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Estrategias de los distintos sectores de la sociedad para lograr

un uso más racional y eficiente de la Energía

El mundo actual consume fabulosas cantidades de energía, en


especial las de carácter no renovable.

Las enormes ventajas que presentaba el petróleo frente al carbón


determinaron su utilización cada vez mayor. Después de la
Segunda Guerra Mundial el petróleo se convirtió en la energía por
excelencia, sustituyendo en la práctica la mayor parte del consumo
de carbón, incluso en la generación de energía eléctrica en
centrales térmicas, y transformándose en elemento insustituible en
algunas áreas, como las relacionadas con el transporte.

El cúmulo de “ventajas” y utilización que esta fuente de energía


posibilitaba, sumado al gran desarrollo científico-tecnológico,
generaron un crecimiento explosivo en la demanda energética.

Pero este crecimiento de la sociedad occidental que tuvo lugar en el


siglo pasado se sustentó en una idea de abundancia energética y
en la falta de conciencia respecto del agotamiento de los recursos
naturales o del deterioro ecológico producido por la utilización
indiscriminada de esos recursos.

Sin embargo, esta situación ha cambiado. Actualmente existe una


percepción distinta de la sociedad que ha tomado conciencia de que
el petróleo tiene sus días contados. El problema es que en los
países en vías de desarrollo, como los nuestros, esta percepción no
ha alcanzado aún el nivel de las decisiones políticas. O por lo
menos esta toma de conciencia no se traduce en programas que
permitan una transición de la actual matriz energética basada casi
exclusivamente en combustibles fósiles a otra cuyas fuentes de
energía sean variadas, se empleen en sus usos más idóneos, se
aprovechen eficientemente y sean controlados en cuanto a su
impacto en el medioambiente.

Las acciones a emprender relacionadas con el uso racional de la


energía son variadas desde los distintos sectores sociales, a saber:

• EL ESTADO: Su rol es fundamental en este tema, no sólo


como ejemplificador y promotor de acciones a imitar por los
ciudadanos, sino también a la hora de legislar y elaborar
planes de ahorro energético.

Por parte del Estado:

 Dar ejemplos a los ciudadanos con sus actos para inducir a las personas a
implementar el uso racional de la energía.

 Dictar normativas. Ej.: impedir el uso de las luces incandescentes.

 Promover el uso de energías alternativas.

 Socializar los nuevos conocimientos científicos.

• LAS EMPRESAS DE ENERGIA: brindando y manteniendo


adecuadamente el servicio y analizando las obras que se
requieran.
Estrategias de Empresas que Proveen Energías

 Hacer campañas de difusión sobre el buen uso de la energía y las más


recomendadas.

 Suscribir convenios con Facultades y científicos para hacer más eficiente la


red.

 Trabajar en colaboración con expertos para reducir el consumo de la misma.

• LOS CIENTIFICOS Y TECNOLOGOS: asesorando e


investigando para solucionar los problemas energéticos

Científicos:

 Descubriendo nuevos métodos de energía renovables.

 Trabajar en técnicas para reducir el consumo de la misma.

 Hacer más accesible la utilización de energías limpias. Ej.: Descubrir


materiales que puedan ser más baratos para la construcción de paneles
solares.
• LAS INDUSTRIAS Y EMPRESAS: controlando el uso de
energía, cumpliendo normas de seguridad,

Desde las Industrias:

 Agregando tecnología para hacer mas eficiente sus maquinas.

 Generando su propia energía utilizando energías renovables. Ej.:


Implementando Energía Solar.

• LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: difundiendo el uso


racional de la energía para concientizar a los ciudadanos.
Informando a la población acerca de las ventajas del uso de
fuentes renovables, difundiendo los avances científicos

Medios de Comunicación:

 Difundir campañas de concientización y avances científicos.

 Crear un programa para niños en donde enseñen lo bueno que es ahorrar


energía utilizando energías renovables.

• LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS: tienen un rol


fundamental ya que el análisis crítico de este tema hace tomar
conciencia al alumno de su participación actual en la
sociedad, así como de su participación en el futuro, actuando
como agente multiplicador de la problemática en su familia y
en su entorno social inmediato, apostando a la “energía
educativa”

Instituciones Educativas:

 Realizar talleres de enseñanza del uso racional.

 Concientizar a los alumnos lo importante que es el buen uso de las energías


limpias.

