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UNIVERSIDAD DE SAN MARTIN DE PORRES

FACULTAD : MEDICINA HUMANA


ASIGNATURA : EPIDEMIOLOGIA

GABINETE Nº 11

TITULO : EPIDEMIOLOGIA EN SITUACIONES DE DESASTRES


NATURALES

OBJETIVOS :

1. Comprender el concepto de desastre natural.


2. Aplicar sus conocimientos en la aplicación de la epidemiología en situaciones
de desastres
3. Reflexionar e identificar en un estudio de caso las acciones a emprender ante
una situación de desastre

METODOLOGÍA

Lectura, discusión, comentarios.

TAREA: Luego de la lectura de los casos, comente y precise las acciones a realizar
como parte del equipo de emergencia de salud y que consideraciones sanitarias le
merecen los casos presentados.

CASO 1

EXPERIENCIA PERUANA EN EL MANEJO DE CADAVERES EN SITUACION DE


DESASTRE: INCENDIO DE MESA REDONDA 29 DE DICIEMBRE DE 2001 LIMA –
PERU

(tomado de una publicación de OPS sobre manejo de cadáveres en situaciones de


desastres 2004. Autor Judith Maguiña Romero : Medico Legista. división de exámenes
tanatológicos forenses sede regional lima centro. Instituto de medicina legal del Perú)

Introducción

El incendio de Mesa Redonda se produjo faltando dos días para el nuevo año 2002, a
las 19:15 de la noche del 29 de diciembre del 2001, cuando había mayor afluencia de
personas realizando sus compras para las fiestas de Año Nuevo. El centro comercial
llamado Mesa Redonda, estaba ubicado en el centro de la ciudad de Lima. Era un
lugar de calles muy estrechas, con edificaciones de la época colonial, tiendas y
galerías ocupadas por comerciantes formales e informales que colocaban su
mercadería fuera de las tiendas, ocupaban las dos terceras partes de los jirones y
calles, y obstruían el paso de los peatones y de los vehículos; a esto se sumaban los
vendedores ambulantes (incluidos menores de edad) que ofrecían sus artículos
pirotécnicos necesarios para festejar las fiestas del año nuevo.

Este gran centro comercial es muy concurrido porque los productos tienen precios
accesibles para la población de escasos recursos y rutinariamente concentra gran
cantidad de público, que se incrementa en épocas de fiestas y produce gran
congestión de personas y de vehículos, similar a una procesión.
Según referencia difundida en los medios de comunicación, 1.100 toneladas métricas
de artefactos pirotécnicos, de los cuales aproximadamente el 50% se encontraba
almacenado clandestinamente en las casas donde ocurrió el siniestro y el resto se
comercializaba en las calles.

Las investigaciones refieren que el incendio se originó cuando un comprador solicitó la


demostración de la efectividad de un artículo pirotécnico llamado 'chocolate', de 50 cm
de longitud, que contiene cuatro esferas internas que detonan en el aire como
pequeñas bombardas desprendiendo luces de colores y fuego; una de ellas se elevó y
cayó en la azotea de las casas que servían como almacenes de toneladas de los
artículos pirotécnicos (bombardas, cohetes, etc.). Rápidamente el fuego se extendió
en forma desenfrenada inducido por los artefactos pirotécnicos explosivos y formó una
gran 'bola de fuego' que corrió por las calles abarrotadas de compradores y
vendedores, y produjo graves daños materiales y pérdidas de vidas humanas.

Los reportes indican que la inmensa bola de fuego generó temperaturas de más de
800ºC. El fuego trepó por los techos de los inmuebles en forma simultánea por varios
puntos a la vez; así mismo, provocó la explosión y el incendio de 14 vehículos (taxis) y
la muerte de personas en su interior.

Cerca al foco del incendio se ubicaba una subestación de corriente eléctrica de


aproximadamente 10.000 voltios de capacidad, aproximadamente a no más de tres
metros del suelo, y fallecieron las personas que se encontraban en dicho sector.

Se reporta que en el momento del desastre había aproximadamente 4.000 personas


entre compradores y vendedores.

Se calcula que en los primeros 10 minutos se habría producido ya el 20% de las


víctimas. Los bomberos no pudieron extinguir el fuego porque les fue imposible
ingresar a la zona del siniestro debido a que las calles estaban obstruidas por grandes
cantidades de mercadería, personas fallecidas, curiosos, saqueadores y vehículos.

Es importante recalcar también la reacción de la personas, pues muchos de los


comerciantes prefirieron salvar sus mercaderías antes que alejarse del lugar del
incendio y así salvar sus vidas.

