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Caso 2: El afecto en la crianza.

E. Barrull, 2000

Este análisis psicológico se basa en un extracto de la entrevista realizada a


Lita (en0043sp).

Lita siempre estuvo enferma hasta los 14 o 15 años, momento en que su


padre enfermó gravemente y cambió de actitud radicalmente. Anteriormente,
un hermano menor de Lita murió con sólo 5 años. Durante su juventud Lita
no tuvo una orientación adecuada por parte de sus padres de forma que su
desarrollo intelectual y profesional se malogró.

Los padres de Lita, Pilar y Pedro se llevaban 6 años de diferencia, siendo la


madre 6 años mayor que el padre. Destaca que ambos padres murieran
relativamente jóvenes, los dos a los 60 años y ambos de cáncer. El padre,
por tanto, murió 6 años después que la madre. Según la hipótesis
biopsicosocial del afecto, estas muertes prematuras deberían señalar
sendos déficits afectivos en ambos padres. En el caso de la madre, muy
relacionado con un balance de afecto negativo en su relación de pareja.

Relación de Lita con su padre:


Lita primero nos habla de la relación con su padre y destaca dos fases muy
claras y opuestas. Hasta los 14 o 15 años de Lita, su padre fue "muy
severo", "un ogro, un ogro", "nunca nos hablaba", "no podíamos levantar la
vista de la mesa", "era el "doctor no", a todo "no"; no sabía lo que íbamos a
decir y ya "no", etc. Según describe Lita, su padre era muy exigente y
autoritario en casa. No toleraba ninguna molestia o problema de los demás.

Es importante comprender que esta actitud de su padre era capaz de


provocar un flujo afectivo de los demás hacia él. Al impedir que sus hijos
pudieran expresar sus necesidades, problemas, emociones, etc. les estaba
obligando a realizar un gran esfuerzo de contención, de retención. Todo este
gran esfuerzo significaba trabajo para los hijos. ¿En beneficio de quien?
Fundamentalmente en beneficio del padre, para no molestarle, para no
causarle problemas. Por lo tanto, mediante esta actitud el padre conseguía
que sus hijos le aportasen mucho afecto.

Esta forma de comportamiento es bastante frecuente. En la mayoría de los


casos se trata de personas que en sus relaciones extradomésticas, es decir,
en sus relaciones sociales fuera de casa, tienden a ser muy afectivos,
mostrando un gran afán por ayudar a los demás. No saben decir no fuera de
casa. Las consecuencias son funestas ya que estas relaciones, en el ámbito
laboral fundamentalmente, consumen toda su capacidad afectiva (de trabajo
hacia los demás) de modo que sólo les queda la oportunidad de
restablecerse cuando llegan a casa.

Al llegar a casa necesitan que los demás (esposa/o e hijos) les ayuden,
trabajen para ellos/ellas para así poder reponerse. Esto se manifiesta en
conductas autoritarias, agresivas y directivas y en una falta de interés por los
problemas de los demás. Por lo que dice Julia, su padre podría encontrarse
en esta situación, pero en la entrevista no se recoge ninguna información
acerca de las relaciones extrafamiliares del padre, de sus relaciones en el
trabajo, etc., lo que sería determinante para apoyar esta suposición.

No obstante, ocurre un hecho muy importante que viene a confirmar nuestra


suposición. Cuando Julia tiene 14 o 15 años su padre enferma gravemente a
la edad de 34 o 35 años, estando a punto de morir.

Lo realmente importante de este hecho es que a partir de entonces su padre


cambia radicalmente de actitud: "Estuvo un año en el hospital muy enfermo.
Y cuando salió del hospital, bueno, cambiado completamente...; entonces
era..., bueno, al revés, hablaba, nos contaba chistes, era... diferente, cambió
totalmente y ya..., siempre continuó la relación bien". De ser un ogro pasó a
ser todo lo contrario, simpático y benevolente. ¿Qué pudo causar este
cambio tan radical?

