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A los hombres hay que mirarlos desde arriva.

Yo pagaba la luz y me pona a la ventana: ni siquiera sospechaba que se les pudiera observar por encima, Cuidan la fachada, algunas veces la espalda, pero todos los efectos estan calculados para espectadores de un metro setenta. Quin? a reflexionado nunca en la forma de un sombrero hongo visto desde un sexto piso no se cuidadn de defender sus hombros y sus crneos con colores vivos y con gneros chillones, no saben combatir ese gran enemigo de lo humano la perspectiva de arriba abajo. Yo me asomaba y me echaba a rer: dnde estaba, pues esa famosa "estacin de pie" de la que estn tan orgullosos?, se aplastan contra la acera y dos largas piernas semi-rampantes salanabajo de los los hombros. En el balcn de un sexto piso: all hubiera debido yo pasar toda mi vida. Es necesario apuntalar las superioridades

morales con smbolos materiales, sin la cual se desplomara. Pero, precisamente cul es mi superioridad sobre los hombres? Una superioridad de posicin; ninguna otra: me he colocado por encima de la humanidad que est en m y en la contemplo. He aqui por qu me gustaban las torres de Notre Dame, las plataformas de la torre Eiffel, el Sacr-Coeur, mi sexto pso de la calle Delambre. Son excelentes smbolos.

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