Gaceta CUC MAYO / 2006
Coment@rios breves
Cómo vivir
109 años
Receta en
21 pasos
Por Andrés Bucio Galindo,
andres.bucio@pv.udg.mx
andres@mexicodurable.com
ealicemos el siguiente cálculo: si pudiera usted
R comenzar la jornada laboral de 8 horas a las 7:00
AM para salir a las 3:00 PM, a partir de ese
momento tendría usted otras 7 u 8 horas extra de vida al
día para realizar aquello que le diese… pues la gana,
incluyendo el poder trabajar más, si de "ser trabajador"
se trata (no piense el lector que se va a hacer aquí una
apología de la holgazanería). Lo anterior no representa
un malabar de la imaginación, sino algo mucho muy
serio que de ser ponderado objetivamente e instrumen-
tado, transformaría nuestro tiempo de vida duplicándo-
lo, o si se prefiere, duplicando nuestra percepción del
tiempo vivido, que está a un paso de ser lo mismo.
Incrementaría de manera global nuestra capacidad para
ofrecernos, tras siglos de evolución social y tecnológi-
ca, generosamente, una mayor calidad de vida. No como
un regalo de Dios, sino como un regalo de la inteligen-
cia y la disciplina. Se ampliarían nuestras posibilidades
de llevar una vida más integrada y diversificada hacia
otras tareas y otras personas, incluyendo aquellas
capaces de enriquecer expansivamente nuestro desen-
volvimiento profesional hacia la sociedad. Pero no.
Frecuentemente optamos por lo contrario, nos las inge-
niamos para adoptar un comportamiento grupal cual si
estuviese diseñado para devorar todas nuestras energías
y tiempo disponible. Al final del día nos es colocada la
etiqueta personal de "persona chambeadora" frente al
espejo social de las demás personas. Quizás hay algo
que opinar a este respecto: "trabajar mucho" no siempre
significa "trabajar bien", es posible sostener eso; Sobre
todo cuando el "trabajar bien" y el ser una persona
"dedicada" no siempre coinciden. ¿Cuántas veces no
invertimos mal el tiempo por falta de cosas tales como
"información", "organización", "actitud"?. A manera de
juego serio, deseo enlistar una receta preliminar en 21
pasos para vivir 109 años (o los que sean) con una pre-
gunta en mente ¿Qué cosas nos ayudarían a prolongar el
tiempo de vida aumentando simultáneamente la calidad
en el trabajo? La receta, a diferencia de la receta para
hacer caldo de gallina, no es para que el lector la siga,
sino para que el lector se invite a pensar sobre el tema.
Se divide en tres conjuntos y tipos de creatividad: orga-
nizativa, comunicativa e ideológica.
Creatividad organizativa
1. Libertad organizativa: Se encuentra a la mitad del
camino entre el orden y el caos. Tanto el primero como
el segundo potencialmente entorpecen nuestra libertad.
Demasiado de ambos es indeseable en una organización
compleja que atiende a problemas complejos.
2. Redefinir cotidianamente la dirección y consistencia
del trabajo. Frecuentemente sabemos cuando una cosa
quedó mal porque su realización significó un uso abusi-
vo del tiempo.
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3. Trabajar con objetivos y tareas en mente (en lugar del
reloj), a fin de no confundir trabajar mucho con trabajar
bien..
4. Considerar el justo valor y funcionamiento de una
burocracia. La burocracia es un aparato humano nece-
sario. Darle su justa medida (pero no más).
5. Hacer sinergia y funcionalizar horarios hacia las insti-
tuciones con las que se interactúa. El reto es estructural
también y debe reconocerse.
6. Flexibilidad por parte de la autoridad para apoyar dis-
tintas y variables combinaciones de horario. Ello es
posible sobre todo cuando se trabaja con objetivos en
mente.
7. Motivar el acceso rápido o cercano, o práctico al tra-
bajo desde casa.
8. Hábitos y horarios de alimentación más sensibles. Si
esperamos a comer cuando tenemos demasiada hambre
(3:00 PM por ejemplo) frecuentemente comemos más
de lo que deberíamos y digerimos pesadamente, además
de que divide de manera fatal nuestro día en tres (y no
en dos).
9. Mejorar ciertos hábitos de trabajo (motivo de otro
texto que no es este).
Creatividad comunicativa
10.Pensar en el flujo de información como un campo
creativo.
11. Pensar en los demás cuando ejecutamos actos que
otros tienen que interpretar.
12. Uso hábil de la redundancia de manera que no
dependamos de información o desinformación siempre
"accidental".
13. Elección correcta de los mecanismos de comuni-
cación..
14. Uso creativo y eficiente de la tecnología.
Creatividad ideológica
15. Minimizar o suprimir la envidia (Penalizarla más
de lo que ya se penaliza a si misma y a su detentor).
