermedad arterial coronaria (arterioesclcrosisX incluyendo pacientes cardiacos”. El doctor
Bassler arguye que los que se entrenan, y completan por lo menos un maratón, han “comprado” siete años de inmunidad
para enfermedades coronarias. Pero también señala que ¡os corredores de maratón que cayeron muertos por ataque cardíaco
fue provocado, entre otras cosas, por un ataque de calor, y que los hay que han tenido ataques de corazón y arterioesclerosis
no fatales. Como indican los ejemplos del doctor Bassler, no hay pruebas concluyentes de que el ejercicio proteja. Y el
resumen de la investigación contiene bien documentadas contradicciones.
Uno de ¡os estudios más completos acerca de la enfermedad cardiovascular y el ejercicio se publicó en Circulation”
en abril de ¡970. Este estudio abarcó a 12.770 hombres, comprendidos entre los cuarenta y los cincuenta y nueve años, de
Estados Unidos. Japón y Europa Occidental. Una revisión de este estudio en 197!. por el National Heart and Lung Institute.
informó que no había diferencia en el riesgo de enfermedad coronaria entre los sedentarios y ¡os activos en esta categoría.
“Si la inactividad física es en realidad un factor de riesgo —concluyó el cuerpo de trabajo—. su magnitud es mucho más
pequeña que la de la hipertension. fumar, o un alto índice de colesterol.”
Un estudio de cinco años, con dos grupos en el este y el oeste de Rnlandia con elevados niveles de actividad y
también elevado índice de
colesterol en la sangre, halló que entre los activos el nivel de riesgo coronario era el mismo que entre los
sedentarios.
Pero antes de que se deje usted caer en la butaca y arroje sus zapatos para correr, quizá ¡e interese otra
investigación. En ¡953. el doctor J. N. Morris. del consejo de investigación médica del London Hospital, dio cuenta de que
los conductores de autobús de Londres. que están sentados todo el día, padecen 1.5 veces más enfermedades del corazón, y
el doble de fallecimientos por coronaria, que los cobradores, que suben y bajan continuamente las escalerillas de los
autobuses de dos pisos. En ¡956. sin embargo, el doctor Morris publicó un trabajo titülado La epidemiología de los
uniformes. Al examinar los datos de los uniformes entregados a estos conductores y cobradores de Londres. descubrió que
¡os conducto-res utilizaban uniformes mayores que los cobradores. El hecho de que los conductores fuesen más gordos. no
más inactivos, pudo ser la causa del número más elevado de ataques coronarios: o bien que los hombres más delgados y
menos propensos a ¡os ataques coronarios tal vez prefirieran el trabajo más activo de cobrador.
Un apoyo más concluyente en favor del ejercicio se encuentra entre los trabajadores de los kibutz de Israel, que
fueron estudiados por el doctor Daniel Brunner. del hospital gubernamental de Jaffa. Señaló que si bien el sistema de vida.
la dieta. el esfuerzo y otros factores de estos trabajadores parecían idénticos. los trabajadores sedentarios padecían de 2,5 a 4
veces más enfermedades cardíacas que los trabajadores más activos.
Un estudio a largo plazo de los obreros portuarios de San Francisco
—publicado en marzo de 1 975— llegó a conclusiones similares. De nuevo, la actividad vigorosa era importante.
Entre los 6.35 1 hombres estudiados en un período de veintidós años, los que hacían el trabajo mas pesado tenían una más
baja incidencia de enfermedades cardiacas. y sólo un tercio de ¡a tasa de muertes repentinas por ataque cardíaco. que los
hombres que efectuaban un trabajo menos agotador. Los investigadores llega-ron a la conclusión de que el ejercicio
vigoroso “era un factor critico del bienestar cardiovascular. en especial porque impide la muerte súbita por enfermedad
cardiaca coronaria”. Dieron cuenta de hallazgos similares en un nuevo estudio en mano de 1977.
Con mucho. el estudio más concluyente sobre el ejercicio y los ata-ques cardiacos fue publicado en noviembre de 1
977 por el doctor Ralph
s. Paffenbarger. Jr., de la escuela de medicina de la universidad de Stanford. Durante un período de diez años, el
doctor Paffenbarger interrogó a 1 6.936 ex alumnos de la universidad de Harvard. con edades de treinta y cinco a setenta y
cinco años. sobre su salud y ejercicio. Dio cuenta de que el ejercicio agotador, como trotar por lo menos tres horas a la
semana, “tenía un efecto protector’~ contra los ataques del corazón, aunque el hombre tuviera otras complicaciones médicas
tales como obesidad o elevada presión sanguínea.
Ademas, el doctor Paffenbarger dice que a medida que los hombres hacen más ejercicio, disminuye el riesgo de
ataques. Es decir, los hombres que gastan menos de 2.000 calorías por semana tienen 64% más de riesgo de ataque cardíaco
que los más enérgicos. Los que realizaban deportes “ligeros”, como golf, bolos, béisbol o ciclismo, no estaban mucho mejor
que los inactivos. Pero los hombres que andaban regularmente estaban mejor que los que no lo hacían, y los que se
ejercitaban vigorosamente estaban mucho mejor que los que andaban.
El estudio también contenía esperanzas para los hombres (y mujeres) que empiezan a correr mucho después de
abandonar el colegio. El doctor Paffenbarger ¡legó a la conclusión de que los estudiantes activos que dejan de hacer
ejercicio al graduarse, no tienen mayor protección que sus compañeros inactivos. Pero los hombres que, tanto si fueron
activos en el colegio como si no. efectúan ejercicio enérgico más tarde, reducen claramente el riesgo de un ataque al
corazon.
A medida que se recogen mas datos, se van conociendo otras conclusiones. Un área que apoya la propuesta de que
el ejercicio protege contra las enfermedades cardíacas, es la de hombres y mujeres que ya han sufrido ataques al corazón, y
cuya rehabilitación ofrece algunos argumentos convincentes.
Desde 1967. el doctor Terrence Kavanaugh. director médico del Te-tonto Cardiac Rehabilitation Cevter, aconseja a
sus pacientes poscoronanos a que hagan ejercicio. El programa incluye no fumar, dietas especiales y trotar~ algunos
también corren maratones. La mayoría de sus pacientes corren 5.000 metros al día en 36 minutos, cinco veces a la semana si
son mayores de cuarenta y cinco años, los menores de cuarenta y cinco corren 5.000 metros en 30 minutos. Los resultados
son impresionantes.
•bTenemos una lasa de mortalidad dc ¡.4% al año, desde 1967 hasta octubre pasado (1976) —declaró el doctor
Kavanaugh a “11w New York Times”—. En grupos que no se ejercitan. la tasa es del 6 al 12%. Obtuvimos estos resultados
con 780 pacientes. probabtemerne el mayor grupo de rehabilitación coronaria del mundo a base de ejercicio’
En 1973. los pacientes del doctor Kavanaugh estaban tan entusiasmados por correr, que ocho de ellos se entrenaron
para e] maratón de Boston, y acabaron. Ahora, más de veinte pacientes se entrenan para acabar un combinado total de
sesenta maratones.
El doctor Herman Hellerstein. de la universidad Western Reserve, de
Case, también aboga en favor del ejercicio para los pacientes poscoronanos, aunque no cree que sólo correr —sin
abandonar el tabaco y comer una dieta adecuada— ofrezca mucho beneficio. El doctor Hellcrsteín descubrió en sus
experimentos, realizados durante la última década, que los pacientes poscoronarios que hacían ejercicio regularmente eran
mucho menos propensos a sufrir un segundo ataque fatal, que los pacientes poscoronarios sedentarios.
Mientras no se llegue a algunas conclusiones, la mayoría de los que corremos sabemos que el ejercicio beneficia a
la máquina corazón-pulmon. Mi filosofía acerca de la adecuación es que correr quizá no garantice vivir más tiempo, pero si
vivir mejor. Jack Shcpherd entró en mi clase de principiantes con baja forma y sufriendo de contracciones de aurícula
prematuras (CAP). A veces, cuando estaba bajo esfuerzo, tenía al día hasta dos docenas de CAP, que él pudiera notar. Éstas
no son raras en los hombres mayores de treinta y cinco años, y tampoco debilitan o indican enfermedad cardíaca. A los seis
meses de haber empezado a trotar, Shepherd —que llevaba cuidadosos registros de su CAP— comprobó que habían
disminuido ostensiblemente. pues sólo sufría dos o tres al día. Casi dos años más tarde, corriendo 8.000 metros cuatro o
cinco veces a la semana, comprobó que sólo tenía una o dos CAP ¡al mes! Bajo una grave tensión —como un accidente
ocurrido a su hija— descubrió que no sufría ninguna alteración prolongada del corazón, y ni una sola CAP.
En 1 956. cuando Jack Shepherd era consejero de campo en Camp Becket, Massachusetts, el doctor Paul Dudley
White, a la sazón cardiólogo del presidente Eisenhower, fue alumno de Becket y visitaba frecuenteniente el campo para
ensalzar las virtudes del ejercicio. El doctor White hablaba con grupos de jóvenes de Becket, instándoles a continuar el
ejercicio al terminar la escuela superior o la universidad. Más tarde escribió “Si quiere tener molestias con el corazon,
quédese fisicamente inerte. El consejo común de abandonar todo ejercicio a los cuarenta y siete años, a mí me parece
ridículo, y con las mayores probabilidades de llevar a un ataque coronario y endurecimiento de las arterias”.
Shepherd no le presté mucha atención al consejo del doctor White hasta diecinueve años más tarde, cuando su
corazón le dio un aviso.
Afortunadamente, para un corredor los resultados son concluyentes, po-
sitivos, y... divertidos.
13
Coma, beba y esté alegre
Los corredores comprenden ese antiguo dicho: “Eres lo que comes Siempre andan buscando alimentos o vitaminas
que aumenten su vitalidad, energía, fuerza y rendimiento.
De todos modos. las dietas recomendadas para los corredores son algo confusas. ¿Atiborrarse de hidratos dc
carbono? ¿Elevado contenido de proteínas? ¿Restringir el azúcar y la sal? ¿Beber cerveza para ganar peso o fuerza? ¿Tragar
megavitaminas con suplementos proteínicos? No es de extrañar que un especialista en nutrición exclame con cierto enfado:
tLos atletas norteamericanos tienen la orina más cara del mundo!”
Para decidir qué dieta podría ser mejor para usted, aclaremos varios puntos. Ningún régimen dietético es adecuado
para un gran número de personas atléticamente activas. Lo que va bien para uno, puede ser malo para otro. La mejor dieta es
también la más equilibrada y nutritiva. UrÍa nutrición adecuada quiere decir que se consumen elementos esenciales
—hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua— para una salud óptima. Las necesidades
básicas de un corredor no son muy diferentes de las de otras personas sanas. Finalmente —y muy importante—, la
alimentación y el ejercicio van juntos. Muchas personas que empiezan a trotar lo hacen porque pesan con exceso, o quieren
mantener su peso regulado. Ya saben que los tejidos de los músculos no utilizados
• hacen más gruesos, aunque se coma poco. Nadie puede perder peso y mantener la pérdida sin hacer ejercicio, ya
que éste aumenta la regulación metabólica y quema calorías. El aumento de la regulación metabólica por medio del ejercido
se mantiene durante períodos de veinticuatro horas; las calorías se queman no sólo durante el ejercicio, sino también el si-
guiente día.
En realidad, los corredores pronto descubren —si se ejercitan vigorosa y regularmente— que no pueden prescindir
de la dieta. Su peso se estabiliza, el alimento que comen es consumido y los nutrientes son absorbidos con más prontitud y
eficacia.
El doctor Jean Mayer, especialista en nutrición de la universidad de Harvard, observa que cuando las ratas hacen
ejercicio moderadamente (menos de dos horas al día), en realidad comen menos que las ratas que no hacen ejercicio.
Cuando las ratas hicieron ejercicio más de dos horas al día, exigiendo más energía a sus cuerpos, el hambre se vio
estimulada y aumentó el consumo de alimentos en proporción al consumo de energía. El mismo mecanismo —teoriza el
doctor Mayer— mantiene con un nivel constante el peso de los seres humanos que hacen ejercicio regularmente.
“La dieta y el ejercicio van juntos —dice el doctor Clayton Myers en su Manual de adecuación física—. Si se hace
régimen sin ejercicio, el resultado puede ser una persona delgada y débil, en vez de una persona obesa y débil. El tejido
muscular que no es utilizado se atrofiará y se hará proporcionalmente más grueso, aunque se haya reducido el consumo de
calorías.”
Estadísticamente, cuando predominaba el trabajo manual, antes de este siglo, el peso medio de los adultos se
mantenía firme. Desde 1900 nos hemos vuelto cada vez más sedentarios, el consumo medio de calorías ha disminuido, pero
la obesidad ha aumentado. Según el doctor Irwin Stillman, el peso medio normal para hombres mayores de veinticinco años
es de 50 kilos, más un kilo por cada centímetro que pase del metro y medio (un hombre que mida ¡.70 metros pesará 70
kilos). Las mujeres tienen como base los 45 kilos y un kilo por cada centímetro que pase del metro y medio. Estos cálculos
han sido objeto de alguna discusión. “Runner’s World”. por ejemplo, dice que tanto los hombres como las mujeres deberian
pesar un 10% menos de lo que indican estas normas. El doctor Ernst van Aalcen sugiere un 20% menos.
Tener el peso adecuado y mantener un régimen saludable significa discriminar entre alimentos, comprender el valor
básico de los hidratos de carbono, grasas, proteínas, minerales, vitaminas, agua y otros líquidos que contienen los alimentos
que ingerimos. Ellos proporcionan al cuerpo calor y energia, materiales para el crecimiento y reparación de los tejidos, y
ayudan en los procesos regulares del cuerpo. Cada substancia tiene su propia función específica y su relación con el cuerpo,
pues ninguna es
independiente de las demas. Las necesitamos todas, pero la cantidad que necesitamos varia según la edad, sexo,
tamano, ambiente, nivel d~ ejerci00, y tipO de alimentación.
Nuestras células obtienen y utilizan estas substancias en las tres fases del proceso: digestión. absorción y
metabolismo. Básicamente, los alimentos que comemos son reducidos en el cuerpo a formas más sencillas, filtrados a través
de las paredes intestinales y transportados por la sangre y las células. Debido a que este proceso es importante para ayudar a
comprender la relación entre la buena alimentación y el ejercicio, examinémoslo más de cerca.
Digestión
Tóme un bocado de alimento. Al masticar. los trozos grandes se hacen más pequeños. En la boca. las glándulas
salivales producen saliva. que humedece el alimento.
Entonces sc inicia una serie de cambios Íisicos y químicos a lo largo de todo el conducto digestivo: boca, faringe,
esófago. estómago. intestinos delgado y grueso. Estos cambios desmenuzan gradualmente el alimento y lo preparan para la
absorción desde el conducto intestinal hasta la co-rriente sanguínea.
La descomposición química dcl alimento es provocada por enzimas. Cada enzima sólo puede desmenuzar una
substancia específica: grasa, hidrato de carbono y proteína. Las enzimas trabajan en cuatro áreas: las glándulas saiivales, el
estómago. el páncreas y la pared del intestino del-gado.
El alimento masticado se mezcla con una enzima y pasa a la faringe y luego al esófago. Con un movimiento lento y
ondulado, llamado peristalsls, es arrastrado por todo el conducto digestivo hasta el estómago. En el estómago. la comida se
mezcla con jugos gástricos que contienen ácido clorhídrico. agua y enzimas. que continúan descomponiéndose.
Después de una a cuatro horas —el tiempo depende de lo que uno comió—. la perístalsis empuja esta masa, en
forma líquida llamada quimo, dentro del intestino delgado. Existe un orden específico de partida: los hidratos de carbono
primero, luego las proteínas y después las grasas. Los hidratos de carbono tardan menos en digerirse, y las grasas son ¡as
que tardan mas. Cabe recordar esto al considerar qué se debe comer antes de la carrera, y cuando.
