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Este documento describe la estructura del sacramento de la penitencia en la Iglesia Católica. Explica que la confesión típicamente dura unos pocos minutos y es formal y esquemática. Propone que el sacerdote haga preguntas más personales para ayudar al penitente a examinar su conciencia sobre sus relaciones con Dios, consigo mismo y con los demás. También sugiere que las penitencias espirituales no tienen sentido y en su lugar se deberían buscar formas de reparar el daño causado.
Este documento describe la estructura del sacramento de la penitencia en la Iglesia Católica. Explica que la confesión típicamente dura unos pocos minutos y es formal y esquemática. Propone que el sacerdote haga preguntas más personales para ayudar al penitente a examinar su conciencia sobre sus relaciones con Dios, consigo mismo y con los demás. También sugiere que las penitencias espirituales no tienen sentido y en su lugar se deberían buscar formas de reparar el daño causado.
Este documento describe la estructura del sacramento de la penitencia en la Iglesia Católica. Explica que la confesión típicamente dura unos pocos minutos y es formal y esquemática. Propone que el sacerdote haga preguntas más personales para ayudar al penitente a examinar su conciencia sobre sus relaciones con Dios, consigo mismo y con los demás. También sugiere que las penitencias espirituales no tienen sentido y en su lugar se deberían buscar formas de reparar el daño causado.
par de minutos; con frecuencia lo que se ofrece en dicho sacramento es formal y esquemtico. De modo que sera bueno que el confesor (sacerdote) preguntara afablemente qu es lo que les adolece la conciencia? O Cules son sus mayores problemas?; sin embargo much@s personas estn acostumbradas a la rigida forma antigua de confesarse y pasan por alto estas preguntas.
La confesin comienza con un breve saludo: (buenos
das, tardes, .) el sacerdote y el penitente se signan con la seal de la cruz. A continuacin vienen las palabras afables anteriormente descritas. Para iluminar bblicamente la confesin tengamos presentes estos textos; aclarando que no fueron principios de reglas morales que Jess hubiera dejado, sino consejos para estar en comunin con su Evangelio. 1Jn 1, 5-10; Mt 3, 1-12; 4, 12-17; 25, 31-46; Lc 7, 36-50; 15, 1-10; 19, 1-10; etc.
El examen de la propia conciencia:
Muchas personas no saben de qu tiene que confesarse. Los esquemas habituales (10 mandamientos, mandamientos de la Iglesia, sacramentos) son comunes en muchos; aunque ya muchos no los practican. suele dar buen resultado organizar la confesin en torno a estos tres aspectos: mis relaciones con Dios; mi comportamiento con si mismo y mis relaciones con el otros (familia, amigos, comunidad).
Muchos aseguran no tener nada de qu
confesarse. Seguramente habr aspectos en los cuales la conciencia cristiana le indique qu no esta bien en mi vida. Es frecuente que uno no pueda determinar con total claridad si esas cosas son pecado o si se trata simplemente de debilidades, descuidos, limitaciones humanas (que no siempre son pecado). Lo que busca el examen de conciencia es analizar y sentir, cmo me adolece, por ejemplo, un conflicto con mi familia, compaeros, amigos;
Cuanto grado de responsabilidad tengo en dicha
relacin deteriorada. Y con humildad y sencillez reconocer dichas acciones en donde ha faltado la compresin, el respeto, la responsabilidad, la sabidura; y con las cuales he causado dolor a los dems. Algo muy importante para tener presente es que el penitente debe buscar el perdonarse a s mismo de sus faltas. Pues poco importa que el penitente se limite a acusarse, si no esta dispuesto a creer y sentir la misericordia de Dios y hacer misericordioso consigo mismo.