Nuestra suposición acerca de su tendencia demasiado afectiva en sus


relaciones extradomésticas permite dar una explicación coherente a este
hecho. Suponemos, aunque no nos lo cuenta, que la enfermedad fue
suficientemente grave para privarle de seguir trabajando el resto de su vida,
cobrando probablemente una pensión estatal por invalidez.

Su grave enfermedad tan temprana se debería a la conjunción de los


siguientes factores:

- un déficit afectivo acumulado de su infancia. Esto lo podemos suponer


porque Lita nos dice: "es que a él le educaron de una manera muy severa".
Sabemos, por experiencia, que educar de forma muy severa (subprotección)
como de forma nada severa (sobreprotección) produce un déficit afectivo en
los hijos.

- un gran déficit afectivo producido en sus relaciones laborales y sociales.


Aunque no sabemos nada de ellas, sí sabemos que cuando dejó de trabajar
dejó de ser "un ogro" en casa y ya no volvió a estar gravemente enfermo, lo
que apunta directamente a que sus relaciones laborales eran perjudiciales
para él.

- por último, el afecto que lograba obtener tanto de su mujer como de sus
hijos no fue suficiente para compensar los déficits afectivos anteriores y por
ello acabó enfermando. En este sentido, debemos recordar que uno de sus
hijos (Pedro) murió con 5 años. Todo parece indicar que la muerte de este
hijo estuvo relacionada con el déficit afectivo de su padre, ya que ocurrió con
anterioridad a la enfermedad del padre.

Así, pues, durante un año entero estuvo en el hospital, sin trabajar y siendo
atendido por varias personas (recibiendo afecto), además de su familia.
Todo el trabajo que proporcionaba anteriormente en sus relaciones laborales
en beneficio de otros (afecto) dejó de producirse con lo que pudo reponerse,
acumular fuerzas. Al salir del hospital ya no trabajó más, así que su cambio
de actitud se hizo permanente.

Dejar el mundo laboral sólo podía beneficiarle si sus relaciones afectivas en


el trabajo le perjudicaban. Por tanto, esto apunta a que su padre demandaba
mucho afecto de su familia (esposa e hijos) sin posibilidades de poder
corresponderles, debido a su déficit afectivo de origen laboral, causando así
un gran perjuicio sobretodo a los hijos. No olvidemos que los hijos necesitan
un balance afectivo positivo para ellos.

Por lo que cuenta Lita, todo parece indicar que su padre padecía un déficit
afectivo que simplemente se redujo al dejar de mantener relaciones
laborables negativas para él. Esto le llevo a ser menos exigente en su
demanda de atención afectiva en casa, con sus hijos. Pero a pesar del
cambio, Lita no nos cuenta nada que nos permita pensar que su padre pasó
a ser una fuente de afecto para ella. La ganancia de Lita se deriva de una
menor demanda de afecto por parte de su padre, lo cual es positivo
comparado con la situación anterior. Por ello, el cambio es visto como muy
positivo por parte de Lita.

Lita nos proporciona un dato que confirmaría esta ganancia para ella: "Sí,
cuando era pequeña no valía ni un duro, siempre muy enferma, muy
enferma.
¿Pero de pequeñita...?
Sí, hasta los 14 años siempre muy enferma, después ya no.
¿Alergias y cosas de estas?
No, no, no. Cosas de pulmonía, de no sé qué. Cosas que había antes, de la
mala alimentación de mi madre".

Es decir, mientras su padre ejercía una gran presión en demanda de afecto


por parte de su familia, Lita siempre estuvo enferma (recordemos que un
hermano pequeño murió con 5 años). Al estar su padre un año en el
hospital, esta presión cesó en una medida muy significativa, con lo que Lita
pudo recuperar su salud. Posteriormente, dado que su padre ya no trabajó
más, no tuvo necesidad de seguir demandando tanto afecto con lo que Lita
ya no volvió a enfermarse.

