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UNIVERSIDAD NACIONAL “JOSÉ FAUSTINO

SÁNCHEZ CARRIÓN” - HUACHO

DERECHO PROCESAL
ADMINISTRATIVO

Concepto, finalidad, naturaleza


jurídica del Procedimiento
Administrativo.

DOCENTE: Edgar Aldave


CONCEPTO
La doctrina hace referencia de manera
reiterada a la distinción entre función
administrativa y Administración Pública, y
define esta última como compuesta por
aquellas entidades que realizan función
administrativa, al margen de su
estructura. Y es que, como lo hemos
señalado anteriormente, existen entidades
que desarrollan funciones administrativas,
que no forman propiamente parte del
Estado.

Se concreta la actuación administrativa
para la realización de un fin que se
configura como una herramienta al servicio
de la eficacia de la Administración, ya que
le sirve para recabar todos los hechos
relevantes y fundamentos jurídicos de la
decisión, y al mismo tiempo como una
garantía que tiene el ciudadano de que
la Administración no va a actuar de un
modo arbitrario, en contra de los
administrados.

Se define como Acto Administrativo a la
decisión general o especial que, en
ejercicio de la función administrativa,
toma en forma unilateral la autoridad
administrativa, y que afecta a
derechos, deberes e intereses de
particulares o de entidades públicas,
de acuerdo con la Ley del Procedimiento
Administrativo General.

Son actos administrativos, entonces,
las declaraciones de las entidades
que, en el marco de normas de
derecho público, están destinadas a
producir efectos jurídicos sobre los
intereses, obligaciones o derechos de
los administrados dentro de una
situación concreta*.

*Artículo 1º, inciso 1.1 de la Ley.



Primero, debe tenerse en cuenta un
principio tan importante como el de la
Primacía de los Derechos
Fundamentales, nacido en los albores
del constitucionalismo moderno y
componente primordial de lo que
conocemos como Estado de Derecho.

Esta primacía implica, por lo menos para
que los funcionarios públicos respeten la
Constitución y las leyes y por otro hagan
prevalecer que los derechos
fundamentales de la persona deben ser
preferidos sobre cualquier otro bien
jurídico que no goce de dicha categoría.
Ello evidentemente no puede ser
desconocido por el accionar de las
entidades públicas.
FINALIDAD
la Administración Pública tiene como finalidad
primordial la satisfacción del interés general,
a través de los mecanismos que el
ordenamiento jurídico le facilita.
La función administrativa constituye, la
plasmación y búsqueda de tutela de los
intereses de la colectividad, que es como
se define al interés general; cuya definición
no es obvia, sino que requiere de una
construcción jurídica.
EL ESTADO

El Estado como la entidad jurídica


ubicada en un ámbito físico determinado
y que ejerce poder respecto de un
conjunto de personas. En la terminología
de Jellinek, el espacio físico en mención
se denomina territorio, al conjunto de
personas se le denomina pueblo o
población y al poder que el Estado ejerce
se le conoce como poder político.

Es evidente que la ausencia de


cualquiera de dichos elementos
determina que la entidad ante la cual
nos encontramos no es un Estado. Ahora
bien, se define en general como poder a la
capacidad que tiene una entidad o persona
de influir en las conductas de las demás
personas, estando el poder político
caracterizado por la coerción que se puede
ejercer sobre la población a través del uso
de la fuerza, legitimada por el Derecho.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD

El principio de legalidad se convierte en el


más importante del derecho administrativo,
e implica que las autoridades deben actuar
con respeto a la Constitución, la Ley y al
Derecho, dentro de las facultades que le
estén atribuidas y de acuerdo con los
fines para los que fueron conferidas
dichas facultades.
El control administrativo

La función administrativa se encuentra


sometida a múltiples mecanismos de
control, dentro de las cuales se encuentran
por lo menos dos organismos del Estado que
desempeñan funciones matrices, el
Parlamento y el Poder Judicial.
El Parlamento controla la Administración
Pública a través de diversos mecanismos de
control político existentes y establece un
férreo control previo mediante el principio
de legalidad.

A su vez, el Poder Judicial controla las


decisiones administrativas por medio de
la posibilidad de revisión judicial de las
actuaciones administrativas —vía el
proceso contencioso
administrativo.
El contenido del derecho al debido
proceso en sede administrativa

