Agrícola, existe un debate sobre los años de inicio y fin de este intervalo de tiempo, el más aceptado, inicia aproximadamente en al año 1000 a. C. y terminaría rumbo al 320 d. Durante este periodo se desarrolla el idioma maya, el pueblo adquiere experiencia y construye algunas Pirámide de El Tigre, en El Mirador, 600 a. C grandes ciudades. También llamado Periodo Teocrático, abarca desde los años 320 a 987 d. C. aproximadamente. Se incrementó notablemente la agricultura como actividad económica básica, la cual era practicada por grandes contingentes de labradores, propiciando una compleja división del trabajo y en consecuencia una fuerte estratificación social. Cobá Abarca los años 1000- 1687 dC Una vez abandonados los centros ceremoniales mayas del periodo clásico, la fuerza generadora de esta época va a ser una corriente migratoria identificada étnicamente con los mayas arraigados en la región, que traía consigo una cultura mestizada de fuerte Chichén Itzá es uno de los principales sitios arqueológicos de contenido náhuatl. la península de Yucatán en México. Vestigio importante y renombrado de la civilización maya, las edificaciones principales que ahí perduran corresponden a la época de la declinación de la propia cultura maya denominada por los arqueólogos como el período posclásico. Copán, en Honduras, cuyo esplendor se dio hacia el año 736 d. C., fue el centro científico del mundo maya, en donde la astronomía se perfeccionó al punto de determinar la duración del año tropical, de crear las tablas de eclipses y de idear una fórmula para ajustar el calendario, más exacta que la usada en la actualidad. Uxmal.
Tikal: templo ΙΙ, una pirámide de tres cuerpos.
Con frecuencia los templos religiosos más importantes se encontraban en la cima de las pirámides mayas, supuestamente por ser el lugar más cercano a los cielos. El sistema de escritura maya era una combinación de símbolos fonéticos e ideogramas, donde los ideogramas pueden anidarse para formar conceptos más complejos, a la vez que funcionar sólo como representaciones fonéticas. Jeroglíficos usados en la ciudad de Palenque Para representar los números, los mayas utilizaban un doble procedimiento: usaban una combinación de barras y puntos propios de un sistema vigesimal, es decir, con base en el número 20, o figuraban cabezas humanas, cada una de las cuales representaba las cifras comprendidas del 1 al 13. En los dos sistemas se utilizaba el cero. Solamente tres códices y una parte de un cuarto sobrevivieron hasta nuestros tiempos. Éstos son: El Códice de Madrid, también conocido como el Códice Tro-Cortesiano; El Códice de Dresde; El Códice de París, también conocido como el Códice Peresiano; El Códice de Grolier, también conocido como el Fragmento de Grolier. Parecidos en forma y estructura, cada uno está escrito en una sola hoja plegada de casi 7 metros de largo y de entre 20 y 22 centímetros de alto, en pliegos que miden cerca de 11 centímetros de ancho. Códice de Dresde El Códice Tro-Cortesiano Manuscrito de Diego de Landa Los mayas concebían al cosmos compuesto por 13 cielos, uno sobre otro, siendo la tierra la capa más baja. Sobre cada cielo presidían trece dioses. Bajo la tierra había otros nueve cielos, también en capas. Creían que, antes que el suyo, habían existido otros mundos destruidos todos por el diluvio. El mundo actual era sostenido por cuatro hermanos guardianes llamados Bacabes, localizados en los cuatro puntos cardinales. En el centro del mundo maya se encontraba la ceiba sagrada, cuyas ramas se elevaban a los cielos y cuyas raíces penetraban en el inframundo. El "árbol" es en realidad una planta de maíz, sale de la cabeza de la tierra. Los Bacabes Entre los mayas, la cronología se determinaba mediante un complejo sistema calendárico y matemático. El calendario de los mayas, se basaba en una doble contabilidad: el ritual o tzolkin (de 260 días) y el solar o haab (de 365 días). En el calendario solar, el año comenzaba cuando el Sol cruzaba el cenit el 16 de julio; 364 días estaban agrupados en 28 semanas de 13 días cada una. Además, 360 días del año se repartían en 18 meses de 20 días cada uno. Las semanas y los meses transcurrían de forma secuencial e independiente entre sí. Un ciclo de 52 años solares o de 73 rituales sumaban 18.980 días y se denominaba ‘rueda calendárica’. El calendario maya, aunque muy complejo, era el más exacto de los conocidos hasta la aparición del calendario gregoriano en el siglo XVI. La unidad más simple era el día o kin; un total de 20 kines componían un uinal; 18 uinales, un tun (360 días); 20 tunes, un katún (7.200 días) y así sucesivamente. Los finales de katún eran especialmente conmemorados. Inscripción calendárica maya. Cuenta Larga con Serie Inicial y Complementaria. Astrónomo de la cultura mixteca observando desde un templo a través de un instrumento astronómico de mediciones angulares. Del Códice Bodley conservado en Oxford, s. XVI Hunab Ku (padre y señor de todos los dioses), es considerado el ser absoluto, que jamás fue representado bajo ningún aspecto o concepto, y que sin embargo, estaba presente en todo como dador de la medida y el movimiento. La figura sentada es Hunahpu, llamado Hun Ahau en maya yucateco; aparece como una de las deidades que rigen el ciclo de Venus. Códice de Dresde, p. 50. Reprografía: M. A.Pacheco / Raíces El libro consta de tres partes: La primera es una descripción de la creación del mundo y del origen del hombre. La segunda parte trata las aventuras de los jóvenes semidioses Hunahpú e Izbalanqué. En la tercera describe de forma detallada el origen de los pueblos indígenas, los Reyes y las conquistas de otros pueblos. Casa oscura, en cuyo interior sólo hay obscuridad y tinieblas. Casa del frío, donde un viento frío e insoportable soplaba en su interior. Casa de los jaguares, donde habitan jaguares ferozes y hambrientos. Casa de los murciélagos, donde no había más que murciélagos que chillaban, gritaban y revoloteaban. Casa de las navajas, dentro de la cual sólo había navajas cortantes y afiladas. Casa del calor, donde sólo habían brasas y llamas. Los mayas concebían al juego de pelota como un ritual. El juego de pelota representa los orígenes del universo y pretende reactivar los mitos de la creación del maíz y otros fenómenos astronómicos. Éste es un rito de iniciación, muerte y renacimiento que legitima la acción militar y el poder político. La lucha (de jugadores, astros o la pelota) puede representar el encuentro entre los gemelos y los dioses del inframundo. Este juego tuvo diversas variantes según la época y el lugar, por general se utilizaba una pelota hecha de caucho que se golpeaba con la cintura, las rodillas, los hombros y los codos. El objetivo del juego era hacerlo pasar por un delgado anillo que se colocaba en una de las paredes del campo de juego .