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Andes
Facultad de Medicina Humana
El VIH es responsable del SIDA y ataca
a los linfocitos T-4 que forman parte
fundamental del sistema inmunológico
del hombre.
Como consecuencia disminuye la
capacidad de respuesta del organismo
para hacer frente a infecciones
oportunistas originadas por virus,
bacterias, protozoos, hongos y otro tipo
de infecciones.
El VIH se puede transmitir por vía sexual;
a través del contacto con sangre, tejidos o
agujas contaminadas y de la madre al
niño durante el embarazo mediante la
placenta o el parto y lactancia.
Tras la infección, pueden pasar hasta 10
años para que se diagnostique el sida que
es cuando el sistema inmunológico está
gravemente dañado y no es capaz de
responder efectivamente a las
enfermedades oportunistas.
El número de mujeres con VIH/SIDA en el
Perú ha tenido un aumento desde el año
1986, siendo la edad de presentación más
frecuente entre 20 y 45 años que
corresponde la edad reproductiva de
la mujer, por lo que un número
importante van a necesitar evaluación y
tratamiento de alguna condición
ginecológica.
Según estudios alrededor del 47 % de las
mujeres viviendo con VIH/SIDA tendrán
por lo menos un problema ginecológico
que necesite evaluación y tratamiento.
Son variadas las razones que explican el
por qué la mujer es más susceptible de
adquirir la infección por VIH que el hombre.
La transmisión sexual del virus es varias
veces mayor del hombre a la mujer que
viceversa, presentando mayor riesgo
aquellas mujeres que presenten una
mucosa vaginal adelgazada o desprovista
de mecanismos fisiológicos de defensa
(púberes, postmenopáusicas).
Factores que influyen:
Vaginosis asintomática de transmisión sexual,
las que frecuentemente no son diagnosticadas
alterando la idemnidad de la mucosa vaginal.
Dependencia al hombre económica, social y
emocionalmente, lo que le dificulta el rechazo
a tipos de relaciones sexuales de alto riesgo.
Pautas culturales que alientan la promiscuidad
en el varón, lo que aumente el riesgo de
contagio en las monógamas.
Falta de fácil acceso a métodos
preventivos controlados por la mujer
(preservativos femeninos).
Todo ello denota la importancia de la
educación la sexual en la población,
informando y reconociendo el derecho
de la mujer a informarse y pueda tomar
las medidas apropiadas para protegerse
y prevenir la infección por el VIH.
Atención ginecológica:
En el primer año de diagnóstico de VIH:
examen ginecológico + Papanicolau
Repetir Papanicolau a los 6 meses. Si
ambos fueron negativos: exámenes
anuales
Si el Papanicolau fue anormal: exámenes
cada 3 o 4 meses.
Si se encontró citología anormal con
sospecha de cáncer: referir para
tratamiento especializado.
El Papanicolau:
Las mujeres viviendo con VIH/SIDA tienen
diez veces más probabilidad de tener un
Papanicolau anormal que las mujeres
sin VIH/SIDA.
Esto se relaciona con el hecho que la
infección con el virus del Papiloma (PVH)
en las mujeres con VIH/SIDA es más
prevalente y persistente, y el Papnicolau
detecta, entre otras cosas, las
alteraciones que este virus causa.
Además existe la infección simultánea
con varios subtipos de PVH en la misma
persona así como mayor prevalencia de
los serotipos de PVH que pueden causar
cáncer.
La prevalencia o persistencia del PVH es
mayor si es que hay mayor carga viral
y/o menor cantidad de CD4.
Descensos:
Como en el resto de mujeres las causas más
frecuentes son: candidiasis vaginal, vaginosis
bacteriana, tricomoniasis, gonorrea y
chlamydia.
La candidiasis vaginal recurrente es la
manifestación más frecuente del VIH en
mujeres.
La candidiasis vaginal, vaginosis bacteriana y
tricomoniasis requerirán cursos más
prolongados o ciclos repetidos de tratamiento.
Para gonorrea y chlamydia el tratamiento es el
mismo que en una persona sin VIH.
VIH y Embarazo