En primer lugar, en el ámbito de la


Administración Pública no cabe hablar de
cosa juzgada, sino tan solo de cosa
decidida.
Las resoluciones administrativas que
agotan la vía administrativa son
susceptibles de ser impugnadas en la vía
judicial a través del proceso contencioso
administrativo, por lo cual no gozan de la
inmutabilidad de las resoluciones judiciales.
Elementos diferenciales
En primer lugar, la posibilidad de impugnar
judicialmente la resolución emitida por la
autoridad administrativa, posibilidad a la
cual hemos hecho referencia líneas
arriba. Asimismo, es preciso tomar en
cuenta la naturaleza reglada del accionar
administrativo, la misma que genera un
marco de acción más limitado respecto de
la entidad que el que poseen en general
los órganos jurisdiccionales.
El Sistema de Defensa Judicial del
Estado
Por otro lado, debemos incluir dentro de la
nómina de sistemas administrativos, al
Sistema de Defensa Judicial del Estado, al
mando del Sector Justicia. El ente rector es el
Ministerio de Justicia, al cual pertenece el
Consejo de Defensa Judicial del Estado, que
fuera creado mediante el Decreto Ley Nº
17537, y cuya estructura actual es definida
por el Decreto Legislativo Nº 1068,
Decreto Legislativo del Sistema de
Defensa Jurídica del Estado.

La norma define a este sistema como el
conjunto de principios, normas,
procedimientos, técnicas e instrumentos,
estructurados e integrados
funcionalmente mediante los cuales los
procuradores públicos ejercen la defensa
jurídica del Estado. El cambio de
nomenclatura tiene por finalidad dejar claro
que dicha defensa no se reduce a la defensa en
los procesos judiciales, sino que incluye
otros procedimientos y procesos, inclusive
los arbitrales.
El Sistema Nacional de Control
El Sistema Nacional de Control constituye también
un sistema administrativo, al mando de la
Contraloría General de la República, conforme el
artículo 82º de la Constitución, que ya hemos citado.
A su vez, el artículo 12º de la Ley Orgánica del
Sistema Nacional de Control y de la Contraloría
General de la República, Ley Nº 27785 establece
que el Sistema Nacional de Control es el conjunto
de órganos de control, normas, métodos y
procedimientos, estructurados e integrados
funcionalmente, destinados a conducir y
desarrollar el ejercicio del control
gubernamental en forma descentralizada.
El proceso contencioso
administrativo

En este orden de ideas, el artículo 1º del


Texto Único Ordenado de la Ley
Nº27584 prescribe que el proceso
contencioso administrativo tiene por
finalidad el control jurídico por el Poder
Judicial de las actuaciones de la
Administración Pública sujetas al
derecho administrativo y la efectiva
tutela de los derechos e intereses de los
administrados.

Es por ello que se considera que el proceso
contencioso administrativo posee una
doble naturaleza.
Es objetivo, en tanto se dirige a tutelar la
legalidad de las actuaciones administrativas,
pero también es subjetivo, en tanto protege
a los administrados ante el comportamiento
arbitrario de la autoridad administrativa.

El artículo 3º de la norma contiene el


llamado principio de exclusividad, por el
cual las actuaciones de la
Administración Pública solo pueden ser
impugnadas a través el proceso
contencioso administrativo, salvo los
casos en que se pueda recurrir a los
procesos constitucionales.
Primera excepción

A diferencia de lo que ocurre en el derecho


comparado, el proceso contencioso
administrativo peruano no puede ser
empleado para impugnar normas
administrativas; las mismas que se
impugnan a través de un proceso
constitucional denominado acción popular,
acción de incostitucionalidad.
segunda excepción
La segunda excepción al principio de
exclusividad se dirige a la ejecución de
determinados contratos de derecho
público, y en particular, los contratos
administrativos regulados por el Decreto
Legislativo Nº 1017 y su Reglamento. Las
razones de esta previsión legal se enmarcan
en dos prioridades aplicadas a la
contratación administrativa como
mecanismo empleado por la
Administración Pública para satisfacer
necesidades públicas.

En el sentido expuesto, la celeridad del
arbitraje es mucho mayor que la que
muestra el Poder Judicial, lo cual permite
resolver los posibles conflictos generados
por la ejecución contractual de una
manera más rápida.
Una controversia que demande varios
años en ser resuelta puede dejar una
carretera sin construir o suministros
necesarios sin despachar.
LOS VICIOS QUE GENERAN LA NULIDAD
DEL ACTO ADMINISTRATIVO
Son los que afectan a los requisitos de validez o
elementos esenciales.
1. Competencia: Ser emitido por el órgano
facultado en razón de la materia, territorio,
grado, tiempo o cuantía, a través de la
autoridad regularmente nominada al momento
del dictado y en caso de órganos colegiados,
cumpliendo los requisitos de sesión, quórum y
deliberación indispensables para su emisión.

Territorio: hace referencia al ámbito


espacial respecto del cual se establece las
facultades del ente administrativo, al lugar
donde la entidad ejerce su influencia. Las
municipalidades, por ejemplo, tienen
ámbitos territoriales específicos.
Materia: implica aquello respecto de lo cual
puede resolver la entidad, de acuerdo a lo
previsto por la Ley, en especial cuando las
entidades pertenecen a sectores distintos de
la Administración Pública.