Al entrar el quimo en el intestino delgado, si hay grasas presentes el hígado produce bilis (almacenada en la
vesícula biliar). la cual separa las grasas en diminutas gotitas que son desmenuzadas por las enzimas pancreáticas. El
páncreas segrega una substancia que neutraliza los ácidos digestivos, y los enzimas adicionales siguen descomponiendo las
proteínas y los hidratos de carbono. Las partículas no digeridas entran en el intestino grueso y fmalmente son excretadas.
Absorción
A medida que el quimo entra en el intestino delgado, las substancias nutritivas son absorbidas y pasan a la corriente
sanguínea. Las principales formas de absorción se hacen a través de pequeños vellos como tentáculos que contienen canales
linfáticos, y de pequeñísimos vasos capilares. La glucosa se obtiene de los hidratos de carbono, los aminoácidos de la
proteína, y los ácidos grasos y el glicerol de la grasa.
La grasa y las vitaminas solubles en ella se mueve a través de la sangre hacia las células. Otra va al hígado, en
donde las reacciones producen el material que necesitan las células individuales. Otra es almacenada, para ser liberada a
medida que se necesita. Las vitaminas solubles al agua y los minerales son absorbidos por la corriente sangumea. De cada
uno
—a su manera— el cuerpo obtiene fuerzas para desarrollar sus múltiples funciones.
Metabolismo
En esta fase, los alimentos digeridos se convierten en materia para los tejidos vivos, o energía, y consta de dos
partes: anabolismo y catabolismo. Tiene lugar un gran proceso de intercambio. El anabolismo implica reacción química
asimilativa que ayuda a la construcción o sostén de los productos químicos y tejidos del cuerpo: enzimas, hormonas, sangre,
glicógeno y demás materias. El catabolismo implica reacciones en las cuales los tejidos se rompen para proporcionar
energía. El metabolismo de la glucosa, por ejemplo, suministra energía para las células. También forma dióxido de carbono
y agua como productos desasimilativos, que la corriente sanguínea transporta desde las células. Otros orígenes de energía
durante el metabolismo proceden de los ácidos grasos esenciales y los aminoácidos; éstos proporcionan materia esencial
para el mantenimiento y reparación de tejidos y para el crecimiento.
Un extenso sistema de enzimas es vital para el metabolismo, pues regulan su nivel y generan miles de reacciones
químicas. Las vitaminas y
minerales específicos son esenciales para proporcionar muchas de estas enzimas.
Todo este proceso puede ser interferido por la tensión o la ansiedad, por comer cuando se está agitado. fatigado o
apresurado. Pero compren-der el proceso puede ayudarnos a comprender el razonamiento que se oculta en seguir una dieta
equilibrada, y a darnos cuenta de lo absurdo que es comer lo siguiente:
Alimentos chatarra. Es cualquier comestible que no contiene ninguna substancia esencial, excepto, tal vez, calorías.
El hecho de comerlos crea dos riesgos: ingerir productos químicos e ingredientes no esenciales perjudiciales para el cuerpo;
substituir alimentos más nutritivos que son necesanos para el cuerpo. Comer alimentos chatarra también es una excelente
manera de añadir grasa... mucha grasa.
A los treinta y tres años, mi amigo Carl Eilenberg pesaba 1 23 kilos, medía 1 ,7 7 metros, 1 . 1 6 de cintura. Su
frecuencia cardíaca era de 90 pulsaciones, y su presión sanguínea era 1 60/80: “Solía perder el aliento con sólo abrir la bolsa
de gallet!tas o sorber un batido de leche —dice—. Me saltaba el desayuno, pero luego tragaba martinis, sopa, bocadillos,
almejas en conserva. cerveza y batidos de plátano para el almuerzo. Bueno..., a veces suprimía la sopa. Después de comer
solía ir picando galletitas y palomitas”.
Carl jugaba a golf los fines de semana, de vez en cuando a los bolos, pero jamás iba caminando a parte alguna:
“Sinceramente, creía ser un típico macho adulto, razonablemente sano, en forma”. Luego se contenipló en televisión: “Mi
cabeza y cuello parecían una sandía. Tenía treinta años y aparentaba cincuenta. No era más que un enorme montón de grasa.
un inmenso montón de grasa
Empezó a correr paulatinamente, y también dejó de comer alimentos chatarra. Hoy, a los cuarenta y cinco años.
parece tener veinte, y pesa 70 kilos. Tiene una frecuencia cardíaca de 50 pulsaciones, presión normal baja. un nivel de
colesterol grandemente reducido, y una mejor salud. Como él dice: “LO más importante, realmente, es que me gusto a mi
mismo
Si acostumbra a tragar alimentos chatarra, intente cambiar y pase a la sencilla dieta de Herbert Shelton a base dc
frutas frescas, verduras y nueces. L.Ivas, zanahorias, apio, todos saben deliciosamente, en especial después de una carrera.
Beba zumo de frutas no azucarados, diluidos con hielo o agua. Esto disminuye las calorías y aumenta las substancias esen-
dales.
Azúcar. Ningún otro alimento ha sido tan discutido en nuestras dietas. El azúcar es muy poco útil para el cuerpo (si
ya se sigue una dieta equilibrada), no obstante, todos lo consumimos diariamente en grandes cantidades.
El azúcar blanco refinado carece de valor nutritivo; en realidad se necesitan vitaminas (especialmente vitamina B)
para digerirlo. Y, además de robar vitaminas al cuerpo, interfiere con alguna actividad de las enzimas.
Existe la creencia de que el azúcar aumenta la energía. En realidad, la disminuye, ya que al cabo de varias horas
requiere energía del cuerpo para su asimilación. El azúcar puro pasa rápidamente a la corriente sanguínea a través de las
paredes intestinales. Algunos corredores creen que esto es bueno porque se obtiene un súbito estallido de energía. Pero a
esta subida le sigue inmediatamente una dramática caída de los niveles de azúcar en la sangre por debajo de los normales, lo
cual requiere la ingestión de más azúcar, y así empieza el ciclo.
El excesivo consumo de azúcar va unido a enfermedades cardiacas, cavernas, desórdenes estomacales e intestinales
y al cáncer. Una barrita de chocolate contiene tantos hidratos de carbono y grasas que sólo debería usarse como ración de
emergencia. La miel, la melaza, el jarabe de caña y otros azúcares son tan ricos como el azúcar refinado, aunque también
contienen vestigios de minerales.
SaL El cloruro de sodio, o sal, está en forma natural en todos los alimentos, con mayor grado en los mariscos,
zanahorias, remolacha, aves y en la mayor parte de las carnes. La sal también se forma natura] mente en los líquidos del
cuerpo: junto con el potasio, regula el equilibrio del agua dentro del cuerpo, y está implicada en la contracción y extensión
muscular, así como en la estimulación nerviosa. La sal es fácilmente absorbida en el intestino delgado y el estómago, y
conducida por la sangre a los riñones, en donde es filtrada y devuelta a la sangre según se necesite. El agua del cuerpo se
mantiene con un nivel exacto de salinidad.
Desde luego, las deficiencias de sal son muy poco corrientes. La mayoría de las personas toman un promedio de 3
a 7 gramos diarios. mientras que el consejo nacional de investigación recomienda una toma diaria de sólo un gramo por kilo
de agua consumido diariamente. Demasiada sal puede ser perjudicial; hace que el potasio se pierda en la orrna. Ademas, el
sodio retenido en el cuerpo se sostiene en el agua, provocando una carga extra en el corazón. El excesivo consumo de sal
también se relaciona con la presión alta, otros tipos de enfermedades cardiovasculares, y trastornos renales.
Los alimentos con elevado contenido de sodio incluyen: pescado y carne ahumados, escabeches, alcachofas, col
fermentada, espinacas y verduras congeladas esterilizadas con sal. Por lo general. las verduras frescas contienen poca sal.
así como las frutas frescas. Los alimentos chatarra, como las palomitas. patatas fritas, cortezas. etc.. contienen elevados
niveles de sal; y también las carnes en conserva, asi como el tocino entreve-rado, las aceitunas, los aderezos para ensalada.
La sal de mar y la sal de roca sólo difieren en la cantidad de impurezas del producto, no en la cantidad de sal.
Café. Algunos estudios médicos indican que más de cinco tazas de café al día —cafeinado o descafeinado—
contribuyen a una mayor inciden-cia de ataques al corazón. El café es un estimulante y causa hiperactividad y espasmos de
estómago en muchas personas. Su consumo debería rebajarse o suprimirse. Los corredores pueden descubrir que el café les
provoca diarrea durante las carreras. Además, resülta demasiado caro.
AlcohoL Pocas areas son tan controvertidas entre corredores y no corredores como ésta. ¿Deben beber los
corredores?
El doctor Peter Wood arguye que la idea de que el alcohol y el deporte no se mezclan se basa más en la ética
puritana que en evidencias médicas substanciales. El doctor Ernst van Aaken señala que la cerveza es un alimento
importante. Como líquido. sólo es superada en importan-cia por el agua y. decididamente, es muy superior a la leche. La
cerveza
—consumida en cantidades moderadas— suministra muchas vitaminas esenciales y fermento.
La clave para el consumo de alcohol es el equilibrio. El alcohol pro-voca una disminución en la toma de oxigeno,
una reducción en la tole-rancia del corazon, er la fuerza contráctil muscular y perjudica la coordinacion. Lo más peligroso es
que constriñe las arterias, lo cual puede ser grave para un corredor. cuyo corazón requiere un flujo de sangre más acelerado
y arterias dilatadas durante el ejercicio.
No obstante, Frank Shorter liquidó seis botellas de cerveza la noche antes de ganar el maratón olímpico de 1972.
Fumar Es un gravísimo crimen contra los pulmones. el corazón, el sistema digestivo... y la familia. Fumar es un
hábito que mata.
Corno detallamos en el capítulo precedente. cuando un fumador inhala un cigarrillo, se apresura el ritmo de su
corazón. se eleva la presión de la sangre. se contraen los vasos sanguíneos periféricos y baja la temperatina de la piel. La
nicotina y el monóxido de carbono del tabaco provo can enfermedades cardíacas y arteriales. El alquitrán que se acumula en
los conductos pulmonares provoca enfisema y cáncer de pulmon. Los fumadores tienen una marcada tendencia a presentar
ritmos cardiacos irregulares, y corren el peligro de una muerte repentina. En realidad, las posibilidades de vida de un
hombre de cincuenta años que ha fumado un paquete diario de cigarrillos durante treinta años, se reducen ocho años y
medio: casi una década.
Peso
La ingestión de alimentos se mide por cabrias. Una caloría es “la cantidad de calor requerida para elevar la
temperatura de un gramo de agua a un grado centígrado’X Cada 450 gramos de peso representan 3.500 calorías de energía.
Para ganar 450 gramos hay que tomar y almacenar esta cantidad; para perder 450 gramos tiene que librarse de ella.
Todos ¡os hidratos de carbono, grasas y proteinas contienen calorías:
el agua. los minerales y las vitaminas, no. La ingestión normal de calorías por dia es de 18 cada 450 gramos, para
los hombres, y de ¡6 para las mujeres.
Como todos sabemos, es mas fácil añadir calorías al cuerpo que eliminanas. Un refresco de cacao, por ejemplo,
equivale a una semana de trabajo de oficina. Las calorías en forma de grasa también se acumulan fácil mente.
Esta es otra razón por la cual necesitamos mas, no menos, ejercicio cuando nos hacemos mayores. El doctor Ralph
Nelson, de la Mayo Cli-mc. opina que un hombre que pesa 75 kilos a los treinta años. si mantiene el mismo ejercicio y
come la misma cantidad, a los sesenta años pesará más de 90 kilos. Para conservar el mismo peso con la misma cantidad de
ejercicio, hay que reducir un 11 % de la ingestión de cabrias. El profesor Per-OIof Astrand declara que “el peso de una
persona no debería aumentar después de los veinte anos. Puesto que el tejido muscular declina (con la edad), una pérdida de
unos cuantos kilos es en realidad
4.
una buena prueba de que no hay aumento de tejidos grasos
Correr supone una continua quema de encrgia. Algunos corredores de fondo queman calorías a razón de 1.000 por
hora. Sólo con correr y suprimir todo el azúcar que consume ahora, podría perder hasta 14 kilos en un año. (Cuatro
cucharaditas extra de azúcar al día le añadirán dos kilos y medio de grasa al año.)
Los corredores descubren que pueden estabilizar su peso y continuar comiendo sensatamente lo que quieran. Todos
necesitamos comer racio
nalmente para mantener la energía, y beber líquidos saludables para conservar el equilibrio del cuerpo. Pero. ¿qué
supone esto?
Todos necesitamos alimentos del grupo básico: pan-cereales; leche-queso; carnes (o queso, habas, guisantes,
lentejas, nueces), y verduras-frutas (verduras color verde oscuro y amarillo, cítricos). Éstos deben darnos las substancias
básicas: hidratos de carbono, proteínas, grasas. minerales y vitaminas, así como líquidos. ¿Para qué los necesitamos?
Hidratos de carbono
Son los que proporcionan energía para todas las funciones del cuerpo, el ejercicio muscular y ayudan a la digestión
y asimilación de otros alimentos; ademas, regulan el metabolismo de la proteína y la grasa. Las gtasas, por ejemplo,
requieren hidratos de carbono para su descomposición en el hígado.
Los principales hidratos de carbono son almidones, que se hallan en el pan, las patatas y los alimentos azucarados
tales como caramelos, con-servas, jarabes o bebidas suaves. Los almidones requieren una prolongada acción de las enzimas
antes de conveflirse en azúcar simple (glucosa) para la digestión. Los azúcares simples. como los que se hallan en la miel y
la fruta, son digeridos fácilmente y convenidos en rápida energia. La celulosa, también un hidrato de carbono, se halla en la
piel de las frutas y en las verduras, y es altamente indigerible, aunque contribuye a crear masa para la acción intestinal y
ayuda a la eliminación.
Por tanto, los hidratos de carbono proporcionan dos fuentes de energia a los corredores. Los azúcares y almidones
proporcionan energía instantánea con el brusco aumento dd azúcar en la sangre a causa de la glucosa, pero el nivel vuelve a
bajar repentinamente, creando mayor ansia de alimento dulce, y posiblemente fatiga, aturdimiento, nerviosidad o dolor d..
cabeza. Como energía almacenada, en determinado momento los bidratos de carbono pueden proporcionar gradualmente
glucosa al cuerpo que hace ejercicio. Durante un ejercicio vigoroso, estas reservas de grasa son reconvertidas en glucosa y
quemadas como combustible del cuerpo.
Ademas, los hidratos de carbono, al pasar rápidamente por el proceso digestivo, son más fáciles de asimilar que
otras substancias. Al descomponerse, también proporcionan un importante suministro de líquidos, lo cual es de agradecer en
tiempo caluroso.
Por otra parte. los hidratos de carbono no son esenciales para la persona sedentaria, ya que el cuerpo los
proporciona para el metabolismo normal de la grasa almacenada. Todos deberíamos hacer caso de las investigaciones que
nos muestran que el abuso de hidratos de carbono puede contribuir a la arterioesclerosis o al cáncer de intestino.
Proteínas
Estas edificadoras del cuerpo ayudan al crecimiento y reparación de los tejidos. Son imprescindibles para los
músculos, la sangre, la piel, el cabello, las uñas y los órganos internos, incluyendo el corazón y el cerebro. Ayudan a la
formación de hormonas que controlan el crecimiento, el desarrollo sexual, la tasa de metabolismo, controlan el equilibrio de
ácidos y akalinos en la sangre, y regulan el equilibrio del agua en el cuerpo. Las proteínas forman enzimas necesarias para
las funciones básicas de la vida, y los anticuerpos que combaten las substancias extrañas en el cuerpo. Las que no se
utilizan, son descompuestas por el hígado y almacenadas como grasa en los tejidos.
