Periódico Argentino El Mosquito.

Director Henri Stein . (París 1843-1919), obtenido su diploma de dibujante en la Asociación Politécnica de Saint- Denis, arribó a la Argentina a los 22 años con la intención de dedicarse a la apicultura en una isla del Delta, emprendimiento fracasado que lo llevó a trabajar, en primera instancia, en una empresa de muebles (era conocedor del oficio de ebanista) para terminar, mientras daba clases particulares de dibujo, ingresando como colaborador a El Mosquito que necesitaba, en ese momento, con urgencia un caricaturista. Su primera colaboración apareció en el número 277 del 10 de mayo de 1868 y plasmó, todavía con un estilo distante del que lo consagraría, la situación política del momento: el presidente Bartolomé Mitre, los candidatos Justo José de Urquiza y Rufino de Elizalde ocupan el centro de la escena y son el objeto de su creatividad. El ingreso de Stein fue un punto de inflexión en la historia de la publicación. Su presencia marcaría el inicio de una segunda, prolongada y fructífera etapa: permanecería en ella durante 25 años, hasta su cierre en 1893, y llegaría, primero, en 1872, a figurar como director-gerente; para terminar, después, transformándose en su director-propietario en 1875. A partir de entonces se torna casi imposible diferenciar la historia de la revista de la biografía de su principal y talentoso ilustrador. En julio de 1890, como preanuncio de cierto hastío, vendió el título de El Mosquito a una sociedad anónima que nombró a un nuevo editor responsable, aunque Stein permaneció a cargo de la administración y de los grabados. A principios de 1892, su nombre ya no figura en la portada pero de su pluma son los dibujos que se involucran decididamente con la candidatura de Luis Sáenz Peña, impulsada por Roca y Mitre. Otra vez le tocaría ser testigo de un fracaso. Espiritualmente agobiado, se llamó a silencio con el número 1580 del 16 de julio de 1893 (en la última imagen se ve a Luis Sáenz Peña cocinado a fuego lento por la oposición). De allí hasta su muerte, en 1919, Stein se dedicaría exclusivamente a la actividad comercial en su próspera librería artística instalada en la recientemente creada Avenida de Mayo (entre Chacabuco y Piedras).