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No debe constituir una sorpresa que estos beneficios sean apreciados por los
ciudadanos en los países en desarrollo, quiénes responden adquiriendo cada vez más
teléfonos móviles, como se demuestra en el crecimiento excepcional de suscriptores
en América Latina y en el mundo emergente.
Vale la pena notar que en 1990 los teléfonos celulares en América Latina (de acuerdo
con Cell Phones-) de símbolo de status, pasaron a herramientas de las masas.
Habiendo apenas 100 mil líneas de teléfonos móviles según la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (UIT), esta cifra se disparó a 38 millones en 1999.
Actualmente, de acuerdo con expertos del sector privado, hay 120 millones de
teléfonos timbrando, tocando pedazos de canciones y llenando los bolsillos en
América Latina. Además, los expertos de telecomunicaciones calculan que las líneas
de teléfonos móviles ya exceden del número de líneas fijas o “terrestres” en la región.
De acuerdo con la UIT, esta situación ha sido confirmada en Bolivia, Chile, República
Dominicana, Guatemala, Haití, México, Panamá y Venezuela. La firma Finlandesa
Nokia, fabricante de teléfonos celulares estima que habrá 170 millones de líneas en
América Latina en el año 2008, y esto se puede considerar como un estimado
conservador.
180000000 170000000
160000000
140000000
120000000
120000000
'1990
100000000 '1999
80000000
'2005
'2008 est*
60000000
38000000
40000000
20000000
100000
0
Esta misma tendencia se viene manifestando en los países llamados avanzados, los
países europeos (Gran Bretaña, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Portugal, España,
Suecia, Suiza y los de la antigua Yugoslavia), que se han volcado a utilizar
principalmente teléfonos móviles, aunque resulta interesante notar que esto no sucede
todavía en Canadá y Estados Unidos, donde las líneas fijas aun exceden a las líneas
de teléfonos celulares.
Hoy en día un teléfono celular dice muy poco acerca del nivel económico de la
persona que lo lleva. Para una franja amplia de la población latinoamericana se ha
convertido en un artículo de primera necesidad. Los electricistas, plomeros, pintores y
trabajadores informales han convertido al teléfono celular en su oficina móvil y pueden
contactarse en cualquier momento, dondequiera que se encuentren, para que vengan
y ejecuten su trabajo.
Los teléfonos celulares hoy día son personalizados en apariencia y forma según el
propietario y sus preferencias en estilo y uso. La variedad de diseños de los aparatos
se ha expandido dramáticamente en particular en los dos últimos años como resultado
de que las pantallas de color y las cámaras incorporadas en los mismos han adquirido
popularidad.
El Economist (2004, junio 10), que cerca de 70% de los aparatos manuales vendidos
este año tendrían pantallas de colores con un aumento de 38% respecto al año
anterior y 44% tendrán cámaras incorporadas, 17% más que en 2003. La popularidad
de las pantallas grandes de color ha sido estimulada por la creciente adopción de
servicios de datos tales como navegar en la Red y bajar (juegos y gráficos de pantalla.
Además, los teléfonos celulares pueden ahora tocar música y constituirse tanto en
álbumes de fotografías como también en organizadores personales. El desafío de
integrar todas estas características en lo que anteriormente era un aparato centrado
en la voz, ha llevado al florecimiento de nuevos diseños innovadores.