El incendio se logró controlar aproximadamente en cinco horas de labor continua. Las


cifras reportadas de este macabro incendio fueron 277 cadáveres, 117 restos
humanos, 200 heridos con quemaduras graves y 320 personas desaparecidas y
graves daños materiales, pues muchas personas perdieron sus casas y otras, su
capital de trabajo.

El 82% de las necropsias del total de cadáveres completos (277) se realizó en los tres
primeros días. Esto permitió preservar algunas evidencias para facilitar la identificación
visual por parte de los familiares, antes de que los fenómenos de putrefacción los
alterasen más.

El personal demostró pericia y capacidad profesional, por lo cual se logró identificar el


31% del total de cuerpos completos después de realizadas la necropsia y las pericias
forenses.

Profesionales y personal administrativo de otras divisiones médico-legales acudieron y


trabajaron en la atención directa a los familiares, lo que permitió que no hubiera
interferencias de las familias durante las necropsias.
El Ministerio de Salud fue una institución que brindó apoyo desinteresado al Instituto
de Medicina Legal, con recursos humano, logístico, alimentario y de apoyo moral.

Se diseñó un flujograma que permitió el acceso de los familiares en la identificación de


cadáveres, lo cual tranquilizó a la población.

El Ministerio Público (Fiscalía y Medicina Legal) no tenía un plan de contingencia para


casos de emergencias y desastres cuando ocurrió este evento adverso; se trabajó
siguiendo la rutina diaria, lo que significaba lentitud en las identificaciones.

Así mismo, el desconocimiento de algunas autoridades sobre el manejo masivo de


cadáveres en situaciones de desastre originaba desorden y caos en las diferentes
etapas del estudio pericial, como son el levantamiento del cadáver, el internamiento
del cuerpo en la morgue, el registro y la entrega de cadáveres.

El internamiento de los cadáveres no guardó los lineamientos adecuados que


ayudaran a su identificación

En las fechas en que ocurrió el dantesco incendio de Mesa Redonda, el Instituto de


Medicina Legal no contaba con un laboratorio para hacer estudios de ADN.

La falta de coordinación interinstitucional dio origen a un exceso de personal que en


muchos casos, cuadriplicaba una misma labor pericial y generaba confusiones y
retrasos. Por ejemplo, en un mismo cadáver realizaron exámenes odontológicos
peritos pertenecientes a IML, Policía, MINSA, Marina, FAP, etc.

Con el presupuesto asignado en el Decreto de Urgencia, el Ministerio Público


consiguió lo siguiente:

• Se implementó el Laboratorio Biomolecular y de Genética del Instituto de Medicina


Legal, para la realización de los exámenes de ADN, con lo cual se logró identificar 52
cadáveres más.

• Se logró una mayor dotación de profesionales forenses (médicos, odontólogos,


antropólogos, químicos farmacéuticos y biólogos) para el Instituto de Medicina Legal.

• Se formó un equipo forense para trabajar en casos de emergencia y desastres, que


pueda movilizarse rápidamente a cualquier lugar del país. Su primera intervención fue
con ocasión de la caída del avión TANS en Chachapoyas, ocurrida el 9 de enero del
2003, en la que se identificó el 74% de los pasajeros fallecidos, entre nacionales y
extranjeros.

• El Instituto de Medicina Legal y el personal fiscal se están descentralizando y


fortaleciendo a nivel de las capitales de los departamentos para responder con
estructura física, personal y laboratorios en casos de emergencias y desastres.

• El personal del Instituto de Medicina Legal está asistiendo a programas de


capacitación sobre emergencias y desastres organizados por la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), OFDA-USAID.

• Hay un esfuerzo de la Fiscal de la Nación para potenciar al Instituto de Medicina


Legal como un brazo técnico en la administración de justicia.
CASO 2

TERREMOTO EN ICA Y PISCO, 15 DE AGOSTO 2007 (PERÚ)


El presente informe, describe la magnitud de un desastre inesperado para el pueblo
peruano y de cómo cobró 800 vidas y enlutó a toda la nación.

