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Un poema silencioso frente al error

Emilio Quintana | www.emilioquintana.com

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Heddy Honigmann. (Holanda, 2008). El olvido. FilmHuis, La Haya
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Tengo que reconocer que no conocía a la directora


peruana afincada en Holanda desde 1978 Heddy
Honigmann (Lima, 1951), a pesar de que se trata de una
veterana documentalista y cineasta que ha ganado
numerosos galardones y tiene en su haber películas tan
interesantes como Forever (2004) –sobre los visitantes
del cementerio Père-Lachaise de París- o The
Underground Orchestra (1998) –sobre la vida de los
inmigrantes que tocan en el Metro de París.

Quince años después de Metal y melancolía, que rodó en


Perú en el 92, Honigmann ha vuelto a Lima para filmar
una historia “de mafiosos y poetas” en la que contrapone
la vida de una serie de variopintos personajes populares
(los poetas) a las imágenes de archivo de la toma de
posesión de los últimos presidentes peruanos (los
mafiosos).

Entre una receta del pisco-sour, bebida nacional peruana y otra sobre el zumo de rana para
recuperar la memoria, El olvido es una metáfora sobre la sociedad peruana en la que resalta la
profunda sensatez y humanidad de los desheredados: niños callejeros, limpiabotas, gimnastas
de semáforo, ciegos que cantan, camareros, limpiadoras, hacedores de bandas presidenciales
o talabarderos... Por detrás de ese paisaje desarraigado aparecen los culpables de la situación:
Carlos Rodríguez Pastor, ministro de Economía durante la devaluación de la moneda en el
primer gobierno de Belaúnde Terry, “que solo benefició a los especuladores” o Alan García,
durante cuyo mandato se produjo la superinflación que empobreció a la clase media peruana
de modo parecido a como el corralito lo hizo con la argentina.

En el fondo, la película nos sitúa entre el tiempo y el no tiempo, en una especie de loop en el
que no existiera cambio alguno. Hay un momento en que alguien dice: “Es como si no hubiera
pasado nada”. Sin embargo, podemos legítimamente preguntarnos: ¿es posible hacer una
documental sobre el tiempo en el que el tiempo se refuta? ¿Hasta qué punto es posible
resaltar un hecho fuera de su contexto? ¿No existe el riesgo de caer en una especie de
populismo sentimental, formulado así a grandes rasgos: “si el Estado está corrompido, solo el
pueblo –mejor, la versión adanista del pueblo- existe y se hace vivir”? Esa madre que habita
una isla entre el asfalto –como una gran gallina acogedora- y que recibe el alimento en forma
de monedas de sus hijas que lo consiguen entre los coches haciendo ejercicios gimnásticos en
los pasos de cebra cuando los semáforos están en rojo (véase el cartel del filme), esa especie
de mundo al revés, ¿es realmente inevitable, ucrónico, ontológico? ¿Explica eso por qué
Fujimori se impuso a Vargas Llosa gracias a los votos de las clases populares?

El olvido es un poema cinematográfico lleno de empatía que permite varias lecturas y que se
cierra con un verso del poeta peruano José Watanabe: “Frente al horror sólo dispone de un

Foco. Revista de la Asociación de Profesores de Español en Holanda, 4, diciembre 2008, pp. 15-16
poema silencioso”. Ha obtenido magníficas críticas en Holanda y varios premios en el Festival
de Cine de Lepzig. Merece ser vista con atención, un vasito de pisco-sour y si es posible –como
hice yo- complementarla con alguna lectura. La utopía arcaica. José María Arguedas y las
ficciones del indigenismo (1996) de Mario Vargas Llosa, por ejemplo.

El eterno retorno peruano


David Vidal | http://davidal.es

El Olvido muestra algunas de las diversas facetas posibles que podemos encontrar en el Perú actual.
Principalmente los aspectos más desfavorecidos de un país cuyo gobierno, como buena parte de
los gobiernos latinoamericanos, ha solido siempre estar bajo sospecha. Por eso es imprescindible
tener una idea de quién es quién antes de acercarse a ver el documental de H. Honigmann. A
continuación, algunas notas sobre quiénes han sido los personajes que se han ajustado la banda
presidencial durante los últimos años en el Palacio de Gobierno de Lima:

1968-1980 : En estos años el Perú estuvo bajo un Régimen Militar caracterizado por enfrentarse a
los EE.UU. y realizar distintas reformas económicas que tendrían importantes repercusiones en los
años siguientes. Como en muchos otros países que han pasado por regímenes de este tipo, queda
mucho por esclarecer de este período.

1980-1990 : Fernando Belaunde Terry y Alan García Pérez. Durante esta década, comienza la
apertura al continente y al mundo, pero también se suceden graves crisis económicas (devaluación
de la moneda e hiperinflación) que el Perú sigue pagando hoy en día. La actividad terrorista de
Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru tiñe de sangre la década.

1990-2000 : Mario Vargas Llosa se presentó a las elecciones de 1990 –cuenta la experiencia en su
libro El pez en el agua, 1993- pero fue derrotado por Alberto Fujimori, un presidente que no
escatimó medios para mantenerse en el poder. Añadió a la ya grave crisis económica una
importante crisis institucional que terminó por provocar su renuncia al cargo en el año 2000.

2000-2008: Alejandro Toledo y Alan García (de nuevo). Desde el año 2001, en que se vuelven a
convocar elecciones para suceder a Fujimori, tras el período de transición de Paniagua, Perú sufre
una importante transformación económica, de la mano del presidente Toledo. Las crecientes
diferencias sociales terminaron por devolver al poder al ex-presidente Alan García. Desde entonces
parece que los peruanos estén reviviendo la década de los '80. Sendero Luminoso ha vuelto a la
actualidad con varios atentados, el último de los cuales (10 de octubre de 2008) acabó con una
veintena de muertos y más de una decena de heridos.

Foco. Revista de la Asociación de Profesores de Español en Holanda, 4, diciembre 2008, pp. 15-16

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