Las proteínas son esenciales para la energía, pero, hasta qué punto, todavía se está discutiendo. Al estar largo rato
en tensión, como cuando se corre, el cuerpo necesita consumir proteina extra, a fin de reconstruir los tejidos gastados. Pero,
¿quiere esto decir que comer más carne —que proporciona proteínas completas— es beneficioso? Algunos doctores y
corredores opinan que la energía procede de la mezcla de hidratos de carbono y grasas, no de las proteinas.
La junta de alimentación del American Research Council recomienda 70 gramos de proteína cada día para la mayor
parte de adultos. Muchos doctores creen que es demasiado, y recomiendan 35 gramos, pero la mayoría de norteamericanos
consumen ahora 118 gramos al día, la mayor parte concentrados en carnes. El National Research Council aconseja consumir
0,42 gramos de proteína al día por cada kilo de peso.
La mayoría de proteínas contienen un elevado nivel de grasas. y ahora algunos doctores arguyen que comer mucha
carne no es saludable. 1 a carne tarda demasiado en pasar a través de nuestro sistema digestivo. y empieza a deteriorarse.
Este, y otros factores, pueden indicar por qué los que consumen elevada cantidad de carne son propensos al cáncer de colon.
Las proteínas vegetales son tan nutritivas como las animales, y las frutas y verduras crudas las proporcionan en cantidad.
También se obtienen de las nueces, habas, granos y cereales, clara de huevo, leche y qucso~ y las patatas contienen un 2%
de proteínas de alta calidad. Si deseamos evitar el elevado nivel de colesterol de las carnes, o nos inclinamos hacia el
vegetarianismo, podemos cambiar la dieta con nueces y
granos. Sean cuales fueran las proteínas que usted prefiere, trate de disminuir el consumo de carne por ¡o menos
hasta el nivel recomendado de gramos por peso.
Grasas
Esta substancia contiene cosas buenas y cosas malas. Las grasas su2 ponen la más alta concentración de energía de
nuestra dieta. Al ser oxidadas, pueden contener hasta 2,5 veces más de calorías que los hidratos de carbono o las proteínas.
aunque se descomponen más lentamente. Un gramo de grasa equivale a unas 9 calorías.
Las grasas ayudan a la absorción de las vitaminas solubles en la grasa: A. D, E y K. Los depósitos de grasa rodean,
protegen y mantienen en su lugar a órganos tales como los riñones, el corazón y el hígado, y también aislan al cuerpo del
ambiente y conservan su calor. Las grasas prolongan la digestión, haciendo más lentas las secreciones de ácido clorhídrico
en el estómago.
Y ahora las malas noticias.
En 1 977, el norteamericano medio consumía 23 kilos de grasas en forma de mantequilla, margarina, aceites,
manteca, aderezos para ensalada y demás productos grasos. aunque no incluye las grasas mvisibles’ contenidas en la carne,
el queso. la leche, los huevos. el pescado. los cereales, e incluso en las frutas y verduras. El consumo de todas las grasas va
en aumento rápidamente, a pesar de la creciente convicción de que el exceso de grasa en nuestras dietas es poco saludable.
En sentido amplio, hay dos tipos de grasas: saturadas y no saturadas. Las saturadas (con excepción del aceite de
coco) proceden en gran parte de carnes animales. Las no saturadas proceden de las verduras y las nueces, o de semillas
como el maíz, el girasol. las aceitunas.
Las grasas saturadas contienen colesterol. Los médicos indican que fabricamos colesterol en el hígado, la corteza
adrenal del cerebro, la piel, los intestinos y los testículos. Éste es sintetizado por el cuerpo y ayuda al proceso normal del
metabolismo. Es necesario para la producción de ciertas enzimas y secreciones endocrinas, y se encuentra en todas las
células del cuerpo, pero especialmente en el hígado, los riñones, el cerebro y el páncreas.
Los triglicéridos —como observamos en el capítulo anterior— están formados por la desintegración de hidratos de
carbono, y probablemente son tan peligrosos para la salud como el colesterol. El azúcar refinado se convierte fácilmente en
triglicériclos, así como el alcohol, que también nos proporciona calorías vacias y añade grasa.
Sin repetir la información del capítulo anterior, recordemos que estas grasas son la principal causa de
arterioesclerosis, o endurecimiento de las arterias, y la obturación de las arterias coronarias y las que van al cerebro.
Los especialistas en nutrición sugieren rebajar hasta un 20% las grasas de nuestra dieta, lo cual supone rebajar o
eliminar algunos de nuestros alimentos más sabrosos —con elevado contenido de colesterol—, como chuletas de cerdo,
hamburguesas, perros calientes, pato y ganso asados, patatas fritas, salchichas, boniatos y caviar. Algunas partes animales
contienen más colesterol que otras: órganos y glándulas, corazón, riñones, hígado y mollejas; donde hay mayor contenido es
en los sesos. Apártese de la langosta; el cangrejo contiene menos colesterol, los langostinos menos que el cangrejo, las
conchas o pechinas menos que los langostinos. Cortar toda la grasa visible del bistec. Evitar toda carne fría, todos los
helados (utilice leche helada como substituto), los ricos aderezos para ensaladas, las sopas cremosas y las yemas de los
huevos.
Si este apartado le hace creer que ya no queda ninguna diversión, recuerde que una deficiencia en colesterol es
improbable, ya que la substancia es almacenada naturalmente por todo el cuerpo. El ejercicio estimula la liberación de este
colesteroL natural almacenado, que (olvidábamos decirlo) es vital para el desarrollo de las hormonas sexuales.
Minerales
Estási presentes en La mayoría de los alimentos y en el cuerpo. Diecisiete son esenciales para el bienestar fisico y
mental del ser humano, ya que forman los huesos, dientes, tejidos blandos, músculos, celulas de la sangre y nervios, y son
esenciales para mantener los procesos corporales, reforzar las estructuras del esqueleto, el vigor del corazón, el cerebro y el
sistema neridoso. Los minerales previenen contra la fatiga y los calambres, y mantienen el delicado equilibrio del agua en el
cuerpo. Los seis minerales que indicamos a continuación son de especial interés para los corredores.
Hierro
Presente en toda célula viva, el hierro se combina con la proteína para crear hemoglobina que transpofle el oxígeno
desde los pulmones a los tejidos. El hierro forma la calidad de la sangre y previene las enferme-
dades y el esfuerzo. También forma lioglobina, que sólo se halla en los tejidos musculares, la cual transporta
oxigeno a las células musculares y beneficia la contracción muscular. La junta de alimentación indica que la mujer necesita
doble cantidad de hierro que el hombre, y desde los trece años hasta el final de los cuarenta debería ingerir 1 8 miligramos
diarios, mientras que el hombre necesita sólo 1 0 miligramos. Mejores fuentes de obtención: hígado, ostras, corazón, carnes
magras. lengua, verduras, frutas secas
Calcio
Es el minera! más abundante en el cuerpo. Junto con el fósforo, constituye y conserva dientes y huesos. Fomenta el
músculo del corazón y regula el ritmo cardíaco (con el magnesio), así como el contenido de ácido-álcali de la sangre.
Facilita el crecimiento y contracch5n de los músculos, la transmisión nerviosa y el paso de los alimentos a través de las
paredes de las células. Mejores fuentes de obtención: leche y productos
•lácteos, tuétano, naranjas, huevos.
Fósforo
Normalmente funciona junto con el calcio. Desempeña un gran papel en casi toda reacción química dentro del
cuerpo, ayudándolo a utilizar los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas para el crecimiento, la reparación de células
y la energía. Estimula las contracciones del corazón y los músculos. También ayuda al desarrollo de los dientes, la función
de los riñones y el traspaso de impulsos nerviosos. Los alimentos ricos en proteínas también son ricos en fósforo. Mejores
fuentes de obtención:
carnes magras. pescado, pollo, huevos, granos, semillas, nueces.
Sodio
El sodio ayuda al equilibrio líquido en los vasos sanguíneos, arterias, venas y capilares, los fluídos intestinales que
circundan las células, y los huesos. Con el potasio, el sodio regula el equilibrio del agua en el cuerpo, la combinación de
ácido-álcali de la sangre, la contracción y expansión de los músculos. la estimulación nerviosa. También mantiene solubles
los minerales de la sangre, ¡mpidiéndoles que se acumulen formando depósitos en la corriente sanguinea. Mejora la calidad
de la sangre, purga el dióxido de carbono. ayuda a la digestión y a producir ácido clorhídrico en e! estómago. Mejores
fuentes de obtención: mariscos, volateria, carnes, zanahorias, remolachas y algas yodíferas, aunque se halla en todos los
alimentos.
Potasio
Complementa al sodio, tal como indicamos arriba. También ayuda a la conversión de la glucosa en glicógeno, el
cual es almacenado en el hígado. Contribuye al metabolismo de las células y a las reacciones de los enzimas. estimula a los
riñones para eliminar los residuos del cuerpo, y nutre a los músculos. Mejores fuentes de obtención: verduras, naranjas.
granos, semillas de girasol, hojas de menta, patatas (especialmente la piel), plátanos, melones, albaricoques, más los zumos
de naranja, pomelo y ciruelas.
Magnesio
Este minera! estimula los procesos metabólicos esenciales, activando los enzimas que rompen los hidratos de
carbono y los aminoácidos. Ayuda a las contracciones neuromusculares y regula el equilibrio ácido-álcali del cuerpo.
También ayuda a absorber otros minerales y las vitaminas C. E y el complejo B, al crecimiento de los huesos, al
funcionamiento del corazón y los nervios, y a regular la temperatura del cuerpo. Cierta cantidad de magnesio es vital para la
conversión del azúcar de la sangre en energia. Mejores fuentes de obtención: verduras frescas, germen de trigo sin moler,
granos de soia, higos, man, manzanas, semillas ricas en aceite y nueces.
Vitaminas
Las vitaminas naturales se encuentran en plantas y animales como sustancias alimenticias orgánicas. Debido a que
nuestro cuerpo no puede sintetizar las vitaminas (con pocas excepciones), debemos suministrarlas con nuestra dieta,
mediante suplementos. Básicamente, su única función es ayudar a los enzimas. Regulan el metabolismo de nuestro cuerpo,
convierten la grasa y los hidratos de carbono en energía, y forman huesos y tejidos. Hay unas veinte vitaminas activas en la
alimentación humana, pero sólo trataremos unas cuantas de las más importantes:
vitaminas A, el complejo B, C, D y E.
Vitamina A (axeroftol)
Se sabe poco acerca de la influencia específica de esta vitamina sobre el rendimiento físico, aunque se la incluye en
una serie de alimentos. Ayuda al crecimiento y la reparación de los tejidos, fortalece los dientes y los huesos, enriquece la
sangre y es buena para la vista. Reduce los riesgos de infeccion, protegiendo las mucosas en boca, nariz, garganta y
pulmones. También protege el conducto digestivo, los riñones y la vejiga. y facilita la secreción de jugos gástricos,
necesarios para la adecuada digestión de las proteínas. Principales fuentes: aceite de hígado de pescado, zanahorias y
verduras tales como hojas de remolacha, espinacas y bróculi.
Complejo vitamina .8
Las vitaminas B, de las cuales hay trece, proporcionan energía al cuerpo al convertir los hidratos de carbono en
glucosa. También son esenciales para el metabolismo de las grasas y proteínas. Son el factor simple más importante para el
buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso. El valor de las vitaminas e es impresionante. Facilitan los pro-cesos
posoperatorios, y ayudan a superar las anormalidades cardíacas, las sobredosis de barbitúricos, las migrañas. No obstante,
las vitaminas B escasean en muchas dietas. Todas las vitaminas B —excepto la B- 17— se encuentran naturalmente en el
hígado y en los cereales, pero el fermento o levadura de cerveza es la fuente natural más rica en vitaminas 8.
Vitamina B-J (tiamina). Por su vinculación con el metabolismo del hidrato de carbono y utilización de ácido
láctico, aumenta la utilización de calorías en el corredor. Una dieta con elevado nivel de hidratos de carbono requiere más
vitamina R- 1 . Es vital para la descomposición de los hidratos de carbono en glucosa, cuya oxidación produce energía.
También se la conoce como “la vitamina de la moral”, debido a su relación con un sistema nervioso sano y una actitud
mental positiva. También se cree que la tiamina impide la acumulación de depósitos grasos sobre las paredes arteriales.
Principales fuentes: levadura de cerveza, se-millas, germen de trigo, nueces, melaza, salvado, arroz integral. Todos los
granos de color más claro. de grano y textura más fina. contienen vitamina B-I.
Vitamina B-2 (lactoflavina). Junto con los enzimas. descompone el hidrato de carbono, las grasas y las proteínas.
Quizá lo más importante para el corredor es que ayuda a la oxigenación de las células. y también a la buena visión. al
cabello, las uñas y la piel. La B-2 no sc alrnacena en el cuerpo y, por tanto. debe ser suministrada regularmente en la dieta.
Principales fuentes: hígado, lengua y otros Órganos; la más rica es la levadura de cerveza.
Vitamina B-6 (pirtdoxtna). Es importante para el corredor porque
facilita la liberación de glicógeno del hígado y los músculos. lo cual
produce energía. También ayuda a mantener el equilibrio de sodio y
potasio en los fluidos del cuerpo. produce anticuerpos y glóbulos rojos. Y colabora en la digestión al producir ácido
hidroclórico y magnesio. Principales fuentes: carnes y granos.
Vitamina ff42 (cianocobalamina). Es la única en el complejo B que contiene elementos minerales vitales. No puede
hacerse sintéticamente. sino que crece en bacterias y mohos. Al igual que otras vitaminas, es esencial para el metabolismo
normal de los hidratos de carbono, grasas y proteínas. Muy útil para el corredor, ya que proporciona alivio a largo plazo
contra la fatiga, y es un antianémico. Principales fuentes: higado, riñones, pescado y productos lácteos,
Vitamina C (ácido ascórbico)
Una vitamina controvertida, cuyas propiedades se han relacionado con todo, desde evitar el resfriado hasta prevenir
contra el cáncer. Quizás el doctor Linus Pauling. quien aboga por la vitamina C para evitar el resfriado, tiene razon, o quizá
no. Conozco a doctores que la toman para evitar resfriados; y muchas personas —corredores y no corredores por un igual—
juran que la vitamina C les protege contra las enfermedades y lesiones, y acelera ¡a recuperación.
Los hombres, los monos y los cobayos son los únicos que necesitan esta vitamina. Evita y alivia el escorbuto, y es
necesaria para el tejido conjuntivo de la piel, ligamentos y huesos. También facilita la cicatrización, la cura de heridas y
quemaduras, y la formación de glóbulos rojos. Algunos estudios médicos indican que la vitamina C combate la infección
bacteriana y reduce el impacto de algunas substancias productoras de alergia. Hay quienes opinan que la falta de vitamina C
puede ser la causa de la apoplejía, que se inicia con roturas de las paredes capilares allí donde se forman grumos.
La vitamina C tarda de dos a tres horas en ser absorbida, y la mayor parte de la vitamina no usada por el cuerpo es
eliminada en cuatro horas. por medio de la orina y el sudor. Con el esfuerzo, la vitamina pasa más de prisa a través del
cuerpo. La capacidad del cuerpo para absorber vitamina C se ve reducida por el tabaco, la fiebre alta o inhalaciones de DDT.
Beber cantidades excesivas de agua también elimina la vitamina C del cuerpo, y guisar en utensilios de cobre destruye la
vitamina C de los alimentos.
Algunas autoridades médicas creen que la vitamina C es importante en circunstancias de tensión, desde
enfermedades hasta carreras de competición. Los tejidos requieren más vitamina C durante un ejercicio vigoroso. Con el
ejercicio, las glándulas sexuales necesitan más vitamina C. Si usted se excede al correr, ellas retiran vitamina C de otros
tejidos, provocando agotamiento.
Los corredores deberían tomar mucha vitamina C. La dosis diaria recomendada es de 500 miligramos. Yo tomo un
gramo al día, y de 2 a 3 gramos cuando se avecina un resfriado.
Las principales fuentes incluyen la mayoría de frutas y verduras:
preparados de escaramujo, acerola, pimientos verdes y frutos cítricos. Según ciertos doctores, la vitamina C en su
forma natural es superior a la sintética.