EL DESASTRE EN EL EPICENTRO
La magnitud del desastre sucedido al sur del Perú, específicamente en las ciudades
de Ica, Pisco y Chincha en el departamento de Ica, Cañete al sur de Lima, la sierra de
Huancavelica y Ayacucho fronteriza con Ica.
Se trató de un terremoto de 7.9 en la Escala Momento equivalente a un 7.0 en la
Escala de Richter que sacudió dichas zonas dejándolas en verdaderos escombros
sobre todo las ubicadas en Ica.
El terrible movimiento telúrico sucedió el miércoles 15 de agosto a las 6.40 pm
aproximadamente, debido a la fricción de dos placas tectónicas, una la Placa de
Nazca que se encuentra ubicada justo debajo de la zona violentada, haciéndola por
esto, una zona altamente vulnerable. El sismo que los limeños sentimos de manera
fuerte, y de larga duración, tuvo su epicentro en Pisco, lugar donde los antiguos
pobladores de la cultura Paracas forjaron una cultura milenaria admirada por el mundo
entero. Es sobre este sismo que se ha especulado mucho sobre su duración, sobre su
supuesta composición de dos temblores que se aunaron; lo cierto es que según los
científicos expertos del INDECI (Instituto de Defensa Civil) se trata de un solo
terremoto muy complejo en su desarrollo y en su magnitud por lo tanto la impresión fue
de dos y no de uno solo.
Apenas pasado el movimiento que duró unos 3 minutos con 30 segundos (que en
efecto, parecieron una eternidad) se podía observar el pánico natural de las personas
que solo atinaban a salir apresuradas a las calles y parques cercanos esperando lo
peor, pues un movimiento como este, no se había sentido en Lima desde el 3 de
Octubre de 1974. Este "silencio" sísmico era ya un aviso de que la naturaleza nos
debía un terremoto mayor a quienes vivimos en la costa central. Una mínima
respuesta de emergencia inmediata debía estar montada. No hubo respuesta, pero sí
hubo sismo. ¡Y que sismo!
Apenas acabado el movimiento, solo atinamos a ver que información nos ofrecía la
televisión, siendo esto más sorprendente aún. Se decía que el epicentro era la selva
de Pucallpa, luego se decía que era el sur, pero no se tenía mayores datos. Una hora
más tarde los informativos mostraban imágenes de gente despavorida en Miraflores,
San Isidro, Jesús María y La Molina, es decir los primeros informes vinieron de
distritos y barrios, donde la gente salía del supermercado de compras, paseaba con
sus automóviles, trabajaba en oficinas de diez o quince pisos, etc.
Horas después, siendo las 9.30pm, el presidente Alan García sale a dar un mensaje a
la nación. En dicho mensaje, García agradece a "Dios todopoderoso, porque no ha
sucedido una catástrofe", agrega "que felizmente todo marcha bien y que las perdidas
humanas no son para nada alarmantes", lo que sigue en su discurso es una perorata
de invocaciones a Dios y a la calma entre los peruanos.
Al terminar la noche del día miércoles fatal, nadie sabía con exactitud lo terrible del
asunto, mientras esto ocurría, solo en Lima ya se podía registrar media docena de
muertos en el Callao donde varias casas se vinieron abajo y otras estaban a punto de
colapsar. Frente a esto la población solo atinaba a abandonar sus hogares y refugiarse
en parques y lugares descampados cercanos para poner a salvo sus vidas, y todo esto
sin contar que ya desde el inicio el terremoto, la luz eléctrica dejó de funcionar y se
cortó también el servicio de agua, lo cual aumentaba la angustia y el miedo, esto unido
y acrecentado con el pavor de un posible tsunami o maremoto que podía producirse
en el primer puerto del Perú, pues los pobladores aseguraban que el mar estaba
retrocediendo dejando la impresión de que volvería con bravura y arrasaría todo
cuanto tenga a su paso. Como se sabe esto no era pura especulación, pues luego de
movimientos telúricos en las zonas costeras de los países, es posible que se
produzcan fenómenos como los maretazos.
Toda la población del resto del Perú, medios de comunicación, analistas políticos, etc.,
se preguntan día a día en los programas televisivos, radiales o en la prensa escrita
porqué es que el gobierno no había prevenido o no había desarrollado programas de
prevención social o al menos simulacros de evacuación que evitasen tragedias como
las vividas en el sur peruano. Se sabe que el departamento de Ica se encuentra justo
sobre una placa muy importante y actividad lo cual la vuelve un foco seguro de sismos
o terremotos y que científicos como Hernando Tavera, miembro del Instituto Geofísico
del Perú, haya remitido informes al gobierno sobre lo que se podía producir en aquella
zona, según su propia versión (emitida en un programa de televisión local con claros
signos de miedo a despido o represalias por parte del Estado) y cuyo documento que
está publicado en la página del INDECI no fue tomado en cuenta ni siquiera se le dio
la importancia del caso.
Frente a esto, una vez ocurrida la desgracia se sabe que por relaciones diplomáticas
los países fronterizos y de otras latitudes iban a enviar donaciones gratuitas y
reparaciones económicas para la reconstrucción de las zonas devastadas. En efecto,