16. Reforzar y buscar continuamente la identidad
propia.
17. Suprimir aquella desconfianza que sea innecesaria
entre colegas, subordinados y autoridades.
18. Incremento de la ética en las personas (gracias al
punto 16).
19. Promover las aspiraciones profesionales y person-
ales posibles, buscando más que las instituciones crez-
can por los individuos que al revés.
20. No obstaculizar el entusiasmo genuino y variado en
el trabajo, mediante falsa sobriedad.
21. Subir de rango al concepto de sobriedad de manera
que no interfiera con el entusiasmo ni que el entusiasmo
banalice las cosas que exigen seriedad y sobriedad.
Por Víctor Manuel González Romero
Profesor investigador y ex rector general de la UdeG
victor@pv.udg.mx
Blog: www.vmgonzalezromero.blogspot.com
Los candidatos a la Presidencia (y a gobiernos de los
estados) a menudo hacen propuestas, al calor de las
campañas, que parecen más bien ocurrencias.
Presentar a los candidatos propuestas de especialistas
en lugar de esperar que ellos y sus equipos elaboren
dichas propuestas es una estrategia que debería usarse
en otros ámbitos. Los expertos en la materia sugieren
lo que se debe hacer mientras a los candidatos les
corresponde opinar sobre cómo hacerlo.
Problemas estructurales en la educación superior
En las últimas décadas hemos tenido notables avances
en educación superior. Existen, de acuerdo a datos ofi-
ciales, cerca de cinco mil "escuelas" de educación supe-
rior en donde laboran 260 mil profesores y estudian 2.5
millones de alumnos. Se ha aceptado a la evaluación
como un mecanismo de mejora para las instituciones y
existen organismos y procesos de evaluación tanto para
programas académicos (acreditación) como para proce-
sos administrativos (certificación).
Sin embargo, persisten importantes proble-
mas sin resolver y se presentan nuevas necesidades.
Entre los problemas de carácter estructural, cuya solu-
ción es urgente para lograr avanzar en educación supe-
rior, destacan la inequidad, el embudo educativo y el
insuficiente financiamiento.
Podemos decir que se ha logrado equidad de
género, en lo relativo a ingreso a educación superior,
ya que en los últimos años el número de mujeres que
inician estudios terciarios ha rebasado al de los hom-
bres. Sin embargo persisten inaceptables diferencias
geográficas y socioeconómicas. La cobertura educati-
va superior de Chiapas es 10.6% mientras que la del
Distrito Federal es 41.3%. La cobertura (promedio)
nacional en educación superior es 22% y la meta de la
administración federal actual era llegar a 28%. En el
caso de las familias de escasos recursos la cobertura en
educación superior es de 10% en zonas urbanas y de
3% en zonas rurales. Si no se resuelven estas injusti-
cias sociales será imposible lograr en 2012 la meta que
nos propusimos para 2006.
De acuerdo a los indicadores educativos
actuales, la mayoría de estudiantes abandonan sus estu-
dios antes de concluir algún ciclo. Por cada cien niños
mexicanos que ingresaron a primaria en septiembre
pasado, solamente trece llegarán a tener un título profe-
sional. Sólo 67 de esos niños terminarán la educación
secundaria y 38 lograrán concluir preparatoria. En par-
ticular el abandono es alarmante en nivel medio superi-
or en donde se presenta el "embudo educativo", ya que
42% de los que ingresan abandonan sus estudios.
Mejorar la cobertura y calidad de la educación superior
requiere que se mejore el egreso y desempeño en los
niveles previos. Si se lograra admitir a todos y cada uno
de los que egresan de bachillerato la cobertura de edu-
cación superior no llegaría a 28%.
En la presente administración se estableció
tanto en la Ley General de Educación Superior como
en el Plan Nacional de Desarrollo que el financiamien-
to público para la educación sería superior al 8% del
PIB para 2006. En el Programa Nacional de Educación
se estableció la meta de llegar a 1% del PIB en gasto
público para educación superior. La realidad ha sido
otra y lo que está en leyes y planes no se ha cumplido
(y no existe proceso de desafuero en contra de legis-
lador o funcionario alguno).
Entre 2000 y 2005 el gasto público en edu-
cación superior incrementó 18% en términos reales
mientras que la matrícula incrementó en 23%, esto es,
la inversión pública por alumno de educación superior
ha disminuido 5%. En 2005 se llegó a dedicar 0.62%
del PIB para educación superior pública lo cual está
lejos de la meta del 1% establecida. Lamentablemente,
en el presupuesto para 2006 se disminuye dicha pro-
porción a 0.57% del PIB, nivel similar al que se tenía
en el año 2000.
En conclusión: "Si la educación no es prioridad para tu
candidato, cambia de candidato"