Vitamina D (calctferol)
Es una vitamina relativamente desconocida que ayuda tanto en la absorción de calcio del conducto intestinal como
en la descomposición y asimilación del fósforo, imprescindibles para la formación de los huesos. Sin ella, los huesos y
dientes no se calcificarían debidamente. También es valiosa para mantener un sistema nervioso estable, un latidodel corazón
fuerte y normal, y para la coagulación de la sangre. Ayuda a combatir la fatiga. Principales fuentes: aceites de hígado de
pescado.
Vitamina E (tocoferol)
Esta vitamina desempeña un papel esencial en el rendimiento muscula;; especialmente en los músculos del
esqueleto y del corazón. Aumenta la resistencia y la fuerza de estos músculos. haciendo que funcionen con menos oxígeno.
Dilata los vasos sanguíneos. aumentando el flujo de san-gre al corazón e inhibiendo la formación de coágulos. nutre las
células, refuerza las paredes capilares, protege los glóbulos rojos contra venenos como el peróxido de hidrógeno. En
ungüento. la vitamina E cura y facilita la cicatrización. Regula el flujo menstrual. También protege contra muchos venenos
ambientales en el aire, el agua y los alimentos, y en especial protege a los pulmones y otros tejidos de los daños provocados
por la polucion. Algunos doctores y especialistas en nutrición opinan que la vitamina E tiene su importancia en el aumento
de la fertilidad y en la potencia masculina. Principales fuentes: semillas crudas. nueces. soja, aceite de germen de trigo.
Agua
Este b&~Jimento*~ vital a menudo no es apreciado en todo su valor. Pero el agua está implicada en casi todos los
procesos corporales: digestión, absorción. metabolismo y eliminación. Es el principal transportador de substancias nutritivas
por todo el cuerpo. También ayuda a mantener la temperatura del cuerpo. y es esencial para eliminar los desperdicios.
Casi todos los alimentos contienen agua, la cual es absorbida por el cuerpo durante la digestión. Las frutas y
verduras proporcionan agua quzmicamente pura, cien por cien hidrógeno y oxígeno.
El cuerpo adulto de tipo medio contiene unos cuarenta y tres litros de agua, y pierde casi tres al día, mediante las
excreciones y el sudor. El nivel de pérdida depende casi enteramente de la actividad y del ambiente:
la gama puede ir desde un litro hasta diez litros en el desierto.
Para reemplazar el agua perdida, nuestra dieta nos la puede propordonar, o si no beber varios litros. La mayoría de
nosotros no bebemos bastante agua; y es imposible excederse. El agua en sí misma no añade kilos de peso, aunque es
retenida según requiera el equilibrio exacto dentro de los tejidos; las personas gruesas retienen el agua debido a sus tejidos
grasos. La mayoría de los doctores están de acuerdo en que cualquiera que haga ejercicio regularmente debe beber por lo
menos un litro de agua diario.
Ayuno y vegetarianismo
Ninguno de nosotros ayuna regularmente, ni tampoco somos vegetarianos, pero al investigar para este capítulo
hallamos argumentos de otros corredores contra el comer carne y en favor del ayuno. El doctor Van Aaken, por ejemplo,
opina que el cuerpo del corredor es capaz de “vivir de sus propios recursos” durante prolongados períodos de tiempo. Algu-
nos corredores ayunan hasta dos semanas, ingiriendo sólo agua pura. zumos de verduras y frutas. Nosotros sugerimos que el
ayuno sólo se haga después de haber consultado con un doctor.
El vegetarianismo es un asunto complejo. Algunos vegetarianos no comen carne en absoluto. Punto. Otros, los
“ovolácteos”, excluyen todo alimento a base de carne y pescado, pero comen huevos, leche y queso. Una importante
dismínución en el consumo de carnes probablemente sería una decisión muy sana. Las proteínas que no proceden de la
carne (nueces, soja, granos, etc.) son básicamente mejores para el cuerpo. Los vegetarianos a veces se abandonan a dietas
exóticas que prescinden de algunos elementos esenciales, en especial minerales y vitaminas, pero los comedores de carne
van en dirección opuesta.
¿Cuál es la mejor dieta para un corredor? Básicamente, creemos que la dieta equilibrada. Demasiado énfasis sobre
un aspecto —hidratos de carbono en vez de proteínas, por ejemplo— puede provocar un desequilibrio tan perjudicial como
una dieta con mucha carne y frituras. Haga caso también de las siguientes sugerencias:
Prescinda del azúcar (tanto del blanco como de los morenos, que no son piás que disfraces). Use miel, aunque con
moderación, y fruta fresca.
Coma sólo productos de trigo integral al ciento por ciento. La “harina blanca natural” es casi tan mala como la
harina blanca ordinaria, ya que puede pegarsc al estómago o a los intestinos.
Cuezca ligeramente las verduras; los chinos han hecho un arte de esto. Coma ensaladas junto con verduras cocidas,
aliñadas con un poco dc zumo de limón (por el sabor y las vitaminas).
Coma poca carne de res o tocino, y si puede eliminarlos de su dieta, tanto mejor. Substitúyalos por pescado y pollo
(separando la grasa interna). Procure consumir más proteínas vegetales y granos. y también proteínas complementarias,
como arroz, alubias, mantequilla de ca-cahuete y legumbres. Son bajos en coste y en colesterol.
Suprima los refrescos y todo licor fuerte. Sea moderado con el vino y la cetveza. Beba más agua y zumos
vegetales. Tome poco café y substitúyalo por infusiones.
Coma sólo cuando tenga hambre y menos de lo que necesite. Es bueno tomar diariamente germen de trigo, yogourt.
levadura de cerveza, higado desecado (si lo puede tolerar) y vitamina C.
Evite todo alimento chatarra y los alimentos elaborados. Lea la etiqueta de todos los alimentos y evite los aditivos
químicos.
Coma prudentemente. . . y correrá bien.
14
Comida y bebida para correr
Los norteamericanos crearon el comer corriendo, y perfeccionaron el arte de la indigestión. Todos sabemos que no
deberíamos comer y correr. No obstante, algunos trotadores persisten en hacerlo. Yo era uno de ellos:
una vez corrí 9.000 metros media hora después de zamparme un par de hamburguesas y una cerveza. Primero sentí
fuertes calambres en el estomago y luego diarrea. Aprendí la lección entre los matorrales, a lo largo de la ruta para correr.
Hay otros alimentos que alteran el estómago al correr: pasas, uvas y otros frutos, y el café, que estimula los intestinos.
Evitarlos antes de correr y especialmente si se trata de una carrera.
Cada corredor tiene sus propios problemas digestivos. Por lo general. no deberíamos comer antes de correr; no
obstante, hay quien come en abundancia y luego se divierte corriendo. Si está en duda, mejor dejarlo:
no coma y corra. Además, no coma lo que no debe en el momento menos adecuado, ni coma en exceso demasiado
tarde.
Muchos corredores insisten en tomar una comida sólida la mañana de la carrera, para que les dé fuerzas durante
más tiempo. El doctor Ernst van Aaken señala que “nadie corre más rápido por haber comido”. Su teoría es que el corredor
no debería comer de 12 a 14 horas antes de una carrera, pues ya ha almacenado todo el combustible que necesita. Creo que
la necesidad de comer antes de una carrera es psicológica. Hemos crecido en una sociedad que fomenta el estómago lleno, y
los corredores equiparan el comer con la energía. Para mí, correr “hambriento”, sin comer en las 12 horas anteriores a una
carrera, significa que puedo dirigir más energía hacia el rendimiento y menos hacia la indigestión, u otras necesidades
corporales. Pero es usted quien debe determinar lo mejor para su cuerpo. Para ayudarle, echemos un vistazo a la dieta
cargada en hidratos de carbono y unas cuantas variaciones.
Carga de hidratos de carbono
No hace mucho tiempo, las figuras de la pista comían un bistec la noche antes de un gran encuentro. Igual que los
equipos de fútbol. La teoría era que se necesitaba proteína para tener fuerza. Hoy, la teoría de la carga de hidratos de
carbono ha substituido al enorme bistec.
El doctor Per-Olof Astrand, tisiólogo sueco, ha sido uno de los pioneros en este tipo de investigación. Él opina que
los alimentos con proteínas no desempeñan ningún papel inmediato en la producción de energía de un corredor, sino que la
energía procede de una combinación de quemar despacio la grasa almacenada dentro del músculo —“grasa adiestrada”, no
‘grasa comida”— y glicógeno, un producto de los alimentos con hidrato de carbono. Ayunar regularmente y/o correr largas
carreras de dos horas o más, hace que el corredor uttlice esta fuente de energía, pues necesita fuerza en las últimas etapas de
una carrera de 25 kilómetros por lo menos.
El doctor Norbert Sander describe el principio que se oculta tras la dieta de carga de hidratos de Carbono: “En los
recientes experimentos hay cierta evidencia de que cuando la fatiga se presenta, después de dos o más horas de esfuerzo
constante, el glicógeno de los músculos de las piernas desciende hasta casi el nivel de cero. Una vez estos depósitos son
repuestos, el músculo tiende a dispararse en exceso y pronto se acumula glicógeno hasta un nivel mayor que el normal de
descanso. En términos prácbcos, si uno pudiera eliminar todo el glicógeno de los músculos y luego, de pronto, volverlo a
poner antes de un maratón, empezaría con mayor energta, obteniendo mayor fuerza más adelante. Las pruebas con
esquiadores y corredores de fondo han mostrado que, en la mayoría de los casos, los competidores probados se portaron
mejor en un esfuerzo prolongado cuando siguieron la dieta de almacenaje de glicógeno antes de la carrera. Es importante
observar que, desde el punto de vista científico, las pruebas son excesivamente limitadas para ser del todo aceptadas hoy. y
se recomienda que sólo se utilice la dieta tres o cuatro veces al año”.
¿Cómo trabaja esta dieta? El plan de carga de hidratos de carbono consiste en tres fases: 1) el corredor practica una
carrera larga, de dos o
tres horas, unos siete u ocho días antes de la carrera, lo cual seca la reserva de glicógeno; 2) el corredor mantiene
bajo su nivel de glicógeno ingiriendo comidas con elevado nivel proteínico y bajo en hidratos de carbono, durante tres días;
3) durante tres días. el corredor come mayor-mente hidratos de carbono y acumula reservas de energía. Hay que man-tener
el nivel normal de calorías; no es necesario atiborrarse de comida; en realidad. podría ser contraproducente. Seguir las
mismas líneas de entrenamiento que nos da el doctor Sander. Yo be probado esta dieta y participado en carreras lleno de
energía y presto a vo1ar~ así que, por lo menos, tiene valor psicológico. Pero también descubri que la fase de vaciado era
exasperante; me volví muy irritable y, creo, susceptible a alguna enfermedad.
El doctor Sander. que ganó el maratón de Nueva York en 1974, recomienda esta dieta modificada cinco días antes
del maratón.
Martes y miércoles: En vistas a una carrera para el domingo, el primer día efectúe una carrera larga. de dos o tres
horas, a fin de eliminare los depósitos de glicógeno. Después de correr, no coma hidratos de carbono durante dos dias. solo
proteínas y grasas: pescado, buey, tocino, verduras frescas. tomates. Nada de fruta, pan. niaiz, pollo. azúcar, leche. Para
beber tome agua, pero no café ni té, ni cerveza.
Jueves-sábado: Empiece su toma de hidratos de carbono. Coma patatas. pan. pastas. azúcar, fruta. belado,
cerveza. café, pasteles. etc., hasta el Sábado por la noche, y entonces tome una comida ligera. de precarrera, si acostumbra a
hacerlo.
Entrenamiento durante la dieta
Martes-miércoles: La única carrera larga durante este breve período de entrenamiento es el martes. El
miércoles entrénese ligeramente; quizá prevalezca una sensación de extremada fatiga y será conveniente un ejercicio de 8 a
1 4 kilómetros.
Jueves-sdbado: Mientras tiene lugar el almacenamiento, debería hacer tan poco ejercicio como fuera posible. El
jueves correr una carrera fácil de 6 a 1 0 kilómetros, con seis u ocho aceleraciones de 30 segundos. El viernes y el sábado,
corra de 5 a 1 2 kilómetros sin ningún esfuerzo. Hay c9rredores que prefieren descansar uno o ambos días.
La carga de hidratos de carbono aún es controvertida. Para algunos da resultado, pero con otros los resultados son
inconsistentes, e incluso peligrosos. En algunos casos la asocian con calambres en las piernas, la angina (dolor en el pecho)
y problemas renales. Además, no existe ¿dii-rina investigación acerca de los efectos dc la carga a largo plazo. No obstante,
para la mayoría de nosotros, funciona.
Bob Fitts, un destacado corredor de maratón y fisiólogo, dice que los resultados son casi siempre buenos si se
prescinde del peligroso y enervador ciclo de vaciado. Sugiere hacer una carrera de vaciado cuatro o cinco días antes de la
carrera, y luego cargar inmediatamente. He seguido esta técnica con éxito y la recomiendo para el corredor de maratón
principiante. Sólo el corredor experimentado, que intenta un máximo rendimiento, deberia pensar en el programa de
vaciado-carga. El doctor George Sheehan resume mejor este enfoque conservador: “No es saludable hacer bromas con la
madre naturaleza”.
Comer y beber corriendo
En el colegio siempre me dijeron que comiera miel y barritas de chocolate antes de una carrera, para obtener
energía rápidamente. Las tabletas de sal formaban parte de la dieta de entrenamiento durante el fuerte calor. Y los
entrenadores de fútbol y rugby se mostraban inflexibles en no permitir que los atletas bebieran agua durante los ejercicios.
La leyenda consistía en que el beber durante el ejercicio provoca calambres de estómago.
Hemos aprendido mucho desde aquellos dias. Primero, se ha descubierto que las bebidas para apagar la sed dan
rápida energía y sübstituyen la importante pérdida de minerales cuando se suda. También hemos aprendido mucho acerca de
las pérdidas de sal y de potasio. Los fisiólogos estudian todavía los efectos de comer y beber mientras se corre, y los
corredores lo experimentan con sus propios cuerpos.
El beber corriendo es más importante que comer. Evitar la deshidratación y el esfuerzo del calor es mas importante,
desde luego, que la substitución de hidratos de carbono, en especial los días calurosos. Durante una carrera se puede morir
de un ataque de calor, pero no de hambre. Según “The Runners Diet”. las calorías sólo se queman a una tasa de 100 por
kilómetro y medio en una carrera de distancia; esto quiere decir que se necesitan 53 kilómetros para perder 450 gramos. Por
otro lado, 450 gramos pueden secarse en sólo 3.000 metros, yen los días caftirosos el ritmo puede ser aún más rápido.
Hay tres razones básicas para beber y comer durante la carrera. Comer dulces o beber soluciones de azúcar
proporciona glucosa (necesaria para la energía) al cuerpo, y contrarresta la pérdida durante el ejercicio. en especial hacia el
término de una carrera larga. Además, cuando se corre, la temperatura del cuerpo sube a medida que se consumen los
líquidos del cuerpo. Esta deshidratación puede causar graves daños al
sistema circulatorio; beber durante una carrera evita esta deshidratación. Los minerales importantes y los productos
qumiicos conocidos como electrólitos (potasio, sodio, magnesio) se pierden a través de los poros con el sudor. Los líquidos
que contienen estos minerales pueden ser ingeridos antes y durante la carrera para reemplazar a los perdidos.
La forma inés corriente de añadir hidratos de carbono corriendo es beber refrescos azucarados. También se puede
seguir el ejemplo de mi compañero de equipo Jerry Mahrer, que lleva una bolsa de bolitas de jalea cosida en la camiseta,
para tener energía durante la carrera. Quizá funciona, o quizá flO; pero mientras él piense que funciona, es que funciona. No
obstante, el doctor David Costill, fisiólogo de la universidad de Bali State, señala que los hidratos de carbono tomados
durante la carrera no llegan a los músculos en cantidades significativas hasta por lo menos veinte o treinta minutos después
de la ingestión. Sugiere comer hidratos de carbono antes de correr, reforzarlos a intervalos frecuentes.
