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I ENCUENTRO DE RESPONSABLES, DIRECTORES DE

BIENESTAR O SERVICIOS ESTUDIANTILES EN


INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR EN AMÉRICA
LATINA Y EL CARIBE
XXIX PLENO NACIONAL DE BIENESTAR
UNIVERSITARIO

Para dar una mirada al Bienestar Universitario en las universidades


Colombianas, cabe recordar cómo ha sido la historia del Bienestar en las
Universidades, reconociendo nuestros aciertos y desaciertos en las políticas de
Bienestar y de esta manera lograr una nueva concepción del Bienestar.

El Bienestar Estudiantil se estudia y se lleva acabo en la legislación


Colombiana con la Ley 68 de 1935, durante el gobierno de Alfonso López
Pumarejo.

El Bienestar en las universidades públicas se desarrolló bajo la prestación de


servicios básicos a los estudiantes universitarios.

“Se ha pasado desde un casi absoluto silencio con respecto al tema, en 1957,
a una concepción asistencialista y casi extra-académica, en 1971, por una más
integral, pero no definitoria del ente universitario, en 1980, hasta la actual
definición de la Ley 30 del 28 de diciembre de 1992, el bienestar es la
condición esencial para el buen ser y obrar de la comunidad universitaria en
todos sus estamentos y con referencia a todas sus funciones”1.

Analizando el contexto latinoamericano y el Caribe, la educación no se escapa


de las políticas del mercado internacional, miles de jóvenes de comunidades
étnicas, comunidades socioeconómicas vulnerables, condiciones de género y
en condiciones de discapacidad no tienen acceso a la educación y muchos de
los que logran ingresar a los planteles los abandonan al no poder sufragar los
costos educativos. Las universidades no tienen casi presupuestos para evitar
este tipo de deserciones, la educación se convierte en una mercancía sujeta a
las reglas del mercado, buscando la máxima rentabilidad para establecerla
como negocio y por consiguiente para enmendar reparten becas de miseria y
dan créditos individuales a una minoría de estudiantes.

En los universitarios se está implantando las concepciones neoliberales que


fomentan entre ella una mentalidad individualista, que ante la carencia de
oportunidades de todo tipo, alimentan el escepticismo y la desmoralización. La
falta de solidaridad, de cooperación y de espíritu investigativo está haciendo
perder la capacidad productiva a toda una generación.

El Bienestar Universitario debe crear espacios para fortalecer la formación


profesional, a nivel del trabajo colaborativo y en grupos, así como también
estimular el potencial de liderazgo de los estudiantes universitarios para
colaborar con las comunidades de difícil acceso a la Educación Superior.
1 POLITICAS NACIONALES DE BIENESTAR UNIVERSITARIO ACOGIDAS MEDIANTE ACUERDO 5 DE 2003 DEL
CONSEJO NACIONAL DE RECTORES DE ASCUN
José Iván Madrid Vega
Representante ante el Consejo
Nacional de Educación Superior CESU.
Palabras a titulo personal.

Consejo Nacional de Educación Superior


CESU
MARCO HISTORICO

En nueve años de existencia del funcionamiento del Fondo de Bienestar


Universitario (FBU), el ICFES, ha centrado su accionar a dirigir y fortalecer no
solo la política y el apoyo de proyecto, sino también en la consolidación de un
trabajo concertado y en equipo con las IES y ASCUN.

Es importante que las personas que asumen la coordinación de un Bienestar


Universitario, consideren desde el comienzo el estudio de la historia del BU, la
revisión de los diferentes documentos que se han gestado durante su proceso,
para comprender en su contexto situacional el proceso mismo. Las IES y
ASCUN de manera puntual, vienen desarrollando un trabajo cuya prospectiva
se centra en la modificación de la actual política de BU que esta en el Acuerdo
003/95 del CESU; el conocimiento de las redes locales y regionales de BU, y
otras acciones y actividades tendientes siempre a mejorar y hacer más visible
el trabajo que desde Bienestar se realiza en las IES del país1

MARCO LEGAL

La ley 30 de 1992 fija dentro de los objetivos de la educación superior


“profundizar en la formación integral de los colombianos dentro de las
modalidades y calidades de educación superior, capacitándolos para el
cumplimiento de las funciones profesionales, investigativas y de servicio social
que requiere el país”.

El Título V, capítulo III que aborda el régimen estudiantil, se refiere


específicamente a Bienestar Universitario así:

Artículo 117. “Las instituciones de educación superior deben adelantar


programas de bienestar entendidos como el conjunto de actividades que se
orientan al desarrollo físico, psicoafectivo, espiritual y social de los estudiantes,
1 INFORME DEL FONDO DE BIENESTAR UNIVERSITARIO CESU
docentes y personal administrativo.

El Consejo Nacional de Educación Superior CESU determinará las políticas de


bienestar universitario. Igualmente creará un Fondo de Bienestar Universitario
con recursos del presupuesto nacional y las entidades territoriales que puedan
hacer aportes.

El Fondo señalado anteriormente será administrado por el Instituto Colombiano


para el Fomento de la Educación Superior ICFES”

Articulo 118. “Cada institución de educación superior destinará por lo menos el


2% de su presupuesto de funcionamiento para atender adecuadamente su
propio bienestar universitario”.

Articulo 119. “Las instituciones de educación superior garantizarán campos y


escenarios deportivos, con el propósito de facilitar el desarrollo de estas
actividades en forma permanente”.

