0 évaluation0% ont trouvé ce document utile (0 vote)
177 vues18 pages
Pasaje clave: Isaías 43:1, 5.
Hay tres clases de temores o miedos:
1. El temor natural, normal y sano que nos libra del peligro.
2. El temor reverencial, respetuoso hacia Dios, que es una virtud y nos libra del pecado.
3. El temor esclavizante que nos destruye y nos impide desarrollarnos y desarrollar nuestras capacidades. Es una emoción negativa. A este miedo también se lo llama fóbico.
Pasaje clave: Isaías 43:1, 5.
Hay tres clases de temores o miedos:
1. El temor natural, normal y sano que nos libra del peligro.
2. El temor reverencial, respetuoso hacia Dios, que es una virtud y nos libra del pecado.
3. El temor esclavizante que nos destruye y nos impide desarrollarnos y desarrollar nuestras capacidades. Es una emoción negativa. A este miedo también se lo llama fóbico.
Pasaje clave: Isaías 43:1, 5.
Hay tres clases de temores o miedos:
1. El temor natural, normal y sano que nos libra del peligro.
2. El temor reverencial, respetuoso hacia Dios, que es una virtud y nos libra del pecado.
3. El temor esclavizante que nos destruye y nos impide desarrollarnos y desarrollar nuestras capacidades. Es una emoción negativa. A este miedo también se lo llama fóbico.
1. El temor natural, normal y sano que nos libra del peligro. 2. El temor reverencial, respetuoso hacia Dios, que es una virtud y nos libra del pecado. 3. El temor esclavizante que nos destruye y nos impide desarrollarnos y desarrollar nuestras capacidades. Es una emoción negativa. A este miedo también se lo llama fóbico. ¿A qué le tienes miedo? Por ejemplo: “Todos me van a abandonar, o tal vez no me acepten como soy”. “¿Y si fracaso en la escuela?, ¿O hago el ridículo delante de los demás?” “Si mi papá se queda sin trabajo, ¿qué va a pasar con nosotros?” Al parecer a las personas les da miedo el saber con que se van a enfrentar después de morir. A la mayoría de las personas no les gustar estar solas, somos seres sociables y necesitamos de otros para subsistir, el hecho de pensar estar solo para siempre es algo que aterroriza a muchas personas. El tener enfermedades que no tengan cura ó que nos dejen en cama dependiendo de otros es uno de las mayores temores de las personas, así como pensar en tener que soportar dolores intensos o vivir dependiendo de maquinas ó medicamentos por siempre. El perder a alguien que amamos y que es importante para nosotros es uno de los mayores temores que sienten las personas, el saber que jamás lo volveremos a tener cerca es algo que hace que muchos sientan gran temor. a pesar de que el Amor trae felicidad a nuestra vida, muchas personas sienten gran temor de enamorarse, tal vez el echo de pensar que pueden sufrir ó que no serán correspondidos. El no saber que nos depara el destino y la vida, el no saber si mañana voy a lograr lo que quiero, el no saber si todo lo que he soñado se hará realidad es algo que atemoriza a la mayoría de las personas. El tener una idea ó un sueño y no poder llevarlo a cabo ó fracasar en el camino es algo que paraliza a muchas personas y por esto la mayoría de grandiosas ideas se quedan solo en eso… Ideas que jamás se hacen realidad por el miedo a fracasar Muchas personas sienten gran temor al cambio, el salir de un estado de comodidad, el salir de una estabilidad, el tener que aprender algo nuevo ó amoldarse a algo que desconocen, esto aterra a la mayoría de las personas. Muchos dejan de hacer algo simplemente por el temor al "Que Dirán" , piensan más en lo que otros piensan y no se atreven a ser diferentes y hacer lo que deseas solo por temor a recibir criticas. Todos los seres humanos tenemos sueños que cumplir, el pensar que no se harán realidad lleva a muchos a sentir gran temor y pensar en que pasará si estos no se cumplen, algunos viven toda la vida pensando en esto y no luchan por hacerlos realidad. Cuando estas ideas comienzan a anidarse en nuestras mentes, el miedo se apodera de nosotros. Nos angustiamos y vivimos inseguros. Estos temores son producidos en el mismo infierno, y Satanás muy hábilmente los introduce en nuestras mentes produciéndonos ansiedad, perturbación y nerviosismo. Son temores que nos quitan la paz y la alegría. De noche no podemos descansar bien por miedo a que suceda lo que hemos estado pensando o por miedo a otras cosas. Surgen sueños desagradables o pesadillas y ya no podemos recobrar el sueño. El temor se produce cada vez que creemos las mentiras de Satanás esperando que suceda lo que él anuncia. Uno de los amigos de Job. (Job 32:6). David. (Salmo 31:13). Job. (Job 3:25). Los discipulos de Jesús. (Marcos 4:41). Satanás aprovecha nuestros temores para hacernos dudar de las VERDADES de Dios. Mira lo qué dice David en el Salmo 34:4 y 6. ¿Cuándo nos libra el Señor? Cuando CLAMAMOS en forma específica. Por ejemplo: “Señor, tengo miedo de que vuelvan a tratarme mal. De sentirme un inútil cuando me piden que haga algo. Libráme, Dios”. Entonces, Dios nos libra por medio de su verdad. Nos da una palabra de verdad que nos libra del temor. Por ejemplo: “Señor, tu Palabra dice que todo lo puedo en Cristo que me fortalece y que vos me has dado capacidad y no me consideras un inútil. Creo esta palabra tuya”. Otro ejemplo: “Señor, tengo miedo de que se me rían y me rechacen cuando les hable a mis compañeros de Jesús. Llbráme de este temor Señor, en el nombre de tu Hijo”. Dios nos da, entonces una palabra que nos fortalece. Por ejemplo Jeremías 1:8 al 10. Cuando David clamó, Dios le dio una palabra específica que David creyó, ¿cuál fue? (vs.7). Cuando le creemos a Dios y rechazamos la mentira de Satanás, somos librados y nuestros temores desaparecen. Pero es necesario orar, pedirle al Señor una palabra específica sobre ese miedo que nos perturba, creerla y proclamarla en oración. Es muy bueno que memoricés y anotés versículos bíblicos que Dios te dé, para poder recordarlos, creerlos y repetirlos cada vez que Satanás intente producirte miedo con sus mentiras. Para cuando sientas miedo: Nehemías 6:14. Salmo 23:4, 27:3, 46:1 al 3, 56:3-4, 11. Josué 1:9. Jeremías 1:8 al 10. Daniel 10:19. Isaías 8:12b, 43:1 al 3. Salmo 91, 112:7. Juan 14:27. Hechos 11:27, 18:9-10.