los envíos han sido cuantiosos, desde medicamentos, personal salvavidas, carpas,
alimentos no perecibles y muchas cosas más. Apenas segundos después del
movimiento telúrico, los teléfonos fijos y celulares dejaron de funcionar.
¿QUE SIGNIFICÓ EL TERREMOTO PARA LOS PERUANOS?
A continuación, un fragmento de un foro ofrecido por el diario "La República" ante la
pregunta: "¿Qué lección trae a los peruanos este desastre?", podemos notar qué
pensamos sobre nosotros mismos.
"Falta de organización en la entrega de la ayuda y poca previsión son sin duda los
temas más comentados en los medios de comunicación. Pero hay que resaltar
también la enorme solidaridad mostrada por el pueblo peruano, pocas veces se ha
visto al país entero unido y movilizado para ayudar a nuestros compatriotas.
Esperemos que esta solidaridad no se manifieste solo en momentos como este".
"La tragedia que enluta al país, nos muestra nuevamente la incapacidad y falta de
previsión del Gobierno para afrontar con seriedad los momentos álgidos que vivieron
nuestros conciudadanos de Ica, Chincha, Cañete, Pisco y otros lugares. Si bien las
autoridad central debió estar preparada, pues es cierto que vivimos en una zona
sísmica, pero donde están las autoridades regionales, distritales.
Los comentarios sobre la lección que nos deja este desastre varían, y son de todo tipo.
Desde organizacionales, hasta racistas (no publicados). Pero al final siempre dan una
cuota de solidaridad y de ánimo entre compatriotas, puesto que a pesar de las
distintas ideas y posturas políticas, todos sentimos el dolor ajeno de los damnificados
en el sur y todos sentimos el pánico del desastre.
SUGERENCIA ORGANIZACIONAL FRENTE A DESASTRES NATURALES
El Estado para hacer frente a los desastres naturales y sus efectos cuenta con la
organización denominada Instituto Nacional de Defensa Civil, la cual siempre esta a
cargo de un elemento "de confianza" del régimen de turno y no de profesionales
especializados en la materia.
INDECI ha dado una muestra más de no estar organizada para confrontar esta clase
de eventualidades naturales y el Perú no se puede dar el lujo de mantener con todo el
soporte económico y material a una entidad "especializada" para esos menesteres,
debemos examinar nuestra realidad económica, no estamos en USA o Europa donde
su potencial económico les permite confrontar estas realidades y aún más la de otros
países sobradamente; nosotros no podemos, somos pobres.
Ahora, ¿Hacia dónde vamos?, Este potencial humano reflejado en las juntas vecinales
de seguridad ciudadana, debidamente capacitado por la Policía Nacional del Perú,
médicos, abogados, ingenieros, etc, así como por bomberos y salvavidas, entre otros
profesionales, en casos de desastres naturales podría sumarse al sistema de defensa
civil para colaborar en los temas de organización barrial, seguridad vecinal y
distribución de la ayuda humanitaria que pueda llegar, sin tener que improvisar a
última hora.
RECONSTRUCCIÓN
1) Las telecomunicaciones (teléfono, radio, etc.) en todo el país, costa, sierra y selva.
¿Cuánto tardamos en enterarnos de lo que ocurre en nuestro propio país?
2) El transporte (terrestre, aéreo y marítimo). ¿Cuántos pueblos han quedado
aislados?
3) Las viviendas. En un país donde hay riesgo de sismos y maremotos, no se puede
autorizar cualquier construcción so pretexto de que no hay dinero.
4) Los expertos pueden evaluar los daños y los riesgos, y diseñar soluciones
adecuadas en función de los recursos disponibles.
5) El dinero hay que administrarlo bien, los trámites administrativos pueden ser muy
largos y la gente necesita ayuda ya. No basta con que los especialistas trabajen y
presenten informes, hay que actuar y aplicar las propuestas.
6) Defensa Civil tiene que mejorar su organización. ¿Un Presidente tiene que llegar al
lugar de la catástrofe para que se organice la ayuda?
El coste de la reconstrucción de la infraestructura pública dañada por el terremoto que
asoló Perú el 15 de agosto ascenderá a 220,68 millones de dólares, según
estimaciones del ministerio de Economía del país andino. Para la recuperación de las
viviendas se destinarán 30,61 millones de dólares, según el informe del ministerio. En
esta cifra tan solo se ha considerado la subvención de 6.000 nuevos soles (unos 2.000
dólares) ya anunciada por el Gobierno en los primeros días tras la catástrofe. Para
recuperar el saneamiento público se orientarán 49,64 millones de dólares en las
ciudades de Pisco, Cañete, Ica y Chincha. Asimismo, también se destinarán 23,25
millones de dólares para la reconstrucción de la infraestructura eléctrica en la región.
En cuanto a las carreteras, estas contarán con un presupuesto de 33 millones de
dólares, mientras que los hospitales dispondrán de 15,19 millones para su
recuperación. El sistema educativo es el que más presupuesto recibirá para su
recuperación, con un total de 68,99 millones de dólares.
AUTORA: Areli Ceron estudiante de la Universidad San Martín de Porres, Lima –
Perú areliceron[arroba]msn.com

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