En cumplimiento de lo señalado en el Articulo 117 de la Ley 30 de 1992, el


Decreto 1211 de 1993, artículo 6, numeral 12, establece como una de las
funciones del ICFES:

“Organizar el Fondo de Bienestar Universitario y los demás fondos que de


conformidad con las normas legales vigentes se establezcan para el desarrollo
de las funciones del ICFES”.

En el Decreto 2589 de 1993, el artículo 16 numeral 8, establece entre las


funciones de la Subdirección General Técnica y de Fomento:

“Administrar el Fondo de Bienestar Universitario y promover el desarrollo del


bienestar universitario en las instituciones de educación superior”.

En el mismo decreto anterior, el artículo 18, numeral 5, señala como una de las
funciones de la División de Fomento:

“Apoyar las acciones que en manera de Bienestar Universitario adelanten las


instituciones de educación superior, de acuerdo con las políticas trazadas por el
CESU, y administrar su Fondo”.

El acuerdo 003 del 14 de julio de 1994 expedido por el Consejo Nacional de


Educación Superior CESU, crea el Fondo de Bienestar Universitario con el
objetivo de apoyar y fomentar los programas, proyectos y actividades que
adelanten las Instituciones de Educación Superior, estimulando y desarrollando
una cultura de convivencia, participación democrática e integración de la
comunidad a nivel local, regional y nacional, lo cual ha generado una alianza
entre las instituciones públicas y privadas para la presentación y gestión de
proyectos de mutua conveniencia, beneficiando así los procesos que se
desarrollan en el área de bienestar.

El acuerdo 005 del 15 de noviembre de 1994, expedido por el Consejo


Nacional de Educación Superior CESU reglamenta la administración del Fondo
y establece el Comité de Administración del mismo y sus funciones.

El CESU a través del acuerdo 003 del 21 de marzo de 1995 establece las
políticas de bienestar universitario.

En el Decreto 2662/99, por el cual se modifica la estructura el ICFES, en el


Articulo 2, Numeral 15, se le sigue asignando al ICFES la función de
administrar el FBU, y en Articulo 17, numeral 3, se le asigna a la Subdirección
de Fomento y Desarrollo de la Educación Superior, administrar el FBU y
promover el desarrollo del BU en las IES.

Apreciaciones por parte del CESU mediante el cual regula el registro


calificado para el adecuado ofrecimiento y desarrollo de programas
académicos de Educación Superior.

Bienestar universitario.- La organización de un sistema de bienestar


universitario estructurado para buscar la atención de las necesidades de los
estudiantes, docentes y del personal administrativo, considerando que:

A. Los planes de bienestar destinados a los programas de pregrado deberán


ser integrales, procurando hacer agradable la vida en la institución y facilitar la
resolución de las necesidades en salud, cultura, convivencia, recreación y
condiciones económicas y laborales. Los planes en favor de los estudiantes de
posgrado podrán ser puntuales de acuerdo con los diagnósticos sobre sus
necesidades.

B. En el marco del sistema de bienestar universitario, la institución deberá


identificar y hacer seguimiento a las variables asociadas a la deserción, así
como las estrategias orientadas a disminuirlo, para lo cual podrá utilizar la
información del Sistema para la Prevención y Análisis de la Deserción en las
Instituciones de Educación Superior -SPADIES -, del Ministerio de Educación
Nacional.

C. En la evaluación de los programas nuevos deberá constatarse que existe el


modelo de bienestar y la organización que éste reclama.

D. Los planes de bienestar universitario de los programas de educación a


distancia serán ofrecidos en la sede principal de la institución de educación
superior, procurando el establecimiento de estrategias y programas que
permitan la participación a los estudiantes que se encuentran fuera de ella a
través de una plataforma virtual, o mediante convenios.

Programa de egresados.- El desarrollo de políticas y estrategias de


seguimiento a egresados, conforme a las siguientes pautas:

A. Dentro del contexto institucional, los programas deben indicar la forma en la


cual las instituciones de educación superior cuentan o planean contar con
políticas y estrategias para mantener el vínculo con sus egresados, y llevar a
cabo el seguimiento a corto y largo plazo de sus actividades.

B. El programa de egresados debe evaluar el impacto social y el desempeño


laboral de sus egresados, para lo cual la institución podrá apoyarse en la
información que brinda el Ministerio a través del Observatorio Laboral para la
Educación.

Si estos van a ser los lineamientos para la obtención de los registros calificados
las instituciones IES deben integrar el sistema de Bienestar: los comités
curriculares de cada programa y las Facultades con el comité de Bienestar
Universitario más que un órgano directivo deben ser igualmente órganos
asesores de Bienestar Universitario como instancia colegiada que discuta los
programas, políticas y apoyos a estudiantes con una sólida interlocución entre
las partes.

En cuanto a los comités existentes, es claro que estos comités deben ser
órganos de asesoría, de los comités curriculares y de las facultades desarrollo
las políticas de Bienestar y no unos simples ejecutores y evaluadores de
programas.

En cuanto a políticas de Accesibilidad, equidad e inclusión social en la


Educación Superior: El gobierno debe generar el marco de bienestar que se
anhela en las Universidades a largo plazo y no quedarse únicamente en
solucionar los problemas recurrentes.

José Iván Madrid Vega


Delegado del Consejo Nacional
de Educación Superior CESU.

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