provee el trasfondo físico para colocar la acción en el relato. En el escenario o exposición se da la información necesaria (el «quién» y el «qué»). Se le presenta al lector el estado de cosas antes de que se inicie la acción. Nudo o complicación
Aquí se abre propiamente la acción (serie de
acontecimientos donde las cosas se complican) y se da la tensión o conflicto que busca solucionarse en el episodio «cumbre» o «clímax». Clímax o acción transformadora
En esta parte de la acción se logra eliminar la
dificultad u obstáculo que se enuncia en la sección anterior. Por eso se llama clímax o cumbre, porque aquí se da el punto en donde toda la historia da un giro de 180°grados. Por ser este el momento culminante del relato, por lo general los autores deciden «marcarlo» echando mano de varios tipos de recursos: cambio en la sintaxis, en los tiempos verbales, en el manejo del tiempo, etc. El texto hebreo demarca claramente esta parte al cambiar el orden sintáctico normal de la narrativa hebrea En «clímax» el tiempo transcurre en «cámara lenta». Los elementos se describen en detalle y sin apuro. Todo lo que se había adelantado (escenario) como pista para el oyente, ahora muestran su razón de ser. Por esta razón, en la presentación de los personajes el aspecto físico, los nombres, los lugares y cualquier otro elemento son importantes y se deben tomar en cuenta. Desenlace
Se describe los efectos del clímax. El problema
o conflicto ha sido resuelto.
Cierre o situación final
Se presenta el nuevo estado o retorno a la
normalidad. Delimitación Responde a la pregunta: ¿dónde comienza y dónde termina el relato?
Para el estudio correcto de un relato, el primer
paso es marcar los límites externos del pasaje y señalar los límites internos. Para los limites externos es necesario tomar en cuenta al menos cuatro variables:
a) cambio de tiempo, tanto cronológico como
gramatical. b) cambio de lugar. c) cambio de personajes. d) cambio de tema, de qué se habla ahora. Los limites internos marcan las divisiones internas del pasaje. En el caso de los relatos, estas se encuentran donde aparecen los límites de cada parte que forma la trama.
Para facilitar la división interna de un relato, es
una buena práctica dividirlo en cuadros. En ciertas ocasiones, varios «cuadros» o escenas no aparecen de manera explícita en el relato. Personajes
Hay por lo menos tres clases de personajes en la
narrativa hebrea:
a) el personaje completo o de pleno derecho: es
multidimensional y complejo; ofrece una variedad de rasgos: puede ser «protagonista» («héroe») o «antagonista» («villano»). Personajes a) el modelo o agente: se caracteriza por presentar un solo rasgo o simple instrumento para la acción.
b) El figurante o de relleno: es sencillamente
un carácter que ejerce la función de «relleno» que el autor usa para «llenar» el relato. No ofrece ningún rasgo importante para la historia. Se debe considerar como «personajes» a: el autor, el narrador y el lector.
El narrador puede ser uno de los personajes del
relato o la «voz» omnipresente del autor. En esos roles habla en primera o tercera personas.
Para el autor del relato el lector es su cómplice,
le implica usando diferentes «guiños», sobrentendidos e invitaciones. El autor literalmente «corteja» al lector para poder completar el mensaje Caracterización Descripción: en la narrativa hebrea encontramos la descripción al servicio de la trama o argumento.
Interiorización: se provee un acceso al estado
mental o emocional del personaje para ver la acción a través de sus ojos. Se da de dos maneras: a) comentando el pensamiento u opinión de un personaje, b) usando las citas directas de los pensamientos del personaje (monólogo interno). Diálogo directo: la narrativa hebrea prefiere, sobre todas las cosas, sostener la acción dentro del argumento por medio de la oración directa.
El diálogo directo ofrece las dimensiones
psicológicas e ideológicas del personaje, y ofrece más dramatismo que la narración exterior. Acciones: los relatos de acciones sirven para resaltar a los personajes. Esta técnica reconoce que el carácter de una persona se revela a través de sus actos.
Las acciones sirven como un canal muy
importante para establecer un personaje. Además son claves para la construcción del argumento.
Contraste: se puede resaltar los rasgos de los
personajes al colocarlos en yuxtaposición. Estilo Lo característico del estilo narrativo hebreo podría decirse que es la palabra «acción». En el relato, la acción toma precedencia a la descripción, ésta se reduce al mínimo, y está supeditada a la acción.
Otro rasgo es la «repetición». Con esto no se
indica solo determinado número de veces que una palabra o recurso discursivo se repite, sino a la variedad de tipos de recursos repetitivos. Leitwort (palabra que se repite): repetición de la misma palabra o conceptos afines.
Oraciones o frases claves: se repiten para darle
unidad temática a una sección extensa. Por ejemplo: «En aquellos días no había rey en Israel; todo mundo hacía lo que bien le parecía».
Motivo. La aparición, varias veces, de algún
objeto, imagen o acción. Los motivos pueden darle al relato unidad temática o coherencia. Temas: varios temas aparecen de manera constante en la narrativa hebrea (Génesis 11; 16; 20; 25; 30).
Patrones quiásticos: palabras y eventos que
se repiten en orden inverso para darle forma a episodios, discursos, ciclos de historias.