Otros expertos opinan que no hay pruebas científicas que avalen esta teoría. Puesto que se necesitan de veinte a
treinta minutos para que se produzcan los beneficios, no existe una “elevación” inmediata. Ésta es una controversia que
queda por resolver. Durante mi primer maratón de Boston, en 1 974, una muchachita me alargó un refresco de plátano hacia
el final de la carrera. La “elevación” que obtuve con ello (probablemente psicológica) nunca será adecuadamente explicada
por los fisiólogos.
Algunos profesionales médicos creen que el azúcar puede ser un ene-migo durante una carrera, que incluso en
pequeñas cantidades puede retrasar la absorción de líquidos del estómago. El azúcar interfiere con el rápido paso del agua a
la sangre. donde ayuda a combatir la deshidratación y el recalentamiento. El doctor COStIII dice que se precisa un liquido
que salga pronto del estómago; las bebidas frías lo hacen más rápido que las calientes. Al añadir azúcar, el agua tiende a
permanecer mas tiempo en el estómago, por tanto, es recomendable usar bebidas que se aproximen más al agua en su
contenido y efectos. El agua sola, según muestran los informes. sale del estómago hasta un 5 % más rápido que una solución
azucarada. Esto podría ser un factor esencial para evitar la deshidratación y los desórdenes del calor en un día abrasador.
El doctor Costill investigó este problema con corredores de categoría nacional e internacional durante el maratón
de Boston en 1 968. y en las pruebas olímpicas del mismo ano, y descubrió dos tipos de deshidrataC1Ófl: aguda y crónica.
La deshidratación aguda se presenta durante la carrera y perjudica el rendimiento, pero las pérdidas de liquido son reem-
pinadas poco después. Sin embargo, si no se reemplazan los líquidos perdidos durante días consecutivos de entrenamiento.
se produce una pérdida acumulada, conocida como deshidratación crónica. Recordemos que la temperatura del cuerpo de
algunos corredores puede aumentar durante carreras largas en días calurosos, situación extremadamente peligrosa si se
prolonga.
El doctor Costil ha realizado varias observaciones referentes a la deshidratación aguda. La temperatura rectal de los
corredores que bebían durante una carrera de dos horas era un grado menor que cuando no bebían. Beber una solución
especial de glucosa proporcionaba a los músculos mayor cantidad de azúcar para la energía y permitía a los corredores
recuperarse más rápidamente después de la carrera. En general, una pérdida de peso del 2 % o más, debido al sudor, afecta
al rendimiento. Una pérdida del 5% al 6% afecta a la salud. Una pérdida de peso de 2 a 3 kilos no es rara durante carreras
largas. Un corredor puede perder de kilo a kilo y medio por hora durante un maratón, pero, sólo eliminar del estómago 800
gramos de agua en el mismo período. Así, un corredor se deshidratará a doble velocidad de la que puede reemplazar los
líquidos durante una carrera. Por este motivo es importante beber también después de correr.
El doctor Costill opina que la deshidratación crónica es un estado importante al que a menudo no se le da la debida
importancia. Dice que “la grañ pérdida de liquido en días consecutivos puede crear una acumulación de peso. Por lo
general, confiamos en nuestra sed para controlar el equilibrio de fluidos en el cuerpo. Desgraciadamente, este mecanismo
dista mucho de ser exacto. En pruebas de laboratorio que requirieron unos cuatro kilos de pérdida por sudor, descubrimos
que la sed era temporalmente satisfecha con sólo 450 gramos de agua. Reemplazar totalmente el peso del cuerpo puede
requerir varios días, a menos que el corredor no se esfuerce en beber más de lo que le apetezca”.
La deshidratación crónica rebaja la tolerancia del corredor a la fatiga, reduce su capacidad para sudar, eleva su
temperatura rectal y aumenta la tensión en su sistema circulatorio. Naturalmente, estos factores reducen marcadamente la
resistencia de un corredor. “Probablemente la mejor manera de evitar la deshidratación crónica —dice el doctor Costill— es
comprobar el peso cada mañana antes de desayunar. Si se observa una disminución de kilo a kilo y medio, de mañana a
mañana, hay que esforzarse en aumentar la toma de liquido. No debe preocuparse por beber excesivamente, ya que los
riñones descargan el exceso de agua en cuestión de horas.”
Todas las bebidas preparadas comercialmente para los corredores están ideadas para substituir el líquido perdido,
los electrólitos y el glicógeno. Estas “bebidas que reemplazan a los electrólitos” contienen cloruro
de sodio, potasio y calcio, entre otros. Estos, más el magnesio, necesitan ser reemplazados. El doctor Kenneth
Cooper estudió a 750.000 voluntanos para analizar la pérdida y substitución de electrólitos fluidos. De los cuatro
componentes, halló que el cloruro de sodio puede ser el menos importante, y el magnesio el más importante. Los corredores
de maratón no evidencian pérdida importante de cloruro de sodio durante las carreras, pero sí gran pérdida de magnesio.
Existe una serie de bebidas preparadas de amplio consumo. Todas están creadas para reemplazar fluidos,
electrólitos y glicógeno durante el ejercicio. En su mayoría están compuestas de agua, sal, potasio y azúcares.
“Medical Times” probó tres de estas bebidas, y halló que su contenido en sal causa pérdida de potasio, lo cual
puede ser peligroso. ya que la pérdida de potasio se ha descubierto a menudo en gran cantidad de insolaciones. “Medical
Times” informó también de que las tres bebidas tenían contenidos similares de sodio, aproximadamente la cantidad que se
en-cuentra en un vaso de leche. Las tres contenían menos calorías e hidratos de carbono que el zumo de naranja natural.
En realidad Medical Times” descubrió que ninguna de estas tres bebidas tenía un nivel tan bueno como el zumo de
naranja o la leche para substituir los fluidos del cuerpo perdidos al correr. El mejor de todos era el zumo de naranja natural.
aunque es bajo en sodio. La leche contiene sodio y potasio, pero menos hidratos de carbono o calorías que el zumo de
naranja.
El doctor Costill cree que la comercialización de tales productos va dirigida a convencernos de que perdemos
valiosas substancias nutritivas con nuestro sudor. No es realmente así, ya que la mayoría de ellas son fácilmente
reemplazadas con la dieta normal del corredor. La pérdida de sal en una carrera o un ejercicio pesado puede ser compensada
por el riñón, que disminuye la pérdida de sal a través de la orina. Ii pérdida de potasio es generalmente tan pequeña que
puede ser reemplazada be-biendo un vaso de zumo de tomate.
Los corredores, corno ya hemos indicado, tienen gran variedad de combinaciones propias para satisfacer estas
necesidades. Algunos preparan una solución mitad y mitad de zumo de naranja o de tomate y agua.
Conozco a un corredor que siente que unos cuantos sorbos de café frío le proporcionan una “elevación” al final de
la carrera. El doctor George Sheehan —que nunca compra ningún refresco— prepara en casa su propio menjunje para los
maratones: zumo de naranja en una leve solución dc sal.
El babor durante largas carreras es importante incluso con tiwnpo frío. En un día caluroso, aconsejo llevar algo
consigo (si se puede). A menudo Jack Shepherd lleva la cantimplora militar de su hijo cuando corre en Vermont, y como
salta e interfiere con su ritmo de correr, la pone debajo de un montón de hierba, a la sombra, a mitad de camino de su ruta.
Muchos corredores chupan cubitos de hielo en un día caluroso, pero hay que tener cuidado de no ahogarse o tragarse uno
accidentalmente.
A pesar de todas las precauciones, el beber durante una carrera todavía puede ser un problema. Tenga cuidado: en
un día fresco puede usted excederse, pero en un día caluroso es imposible beber demasiado. La mayoría de corredores tratan
de coger un vaso de líquido y tragárselo de prisa mientras corren. Ésta es una operación difldil, y mala para el estómago;
también puede estropear el ritmo más que detenerse unos momentos. Tampoco es probable que tenga tiempo de examinar el
líquido. El ácido cítrico puede alterar el estómago, especialmente cuando se corre. Las rodajas de naranja son un calmante
de la sed bien recibido, pero la fibra puede ser un problema.
La manera más fácil de beber en la carrera es usar una botella plana de plástico, con una boquilla que permita
controlar la toma y no preocuni gota. Muchos corredores, incluyéndome a
parse por verter una mi.
opinan que el mejor método es pararse completamente y andar unos cuantos metros hasta que se acaba de beber. La
pausa puede ser tan refrescante como la bebida, y se pierde menos tiempo que si se sigue corriendo más despacio mientra
bebe.
También es importante recordar que los líquidos fríos se absorben más rápido que los tibios o calientes. Aunque a
algunos corredores, los líquidos fríos les provocan dolor de estómago, así que es mejor ir con cuidado.
Y para terminar, algunos consejos que debe tener presentes acerca del beber durante la carrera:
1. Beba al principio y a menudo, no sólo cuando tenga sed; ésta no
• siempre indica su necesidad de abastecer líquidos, en especial los días calurosos.
2. Descubra por sí mismo qué liquido va mejor a su cuerpo, cómo puede consumirlo más fácilmente y con
cuanta frecuencia necesita beber.
3. Las bebidas que proporcionan glucosa y electrólitos son útiles para el rendimiento, pero en los días
calurosos, mucha cantidad de agua pura es esencial para evitar que el cuerpo se sobrecaliente.
4. Debería consumir medio litro de líquido unos diez minutos antes de una carrera (o ejercicio prolongado),
así el cuerpo estará preparado
para sudar. Los días calurosos, debería consumir un cuarto de litro cada lO o 15 minutos.
Beba mucho liquido el día después de una larga carrera, a fin de reponer el liquido perdido.
15
Ansiedad y tensión
La ansiedad es esencial para la vida, pero también motivo de defunción. Endulza la victoria y caracteriza la derrota.
Alivia el aburrimiento. Nos ayuda a defender la vida, resistir agresiones y adaptarnos a las caxnbiantes influencias externas.
Puede ser agradable o desagradable, perjudicial o beneficiosa. Su efecto, en especial su impacto negativo sobre nuestro
cuerpo, puede ser duradero, incluso presentarse una vez ha cesado el acontecimiento que nos causó la ansiedad.
t
La ansiedad esta en todos los sectores de nuestra vida totidiana.
Podemos sentir sus síntomas característicos inmediatamente después de que el coche de alguien casi choca con el
nuestro, antes y después de una importante reunión de negocios, discurso, aparición en público, etc.
¿Qué provoca la ansiedad? Un cambio geográfico, un reajuste social, un súbito acontecimiento sorprendente. El
trabajo es una de las principales fuentes de ansiedad: por ejemplo, obtener un empleo largamente deseado, y sentirse
inadecuado para el mismo, puede elevar la presión sanguinea. El doctor Hans Selye, director del Institute of Experimental
Medicine and Surgery, autor de Ansiedad sin angustia y La ansiedad de la vida, indica que “la ansiedad consiste
esencialmente en el desgaste del cuerpo provocado en todo momento por la vida”.
Existen varios tipos de ansiedad: emocional (por una discusión fantiliar, la muerte de un ser querido), ambiental
(por frío o calor excesivos) y fisiológica (secreción excesiva de hormonas eswroides por las glándulas adrenales).
Los doctores Thomas H. Holmes y Richard H. Rahe, psiquiatras de la universidad de Washington, al intentar
establecer una lista de acontecimientos que provocaban ansiedad, interrogaron a 394 hombres y mujeres y les pidieron que
clasificaran una serie de acontecimientos de la vida. Una vez terminado su análisis, descubrieron que los acontecimientos
que provocaban ansiedad tenían carácter específicamente fisiológico. Su tabla sitúa la muerte del marido o la esposa como
el acontecimiento que provoca mayor ansiedad. Esto se corrobora cuando los doctores descubrieron que los viudos y viudas
eran diez veces mas propensos a morir en el primer año de la muerte de su consorte que las demás personas de su misma
edad. El divorcio, el siguiente acontecimiento que provoca mayor ansiedad, ejerce un efecto similar. Los doctores
descubrieron que ios divorciados, al año siguiente a su separación, tenian un índice de enfermedad doce veces más elevado
que los casados.
¿Qué supone esto para nosotros? Los cambios en nuestras vidas, sean buenos o malos, provocan ansiedad. Y la
misma ansiedad —buena o mala— puede perjudicar nuestra manera de vivir, trabajar y sentir. La ansiedad nos cambia
fisicamente, y provoca una diversidad de enfermedades, imaginarias algunas, otras muy reales, dolorosas, incluso mortales.
6Qué le ocurre realmente a un ser humano bajo la ansiedad? El acontecimiento que provoca la ansiedad excita su
hipotálamo (una región del cerebro en la base del cráneo), el cual produce una substancia que estimula a la glándula
pituitaria para que descargue la hormona adrenocorticotrófica (HACT) en la sangre. La HACT activa la porción cortical
externa de las glándulas adrenales. Se reciben señales en todas las pafles del cuerpo. La adrenalina se viefle dentro de la
corriente sanguínea, y aumenta los latidos del corazón, a veces a gran velocidad. La presión sanguínea sube rápidamente, el
corazón exige más oxígeno, y aumenta la respiración. (Desde luego, si se fuina durante situaciones de ansiedad, la
contracción de los vasos sanguíneos provocada por el tabaco, añade tensión adicional, a veces fatal, al corazón.)
Ahora su corazón golpea, la presión sanguínea es alta, puede que las palmas de las manos, los sobacos, el estómago
o la espalda estén sudando. El azúcar de la sangre proporciona gran energta a sus músculos: usted y su cuerpo están listos
para actuar. No obstante, con demasiada frecuencia en nuestra sociedad, en vez de actuar o echar a correr, nos limitamos a
quedarnos sentados y bullir.
Las investigaciones realizadas a principios de siglo por el doctor Walter B. Cannon en la Harvard Medical School
ya señalaron que los anima-
les utilizan este cambio fisiológico para actuar. Cuando un animal salvaje pelea o corre, consume esta energía; más
tarde sus músculos se relajan, se hace mas lento el latir de su corazón hasta volver a la normalidad baja la presión sanguínea
y se hace más firme la respiración. La continua repreSión de esta secuencia natural pone una tensión no natural sobre nues-
tros cuerpos. Nuestro fallo en responder fisicamente a la ansiedad es la principal causa de tensión. Muchos norteamericanos
viven sin hacer ejercicio regular. y sus músculos no ejercitados jamás tienen oportunidad de verse libres de la tensión. El
constante desequilibrio entre la ansiedad y la falta de ejercicio subraya las enfermedades hipoquinéticas. provocando tensión
y lesiones.
El impacto de la ansiedad sobre nuestro cuerpo se puede medir:
cuando algunas personas se alteran. vomitan o tienen diarrea. otras pueden sufrir enfermedades psicosomáticas.
tales como migraña, que pueden ser extremadamente dolorosas.
La ansiedad pasa su factura fisiológica. Nuestras emociones afectan a nuestros músculos. y éstos reflejan nuestros
problemas emocionales. La continua tensión de los músculosproduce pérdida de elasticidad. lo cual puede tener como
resultado un espasmo o un esguince.
Tomemos como ejemplo el dolor de espalda. Según el especialista doctor Hans Kraus. el dolor de espalda se
produce porque nos falta ejercicio y nos sobra tensión. Nuestras pobladas ciudades, las prisas por trabajar. nuestros empleos
y esfuerzos, las presiones de la vida cotidiana nos hacen excesivamente sensibles y super irritables. Continuamente nos en-
frentamos con el síndrome de “pelea o corret y no hacemos nada. ex-cepto bullir. Nuestros músculos —según opina el
doctor Kraus— se tensan para la acción y no para permanecer quietos todo el día. Nuestra vida sin ejercicio y super irritada
es especialmente mala para nuestros hijos. que son incluso menos activos que sus padres. Pasan muchas horas ante la
televisión. sentados ante la pantalla, tensos e inmóviles a la vez. Su estado
—tensión e inactividad— casi simboliza nuestras vidas diarias. No debe sorprendernos que el doctor Kraus
descubriera que el 60 % de los niños norteamericanos no pueden realizar las seis pruebas básicas Kraus-Weber que miden la
adecuación fisica mínima.
