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El duelo patológico

CARACTERÍSTICAS
Conducta de Apego
La conducta de apego se entiende cualquier forma de comportamiento que hace que una
persona alcance o conserve la proximidad con respecto a otro individuo diferenciado o
preferido.
En tanto tiene su propia dinámica, la conducta de apego es distinta de la de alimentación y la
sexual y tiene mucha importancia para la vida.
En el curso del desarrollo sano, la conducta de apego lleva al establecimiento de vínculos
afectivos o apegos, al principio entre el niño y el progenitor y, más tarde, entre adultos.
Tipos de apego
Exclusión defensiva (mecanismos de defensa)
Los procesos defensivos tradicionalmente nombrados pueden entenderse como casos de
exclusión defensiva de información desagradable o mal acogida y que muchos de ellos difieren
entre sí solo en cuanto a la totalidad o persistencia de la exclusión.
Exclusión
defensiva

Formación
represión escisión negación disociación proyección Identificación
reactiva
Factores que afectan al curso del duelo
Para los psicoanalistas el apego entre las personas es muy importante, así el curso de un duelo
dependerá de:
La intensidad, duración y calidad de la relación que el sujeto ha tenido con la persona que ha
perdido.
La calidad y destino de las relaciones de apego que el sujeto ha presentado durante su vida
temporal.
Los mecanismos de defensa que el sujeto utilice ante situaciones de pérdida y privación.
La persistencia del apego interior, que mantiene valores y metas que surgieron en la relación
con el ausente, principalmente en la fase 4 cumple una función acompañante para continuar el
lazo pero de modo diferente. Esta persistencia interior del apego proporciona seguridad y
confianza e indica un curso positivo del duelo. (Juri y Morrone, 2012).
Tipos de duelo
1. Duelo Anticipado.- Este tipo de duelo es el que presentan los enfermos y los familiares,
sobretodo en los casos de enfermedades terminales. El primero en utilizar el término de duelo
anticipatorio fue Lindeman y lo utilizó para definir las fases anticipatorias del duelo que ayudan
al desapego emotivo antes de que ocurra el fallecimiento. Permite integrar gradualmente la idea
de muerte.
2. Duelo retardado o inhibido.- Aparece en las personas que durante las fases iniciales del
duelo, aparentan mantener por completo el control y no muestran signos de sufrimiento.
3. Duelo crónico.- Este tipo de duelo, no evoluciona hacia su resolución
Variedades patológicas del duelo

Duelo patológico
Crónico

Aflicción Ausente

Euforia
DSM V
Duelo crónico
Al sufrir una pérdida el individuo pone en marcha diferentes
procesos defensivos que constituyen parte de un proceso “sano”.
La patología del duelo está determinada por las formas que pueden
adoptar dichas defensas y por el grado en que resulten irreversibles.
Es decir, el duelo patológico, consisten en exageraciones o
deformaciones del proceso normal (Bowlby, 1980).
Duelo crónico - características
Las respuestas emocionales a la pérdida de una persona amada son por lo general intensas y
prolongadas y en muchos casos se registran accesos de cólera y autorreproches como rasgos
dominantes y persistentes.
Mientras continúan esas respuestas, la persona afectada es incapaz de replanificar su vida y
generalmente se mantienen en una triste desorganización.
La depresión constituye aquí un síntoma principal a menudo combinado o alternado con
ansiedad, “agorafobia”, hipocondría y alcoholismo.
La mayoría tienen desesperanza crónica, incluso después de haber sufrido la pérdida.
“El encargado de la entrevista podía casi palpar la desesperanza por la voz carente de tonalidad,
el rostro flácido y el habla entrecortada en diferentes ocasiones. Tres de las nueve personas
entrevistadas se habían sentado en la penumbra”.
Otras características
Momificación
“Ella tenía determinados lugares para diferentes cosas y yo no cambie nada de eso; cada cosa se
encuentra en el mismo lugar en que ella la dejó… Todo marcha igual que cuando ella estaba
aquí…Todo parece, a decir verdad, normal…”
Es una metáfora que hace referencia a los egipcios en donde embalsamaban al cadáver y lo
sepultaban con una serie de cuestiones personales para su “vida posterior”. En la cultura
occidental, bajo la forma de patología se puede decir que las personas creen que de alguna u
otra forma la persona fallecida regresará.
En un inicio, la momificación es un corolario lógico ante la creencia de que la persona muerta
regresará. Sin embargo, abandonar esa creencia equivaldría a sellar y archivar la pérdida.
Suicidio
Las ideas de suicidio, concebido especialmente como un medio de reunirse con una persona
muerta, son comunes durante los primeros meses de duelo.
Por ejemplo, en un estudio realizado tres semanas después de una pérdida, varias viudas fueron
entrevistadas en la ciudad de Boston. Al menos una de cada cinco declaró que “moriría gustosa
sino fuera por sus hijos”.

