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EL AUTORITARISMO DE LA COMUNICACIN
El concepto libertad de prensa plenamente legtimo en toda sociedad, lo utiliza dolosamente la minora que posee la propiedad de los medios de comunicacin, para ejercer una comunicacin vertical, unilineal, de arriba hacia abajo.
En esta comunicacin la nica participacin que se le concede al receptor es la de participar de vez en cuando en encuestas que no son sino una retroalimentacin del mismo sistema de comunicacin para comprobar en qu medida esta comunicacin vertical incide en la masa popular.
Por eso se puede afirmar que en la sociedad capitalista, la burguesa domina la informacin. El mensaje refleja la prctica social de la burguesa y no la del pueblo
LA FORMA MERCANCA
En el sistema capitalista de produccin las mercancas son el resultado de la actividad humana. Toda mercanca es intercambiable y vendible. Lo mismo ocurre con la actividad ideolgica y cultural. La produccin mercantil cultural e ideolgica tambin es intercambiable. Desde el punto de vista capitalista la distancia entre emisor y receptor es la misma que entre productor y consumidor.
El medio de comunicacin revestido de la falsa consciencia- se asume como la burocracia del ideolgico de las fuerzas dominantes. Se las dan todas hechas, como los productos, de acuerdo a los intereses del productor. La nica capacidad que se le otorga al consumidor sobre el producto es la de recibirlo como viene
EL TERRORISMO LINGSTICO
El objetivo del discurso dominante es mantener dividida a la sociedad. No importa si en la comunicacin el discurso dominador se encuentra a la ofensiva o a la defensiva.
El discurso dominante consigue esta atomizacin con la proliferacin de revistas especializadas dirigidas a pblicos diversificados de las diferentes clases sociales con el objetivo de mantenerlos incomunicados, divididos y, a la postre, dominados.
LA COLONIZACIN PUBLICITARIA
De todos los lenguajes comunicativos quiz sea el publicitario el que ms coacciona al receptor. En l se junta el lenguaje mercantil con el lenguaje de la supuesta creencia de que es el consumidor quien manda sobre el producto. En l se unen, supuestamente, el productor con el consumidor. Nada ms lejos de la realidad.