Parece que después del cambio de su padre ya no se le manifestaron más


enfermedades, lo que revela una estrecha relación entre déficit afectivo y
enfermedad. Por tanto, en la primera etapa de su vida, Lita sufrió un grave
déficit afectivo originado por las demandas afectivas de su padre y en la
incapacidad de su madre por compensarlo o evitarlo. Durante este periodo
Lita siempre estuvo enferma. No obstante, esto no quiere decir que Lita
pasase a tener un balance afectivo positivo con su padre. Veremos como su
desarrollo posterior fue deficitario, con lo que Lita siguió con déficit afectivo
aunque de menor intensidad.

Por desgracia, en la entrevista no se aclara el significado de "la mala


alimentación de mi madre", es decir, qué papel afectivo jugó su madre en
esta primera etapa. Esta frase puede interpretarse de modos muy distintos
y, puesto que no tenemos otros datos, no podemos concluir nada.

Relación de Lita con su madre:


La relación afectiva con su madre se muestra con mayor claridad cuando
Lita nos habla de su juventud. Aquí se muestra un buen ejemplo de la
diferencia entre afecto e intención afectiva, es decir, entre el hecho real y la
mera intención o deseo.

Su madre, fundamentalmente, quería que sus dos hijos estudiaran, se


formaran intelectualmente y profesionalmente, pero no lo consiguió. No lo
consiguió porque no tenía la capacidad ni la fuerza necesaria para realizar el
trabajo que supone ayudar a los hijos a formarse. Su madre quería ayudarles
pero no sabía como hacerlo. El resultado, que es lo que al final cuenta, fue
que su madre no aportó el afecto necesario para que sus hijos se
desarrollaran intelectualmente y, por tanto, junto con la inhibición de su
padre, se generó en ellos un déficit de desarrollo intelectual. Como veremos,
una de las razones por las que su madre no pudo ayudarles a estudiar fue
que debía ocuparse también de su marido (el padre de Lita) y eso le debió
restar muchas fuerzas.

Lo primero que nos dice respecto a los estudios es: "Sí, yo estudié hasta...
¡uh! ¡Qué vergüenza! Hasta los 21 años". El que pudiera sentir vergüenza
por haber estudiado hasta los 21 años ya nos indica la dificultad que tuvo
para poder estudiar.

A pesar de eso, su madre daba gran importancia a los estudios ya que su


padre había sido maestro: "mi madre era..., mi abuelo había sido maestro y
mi madre, lo suyo era estudiar, estudiar... era una cosa, una manía que
tenía"; "yo siempre he ido a colegios de pago; sí, porque mi madre era de las
de ni de monjas, ni del gobierno"; "ella no quería que trabajara, mi madre
quería que estudiara la carrera"; su madre le decía "¡Ah, tienes que
estudiar!". En fin, Lita reconoce que "mi madre era siempre muy de estudiar".
Además, el interés de su madre era mayor ya que "como mi hermano no
quiso, lo dejó, pues entonces ella, sus esperanzas eran conmigo". Esto
quiere decir que su hermano probablemente ni terminó los estudios
generales ya que es 4 años más joven que Lita.

El problema es que la madre de Lita tiene una concepción demasiado


limitada acerca de la formación: "tenías que ser enfermera o maestra...., y a
mí no me interesaba ni ser enfermera ni maestra. A mí me gustan mucho las
Bellas Artes, y entonces me lié a ir a la Escuela de Bellas Artes". Es decir, su
madre consideraba que su hija debía estudiar para ser enfermera o maestra.
Cualquier otra cosa, sobretodo profesiones artísticas no eran adecuadas:
"yo traía muy buenas notas, era muy buena estudiante... aquello que decía
"pues mira qué notas"; por eso no quería que dejara de estudiar, porque "¡tú
vales, tú vales!". Y lo que no quería era que dibujara, porque eso decía que
era muy bohemio".