En otro estudio, Bunch comparó la influencia de un reciente deceso en las historias de 75 casos
de suicidio (40 hombres y 35 mujeres, de 21 años en adelante), con las de un grupo control. En el
grupo de suicidas, la incidencia que tenía la muerte de un padre o un cónyuge acaecida durante
los dos años anteriores era cinco veces más elevada que el grupo control.
Ausencia prolongada de Aflicción consciente
Después de haber sufrido una pérdida, una persona no muestra durante unas semanas o meses
signos de aflicción consciente.
La falta de aflicción consciente puede considerarse como una extensión patológicamente
prolongada de la fase de embotamiento de la sensibilidad (recuérdese las fases del duelo en
Bowlby), en tanto que varias formas de duelo pueden considerarse como versiones extendidas y
deformadas de las fases de anhelo y búsqueda, de desorganización y desesperanza.
Otras características
Cuidados compulsivos brindados a otros
Los cuidados que brindan estas personas a veces equivalen casi a una obsesión y los da
independientemente de que se los acoja bien o mal. Se los prodigan también a personas que
sufrieron una pérdida real de algún tipo o de las que solo cree que hayan sufrido una pérdida.
En el mejor de los casos, esos cuidados pueden tener algún valor para la persona que es objeto
de ellos, por lo menos durante algún tiempo; en el peor, pueden terminar en una relación
intensamente posesiva.
El que brinda los cuidados parece estar atribuyendo a quien los recibe, toda la tristeza y
necesidad que el no puede o no quiere reconocer en sí mismo. A este proceso se lo conoce como
identificación proyectiva, tradicionalmente.
Modos de tratar objetos recordatorios
En contraste con quienes presentan duelo crónico donde se tendía a guardar todo tipo de cosas,
los que presentan aflicción ausente tienen una tendencia a desechar las ropas y otros objetos
que pudieran recordarles a la persona que lo perdieron.
Se deshacen precipitadamente y sin selección alguna de objetos que podrían tener valor para
otros y de esta manera quedan relegados al olvido.
Despersonalización
Muchas personas que no llevan a cabo el duelo por la pérdida de alguien, aunque no sufran
verdadera tristeza, no por ello dejan de sentirse profundamente insatisfechos con su vida. Poco
a poco suelen llegar a comprender que sus relaciones personales son en cierto modo vacías.
“Hago todos los movimientos propios de la vida. Cuido y atiendo a mis hijos. Hago las diligencias
corrientes. Acudo a reuniones sociales, pero todo ocurre como si estuviera realizando una obra de
teatro; realmente nada me interesa. No puedo experimentar sentimientos cálidos. Si
experimentara algún sentimiento sería ira con todo el mundo”.
Expresiones tales como “despersonalización” y “sensación de irrealidad” se emplean para
designar estos estados de ánimo; y cuando la pérdida se produjo durante la niñez y la ausencia
de aflicción consciente es prolongada, Winnicott se refiere a esta irregularidad con la expresión
de falso-self.
Otras variedades patológicas
Ubicaciones inapropiadas de la presencia del muerto
En los procesos de duelo, se han dado respuestas corrientes y normales de una sensación de
continua presencia de la persona muerta (de hecho la mitad de las personas experimentan a la
persona muerta y a veces sienten su presencia en algún lugar de la casa). Sin embargo existen
casos se coloca a la persona muerta en lugares inapropiados como en un animal, en un objeto
inanimado.
Ubicaciones en otras personas
Mirar a una persona con ciertos aspecto parecidos a la persona que ha muerto no plantea
ninguna cuestión especial. Pero atribuir a otra persona la identidad personal completa de alguien
muerto es una cuestión muy diferente, porque se hacen inevitables grandes deformaciones en la
relación. Esto resulta particularmente grave cuando el que resulta afectado es un niño.
Euforia
En ciertos casos la respuesta eufórica a una muerte se da asociada con una resuelta negativa a
creer que la muerte ocurrió, negativa combinada con la viva sensación de que la persona muerta
continúa presente.

“No se trata de una impresión de su presencia, sino que el está aquí en mi interior. Por eso, me
siento tan feliz de continuar. Es como si dos personas fueran una sola. Aunque estoy sola, en
cierto modo estamos juntos. Si entiende usted lo que quiero decir.

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