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BÍBLICO?
No es un adivinador del futuro, más bien es un intérprete del
presente . El profeta pro-clama, pro-voca, pero no pre-dice ni pre-
vé. La lucha de los profetas está marcada por el continuo
desmarque de los adivinos o de los simples videntes del futuro.
Pero también es innegable cierta relación con el futuro. ¿En
qué medida? El futuro es fundamentalmente un juicio temporal
del presente; algo parecido a nuestro «si esto sigue así...»,
«¿adonde vamos a parar?»
Es llamado por Dios, recibe el carisma de la profecía para
mostrarle al pueblo la voluntad de Dios. La convicción de ser
llamados por Dios para hablar en su nombre a los demás es la
característica más específica de los profetas. Is 6; Jer 1; Ez 1-
3; cf. Is 40, 1-11; Jue 6,11-24; Ex 3, 1-11; Os 1, 2-9.
El que h a sido llamado por Dios para hablar en su nombre a
los demás. El profeta es el portavoz de Dios. Dios se comunica
a sus profetas de muchas maneras, unas veces directamente
en revelaciones y visiones, y otras, de forma indirecta
dotándolos de una sensibilidad especial, capaz de leer los
designios divinos en los acontecimientos de la vida.
CONTEXTO HISTÓRICO DE LOS PROFETAS
Hay dos periodos bien definidos:
a) el pre-canónico
b) el canónico
EL PRECANONICO El nacimiento del movimiento
profético coincide aproximadamente con el nacimiento
de la monarquía. Se asocia el nacimiento del profetismo
con Samuel. La Biblia, lo hasta los orígenes del pueblo
elegido, designando con el nombre de profetas a Abraham
(Gen 20, 7, perteneciente a: Moisés (Núm 12, 6-8; Dt 18, 15.
18; 34, 10-12), a María (Ex 15, 20) y a Débora (Jue 4, 4). El libro
de los Jueces (6, 8) habla asimismo de un profeta anónimo. En
realidad, todas estas figuras presentan algunos rasgos
proféticos.
ESTOS SON:
Samuel. La Biblia lo califica de profeta y vidente (1 Sam 3, 20; 9, 9; 2 Cro 35, 18)
Gad. Profeta y vidente de David (2 Sam 24, 11
Natán. Actúa también en la corte de David. (2 Sam 7, 1-17; 1 Cro 17, 1- 15)
Ajías. Actúa bajo Jeroboam. Predice la división del reino (1 Re 11, 28-39)
Semeyas. Desaconseja a Roboam la reconquista del Norte y le recomienda relaciones
fraternales con su colega y hermano de Siquem (1 Re 12, 21-24).
Profeta anónimo. Bajo el mismo Jeroboam aparece todavía un segundo profeta, que
pronuncia la maldición sobre el altar de Betel (1 Re 13, 11-32).
Jehú. Anuncia en el reino del norte el fin del usurpador Basa (1 Re 16, 1-4. 7-13).
Miqueas. Es importante su actitud frente al profetismo oficial (1 Re 22).
Elías. Ejerce el ministerio profético bajo los reinados de Ajab y Ococías
(874-852). Parte de su historia está recogida por 1 Re 17-19; 21; 2 Re 1.
Elíseo. Discípulo de Elias, ejerce el ministerio después de su maestro (2 Re
2-13).
Jonás. El 2 Re 14, 25 habla de un profeta, llamado Joñas, ejerció su
ministerio bajo el reinado de Jeroboam II de Israel (783-743).
Julda. Es consultada por el rey Josías a raíz del hallazgo del libro de la Ley
en el templo de Jerusalén (2 Re 22).
Urías., fue martirizado en tiempos del rey Joaquim por haber profetizado
contra Jerusalén (Jer 26, 20-23).
Ido. bajo Roboam y Abías (2 Cro 12, 15; 13, 22); Atarlas, en tiempo de Asa
(2 Cro 15, 1 ss.); Oded, bajo Ajaz (2 Cro 28, 9 ss.) y otros anónimos más
CANÓNICO: Reciben el nombre de profetas
canónicos, o escritores aquellos cuyas predicaciones y
escritos han sido recogidos por la Biblia.
En todo esto nos damos cuenta del clima de tensión que vive la predicación del
profeta, se esperan los frutos de la reforma y el desenvolvimiento del panorama
internacional.
MENSAJE TEOLÓGICO :
El mensaje de Sofonías nace de una situación muy
concreta. No se plantea grandes problemas teológicos,
intenta resolver los de cada día. Sofonías denunció, como
los grandes profetas del siglo VIII, las diversas
transgresiones contra Dios y el prójimo. Atacó la idolatría
cultual, las injusticias, el materialismo, la despreocupación
religiosa, los abusos de las autoridades, las ofensas
cometidas por los extranjeros contra el pueblo de Dios.
Dijo claramente que esta situación era insostenible, que
provocaría inevitablemente el castigo, simbolizado en el
juicio del día del Señor.
Sofonías considera la destrucción como
paso para la salvación. De la rebelde
manchada y opresora ciudad de Jerusalén,
saldrá un resto que se acogerá al Señor.
Por eso, a pesar de sus terribles denuncias
la lectura de Sofonías se convierte en un
estímulo de cambio, de acción. Esto fue lo
que quiso el profeta: fomentar la reforma de
Josías.
LA IRA Y EL JUICIO DIVINO :
La ira de Dios es una de las maneras como en la Biblia se expresa la santidad de
Dios que detesta el pecado. El profeta quiere ante todo destacar los motivos que
conducen al juicio de Dios:
Sobre todos estos aspectos Yavé tiene una palabra, emite un juicio, y su juicio se
realiza en el día del Señor.
EL DÍA DE YAVÉ:
El profeta lo prepara con un gran silencio (1,7). Irónicamente el
día de Yavé es descrito como el día de una fiesta sacrificial a
cuyo banquete están invitados todos los perversos, y en
aquella alegría ficticia cae inesperadamente el juicio divino
como una espada. El día de Yavé está marcado por
convulsiones cósmicas para "que se sepa que sí hay un Dios
que hace justicia sobre la tierra" (Cfr. Sal. 58,12). La definición
del día de Yavé la encontramos en 1,15-16.
LOS 'ANAWIN:
De este día de Yavé encontrarán salvación sólo los 'anawin
(2,3), los pobres del A.T., aquellos que han sido fieles a la
confianza en Dios y a la moral de la alianza. Es a ellos a
quienes está reservado el horizonte de luz que constituye la
última parte del mensaje de Sofonías.