Algunos dolores de cabeza. por ejemplo, pueden ser motivados por la tensión en los músculos de detrás dc la
cabeza y los músculos de la frente. El dolor de nuca puede ser causado por tensión de los músculos trape-cios. que cubren
hasta las paletillas. y los músculos romboides. Los músculos inferiores de la espalda también son objetivos principales. asi
como. aunque con menos frecuencia, las piernas. muslos y brazos. El resultado de taJ tensión es una serie de dolencias
comunes: dolores de cabeza, nucas rígidas y doloridas, molestias en la parte inferior de la espalda, Los doctores Alexander
Melleby y Hans Kraus hallaron —al igual que otros investigadores— que el dolor en la parte inferior de la espalda
raramente es provocado por enfermedad orgánica, sino por músculos débiles o tensos, o ambas cosas. Desde luego, el
ejercicio regular alivia gran parte del problema.
La tensión también trabaja sobre nuestro cuerpo de modo que no nos damos cuenta. En un estudio bien conocido
acerca de las enfermedades cardíacas y los modelos de comportamiento, los doctores Meyer Friedman y Ray H. Rosenman,
del Mount Sinai Hospital de San Francisco, examinaron a unos 3.500 hombres en un espacio de cuatro anos. Dividieron
ampliamente los modelos de comportamiento en dos tipos: A y B. El hombre del tipo A era agresivo, ambicioso y orientado
hacia el éxito. Hablaba de prisa y siempre tenía que correr para llegar a tiempo a alguna parte; competía contra si mismo. El
tipo 13 era un hombre más calmado, que trabajaba a su propio ritmo y bajo muy poca ansiedad.
Los corredores del tipo A son fácilmente reconocibles. Levan su tensión a la vista durante un ejercicio, corren con
los músculos faciales tensos, hombros y espalda tiesos, paso corto, a saltitos. Muy a menudo, este tipo de corredor le
adelanta a uno subiendo una colina, y uno le adelanta colina abajo, a medida que se abre el paso. Según he observado, el
corredor del tipo A a menudo es un hombre, o una mujer, que triunfa, trabaja duro y cree que tiene que correr duro. En parte
corren como si huyeran de las presiones del ambiente. Por lo general están demasiado ocupados para calentarse, estirarse y
empezar a correr lentamente antes de batir sus cuerpos por los duros caminos asfaltados. También creen que la relajación es
para los otros, y se arriesgan a graves lesiones por renunciar a estos ejercicios. A menudo, las pantorrillas rígidas. y las
corvas, así como el dolor de espalda, son la multa que pagan por correr de esta manera.
No debe extrañarnos que los doctores Friedman y Rosenman hallaran que el hombre del tipo A tuviere 2,5 veces
más ataques cardíacos que el del tipo B. También descubrieron que, entre otras cosas, la ansiedad emocional y la tensión
nerviosa desempeñan un importante papel en las enfermedades cardiacas coronarias. John Hunter describió la enfermedad
coronaria, y más tarde la sufrió: “Estoy a merced de cualquier chiflado que pueda agravarme”. El hombre del tipo A también
es bueno para agravar a los demás.
La ansiedad provoca otras enfermedades: enojo, temor, angustia, que contribuyen a la hipertensión (presión
sanguínea elevada), la cual incide en los ataques cardíacos o apoplejías. Nuestra vida llena de ansiedad
también puede generar úlceras de estómago. irregularidades cardíacas. incluso enfermedades mentales o suicidio.
La investigación médica nos muestra, además, que las personas fisicamente inactivas tienen elevada tensión
neuromuscular, niveles más eleva-dos de presión sanguínea, más pulsaciones. menos capacidad para la respiración vital, y
una reserva adrenocortical más baja.
La ansiedad y la tensión, y sus síntomas, pueden ser grandemente aliviados —si no eliminados del todo—
aprendiendo a relajarse y haciendo ejercicio regularmente. El trotar o el correr, que permiten aflojar la ten-Sión mental y
fisica. pueden evitar la ansiedad. El correr sin esfuerzo hace que la mente vague, lo cual produce la sensación. si no el
hecho, de una liberación emocional. En una conferencia de la Academia de Ciencias de Nueva York. se llegó a la conclusión
—en 1 976— de que los corredores de fondo tienden a ser más independientes y emocionalmente estables, menos
mclinados a la ansiedad. que los que no hacen deporte.
El doctor William Glasser, autor de Entrega positiva. sugiere que trotar 1 .500 metros tres veces a la semana da por
resultado un aumento en la propia confianza y mayor poder imaginativo. En su obra. señala que el corredor solitario, como
el pensador. vacía la tensión y libera emociones negativas.
El doctor Selye identifica “la sensación dé falta de objetivo” como una grave ansiedad de la vida moderna. La
mayoría, observa. “se limita a abandonar, y va navegando de día en día a la deriva, tratando de distraer su atención sobre el
futuro mediante sedantes como la promiscuidad obligatoria, el trabajo frenético o, sencillamente. el alcohol”. El doctor
Selye cree que el objetivo final debería ser “expresarnos plenamente. según nuestras propias facultades”.
El correr da a las personas objetivos específicos, a menudo en substitución de la falta de propósitos. Da la
sensación de controlar la propia vida. y a menudo de perspectiva. En una vida marcada por comidas irregulares, reuniones
tardías, aviones y trenes perdidos, el correr proporciona un acontecimiento constante, seguro y agradable. Si uno corre a la
misma hora cada día. esa hora es sagrada. y su vida se regula. Se otorga a sí mismo un tiempo de relajación, placer y
tranquilidad.
Desde luego, también hay ansiedad en el correr. La persona expuesta a la ansiedad crea defensas contra ella. Si ésta
se presenta en pequeñas dosis y con regularidad. el cuerpo puede llegar a adaptarse. pero si las dosis son demasiado fuertes,
el cuerpo no puede resistirlo y sufre agotamiento, dolencias o lesiones. El truco consiste en aprender a relajarse y hacer
ejercicios de extensión, entrenarse lo suficiente para crear. pero no para dañar.
bm Osler, antiguo campeón nacional de 75 kilómetros, hace una lista de algunos síntomas de peligro cuando el
peso de nuestra ansiedad se hace excesivo:
1. Ligero dolor de piernas.
2. Resistencia general más baja (dolor de cabeza, fiebre, amponas).
3. Una sensación de abandono, o actitud de “tanto se me da”.
4. Mala coordinación (torpeza general, tropezones, conducir mal).
5. Renca de una carrera anterior.
Para vencer la ansiedad —incluso la del ejercicio— se precisan varias cosas: identificar el motivo; aprender a
relajarse, posiblemente con meditación o yoga; ejercitarse regularmente de forma suave. “Cuanto más variamos nuestras
acciones —dice el doctor Selye—, menos desgaste sufre ninguna parte.” El objetivo final es mantener en forma nuestros
organos, músculos y cerebro.
No podemos —y el doctor Selye y otros arguyen que no debemos— evitar la ansiedad, pues forma parte de nuestra
vida, y es un derivado natural de todas nuestras actividades. Lo que sí debemos evitar es dejar que la ansiedad nos enferme,
debilite nuestra resistencia a la enfermedad o nos mate. Necesitamos controlar las ansiedades con que nos enfrentamos, no a
la inversa. Pero, ¿cómo?
Relajación
La capacidad de relajarse mejora con el entrenamiento. Los estudios médicos señalan que los ejercicios de
relajación pueden reducir la tensión y la ansiedad. Muy importante: pueden reducir la elevada presión sanguínea y las
pulsaciones cardiacas resultantes de la ansiedad, así como la tensión de los músculos. Ayudan a “romper” esta tensión
muscular que frecuentemente causa daños. Además, relajarse antes del ejercicio da elasticidad a los músculos tensoS; un
músculo relajado se estira más fácilmente. Además, los ejercicios de relajación reducen la tensión muscular y el dolor
después de los ejercicios.
La meditación y el yoga son dos de las mejores formas de relajación. Muchos experimentos indican que durante la
meditación hay un marcado descenso en el consumo de oxígeno por el cuerpo, en la frecuencia respiratoria y en la cardíaca.
Los estudios realizados en Harvard indican que durante la meditación, algunas personas pueden reducir dramáticamente su
presión sanguínea. Como veremos en el siguiente capítulo. la
meditación antes, durante y después de la carrera, reporta una amplia variedad de beneficios.
Hay varios métodos bien conocidos para relajarse y meditar; aquí describiremos algunos que los corredores han
probado con éxito.
Entrenamiento autógeno
Ideados por el doctor H. H. Shultz, neurólogo aleman, estos seis ejercicios mentales deberían practicarse varias
veces al día, hasta que se produzcan a voluntad.
En una habitación tranquila y silenciosa, tiéndase y cierre los ojos.
1 . Centre su atención en una sensación de pesadez en los miembros.
2t Centre la atención en una sensación de calor en los miembros.
3. Concéntrese en el corazón y su baja pulsación.
4. Concéntrese en controlar la respiración.
5 . Concéntrese en una sensación de frescor en la frente.
6. Concéntrese en la total relajación de todo el cuerpo.
R elajación progresiva
Después de veinte años de investigación, el doctor Edmund Jacobson publicó un libro sobre la descarga de los
músculos del esqueleto contraídos, que él creía que cansaban o agravaban la ansiedad y dolencias afines. La solución estriba
en tenderse en la cama. asumir un estado mental pasivo, y calmar la tensión “incontrOlable” relajando los músculos con-
trolables. Por cada minuto que mantenga usted los músculos mayores relajados, los más pequeños también se relajarán.
Incluso las más diminutas contracciones de los músculos deben evitarse para lograr una pro-funda ~1
relajacion.
Meditactón trascendental
Una de las formas de meditación más ampliamente practicada. la meditación trascendental, se hizo popular en los
años sesenta cuando los Beatles, Mia Farrow y otros la practicaron. La meditación trascendental es una forma de meditación
que se presta a controversia. que requiere lecciones en un centro cualificado. y unos grandes gastos.
La respuesta relajante.
Esta técnica meditativa popular utiliza los cuatro componentes tradicionales de la meditación, junto con algunos
hallazgos médicos tranquiiizadores que reducen la presión sanguínea. Fue creada por el doctor Herbert Benson. de la
Harvard Medical School. Los cuatro componentes SOfl: 1. Hallar un ambiente tranquilo, que ayude a concentrarse.
2. Utilicc un dispositivo mental para traspasar su mente desde el mundo externo, lleno de ansiedad, hasta su mundo
interior, tranquilo. Este estímulo puede ser un sonido, una palabra o una frase repetida silenciosamente o en voz alta, o la
contemplación de un objeto. Aquí la “mente errabunda” es un gran obstáculo.
3. Asumir una actividad pasiva, lo cual incluye no preocuparse de cómo lo está haciendo.
4. Póngase cómodo. Algunas personas se sientan en la posición del “loto”, con las piernas cruzadas. El doctor
Benson previene: “Si permanece tendido, hay cierta tendencia a quedarse dormido
Los corredores del laboratorio médico Thorndike, de Harvard, y el doctor Benson, desarrollaron una variación de
estos cuatro componentes. Sbepherd los ha probado y cree que son fantásticos si se adentra uno en algunas de las
meditaciones para correr que se indican en el siguiente capitulo.
Siéntese tranquilamente en una posición cómoda, cierre los ojos y relaje profundamente todos los músculos. Un
método que usa Shepherd es el del masaje del yoga: empezar frotando suavemente la cabeza, y pasar a todas las panes del
cuerpo, incluyendo dedos de las manos y de los pies. Mantener los músculos profundamente relajados.
Respirar por la nariz. Probar un poco de respiración de yoga: inspirar por un orificio de la nariz y espirar, luego por
el mismo orificio, pero espirar por el otro. Continuar por espacio de varios minutos, alternando los orificios de la nariz.
Luego, mientras espira. decir lentamente la palabra “uno”. Seguir durante veinte minutos. Puede abrir los ojos para couua-
probar la hora, pero no use despertador. Al terminar, siéntese tranquilamente por espacio de varios minutos, primero con los
ojos cerrados y más tarde con los ojos abiertos.
Mantener una actitud pasiva. Permitir que la relajación se produzca a su propio ritmo. Prescindir de todo
pensamiento que le pueda distraer. Continúe repitiendo la palabra “uno”. No se preocupe por si realiza o no un profundo
nivel de relajación.
Yoga
Después de haber corrido por algún tiempo, pongamos un año, o quizás antes, y si aumenta la distancia y busca
nuevos ejercicios de calentamiento y relajación, el yoga puede resultarle atractivo. Si ya le atrae, entonces nos ha
adelantado.
El yoga se practica mucho entre los equipos atléticos, pues su finalidad es liberar la mente y relajar el cuerpo.
El yoga es una buena respuesta a una falta de elasticidad, pues el estiramiento es suave, indoloro y se consigue con
el tiempo. “La extensión a base de sacudidas y saltos —escribe el doctor Herbert de Vries, fisiólogo— produce el reflejo de
estiramiento que se opone realmente a la extensión deseada.”
Es difícil enseñar yoga en un libro, ya que es un ejercicio tanto espiritual como fisico, pero hay posiciones de yoga
que pueden ser beneficiosas para los corredores. A continuación destacamos algunas que nos gUStan; la mayoría serán
difíciles de realizar al principio, pero mediante la práctica, sin esfuerzo, se consigue dominarlas.
Halasana. Tendido de espaldas. con los brazos estirados por encima de la cabeza. levantar ¡entamente las piernas e
inspirar; levantar las caderas y la espalda, y pasar las piernas por encima de la cara hasta que los dedos de los pies tocan el
suelo detrás de usted. Volver lentamente a la posición inicial y sentarse. Luego, lentamente, échese de espaldas.
Variaciones: al estirar las piernas, sepárelas tanto como pueda. O lleve las rodillas hasta las orejas.
Halaeana
J’aschimottanasana. Sentado en el suelo, la espalda recta, las piernas juntas, estiradas hacia delante, levante los
brazos sobre la cabeza tanto como pueda, estirando su espina dorsal hacia arriba. Inspire profundamente, espire e indlinese
hacia delante hasta coger los dedos de los pies (si Bhadrasana
Sirangustasana
es posible). Un corredor flexible puede coger el pulgar del pie con los dedos de la mano y hacer llegar la cabeza
hasta las rodillas, con los codos en el suelo.
Bhadrasana. Sentarse y juntar las plantas de los pies apretando fuertemente. Poner las manos en las rodillas y
empujadas suavemente hacia el suelo. Coloque los talones lo inés cerca posible de la ingle, agarre los dedos de los pies e
indllnese hacia delante, hasta que la cabeza toque, o casi, el suelo.
Strangustasana. De pie, con las piernas bien separadas, las manos cogidas detrás de la espalda. Flexionar la rodilla
izquierda, e incinarse hacia delante sobre ella, con el tronco doblado y la cabeza presionando hacia abajo. Probar de llevar la
frente hasta los dedos de los pies. Mantenerlo medio minuto y repetir con el otro lado.
Pada/uzstasana. De pie, inspirar y levantar los brazos por encima de la cabeza, arqueándose ligeramente hacia
atrés. Lentamente, doblarse hacia abajo con las piernas rectas, espirar, llevar las manos a los talones y la cabeza a las
rodillas. Sostener la posición varios segundos. Inspirar al enderezarse.
Variacion: Cogerse las manos detrás de la espalda, doblar la cintura. bajar lentamente la cabeza hacia una rodilla y
luego hacia la otra, estirándose.
