• Para muchos (en particular, el gran público) este término se refiere
demasiado a la idea de la experimentación pura, a lo científico, lo gratuito, lo inacabado, etcétera. Aunque estas manifestaciones científicas, gratuitas e inacabadas, forman parte del cine experimental. • Para otros se remite demasiado a problemas estéticos y no a la práctica (artesanal, marginal...) ni a la economía (asociativa, cooperativa...) de este tipo de cine. Semánticamente hablando, el término experimental hace referencia a una práctica, aunque también se remita a problemas estéticos. • Existe también un grupo que entiende el término más como el cine que debe ser abandonado que el tipo de cine que se propone. Según este enfoque, cada uno preferirá denominaciones como cine de arte (que puede ser comercial), arte visual (que incluye manifestaciones de las artes plásticas), etcétera. Debate.
¿El campo del cine experimental es un territorio abierto o
cerrado? ¿Deben incluirse las prácticas en el orden de la experimentación científica, e incluso precinematográfica? ¿Y el cine artesanal, aficionado o familiar? ¿Y clasifican o no las películas concebidas y fabricadas en circuitos comerciales pero con alta creatividad, o con el empleo de procedimientos y aproximaciones experimentales? ¿Y qué hacer cuando un filme marginal, militante, crítico utiliza formas clásicas? Todas las prácticas que empleen métodos inherentes al video arte o al empleo de las nuevas tecnologías, ¿son experimentales? Definición.
Una cosa es un término y otra es una definición. Uno
puede tratar de definir el cine de arte y ensayo, la música clásica o el arte contemporáneo y ninguno de estos términos se adapta semánticamente a la definición latente en el nombre que tienen; pero ello no debe impedirnos ofrecer una definición ni continuar empleando el término. De paso, debemos señalar que el cine tradicional es mucho más fácil de definir mostrando su carácter restrictivo tanto en forma como en contenido. ...
El cine experimental se puede definir mejor por la negación. A
los cineastas experimentales no los une más que la marginalidad, y esta característica les permite autonomía, así como repensar la historia y la situación de todo el cine. La industria y la economía crearon un cine a su imagen y semejanza. Por ello, si se intenta reconocer al cine como un arte, hay que repensarlo completamente e integrar de algún modo el cine narrativo como un caso particular de ese arte. De todos modos, podemos intentar definir el cine experimental, con la condición de tener siempre en cuenta el abuso idiomático que implica el uso de ese término, y además, se debe tener en cuenta que arribaremos solo a una definición de carácter metodológico y funcional. ...
Es posible trazar una serie de características que
no serán ni exhaustivas ni sistematizadoras pero que sí reúnen una gran cantidad de filmes marginales. Para seguirlo definiendo a partir de la negación, puede decirse que el cine experimental es el que está en busca de un lenguaje cinematográfico propio, de desarrollar un arte inseparable del propio medio de expresión elegido y que utiliza los medios para poner en imágenes estas ambiciones. Los medios estéticos.
• Ensanchamiento de las normas restrictivas y
arbitrarias del cine comercial (género, duración, soporte…). Cada filme experimental se organiza de acuerdo con una lógica que le es propia. • Narración compleja, fragmentaria, deconstruida o inexistente. • La concepción del filme aflora a lo largo del filme: experimentación y reflexión, rodaje y escritura van de la mano. Los medios de producción.
• El filme es ante todo algo personal: el cineasta no solo integra
todas las líneas creativas del filme sino que muchas veces las efectúa él mismo (tomas de cámara o de sonido, edición, desarrollo…). Este es un cine para los cineastas, por oposición al cine de autor o de realizador. • Autoproducción y presupuesto mínimo. • Distribución y difusión por vías paralelas o cooperativas. • El cine llamado de autor o de arte y ensayo toma distancia respecto a los criterios normativos del cine tradicional, pero se inscribe en un sistema de producción y distribución comercial, y por ello le resulta tremendamente difícil apartarse de las normas. Legitimidad.
El cine experimental es por naturaleza marginal, aunque su calidad
tampoco es proporcional a su grado de institucionalización o de subvenciones. El arte, la música, la danza o el teatro contemporáneos no tienen sus equivalentes en el cine. El cine de arte y ensayo, al fin y al cabo clasicista, no se encuentra a la altura de sus posibles equivalentes en otros dominios. El cine experimental es el único campo cinematográfico que se mantiene extrañamente ausente de las historias del cine oficiales, y aunque esta situación ha cambiado ligeramente, sigue siendo mínima la presencia del experimental en los libros, revistas, enciclopedias y documentos que atienden al cine todo.