El problema de Lita fue que a ella lo que le gustaba eran las Bellas Artes, el
dibujo, la pintura, etc. Y su madre sólo contemplaba la posibilidad de que
hiciese una carrera de mujeres: enfermera o maestra. A pesar de que Lita
hizo lo que pudo para estudiar Bellas Artes, la completa falta de apoyo por
parte de sus padres y su ya poca capacidad para afrontar los problemas,
debido al déficit de desarrollo que venia arrastrando acabaron con sus
posibilidades de formación: "pero, mira, mi madre...: "Ya que no estudias,
métete en una oficina", las tonterías de antes. Y lo dejé a medias lo de
dibujo, pero siempre, siempre he dibujado. Lo he dejado pero siempre he
vuelto y siempre hago cosas, y ha sido lo que a mí de verdad me ha
gustado".

Su madre sólo tenía fuerzas y capacidad para apoyar a su hija si hacía


exactamente lo que ella quería. Aceptar cualquier variación a su plan
establecido ya era demasiado costoso para ella. Así que ya no pudo más y
dejó de apoyar los estudios de Lita para que entrese a trabajar en una
oficina.

En la entrevista hay mucha información sobre el intento frustrado de


desarrollo intelectual de Lita. Lo importante es apreciar cómo este hecho es
consecuencia de la poca ayuda (afecto) que Lita recibe de sus padres.

Factores que determinan el escaso desarrollo intelectual de Lita:

- Su padre se inhibe de la crianza, es decir, no colabora a que sus hijos se


desarrollen: "mi padre nunca se metió", refiriéndose a sus estudios. Es decir,
aunque después de su enfermedad dejó de reclamar grandes cantidades de
afecto, tampoco las aportó.

- La madre de Lita poco pudo ayudar a la formación de sus hijos, a pesar de


tener el máximo interés. Las causas de ello fueron:

- Un escaso desarrollo personal debido a que "Mi madre se le


murió la madre que tendría unos 16 años o 15, y eran muchos
hermanos y se vino para Madrid; y aquí se puso a trabajar
hasta que se casó" y nunca trabajó fuera de casa.

- Una relación afectivamente negativa con su marido: "La que


siempre "cortaba el bacalao" en mi casa, era mi madre. Mi
padre era un hombre de mucho carácter ¿eh?, pero en esas
cosas de casa era mi madre". Por un lado debía de soportar a
un hombre "de mucho carácter", lo que significa un gran
esfuerzo y cuidar por sí sola de la casa y de los hijos. No
debemos olvidar que su marido había estado muy enfermo y
no trabajaba y que ella murió 6 años antes que él.

Por último, aunque Lita ya no tuvo más enfermedades a partir de los 14/15
años, sufrió de persistentes dolores de cabeza: "Sí, sí, es de joven, los
dolores de cabeza sí; y contra más mayor te haces, se te van quitando... Sí,
cuando era joven casi cada mes una ¿eh?; pero de estar en la cama con
cosas frías a la cabeza, mal muy mal...; Y después ya no. Ahora, de vez en
cuando... pero cada vez menos."

En resumen, durante los primeros 14/15 años, Lita sufrió un grave déficit
afectivo debido a las persistentes pérdidas de afecto que su padre tenía en
su entorno laboral. Estas pérdidas las compensaba en casa, con su mujer e
hijos (recordemos que un hijo murió a los 5 años). Durante este periodo Lita
siempre está enferma. A pesar de ello, su padre cae gravemente enfermo y
deja de trabajar. A partir de entonces ya no demanda tanto afecto aunque no
puede aportarlo.

Lita se desarrolla en su juventud sólo con la poca ayuda que su madre le


puede proporcionar. Esta tiene limitada su capacidad debido a su relación
negativa con su marido. En consecuencia, aunque Lita está especialmente
dotada para las Bellas Artes, no puede formarse y abandona los estudios
para ponerse a trabajar. En este segundo periodo, Lita padece de
sistemáticos dolores de cabeza.

Vemos, pues, cómo la ayuda (el afecto) juega un papel esencial tanto en la
salud como en el desarrollo personal. El problema que hay que entender es
que se trata de una variable física, es decir, limitada y que, por tanto, se
arrastran sus consecuencias generación tras generación. Si los padres han
tenido una crianza escasa, recibiendo poco afecto, que les ha reducido
significativamente sus capacidades, entonces es muy probable que no
puedan criar a sus hijos adecuadamente sin ayuda externa.

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