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PEPSI Y FILIPINAS

NUMBER FEVER
Antecedentes
A comienzos de los años 90, Coca Cola dominaba el
mercado filipino copando el 75 % de las ventas
totales, mientras que Pepsi solo lograba un mísero
17%. Con unas ventas tan bajas era necesario
establecer algún plan de acción, por lo que el
departamento de marketing llegó al rescate con una
brillante idea: crear un concurso con cientos de
premios directos en efectivo
Mecánica del concurso
• La mecánica era sencilla. Bajo las tapas de las botellas
de Pepsi, Mountain Dew y 7 Up, los consumidores
encontrarían un código de 3 dígitos con el que podrían
ganar 1500 premios de 1000 pesos filipinos y un gran
premio de un millón (unos 40 mil dólares de la época).
• La combinación ganadora solo se anunciaría al final de la promoción, por lo que los
consumidores debían guardar los tapones hasta que llegase el momento de revelar
al ganador. Cuantas más bebidas consumiesen y más tapones acumulasen, más
posibilidades tendrían de resultar afortunados.

• En una época en la que Filipinas vivía paralizada por la corrupción y una altísima
tasa pobreza, la promesa de ser millonario surtió efecto de inmediato y las ventas
de Pepsi se incrementaron en un 40%.

• Unos 31 millones de personas participaron en la promoción, en su mayoría


provenientes de las clases más desfavorecidas, quienes habrían malgastado sus
escasos recursos en refrescos con la esperanza de resultar ganadores.
Video promocional de la
campaña
https://www.youtube.com/watch?v=
OIpS4GuKIYs
CONFLICTO
¿Cuál fue el problema?
• Tras varios meses de campaña, el 25 de Mayo
de 1992, Pepsi anunció el número ganador del
millón de pesos filipinos: el 349. Se desataba
así la alegría entre la población y el infierno
para la compañía.
• Miles de familias saltaban en casa creyéndose
millonarios y únicos ganadores del concurso pero,
por un error, Pepsi distribuyó 800.000 botellas
con el número ganador.
• Obviamente la compañía no estaba dispuesta
a pagar a todos los premiados, por lo
que trataron de salvar la situación con excusas.
En primer lugar, trataron de invalidar los tapones
premiados argumentando que las tapas no
poseían el código de seguridad correcto. No
sabían aún el lío en que se habían metido.
La jugarreta de Pepsi sentó fatal a la población filipina, quien
se unió en uno de los mayores y más violentos boicots de la
historia. La prensa internacional lo denominó
como la “guerra de la cola” y fue una auténtica revolución en
contra de la compañía.
• Al menos 32 plantas embotelladoras del país sufrieron
ataques contra sus instalaciones y decenas de
camiones fueron apedreados o quemados. Varios
grupos de ciudadanos atentaron contra las oficinas y
algunas plantas embotelladoras armados con bombas
caseras. Los ejecutivos de Pepsi fueron amenazados de
muerte y tuvieron que llevar chalecos antibalas
durante meses
Muertes
• El peor suceso ocurrió cuando alguien lanzó una
bomba casera contra un camión de la compañía.
Desafortunadamente está rebotó, hiriendo a 6 jóvenes
y matando a una profesora y una niña de cinco años en
Manila.
Resolución
Explicación de Pepsi
• Pepsi acabó explicando que el fallo de la campaña
había sido causado por D.G.Consultores, una
consultoría mexicana que la compañía había
contratado para pre-seleccionar al azar los números
ganadores de los diferentes premios junto a una lista
de las combinaciones ganadoras con sus códigos de
seguridad correspondientes. Pepsi les había instruido
a no considerar ciertos números y el 349 era uno de
ellos. Sea como fuere, a los consultores se les debió
perder dichas recomendaciones condenando al
escarnio público a Pepsi.
Pepsi era incapaz de
pagar alrededor de 300
millones de dólares en
dinero a los ganadores,
por tal motivo y para
salirse del problema,
pidió excusas en toda
la nación , eh
indemnizo a los
ganadores con 500 mil
pesos filipinos
alrededor de 20 mil
pesos colombianos
Plano Legal
• la compañía tuvo que hacer frente a unas 700
demandas por daños y perjuicios, junto a más de 5000
denuncias por fraude y engaño. Lo que iba a ser una
campaña de marketing de 2 millones de dólares,
premios incluidos, terminó por convertirse en una
factura de más de 10 millones dólares y un daño
irreparable a su reputación.
Dictamen Final
• El Tribunal Supremo de Filipinas terminó
por absolver de todos los cargos criminales a
Pepsi en 2006, catorce años después de lo
ocurrido. Según se supo durante el juicio todo
se debió a un error fatal, por lo que al no
existir ninguna prueba de negligencia, la
empresa no podía ser declarada responsable
de los disturbios ocurridos.
Implicaciones en la actualidad
• En este país asiático nadie bebe Pepsi , después
del escandalo del 1992 marco una imagen
negativa de la compañía por parte de los
filipinos, que ocasiono que en la actualidad tan
solo el 7 % de la población consume algún
producto de la marca.
ACTIVIDAD

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