El penitente solo tiene derecho a responder
las preguntas que puedan iluminar y permitir sacar a flote los sentimientos de culpa y reflexin; por ningn motivo tiene que responder a preguntas que afecten la intimidad de l o sus familiares o amigos. ALGUNAS PREGUNTAS QUE PUEDEN ILUMINAR EL EXAMEN DE CONCIENCIA En cuanto a mi relacin con Dios: qu papel juega Dios en mi vida? lo tengo en cuenta? lo busco? vivo dejndolo a un lado?
me encomiendo a Dios por las maanas y me
pongo bajo su amparo? le dedico tiempo a la oracin? me sirvo de Dios para mi propio inters? la Palabra de Dios la escucho y medito en busca de beneficio para mi vida?... Hay que aclarar que estas preguntas no llevan a buscar pecado en las relaciones con Dios, sino en reflexionar dichas relaciones. En conclusin lo que se busca en este primer nivel, es mostrar como salvaguardar que Dios (su mensaje, su voluntad, sus sentimientos reinen en nuestro corazn)
En cuanto a mi relacin conmigo:
cmo me trato a mismo? soy Yo quien vive o son otros los que llevan las riendas de mi vida? soy libre espiritualmente, psicolgicamente y emocionalmente, para tomar mis decisiones o me vuelvo dependiente de otras personas, cosas o costumbres? Qu deseos son los que mueven mi vida? cmo son mis hbitos de comida y bebida? cuido correctamente mi salud? organizo correctamente mi jornada o vivo al da a lo que salga?
Me guzgo y condeno a mi mismo? me
infravaloro? me dejo llevar por mis sentimientos depresivos? me recreo en la autocompasin? me dejo hundir quejndome constantemente injustificadamente? En cuanto a las relaciones con los dems (el otro, la familia, la comunidad) Cul es mi opinin como cristiano (a) frente a las injusticias y maldad del mundo? mis pensamientos y obras han buscado la paz y felicidad de los dems?
me he dejado llevar por comentarios sin
argumentos e imprudentes hacia los dems? he rechazado a los otros por su sexo, color, religin, ideologa, aspectos fsicos? Qu actitudes tengo frente al necesitado y desprotegido? trato siempre de tomar ventaja en las relaciones con los dems? me comporto respetuosamente y con cuidado hacia los dems? me alegro que los dems salgan adelante o siento envidia por sus logros?
Las anteriores preguntas, como ya lo hemos
aclarado, no han de tomarse como un juicio, sino que deben ayudar a la reflexin sobre nuestra autenticidad de vida como hijos e hijas de Dios; en especial en la forma como debemos relacionarnos con los dems siguiendo el ejemplo de Jess en sus relaciones con los dems. Por esto en la confesin, hemos de manifestar lo que realmente ha agredido con gravedad la dignidad del otro. En los dems hemos de dejar actuar la gracia que Dios nos trasmite y reflexionar ..
. De aquello que la conciencia nos inspira como
contrario a los sentimientos de Jess. Luego de que el Sacerdote escucha al penitente, ste reflexiona sobre lo que ha escuchado y da su punto de vista con sentido evanglico; sin embargo hay que tener presente que el penitente no se debe fiar del todo en lo que manifiesta el sacerdote, ya que no siempre el sacerdote se coloca del lado del que se confiesa.
Como ya lo hemos insistido, hemos de pedir
siempre la sabidura de Dios para saber discernir cual es la mejor opcin que favorezca el bienestar de todos.
Despus de escuchar las palabras del
sacerdote, en algunas ocasiones le pondr una penitencia; ya nos ha quedado claro que las penitencias espirituales (padres nuestros, ave Mara, leer la biblia) no tienen ningn sentido evanglico de cambio.
Por eso si el sacerdote nos coloca dichas
penitencias, sabemos que hemos de buscar ms bien la responsabilidad y reparaciones de los actos que hemos cometido, ejemplo: si me he acusado de haber hurtado injustamente el dinero de mis padres, he de buscar los medios directos o indirectos para reponerlo. As para las dems acciones u omisiones que hayan producido dolor. Para terminar, el sacerdote, por lo general, pide al penitente recitar el Yo pecador..
Mientras lo recita, el sacerdote dice la oracin
de absolucin: Dios Padre misericordioso que . Y todo termina con la seal de la cruz y la accin de gracias por parte de quien se confiesa.