PRIMER MISTERIO GOZOSO: LA ANUNCIACIN DEL NGEL A MARA. Al sexto mes fue enviado por Dios el ngel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre, llamado Jos, de la casa de David; el nombre de la virgen era Mara. Y entrando donde ella estaba dijo: Algrate, llena de gracia, el Seor est contigovas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrs por nombre Jess Dijo Mara: He aqu la sierva del Seor; hgase en m segn tu palabra. (Lc 1,26-38). SEGUNDO MISTERIO: LA VISITA DE MARA A ISABEL
En aquellos das, se levant Mara y
se fue con prontitud a la regin montaosa, a una ciudad de Jud; entr en casa de Zacaras y saludo a Isabel. Y en cuanto oy Isabel el saludo de Maraqued llena del Espritu Santo. (Lc 1, 39-41). TERCER MISTERIO: EL NACIMIENTO DEL NIO JESS
Jos y Mara salieron de
Nazaret hacia Beln y, mientras ellos estaban all se le cumplieron los das del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primognito, lo envolvi en paales y lo acost en un pesebre. (Lc 2, 6-7). CUARTO MISTERIO: LA PRESENTACIN EN EL TEMPLO Cuando, segn la ley de Moiss, se cumplieron los das de la purificacin, subieron a Jess a Jerusaln para presentarle al Seor, como est prescrito en la Ley del Seor: Todo varn primognito ser consagrado al Seor Y Simen los bendijo y dijo a Mara su madre: He aqu, ste es puesto para cada y para levantamiento de muchos en Israel y para seal que ser contradicha, 35 para que sean descubiertos los pensamientos de muchos corazones. Y una espada traspasar tu misma alma. (Lc 2, 22-35). QUINTO MISTERIO: JESS, PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO El nio Jess se qued en Jerusaln, sin saberlo sus padres Aconteci que despus de tres das, le encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchndoles y hacindoles preguntas. Todos los que le oan se asombraban de su entendimiento y de sus respuestas. Cuando le vieron, se maravillaron, y su madre le dijo: Hijo, por qu has hecho as con nosotros? He aqu, tu padre y yo te buscbamos con angustia. Entonces l les dijo: Por qu me buscabais? No sabais que en los asuntos de mi Padre me es necesario estar? Jess creca en sabidura, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres. (Lc 2,43-52).