Pruebe a sentarse en la posición del loto: doblar la pierna derecha y colocar el pie sobre el muslo izquierdo~ tirar cl
tobillo hacia la ingle. Doblar la pierna izquierda sobre ella, encima del otro muslo. Mantener la espalda recta. Poner las
manos, con la palma hacia arriba, sobre las rodillas.
Si tiene problemas con la espalda, no pruebe de hacer la cobra o el puente. Estas, y otras posiciones de yoga,
pueden ser perjudiciales para su molestia de espalda y ciática.
Pruebe algunas de estas posiciones dc yoga como substitutos de su estiramiento regular (pero acuérdese de hacer
todos los ejercicios de extensión). Un motivo por el que subrayamos variar los ejercicios de calen
•tamiento y de relajación es que son tan importantes que no queremos que se conviertan en aburridos o reiterativos,
y substituirlos por yoga es divertido.
Así, pues, después de ca~enÉarse con meditación, relajación (o yoga) y extensión, corra, corra suelto porque correr
es vital tanto para su salud emocional como para su salud física.
16
Correr en el interior de su mente
John Donahue tiene cuarenta y tres años y trabaja para un contratista de Rochester. Nueva York. Corre 8.000
metros casi cada día. Como muchísimos que se pusieron en forma y corren regularmente, Donahue es un adicto a correr.
Empezó para perder peso, pero continúa a causa de su mente. “Al cabo de unos cuarenta minutos —explicó a un periodista
— parece como si todo tipo de tensiones se aliviaran. Parece como si Ibtara... Estoy más lúcido después de correr. Las cosas
se destacan mas, son más claras, como si hubiera apartado una telaraña. Después los problemas pueden ser clasificados con
más facilidad.”
El doctor George Sheehan, cardiólogo y corredor de maratón, nos habla del tercer viento1’ y de su “experiencia
cumbre” cuando “se siente completamente en paz con todas las cosas y se vuelve “muy creativo, casi poétko’ mientras
corre.
Dick Traum, el hombre de negocios de Nueva York. que corre con una pierna artificial, dice: “Consigo divertirme
realmente al poder organizar mis pensamientos lejos de las interrupciones de los negocios. A veces sólo me pongo a tono
unas horas y alivio la tensión. Necesito casi media hora para desembarazarme completamente; entonces me siento elevado,
como si corriera sin el menor esfuerzo
El correr también ayudó a Mary Beth Byrne, bibliotecaria financiera de Nueva York: “El correr me ayudó a
encontrar más satisfacción en mi trabajo. Me dio valor y fuerza para tomar grandes decisiones. Descubrí nuevos objetivos
en el trabajo y me sentí feliz de que no sea mas absorbente, pues ahora tengo tiempo para correr mucho. De haber cambiado
de carrera, como pensaba. habría tenido muy poco tiempo para correr.
He descubierto que correr me permite pensar en cosas positivas y resolver problemas. A veces me siento como en
blanco. Experimento una gran libertad sólo con mirar a los árboles y el panorama, sin pensar en nada. Para mí ha sido algo
muy personal, me ha hecho más optimista. El acto de correr combina el cuerpo y la mente de una manera muy satisfactoria’.
Joe Henderson llama a esta experiencia “meditación en movimiento”. Y lo es. Si corre usted más de 8.000 metros
al día, más de cuatro días a la semana, lo habrá experimentado: el flujo del movimiento, el segundo aire, la creatividad, la
euforia, el “tercer viento” y la meditación elevada. El doctor Sheehan lo denomina “abrir el lado creativo del cerebro”. No
ocurre siempre, pero cuando ocurre, dice: “Parece que veo las cosas como son en realidad. Estoy en el cielo”.
lan Thompson, corredor de fondo, campeón mundial, declaró al ‘Sunday Times” de Londres. el 30 dc junio de
1974: “E. M. Forster escribió un artículo sobre los remeros, en el cual decía que alcanzaban un estado de trascendencia que
es el objetivo de todo deportista. Se pierde el sentido de identidad, uno se convierte en el mismísimo correr. Me ocurre con
el entrenamiento. Basta con pensar en ponerme los zapatos para correr, y ya empieza a venirme el placer del movimiento.
Noto una sensación de euforia, casi de verdadera felicidad. Cuando soy feliz corro bien y cuando corro bien soy feliz... Es la
idea platónica de conocerse a uno mismo. Correr es llegarse a conocer a uno mismo hasta el máximo grado”.
El doctor Thaddeus Kostrubala empezó a correr para reforzar su corazón y perder 27 kilos. Mientras se ponía en
forma, se dio cuenta de que no sólo su cuerpo se volvía más firme, sino que también su mente era más aguda y creativa. El
doctor Kostrubala, psiquiatra de San Diego. empezó a tratar algunos tipos de enfermedad emocional con terapia que incluía
correr: sus pacientes empezaron corriendo hasta una hora al día, tres días a la semana, y luego hacían terapia de grupo. Ya
ha devuelto a un esquizofrénico paranoico a la escuela, y ayudó a un adicto a la heroína a abandonar su hábito: “Antes,
jamás había experimentado esta clase de éxito en psicoterapia’X
El doctor John H. Greist. psiquiatra de la universidad de Wisconsin-Madison. está estudiando el efecto del trotar
sobre los pacientes deprimidos. Durante un programa de correr de diez semanas de duración, para ocho pacientes, seis
hallaron alivio a su depresión andando, trotando o
corriendo de dos a siete veces por semana, tanto solos como en grupo. “La mayoría se recuperaron de su estado
deprimido —dice el doctor Greist— al cabo de tres semanas de correr, y han mantenido su recuperación...
El doctor Herbert De Vries, fisiólogo de Los Angeles. trató a pacientes que experimentaban fuerte ansiedad y
tensión. A un grupo se le administró tranquilizantes. el resto se fue a dar vigorosos paseos regula-res. El doctor De Vries
notó que los que daban regularmente paseos de quince minutos estaban más calmados; es decir. el ejercicio tuvo un efecto
más calmante que las drogas.
Hay pruebas científicas para esto. Los doctores Paul Insel y Walton Roth. de la Universidad Stanford de Calirornia,
han descubierto que el correr relaja un cuerpo tenso. La relajación más profunda viene despues de una tensión muscular
voluntariamente aumentada. Y recientemente. la Academia de Ciencias de Nueva York llegó a la conclusión de que los
hombres y mujeres que corren largas distancias son más estables emocionalmente, menos propensos a la ansiedad y más
independientes que los no corredores.
En 1 97 3 . “Psichology Today” estudió los efectos del correr sobre el comportamiento. Se comprobó que las
personas que empezaban a correr tenían tendencia a volverse más imaginativos. autosuficientes. resueltos y emocionalmente
estables. Como dice el doctor William Glasser, autor de Adkcic%n positiva. correr también nos da una amplia gama de
apoyos emocionales. incluyendo “mayor confianza en uno mismo e incluso mayor capacidad de usar la propia imaginación.
lo cual —por supuesto— hace la vida más digna de ser disfrutada’. El doctor Glasser arguye que “a los que se deciden a
correr y lo hacen regularmente, se les crea algo muy parecido a una adicción. Es decir, si el corredor no corre se siente ner-
vioso. alterado. ansioso, tenso... Tensión que sólo se alivia corriendo el tiempo prescrito”.
Tal vez el argumento más impresionante sea el del doctor Malcolm Carruthers y su equipo médico inglés. quienes
hallaron que los hombres y mujeres que hacen ejercicio vigoroso liberaban mayor cantidad de hormona epinefrina. Esta
hormona, informa el doctor Carruthers. es “la base química para los sentimientos felicesl y que incluso diez minutos de
fuerte ejercicio liberan “doble cantidad de esta hormona. destruyendo la depresión... y el efecto es duradero
Correr mucho y despacio puede. según el doctor Kostrubala, bprodü~ cir un estado alterado de . Parece como si se
abriera una extraordinaria avenida de percepción”. A menudo la experiencia es como un sueño, pero que el corredor
recuerda. y en el cual piensa después de la carrera. El propio doctor Kostrubala, corredor de maratón, se expresa muy
claramente cuando dice que “el corredor de larga distancia lenta experimenta parte de su subconsciente”. Su carrera también
proporciona “un estado alterado de conciencia al que se podría calificar de especie de meditación occidental”.
El doctor Kostrubala escribió, en la revista “The Physician and Sporsmedicine”, que “durante los primeros 20 o 30
minutos (de una carrera) uno se siente mal, fatigado, muerto. Algunos, llevados por la depresión, incluso llegan a llorar. La
sensación de vaciado es emocional, no fisica. Esa sensación depresiva desaparece al cabo de 30 minutos...
“Casi tan consistente es la “plenitud del corredor”, que se presenta a los cuarenta minutos después de empezar. Es
una euforia clara, con sensaciones de excitación y entusiasmo. Por eso la mayoría de los de nuestro grupo de corredores
reforzamos la dosificación con carreras independientes.
“A este periodo de 40 a 60 minutos lo denomino “estado alterado de conciencia” que debe ser parecido a la
experiencia catalítica de las drogas o a la religión, que nos permite alterar nuestras vidas desde dentro. Es una apertura al
subconsciente...
“Se altera el proceso del pensamiento. Los problemas se vuelven insignificantes o incómodos, y los dejamos de
lado. Y. al igual que en una consulta interna, una mezcla de ideas relampaguean a través del campo del subconsciente.”
Por supuesto, es necesario “escuchar al propio cuerpo”. El doctor Kostrubala. y otros corredores, recomiendan que
si el correr no satisface al cabo de media hora, tal vez sea mejor detenerse. Por lo general. hay etapas distintas en el correr
en el interior de la mente. Los primeros treinta minutos quizá le hagan preguntarse: “~Qué diablos estoy haciendo aquí?”
Una ligera euforia puede iniciarse después de la media hora, y las tensiones desaparecer; que el ritmo de su respiración, o el
ritmo entre sus pisadas y su respiración le adormezca. Las ideas relampaguean dentro y fuera de su mente desde la periferia
de su conciencia. Al cabo de una hora puede tener lugar una especie de meditación, en que los colores y los tipos de
pensamientos se deslizan a través de su lucidez.
Joe Henderson. autor de La solución de la carrera larga, sugiere cinco pasos que son tan buenos para correr como
para alcanzar un estado meditativo. Primero iniciar la carrera sin una finalidad concreta. Hacen falta de 20 a 30 minutos
para captar el flujo, y para entonces uno ya sabe lo que puede hacer. Si la carrera va mal, parar y volver a intentarlo al día
siguiente. Segundo. es mejor cualquier carrera que ninguna: incluso unas gotas de carrera añaden algo al estanque de la
aptitud. Tercero, deje que
cl paso adecuado venga por sí solo. Normalmente querrá usted correr a lo largo entre la comodidad y la
incomodidad. Cuarto, corra para usted, no
U
mire hacia delante ni hacia atrás. Y quinto, corra para hoy, no compita con el ayer ni con el mañana conténtese con
ser menos que el mejor.
Algunas cosas pueden inhibir o facilitar “la penetración en el propio mundo interior” mientras se corre. Por el lado
negativo están:
~ La competición, o la obsesión de correr muchos kilómetros.
Los ambientes nuevos, que centran la atención fuera del cuerpo. Algunos corredores no están de acuerdo y arguyen
que los ambientes nuevos alejan la mente de la carrera durante esos primeros, y a menudo incómodos, treinta minutos.
Otras personas y el ajetreo de las carreras en grUpo: Validas para diversión y sociabilidad, no sirven si se quiere
alcanzar un estado medita-tiiio.
La conversación. con otra persona o con usted mismo, puei desviará su concentracion.
Evitando estas cuatro circunstancias durante una carrera, y corriendo con paso firme, no fatigoso, dejando que la
mente vuele libre, se puede facilitar la aparición del estado meditativo.
El doctor Leonard Reich, psicólogo de Nueva York y corredor, dice que trata de no pensar en nada. En realidad se
concentra en limpiar su mente de todo pensamiento para poder estar receptivo para la actividad a la cual se dedica. A esto lo
llama “correr meditativo”. El primer paso, sugiere el doctor Reich, es “concentrarse en el presente, para darse cuenta del
aquí y ahora”. Esto significa ser receptivo, abrir la lucidez a todos los estímulos internos y externos, dejar que todas las
fuerzas en la situación intermedia reciban igual atención.
Algunos corredores se sientan y entonan un cántico, una palabra o sonido repetidos, y luego corren. Otros se
relajan, empiezan a correr y meditan acerca de su firme respiración o el ruido de sus pies. Dick Buerkle. corredor olímpico,
oye un firme batir mientras corre, y a veces el batir adquiere la forma de una canción, con los pies marcando el ritmo.
También le gusta atarse cascabeles en sus zapatos para correr, para tener un sonido meditativo. Otros corredores realizan
cálculos matemáticos, y otros incluso buscan trances meditativos, quedando casi hipnotizados como los tibetanos. que
corren durante veinticuatro horas a una velocidad de 1 .500 metros cada siete minutos, en estado de trance obtenido gracias
a la meditación.
Hay varias maneras de conseguir tal estado meditativo. El doctor Kostrubala recomienda concentrar la atención
sobre partes del cuerpo:
piernas, espalda, pies, y el sudor o la respiración. También opina que repetir una y otra vez una oración de la
infancia, a veces da buen resultado. El contar también es excelente; hay que pronunciar los números como un cántico,
contando hasta cien, o seguir contando hasta que esté atontado de números.
A continuación damos algunos métodos para tratar de alcanzar la meditación corriendo, y como sea que creo que el
correr tiene que ser divertido, he incluido algunas ideas extravagantes.
Sentarse quieto y solo cerca de la ruta a correr. Cerrar los ojos. o fijar la mirada en el suelo delante de uno.
Concentrarse en la respiración. Contar diez exhalaciones; volver a empezar y contar diez mas. Hacerlo durante quince
minutos. Empiece a caminar. Fíjese en sus pies golpeando el suelo. Escuche su respiración. Concéntrese en su cuerpo.
Empiece un trote lento, y luego una carrera lenta. Aporte el estado meditativo a su carrera contando respiraciones, pasos o
repitiendo oraciones, un cántico o números. Al cabo de media hora deje que su mente vague libre. Deje que fluyan a través
de usted ideas, fantasías, colores, olores. Sea receptivo. Ábrase a los estímulos internos y externos y, según subraya el
doctor Reich, haga que el ritmo de su cuerpo sea tan gracil que penetre en el ritmo del universo.
Otra carrera, para hombres y mujeres en buenas condiciones físicas. podría seguir este modelo: meditar a solas en
un campo hasta estar a punto para correr. Incorporarse con los ojos entornados, correr lentamente y acelerar hasta una
arrancada. Abrir los ojos a medida que se aumenta la velocidad. Luego aminorar la marcha y volver a la posición
meditativa; incorporarse y volver a correr.
Sabemos, por estudios médicos, que uno de los factores más inhibido-res de la actividad muscular es la producción
de ácido láctico. Este se escapa de los músculos hacia la corriente sanguínea cuando el suministro de oxígeno es
inadecuado. La revista “Scientific American” publicó informes médicos que muestran que diez minutos de meditación
pueden reducir el ácido láctico de la sangre al mismo nivel que ocho horas de sueno. Por tanto, la meditación antes de correr
puede tener un profundo efecto sobre la fuerza muscular.
Mike Spino del Eslalen Institute, y James Hickman, psicólogo investigador de San Francisco, han ideado varios
ejercicios mentales que son a la vez meditativos y de ayuda para preparar a los corredores para corrçr. Uno de los mejores es
la “meditación testigo”, ideada para llevar de una meditación sentado, a una meditación corriendo.
Primero, se asume la posición Zen: sentado, con los dedos encogidos.
la mano izquierda en la palma derecha, con los pulgares tocándose ligeramente. Poner las manos en cl regazo y
cerrar los ojos. Respirar profundamente con el abdomen. Hágalo con lentitud y relájese. Inspire profundamente. llenando la
cavidad, y mientras expira. afloje la tensión. Al cabo de dos minutos, más o menos, respire profundamente con el tórax.
