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Docente:
Dr. Hugo Antonio Vitteri Ñiquin.
1. CONCEPTO DE FUENTE DEL
DERECHO INTERNACIONAL
Camargo opina que las fuentes son los procedimientos o
medios a través de los cuales el Derecho Internacional se crea,
modifica o extingue. Sepúlveda las entiende, más bien, como
las formas de las que puede deducirse lo que es válido como
derecho. Como lo ha expuesto Mónaco, la discusión de las
fuentes del Derecho Internacional es permanente y presenta
diferentes connotaciones según las diversas escuelas existentes
en esta disciplina. Así tenemos tres concepciones.
1.1. Concepción Isnaturalista. Para esta escuela,
representada por Francisco de Vitoria y Helmt Coing, las
fuentes formales tradicionales del Derecho Internacional
(tratados y costumbres) comprenden también a los Principios
Generales del Derecho, en tanto todas ellas tienen su origen en
el Derecho Natural.
1.2. Concepción Positivista. Para los seguidores de esta
escuela (Anzilotti), las reglas de Derecho Internacional solo
emanan del consentimientos de los Estados, es decir, de un
acuerdo de voluntades. Oppenheim manifiesta en ese sentido
que “puesto que la base del derecho es el consenso de los
Estados miembros de la comunidad de naciones, es evidente
que han de existir tantas fuentes del Derecho Internacional
como hechos en virtud de los cuales puede llegar a existir
dicho consenso”. De allí se concluye que las únicas fuentes del
Derecho Internacional son el tratado y la costumbre.
1.3. Concepción Objetiva. Los seguidores de esta escuela
(Bourquin, Scelle, De Visscher) realizan una discusión entre
fuentes creadoras y fuentes formales y entienden que las
primeras son las verdaderas fuentes del Derecho .
Para esta escuela, las fuentes creadoras son variables y se
originan en factores histórico- político-sociológicos, que sirven
de sustento a las normas positivas.
Se distingue el concepto de fuente material del de fuente
formal. Las primeras buscan determinar por qué surge una
norma jurídica (motivación de índole social, político, moral,
económico) mientras que las segundas apuntan a los
procedimientos de creación de normas jurídicas.
En efecto, La fuente material es aquella causa, origen e
influencia que da nacimiento a la norma jurídica y de la cual el
Derecho Internacional se nutre y desarrolla. Así constituyen
fuentes materiales la distintas convicciones políticas
internacionales de los Estados, los intereses y conveniencias
nacionales o internacionales, la interdependencia económico-
social de estos etc.
En otros términos, las fuentes materiales dan el fundamento
metajurídico
de por qué nace una norma jurídica.
Por su lado las fuentes formales, que son las que nos interesan, se
distinguen por consistir en procesos de creación (fuentes
creadoras) o en modos de verificación (fuentes evidencia). Las
fuentes formales creadoras son aquellas aceptadas por el
ordenamiento jurídico vigente como los modos o procesos válidos
de creación del derecho. Las fuentes formales evidencia son
aquellos modos de verificación de la existencia de una norma
jurídica.
2. LAS FUENTES DEL DERECHO
INTERNACIONAL
La doctrina de los publicistas señala el artículo 38° del Estatuto
de la C.I.J. para conocer cuáles son las fuentes del D.I.P.
1. La Corte, cuya función es decidir conforme al Derecho
Internacional las controversias que le sean sometidas, deberá
aplicar:
a) Las Convenciones internacionales, sean generales o
particulares, que establecen reglas expresamente reconocidas
por los Estados litigantes;
b) La costumbre internacional como prueba de una práctica
generalmente aceptada como derecho;
c) Los principios generales de derecho reconocidos por las
naciones civilizadas;
d) Las decisiones judiciales y la doctrina de los publicistas de
mayor competencia.
Las normas contenidas en el artículo 38° son obligatorias para
todos los Estados de la Comunidad Internacional, en tanto este
artículo sistematiza el derecho consuetudinario vigente sobre
esta materia. Sin embargo, al no tratarse de una norma
imperativa, nada impide que los Estados acuerden resolver sus
controversias fuera del marco del artículo 38° o que estos
acepten nuevas fuentes creadoras de normas jurídicas
internacionales.
En efecto el mencionado artículo, no agota la totalidad de las
fuentes posibles, ni constituye un texto rígido de ellas. La
Jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia así como
algunas resoluciones de Naciones Unidas han agregado a las
fuentes que indica el artículo 38 otras no menos importantes.
Carrillo Salcedo y otros señalan que de tratarse el art. 38° de un
catálogo de las fuentes del Derecho Internacional, “se trataría de
un catálogo muy incompleto ya que no recoge ni a los actos
unilaterales de los Estados, que en determinadas condiciones
pueden crear obligaciones jurídicas a cargo de los Estados, ni a
los actos de contenido normativo adoptados por órganos
internacionales”.
3. CLASIFICACIÓN DE LAS
FUENTES
Es posible clasificar las fuentes formales del Derecho Internacional
en dos grandes grupos:
3.1. Fuentes Principales (Creadoras). Son los métodos de
creación de las normas jurídicas internacionales. Son aquellas que
tienen carácter jurídico vinculante, que pueden aplicarse
directamente para resolver un asunto y que están constituidas por
la Costumbre, los tratados, los Principios Generales del Derecho,
los Actos Unilaterales de los Estados y algunas Resoluciones de
Organizaciones Internacionales.
3.2. Fuentes Auxiliares o Subsidiarias (Evidencia). Permiten
verificar la existencia de una norma por si mismas, pero no pueden
crear una norma jurídica y no se aplican directamente, sino como
complemento de las principales, Están constituidas por la
Jurisprudencia y la Doctrina, a las que se han añadido las
Resoluciones de Organizaciones Internacionales.
