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ARTE MEXICANO

1950-1985
Es el nombre que dio la crítica de arte Teresa del Conde​ al
conjunto de artistas mexicanos y extranjeros radicados en
México, que en la década de los 50 comenzaron a
reaccionar contra lo que percibían como los gastados
valores de la Escuela Mexicana de Pintura, la cual
aglutinaba a los muralistas mexicanos (David Alfaro
Siqueiros, Diego Rivera y Clemente Orozco entre otros) Generación
cuya temática nacionalista, izquierdista y revolucionaria
había sido la corriente artística hegemónica de la Ruptura
en México desde el estallido de la revolución
mexicana en 1910.
• A mediados de 1955 cobró fuerza la
figuración heterodoxa. Transitamos del
nacionalismo a una tendencia “cosmopolita” de
acuerdo con los “dictados internacionales del
arte”. Entre los protagonistas encontramos a
Héctor Xavier, Rafael Coronel y José Luis
Cuevas. Obras expresionistas, de figuración
independiente de la carga política, marxista y
nacionalista.

La mujer de Jerez, 1952.


Héctor Xavier.
(Dibujante 1921-1994)

• La línea del movimiento y la observación fueron


cualidades que determinaron la calidad del oficio
como dibujante de Héctor Xavier, (1921-1994),
aunque ahora esta cada vez mas olvidado en la
historia del arte mexicano. El libro "Héctor Xavier. El
trazo de la línea y los silencios" reúne los testimonios
de amigos, colegas, familiares y personajes
importantes que constituyeron las principales
manifestaciones artísticas del país en la segunda
mitad del siglo y que lo mencionan como uno de los
grandes dibujantes de la generación de ruptura.

Águila mexicana 1959, tinta sobre seda,


64.5 x 36 cm.
Rafael Coronel.
(Pintor 1931)
• Cuando el crítico de arte Luis Cardoza y Aragón vio la exposición
que Rafael Coronel presentó en el Museo del Palacio de Bellas
Artes de la Ciudad de México, en 1959, se sintió “ante un géiser”.
Se trataba de la obra de un pintor nacido en el estado de
Zacatecas, de 28 años de edad, cuyo pincel, escribió entonces el
especialista, era “un fluir de creación, con fantasía fresca,
palpable, advertible. El manantial nace a borbotones,
atropellándose”. La intención del artista zacatecano en aquella
época “dominada por el boom del muralismo”, era “mostrar el
ser humano latinoamericano sin ponerle adornos como Diego
Rivera, que le ponía alcatraces, o David Alfaro Siqueiros
banderas, y José Clemente Orozco llamas. Cuando dejas la
pintura sola es cuando llegas al énfasis humano más alto, a la
representación más pura del hombre, como los retratos de
Rembrandt, que no tienen más que luz y un poco de sombra”,
recuerda el creador.
Azul de la Mancha, 1959.
• José Luis Cuevas era pintor, escritor,
grabador, escultor y parte de la
generación de la Ruptura. Desde sus
José Luis Cuevas
inicios como artista plástico alcanzó un (Artista Mexicano 1933-2017)
prestigio nacional e internacional. Su
obra está formada por una estética
única, llena de cualidades plásticas
originales y ese particular ahínco en
reforzar la libertad del artista.
• Su formación como artista es
prácticamente autodidacta, fue parte
del muralismo mexicano y del
neofigurativismo.
• José Luis Cuevas tuvo tanto éxito que
Picasso compró dos de sus
ilustraciones y era considerado, en el
mundo del arte, como uno de los más
grandes exponentes del dibujo.
Recorremos, a través de
cinco creaciones, su vida y su obra.
Caricatura de
David Alfaro Siqueiros
(1958)

• En 1951, José Luis Cuevas escribió un artículo que


marcó para siempre su vida artística. Se llamó,
provocadoramente, “La cortina de nopal” y
denunciaba el nacionalismo en el mundo del arte
mexicano. Uno de sus grandes e inmediatas figuras
antagonistas fue, entonces, David Alfaro Siqueiros,
figura esencial del muralismo mexicano. Siqueiros
dijo, famosamente, que no existía otro camino
artístico más que el del muralismo que él
representaba. Y toda la obra de Cuevas se convirtió,
a partir de ahí, en una construcción artística para
desmentirlo.