• CADA UNO DE LOS CIUDADANOS: utilizando racionalmente


la energía que dispone. Aquí se exponen algunas acciones: *
 Desconectar los electrodomésticos que no se están
utilizando

 • * Desconectar los cargadores que no están


cargando algo, por ejemplo: teléfonos celulares,
electrodomésticos portátiles, etc.

 • * Usar la luz del sol lo más posible.

 • * Usar microondas sólo para calentar comidas


pequeñas

 • * Tratar de que el lavarropas tenga el nivel de


agua necesario, no desperdicie agua

 • * Apagar las luces cuando no se utilizan

 • * Reemplazar las bombitas tradicionales por


lámparas de bajo consumo.

UNA PROPUESTA PARA NUESTRA CIUDAD

Aquí se tratan de resumir los principales puntos de una


Propuesta de Política Pública para la gestión energética,
presentada el 1º de diciembre de 2006 ante las autoridades
municipales de nuestra ciudad de Rosario, por el Ing. Pablo
Bertinat, presidente del Taller Ecologista de esta ciudad.

Sabemos que Rosario es una ciudad que en los últimos años ha


tenido un crecimiento muy acelerado. Pero también sabemos
que si abandonamos ese crecimiento a las leyes del mercado y
la conveniencia económica circunstancial se corre el riesgo de
que sea caótico e incompatible con las necesidades de los
ciudadanos.

Son muchos los aspectos a tener en cuenta para lograr el


desarrollo de una ciudad, como son el funcionamiento del
transporte público y la administración del transporte privado, el
abastecimiento de agua, la distribución de bienes energéticos, el
sistema de efluentes, la gestión de los residuos, etcétera. Pero
hay un elemento común que los cruza horizontalmente y define
el modo de funcionamiento de todos ellos, que es la ENERGIA.
Y, como sabemos, el tipo, la cantidad, la intensidad y la
disponibilidad de esta energía, tendrán un impacto directo no
sólo en la vida cotidiana de la población actual, sino también en
las posibilidades de las generaciones futuras. Por eso es muy
importante el planeamiento energético.

El modelo energético actual basado en fuentes de energía


agotables y hasta escasas es claramente insustentable.
Modificar las tendencias es, como se sabe, el principal objetivo
de planificar.

El triple rol del Estado:

La actuación local en las decisiones energéticas es importante ya


que cuenta con la ventaja de que los que la desarrollan y aplican,
conocen las necesidades y posibilidades locales.

La administración municipal no puede y no debe ser un simple


consumidor más en el mercado energético. Debe adoptar una
postura dinámica y actuar en los tres planos en los que el Estado
puede ser actor. En primer lugar, en los aspectos relacionados
con el consumo: como consumidor, gestor y promotor de la
eficiencia. En segundo lugar, como parte implicada en la
distribución, determinando la calidad con la que el servicio llega a
los consumidores. Por último, como generador, que diseñe,
planifique las políticas que marquen la tendencia de qué energía
se elige para desarrollar y consumir localmente. Esto es: la
promoción de energías limpias y renovables, o la valoración
energética de una porción de los residuos para la producción de
biogás, por ejemplo.

Tenemos ejemplos positivos en este caso, como el programa de


ahorro de energía en alumbrado público, o el de ahorro en
semaforización por la introducción de leds, que muestran
algunas de las potencialidades de lo que se puede realizar si el
municipio se hace cargo de las políticas energéticas de manera
integral.

Plantear políticas públicas en el área de la energía requiere de la


creación de un espacio plural, integrado por representantes del
Poder Ejecutivo, el Legislativo, universidades, asociaciones
empresariales y de trabajadores, organizaciones de la sociedad
civil, entre otros. Y deberán tener como objetivos fundamentales
los siguientes:
• Establecer el balance energético integral de la ciudad
y analizar su metabolismo.
• Impulsar la mejora socioambiental de la ciudad
mediante el fomento de la eficiencia energética y las
energías renovables.
• Planificar la oferta y la demanda energética urbana a
largo plazo.
• Garantizar el acceso en condiciones dignas a los
bienes energéticos al conjunto de la población de la
ciudad, priorizando a aquellos sectores sociales más
vulnerables.
• Impulsar la introducción de la dimensión energética
en todas las instancias de planificación urbana
estratégica.
• Constituir al Estado en organismo ejemplificador en la
adopción de medidas de reducción de consumo
energético e incorporación de energías renovables.

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