Otra forma de clasificar a las fuentes es en torno de su forma de
aplicación. En este sentido, pueden ser generales (aquellas de
alcance general, que son aplicables a todos o casi todos los
Estados de la Comunidad Internacional) o particulares
(aquellos que regulan una situación particular, como las
costumbres regionales o locales, los actos unilaterales de los
Estados y los tratados particulares)
4. JERARQUIA DE LAS FUENTES
PRIMER SECRETARIO
Congresista elegido de mayor edad
SEGUNDO SECRETARIO
Congresista elegido de menor edad
Como consecuencia de la discusión que realizaron los
voceros de los diversos grupos políticos la determinación
fue que la presidencia debiera adjudicarse según un criterio
eminentemente organizacional antes que propiamente
partidario, y por lo tanto la Mesa quedaría a cargo del
congresista de mayor edad. A su turno, como la regla
general para integrar la Mesa fuera del electoral que define
quien preside, es un criterio de edad, la ocupación de la
Primera Secretaría debía corresponder al congresista electo
que sucede en edad al congresista de mayor edad. La
Segunda Secretaría no representó inconveniente alguno.
En el caso de la renuncia al partido que lo había llevado al
Congreso, lo que se resolvió nuevamente a favor del
congresista electo antes que al partido.
Por tratarse de período de transición entre dos congresos resulta
indispensable una labor de coordinación entre el Presidente del
Congreso saliente y los integrantes de la Junta Preparatoria.
Sin embargo, nuestro legislador ha previsto la posibilidad de una
discrepancia entre ambos órganos, nuevamente en el artículo 8°
del Reglamento.
Instalación de la Junta Preparatoria. A continuación una
vez constituida la Junta Preparatoria por los congresistas que
cumplan los requisitos antes explicados corresponde instalarla,
tal como regula el artículo 9° del Reglamento. La naturaleza y
finalidad última de la Junta preparatoria es lograr que se
constituya el nuevo congreso y es por ello que sesiona por única
vez con una agenda estrictamente referida al nuevo congreso con
tres aspectos fundamentales: (i) La instalación de la propia Junta
Preparatoria; (ii) La incorporación formal de los Congresistas
electos y (iii) La elección de la Mesa Directiva.
La racionalidad detrás de la regulación estricta y taxativa de la
agenda de la Junta Preparatoria está íntimamente ligada con su
naturaleza, descrita anteriormente, y fundamentalmente por la
naturaleza de sus miembros: se trata de congresistas “electos”,
ello implica que, bajo ningún punto de vista tienen la condición
plena de Congresistas.
La instalación de la Junta Preparatoria está regulada en el
artículo 10° del Reglamento.
Requisito indispensable para la instalación de la Junta
Preparatoria es la presencia en el recinto parlamentario de al
menos 61 congresistas, según lo que de manera expresa regula el
Reglamento. El sustento detrás de dicha exigencia lo constituye
el criterio relativo a la mitad más uno del numero legal de
congresistas, en su momento el Congreso peruano contaba con
120 congresistas.
Sin embargo, la Constitución fue modificada por la Ley 29402,
publicada el 8 de setiembre de 2009, que incrementó el número
de congresistas a 130, como lógica consecuencia el número de
congresistas que debe estar presente para la instalación de la
Junta Preparatoria es de 66.
Presentes 66 0 mas congresistas se instala la Junta Preparatoria
y acto seguido corresponde incorporar de manera formal a los
congresistas, instalación e incorporación se producen en un
único acto.
Sobre la sesión de la Junta Preparatoria, y en perfecta
concordancia con su naturaleza y fines, el reglamento estipula en
el primer párrafo del articulo 11° lo siguiente: La sesión de la
Junta Preparatoria es continuada hasta que se cumpla con los
asuntos de la agenda. Antes solo puede ser suspendida.
2. INCORPORACIÓN DE LOS CONGRESISTAS,
INICIO DEL EJERCICIO DE LAS FUNCIONES
PARLAMENTARIAS Y FIN DEL
PROCEDIMIENTO DE CONSTITUCIÓN DEL
CONGRESO
2.1. LA INCORPORACIÓN: NATURALEZA Y
PROCEDIMIENTO
Una vez iniciada la instalación de la Junta Preparatoria, con la
verificación del quórum mínimo de 66 congresistas, procede la
incorporación formal de los congresistas, tal como lo regula
expresamente el artículo 11° del Reglamento: “En primer lugar
se procede a la incorporación de los Congresistas electos
mediante el juramento, y luego en los días sucesivos a la
elección de la Mesa Directiva del Congreso. Sólo pueden
participar en la elección y ser incorporados los congresistas
debidamente acreditados y registrados”.
Sin jurar previamente, ningún congresista electo puede asumir
las funciones de congresista o cualquier cargo ligado a su función
parlamentaria.
El juramento para todos los congresistas está regulado en el
artículo 12° inciso e) del Reglamento: “La Mesa Directiva puede
acordar que la juramentación de los nuevos Congresistas se
realice por grupos. La fórmula de la juramentación será la de
uso común, por Dios y por la Patria; salvo que algún
congresista expresara el deseo de que se prescinda de la
invocación a Dios en su juramento, a lo cual la Mesa Directiva
accederá de inmediato. Ningún miembro del Congreso o de la
Mesa Directiva puede asumir sus funciones o cargos si no ha
prestado juramento”.
Por lo general la juramentación es individual y la fórmula respeta
una tradición, que la mayoría profesa la religión católica o el
cristianismo en sus múltiples variantes.
Sin embargo, acorde con nuestro marco constitucional y el
respeto a la libertad religiosa, basta que algún congresista lo
solicite para que de manera automática se le tome juramento
prescindiendo de la invocación a Dios.