Tiempo: hace referencia, en primer lugar, a los


turnos de los entes administrativos que ejercen la
misma función en momentos distintos, como podrían
ser las competencias asignadas a las salas de los
tribunales administrativos.
Grado: El inferior jerárquico no puede dictar un acto
que sea de la competencia del superior, ni el
superior dictar, en principio, alguno que fuera de la
exclusiva competencia del inferior por razones
técnicas.
Cuantía: Cuando el monto de lo que se va a
resolver no corresponde a la entidad u órgano que
emite el acto.

2. Objeto o Contenido: Los actos


administrativos deben expresar su
respectivo objeto, de tal modo que pueda
determinarse inequívocamente sus efectos
jurídicos.
3. Finalidad Pública: Adecuarse a las
finalidades de interés público asumidas por
las normas que otorgan las facultades al
órgano emisor, sin que pueda habilitársele
a perseguir mediante el acto.

4. Motivación El acto administrativo


debe estar debidamente motivado en
proporción al contenido y conforme al
ordenamiento jurídico.
5. Procedimiento regular Antes de su
emisión, el acto debe ser conformado
mediante el cumplimiento del
procedimiento administrativo previsto
para su generación.
FIN DEL PROCEDIMIENTO

Ponen fin al procedimiento administrativo las


resoluciones que se pronuncian sobre el fondo del
asunto, el silencio administrativo positivo, el
silencio administrativo negativo en el caso de que
el mismo agote la vía administrativa, el
desistimiento, la declaración de abandono, los
acuerdos adoptados como consecuencia de
conciliación o transacción extrajudicial que tengan
por objeto poner fin al procedimiento —que se
reconocen como formas convencionales de
terminación del procedimiento.
Contenido de la resolución final del
procedimiento
La resolución que pone fin al
procedimiento cumplirá los requisitos
del acto administrativo señalados en el
Capítulo I del artículo 1) de la Ley.
Adicionalmente, la motivación deberá
basarse en la actuación probatoria
realizada previamente en la instrucción del
procedimiento. Y es que la resolución de
un procedimiento administrativo es el
acto administrativo por excelencia,
máxime si se pronuncia sobre el fondo de
la materia controvertida.
LOS RECURSOS
ADMINISTRATIVOS
Los recursos administrativos se basan en el
derecho de contradicción administrativa, para
algunos un componente del derecho de petición,
para otros un componente del derecho al debido
proceso en sede administrativa. Y es que,
conforme a lo señalado en el artículo 118º de la
Ley de Procedimiento Administrativo General,
frente a un acto administrativo que se supone
viola, desconoce o lesiona un derecho o interés
legítimo, procede su contradicción en la vía
administrativa en la forma prevista en esta ley,
para que sea revocado, modificado, anulado o
sean suspendidos sus efectos.
Los actos que agotan la vía
administrativa
Desde el punto de vista formal, el
agotamiento de la vía administrativa implica
la posibilidad de recurrir al Poder Judicial a
través de proceso contencioso
administrativo. Desde el punto de vista
material, asimismo, impide que la
controversia vuelva a discutirse en sede
administrativa por acción del administrado.

En consecuencia, los actos que agotan la vía


administrativa serían los siguientes

a) El acto respecto del cual no proceda


legalmente impugnación ante una autoridad u
órgano jerárquicamente superior en la vía
administrativa —cuando este no exista o la vía no
se encuentre regulada— o cuando se produzca
silencio administrativo negativo, salvo que el
interesado opte por interponer recurso de
reconsideración —el mismo que es opcional—, en
cuyo caso la resolución que se expida o el
silencio administrativo producido con motivo
de dicho recurso impugnativo agota la vía
administrativa.

b) El acto expedido o el silencio administrativo


producido con motivo de la interposición de un
recurso de apelación en aquellos casos en que se
impugne el acto de una autoridad u órgano sometido
a subordinación jerárquica.
d) El acto que declara de oficio la nulidad o
revoca otros actos administrativos, en los casos
a que se refieren los artículos 202º y 203º de la Ley,
los mismos que definen la nulidad de oficio y la
revocación de actos administrativos.
Auto admisorio de demanda
e) Los actos administrativos de los
Tribunales o Consejos Administrativos
regidos por leyes especiales, como por
ejemplo los emitidos por el Tribunal Fiscal o
el Tribunal de Defensa de la Competencia del
Indecopi.
Tales organismos u órganos no poseen
superior jerárquico alguno, por lo cual sus
resoluciones agotan la vía administrativa de
inmediato.
Constitución Política

Ahora bien, como se ha indicado


anteriormente, el artículo 148º de la
Constitución Política del Estado, dispone:
Las resoluciones administrativas que
causan estado son susceptibles de
impugnación mediante el proceso
contencioso administrativo.
MUCHAS GRACIAS

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