Lene la parte superior del pecho. Espire lentamente y relájese. Inspire y espire profunda, relajada y ritmicamente. Al cabo de
otros dos minutos, combinar los dos tipos de respiración. Espire desde el pecho y luego desde el abdomen. Inspire llenando
el abdomen y luego el pecho.
Spino y Hickman señalan que a continuación se “visualiza una luz del tamaño de un halo, directamente encima de
la cabeza’ y. mientras se inspira lentamente. “atraer luz desde este halo hacia el interior del cuerpo”. Esta “luz” debería
relajarle y calmarle. A medida que la luz se desvanece de la vista, obtiene usted “una fuente de energía personal’X
Si esto es excesivo para usted. pase al siguiente paso: el andar Zen. Esto ayuda a llevar “el estado contemplativo de
la lucidez al moví-mient&’. Ande alrededor de un círculo, estableciendo lentamente con-tacto con el suelo. primero con el
talón y luego con la punta del pie, aumentando gradualmente a un paso más rápido. Deténgase. observe un punto en el
suelo. “respire dentro del punto”. Imagínese usted mismo como una persona primordial. empiece trotando a paso lento y
luego, “en un estado de lucidez concentrada”. empiece a correr despacio. Aquí debe incorporar las ideas del doctor
Kostrubala para meditar moviéndose.
Este ejercicio, con todos estos pasos separados e ideas, no atraerá a algunos corredores. pero Jack Shepherd opina
que todos debemos hacer por lo menos una carrera loca cada semana. La mía es lo que yo llamo una carrera animal”. Corro
como un animal salvaje, lleno de velocidad y furia, con abandono. a menudo solo, aunque a veces con un compañero animal
que ayuda a apretar el paso por turnos. Estas carreras refuerzan mi cuerpo y agudizan mi mente. Pienso ‘agallas” durante
toda la carrera, y fantaseo sobre los recuerdos que tengo de uno de mis mayores héroes:
Steve Prefontaine. Aún me parece verle corriendo más allá de sus límites. por puro vigor mental, solo con su
agonía en el rostro que ocultaba su alegría por sobrepasar el umbral del dolor. Cuando corro así pretendo ser tan duro como
él.
Creo que nos invade una sensación de euforia con tres tipos de carreÇaS: la elevación meditativa por correr solo a
un paso reflexivo, la eleva-cián competitiva de correr de prisa al borde de nuestros límites físicos. y la elevación de correr
con amigos. de compañerismo.
Sólo estamos empezando a comprender la relación que hay entre el correr y la meditación. Las gentes llamadas
“primitiVas” pueden ser nues tros últimos maestros. Los indios Tarahumara. en el norte de México, Viven en las montañas y
corren despacio de casa en casa, de poblado en poblado. Durante los días laborables hay grupos que trotan 45 kilómetros o
mas, y los fines de semana 225 kilómetros.
Los aborígenes australianos atrapan a los canguros trotando despacio junto a ellos, hasta que el animal queda
agotado. Los famosos cazadores del desierto de Kalahart, en Africa. trotan tras el gran antílope 30 kilómetros y permanecen
tan frescos. Un grupo de indios hopi corrían tradicionalmente ¡ 5 kilómetros antes del alba hacia sus campos. trabajaban
todo el día y corrían de nuevo los ¡ 5 kilómetros hasta sus casas. No debe sorprendernos que algunos de éstos —los
corredores tibetanos, los hopi— fuesen gente meditativa. Ninguno de ellos contaba kilómetros, puntos aeróbicos o tiempo
por kilómetro. Corrían por propia voluntad, o por la necesidad de obtener comida; correr formaba parte de su vida.
Ahora que correr forma parte de nuestra vida, hay que ampliarlo. Hay muchas maneras, a muchos niveles, de
realizar la meditación en movimiento.
Para mi. el doctor Sheehan es quien mejor lo resume: “Por cada corredor que sigue ¡os maratones mundia~es. hay
miles que corren para escuchar el roce de las hojas o la lluvia y mirar el día, donde, de pronto.
todo es tan fácil como para un pájaro volar. Para eLlos el deporte no es una prueba, sino una I.erapia; no un
examen, sino una recompensa~ no una pregunta, sino una respuesta.
Era una romantica mañana de niebla. Más de siete mil hombres y mujeres se apiñaban cerca de la línea de salida
para la carrera anual en San Francisco, de la bahía al rompeolas. En su mayoría se calentaban trotando sobre el terreno,
haciendo ejercicios o corriendo distancias cortas arriba y abajo. La tensión anterior a la carrera y la emoción —era una
carrera más por diversión que por los premios— levantaba los ánimos y las esperanzas; con la niebla y los corredores se
mezclaba una sensación festiva.
Al oírse el disparo de partida, aquella gran masa de corredores se lanzó adelante y cada cual buscó su paso. Un
corredor que se ajustaba a la carrera, se encontró detrás dc una mujer especialmente encantadora, cuyo paso se ajustaba al
suyo. Ella le echó una ojeada. y él a ella. En silencio, los dos continuaron con el mismo paso durante los primeros kiló-
metros. Por fin, utilizando una introducción ya probada en otras ocasiones, él preguntó: tQué hace una chica tan bonita
como tú en un sitió como éste?”
—~Quién dice que soy bonita? —contestó ella, con una pícara sonrisa.
Él se acercó más, la cogió por el codo, y los dos se desviaron hacía los matorrales ocultos por la niebla, para
demostrar que, en verdad, los corredores son mejores amantes.
¿Por qué los corredores son mejores amantes? Los motivos son muy aparentes, y los resultados satisfactorios. Los
corredores, como cualquiera que haga ejercicio regularmente, se sienten mejor y tienen mejor aspecto. desarrollan un cuerpo
firme y esbelto. Con el orgullo por el propio cuerpo aparece una confianza en uno mismo que a menudo trasciende al
trabajo y al ocio. Sam McConnell, a la edad de setenta y siete años, corre 9.000 metros diarios: “Correr estimula todos los
aspectos de la salud, fisíca y sexual. La mayoría de las personas con más de cincuenta años no ejercitan mucho el sexo, pero
correr es una gran contribución a la potencia. Hoy me siento sexualmente mejor de lo que me sentía veinte años atrás, y lo
atribuyo al correr”.
Los corredores son atletas de resistencia, y están acondicionados para obtener rendimientos superiores. Participan
en una actividad que valora la resistencia, la versatilidad, el vencer obstáculos (tales como molestias. dolores y demás
incomodidades), la experiencia compartida, la capacidad de actuar con cualquier tiempo o clima, en interiores o en
exteriores y. desde luego, la distancia sobre el tiempo. A menudo los corredores son más sensibles a los cambios en su
cuerpo, y por sus costumbres de entrenatniento saben lo que significa aplazar la satisfacción. La persistencia, la durabilidad
y el placer de cada paso hacia un lejano y compensador objetivo caracterizan a los corredores.
Conozcan la verdadera historia de otro corredor amigo mío. Redentemente se había acostado con una joven
corredora y pronto decidieron
—para los corredores, pronto equivale a un mes— que los corredores son mejores amantes. Para probar su punto
de vista, por así decirlo, hicieron un agradable pacto: “La apuesta —me dijo mi amigo— era que podía tener una erección al
cabo de treinta minutos de haber acabado un maratón. Yo estaba convencido de que los corredores de maratón realizan
extraordinarias proezas sexuales”.
Gustosamente, ella aceptó la apuesta, y la semana del maratón los dos prepararon sus planes. De común acuerdo, se
abstuvieron los dos días antes de la carrera~ cuando él se acercó a la línea de salida, lo hizo con una ansiedad por acabar
superior a la normal. Cuando sonó el disparo. saltó adelante con paso rápido y lo mantuvo con vigor fuera de lo corriente.
Los temidos 30 kilómetros primeros llegaron y se fueron, y él siguió corriendo brillantemente: “En realidad —dijo— acabé
con mi mejor tiempo; ni siquiera pensé en las molestias y dolores normales que sufrimos en las últimas etapas de un
maratón. Incluso exhibí una sonrisa feliz en los últimos cuatro kilómetros. No sólo gané la apuesta, sino que al cobrarla se
disiparon todos los vestigios de mi acostumbrada rigidez al terminar una carrera”.
Cada corredor con el que hemos hablado acerca de este tema, estuvo de acuerdo en que correr mejora su
rendimiento sexual. Tanto los hom
bres como las mujeres han coincidido en que los corredores son, sexual-mente, más saludables, más atractivos y
más interesados por sus cuerpos y su rendimiento. En realidad, correr estimula una prqunta básica bu-mana: ¿Cómo hacer
que mi cuerpo realice una amplia gama de actividades? Y el correr nos muestra cuán sorprendentemente versátiles. fuertes y
duraderos pueden ser nuestros cuerpos.
Pero persiste la creencia de que correr (y otros deportes) y la sexualidad no encajan, que si uno se toma una carrera
en serio hay que abstenerse del coito antes de la carrera. El doctor George Sheehan —padre de doce hijos— escribió en
“Runner’s World”: “Las estadísticas acerca de la actividad sexual sugieren que el verdadero gasto de energía equivale al de
una arrancada de 500 metros. No veo como puede esto afectar los esfuerzos competitivos de nadie. En tal caso, el problema
seria de orden psicológo,; tal vez la baja de tensión y la pérdida de impulso competitivo. No obstante, hay algunos
entrenadores y psicólogos que creen que tal relajación puede ser beneficiosa. Mi experiencia personal me ha convencido de
que el máximo rendimiento en carreras de distancia media y larga es factible unas horas después de cualquier actividad
sexual.
El doctor Warren R. GuiId. de la Harvard Medical School. ha efectuado extensas investigaciones sobre el
rendimiento y la sexualidad en los atletas. Al estudiar a Mubantmad Mi, el boxeador de peso pesado. el doctor Guild
escribió: “No sólo no le desaconsejaría la actividad sexual. sino que me pondría en el lado positivo y le recomendaría y
alentaría decididamente a que tuviera contacto con su esposa una o dos noches antes del combate. para asegurarle mejor
sueño y un aumento de vigor para la lucha... El intercambio fisico no disminuye en modo alguno la fuerza ni hace que uno
se sienta más débil”.
El doctor Craig Sharp. jefe médico consejero del equipo inglés en las olimpiadas de 1 972, investiga desde hace
mucho tiempo el mito del sexo-rendimiento, “principalmente a causa de los malos consejos que recibe la gente”. Dice que
algunos atletas ‘alteran su vida privada a causa de consejos no fisiológicos. dados por motivos puritanos o basados en cuen-
tos de brujas”.
El doctor Sharp también indica: “No encuentro ninguna evidencia basada en hechos, ni en datos científicos, ni en
conversaciones con mu-chos atletas y deportistas de categoría mundial. de que una moderada actividad sexual. incluso la
noche antes de un partido. tenga efectos perjudiciales sobre el deporte en cuestIón”.
Destaca el caso de un corredor olímpico de distancia media que esta-bleció un record mundial una hora después de
haber hecho el amor. y el de un devorador de kilómetros inglés que corrió cuatro minutos escasos después de haber
disfrutado del sexo. Al doctor Sharp también le gustaría que las esposas acompai!tarafl a sus esposos en los Juegos
Olímpicos. Dave Wottle, corredor norteamericano de 800 metros, se casó justo antes de las olimpiadas de 1972. pero una
vez en Munich se vio enclaustrado en el poblado olímpico, y su esposa —que no hablaba alemán— en un hotel a casi una
hora de distancia. Dave, siguiendo el ejemplo de otros atletas, empezó ocultando a su esposa en el poblado. Aunque tal
ocultación no turbó el rendimiento de Dave, pudo preocupar a los otros por lo que se refería a su concepto de la propiedad.
Casel Stengel tenía razón al decir: “No es el contacto sexual lo que arruina a estos muchachos, sino pasarse todá la
noche buscándolo”.
Una corredora nos contó su excitación al comienzo del maratón de Nueva York en 1977, cuando la enorme
multitud de ruidosos y escasamente vestidos corredores se arracimaba sobre el puente Verrazano, tensos y excitados,
gritando: ‘~Vamos!. ¡Vamos!” En medio de aquel bullicio, nuestra corredora no pudo evitar echar los brazos alrededor de un
corredor que daba saltos junto a ella. Se quedó parado.
—Perdone —dijo ella, con los brazos y piernas apretados alrededor del corredor—. Me siento tan trastornada por
todo esto, que no lo puedo remediar.
—Bien —dijo él con cautela—. verdaderamente, es emocionante.
Vaciló, calibrando aquel inesperado encuentro en un lugar tan poco propicio. Luego, despacio, colocó sus brazos
alrededor de ella. Se besaron, se abrazaron, y empezaron a moverse rítmicamente. formando casi un solo cuerpo.
El disparo de salida restalló en el aire y, con los reflejos de los corredores entrenados, la mujer y el hombre se
separaron y empezaron a correr.
—Unos dos kilómetros más adelante —dijo ella—, volví a pensar en todo: el impulso, el abrazo, la mirada
sorprendida. Me puse a reír y reír, y luego lloré. Después corrí como un demonio. Jamás volví a verle. Pero. esté donde esté,
quiero que sepa una cosa: era como dinamita sobre el puente Verrazano.
Ésta es mi historia preferida, pero otra, oída durante el maratón de Boston en 1977. ofrece esperanza a todos los
corredores. Después de la carrera, muchos de los que completaron el maratón se reunieron para tomar alguna cerveza y
bromear, en el bar Eliot Lounge, no lejos de la línea de llegada. Empece a entrevistar a algunos hombres y mujeres, para
este capitulo. De pronto, se me acercó un hombre de pelo blanco.
—He oído que hace usted un libro sobre correr —dijo—, y que hay un capítulo sobre la sexualidad.
—Si —contesté, y sonrei.
—Bien. Por si le sirve, le diré que empece a correr cuando murió mi esposa, hace diez años. Estaba jubilado, me
sobraba el tiempo, y me sentía aburrido. Vivo en una colonia para jubilados, y no me gusta jugar a las damas ni a las cartas.
Así que empecé a correr. Me califiqué para Boston hace cinco años, y corro unos noventa kilómetros a la semana.
En este punto dejé mi cerveza. Empezaba a interesarme aquel anciano.
—El único problema es que las señoras mayores no me dejan tranquilo. No hay muchos hombres de mi edad por
ahí; de todos modos, uno que corre quince kilómetros al día y se mantiene en forma es objeto de gran demanda. —Se rió y
chasqueó la lengua—. Empecé a llevar mi anillo de boda, pero esto sólo consiguió reducir un poco el número. Lo que
ocurre es que no puedo decir que no. Me gustan las chicas que están al final de los cincuenta y primeros de ¡os sesenta. Y si
mi cuerpo dice que sí tan fácilmetite 6por qué mi cabeza va a decir que no?
Estuve de acuerdo con él, y ambos nos reímos.
—Joven —me dijo en tono confidencial—. permita que le diga algo. Consigo más ahora que cuando era cuarenta o
cincuenta años más jo-ven.
Nos reímos de nuevo.
—Oiga —le dije—. por cierto. ¿qué edad tiene usted?
—AYo? Tengo setenta y dos años.
Eso es algo que vale la pena buscar.
Indice
Agradecimientos 9
Introducción: el camino hacia la adecuación¡5
1 Método para correr con facilidad: programa básico
para todos los corredores 27
2 Corredores principiantes e intermedios 53
3 El competidor principiante y más allá 63
4 El último reto a la adecuación: el maratón 79
5 El estilo de correr 87
6 Ejercicios suplementarios 95
7 Nunca demasiado joven, nunca demasiado viejo 109
8 Las mujeres en la carrera 115
9 Corriendo con ¡a madre naturaleza y sus hijos 125
10 Análisis del calzado 143
1 ¡ Lesiones y enfermedades por inactividad y por exceso ¡ 51
12 La máquina corazón-pulmón ¡83
¡3 Coma. beba y esté alegre 197
14 Comida y bebida para correr 217
15 Ansiedad y tensión 227
16 Correr en el interior de su mente 239
17 Los corredores son mejores amantes 247