MENSAJE A LA IGLESIA DE

TIATIRA
APOCALIPSIS 2:18-29
 Tiatira (AKHISAR) fue una
antigua ciudad fundada unos
250 años antes de Cristo
sobre el río Lico, en la parte
norte de Lidia, muy cerca de
Misia, en Asia Menor, a unas
35 millas de Pergamo.
 Lidia la
vendedora de
púrpura era
residente de
Tiatira.
2:18
“Y escribe al ángel de la
Iglesia en Tiatira: El Hijo de
Dios, que tiene ojos como
llama de fuego, y cuyos
pies son semejantes al
bronce bruñido, dice esto:”
 Ojos como
llama de
fuego

Ojos: No hay nada Pies

oculto ante los ojos
del Hijo de Dios semejantes
Pies: denota su
poder, fuerza,
al bronce
majestad. bruñido
 EL ENCOMIO
2:19
“Yo conozco tus obras, tu
amor, tu fe, tu servicio y tu
perseverancia, y que tu obras
recientes son mayores
que las primeras.”
Jesús conoce todas las obras
que se llevan a
cabo en las Iglesias.
El conoce cuál es nuestro
amor, fe, servicio y
perseverancia. No podemos
esconder nada de
nuestro Señor Jesucristo.
 Jesús les dice que sus
obras recientes son
mayores que las primeras,
lo cual indica que
estaban progresando para
bien.
Jesús les dice que conoce sus
obras, que son hechas en
amor, fe, celo y paciencia.
2:20
“Pero tengo esto contra ti: que
toleras a esa mujer Jezabel,
que se dice ser profetiza, y
enseña y seduce a mis siervos
a que cometan actos
inmorales y coman cosas
sacrificadas a los ídolos.”
 ¿Quién es esta mujer
Jezabel?
El texto no nos lo revela, sin
embargo, probablemente sea
referencia a cierta mujer que
se encontraba en esta Iglesia
la cual estaba haciendo caer a
muchos cristianos.
Jezabel estaba haciendo caer a
muchos cristianos.
 ¿Quién es esta mujer
Jezabel?

Algunos han sugerido que esta

mujer era la esposa del
predicador o uno de los
ancianos.
 Aquella mujer del Antiguo Testamento
esposa de Acab, de origen babilónico, una
seductora de mal comportamiento.
En la iglesia de Tiatira esta
mujer seducía a los siervos del
Señor a cometer actos
inmorales y comer cosas
sacrificadas a los ídolos.
Probablemente los seducía a
envolverse en la adoración al
emperador y todos los actos
que conllevan tal práctica.
¿Qué aprendemos de esto?
Muchas veces, este es el caso
en varias congregaciones que
toleran las falsas enseñanzas.
La Biblia nos exhorta a no tolerar
las falsas enseñanzas (Ef. 5:11;
2 Co. 6:17; 2 Jn. 9 -11).
2:21
“Le he dado tiempo para
arrepentirse, y no quiere
arrepentirse de su
inmoralidad.”
La misericordia de nuestro
Señor Jesucristo. Como
podemos observar, el castigo
no viene rápidamente sin
antes dar oportunidad al
arrepentimiento (2 PED. 3:9).
El pecado principal de esta
mujer era la inmoralidad.
Muchos se desviaron y se
dejaron seducir por esta falsa
profetiza, y la iglesia permitió
esta mundanalidad entre sus
miembros.
Esta iglesia amó tanto a los
hermanos que perdió la
verdad, y muchos hermanos
entraron en inmoralidad e
idolatría, cosas que Cristo no
está dispuesto a tolerar, y
esas cosas les reprochó.
¿Cuál es nuestra actitud hacia el
pecado dentro de la congregación?
2:22
“Mira, la postrare en cama, y a
los que cometen adulterio con
ella los arrojare en gran
tribulación, si no se
arrepienten de las obras de
ella.”
La frase “la postrare en cama”
puede ser referencia a la
vergüenza que vendrá a esta
mujer si no se arrepiente. No
sólo a esta mujer, sino también
a todos los que la escuchan y
hacen lo que ella les enseña.
Tema central:
Castigo si no
te arrepientes y
desistes de
hacer lo que
haces.
2:23
“Y a sus hijos matare con
pestilencia, y todas las
iglesias sabrán que yo soy el
que escudriña las mentes y los
corazones, y os daré a cada
uno según vuestras obras.”
 La frase “sus hijos” puede
representar los
seguidores de tal mujer.

La frase “todas las iglesias

sabrán” indica que todos se
darán cuenta del castigo que
vendrá a estos que andan mal.
La Biblia nos enseña que todos daremos
cuenta a Dios por lo que hayamos hecho.
(2 Co. 5:10; Ro. 14:12)
 ¿Es posible que entre
nosotros haya alguien a
quien Dios le haya dado
tiempo para que se
arrepienta de sus pecados
y no haya respondido a Su
voz?
2:24
“Pero a vosotros, a los que demás
que están en Tiatira, a cuantos no
tienen esta doctrina, que no han
conocido las cosas profundas de
Satanás, como ellos las llaman, os
digo: No os impongo otra carga.”