Caricatura de José Alfaro Siqueiros (dibujo en pluma y lápiz)


(1958) (Museo José Luis Cuevas)
“They gave me my first notion…” de Recollections of Childhood
(1962)
• El enfoque en la vida propia fue una parte
esencial de la obra de José Luis Cuevas. Es
conocido el hecho de que, desde los años
setenta, el artista se tomaba una fotografía
y hacía un retrato propio cada día. Conocido
tanto como enfant terrible como por su
egocentrismo, Cuevas empezó su carrera en
Estados Unidos haciendo una serie de
dibujos sobre su infancia. Nacido entre
lápices y papeles en la fábrica de lápices de
su abuelo, la infancia de este pintor marcó
una vida creativa. Desde la colonia Roma
hasta Los Ángeles, el prestigio del artista
creció en la exposición internacional de su
propia vida. Aquí, el artista explora y
fragmenta sus primeras nociones del cuerpo
humano.
“El poeta en el comedor” de Homenaje a Quevedo
(1972)

• Gran parte de la vida de José Luis Cuevas


giró en torno a la literatura. Amigo de
Carlos Fuentes y Octavio Paz, Cuevas era un
lector ferviente de Kafka, Lonesco, Sade y,
por supuesto, Quevedo. Uno de sus obras
icónicas fue su ilustración de un libro sobre
Kafka que se convirtió en un artículo de lujo
buscado fervorosamente por bibliófilos de
todo el mundo. La figura de Quevedo
encuentra aquí el eco de un artista
fuertemente intrigado por la vida íntima
frente a la creación. Porque, claro, los
poetas también comen.

El poeta en el comedor, Litografía, 1972 (Museo José Luis Cuevas)


• A José Luis Cuevas le intrigaba la
sexualidad humana. Y una de las
figuras más emblemáticas del
pensamiento sexual en el siglo
XVIII fue el Marqués de Sade.
Sade escribía como modo de
complacer sus fantasías; escribía
erotismo rebuscado y violento
como trasfondo de delirios
filosóficos; dibujaba imágenes
tortuosas de acumulaciones
sexuales imposibles. Y a Cuevas,
Marqués de Sade (80 x 120 cm). Grabado (Aguafuerte, Aguatinta, Barniz de Azúcar) (1983) entre sus dibujos relacionados con
la literatura, le obsesionó Sade. En
este momento, su vida no es la
misma y esta obra forma parte de
su exilio en España, seis años
Marqués de Sade de Intolerancia (1983) después de dejar México con su
familia.
• A su regreso a México, Cuevas
fundó el Museo José Luis Cuevas
que se irguió sobre el abandonado
convento de Santa Inés a un
costado de la Academia de San
Carlos. Era 1992 y dos presidentes
consecutivos (Miguel de la Madrid y
Carlos Salinas de Gortari) aprobaron
su construcción. En medio del patio
del museo, Cuevas construyó una
enorme estatua de ocho metros de
alto y más de ocho toneladas de
bronce. La imponente escultura,
llamada La Giganta, es una de las
muestras icónicas de la obra
escultórica de Cuevas. Porque el
artista, fuera de la litografía, el
dibujo y el grabado, fue un dotado
escultor. Inspirada por Baudelaire,
otro enfant terrible, La Giganta
La giganta (1991) seguirá vigilando, con su sexualidad
multiforme, la entrada del museo y
la vida del artista.
• Fue un artista que sometió la figura a una jubilosa
experimentación a lo largo de su carrera. Fue sobre todo en el
retrato y en las escenas alegóricas donde transitó de un estilo
realista de cierta chispa surrealista, hacia una regocijada
abstracción que a partir de la década de 1950 disgregó las formas
e hizo explotar el color en una paleta abigarrada y luminosa.
• Después de haber residido tres años en Roma (1951-53), Soriano
incursionó en el diseño de escenografías y vestuarios para el
festival Poesía en Voz Alta (1956), donde colaboró con Juan José
Arreola y Octavio Paz. Esto le permitió experimentar con el color
y la geometría de las formas y distanciarse de manera paulatina
de la figuración.
• 1950 y 1960, fue una época en la que Soriano se consolidó como
un gran colorista y suscitó así el interés de colegas como Rufino
Tamayo. Esta fase de vigorosa experimentación en sus pinturas y
esculturas influyó a jóvenes artistas de la Ruptura, entre ellos
Rodolfo Nieto y Pedro Coronel, y dejó para la posteridad la serie
que Soriano dedicó a Lupe Marín, que metamorfosea a la ex
esposa de Diego Rivera en diosa, demonio y arquetipo de todas
Juan Soriano las mujeres. Así lo resume el documental Juan Soriano (Fecit
dixit) (2001) de Arturo Ripstein.
(Guadalajara, 1920-Cd de México, 2006)
• Paloma
4 x 2.44 x 3.47 m
• Gallo amarillo
4 x 1.35 x 2.64 m
• Dafne IV
3 x 3.30 x 1.50 m
• Juan soriano con la escultura Pájaro sobre la Ola
en Colima. 4 x 2.50 x 1.15 m
NeoExpresionismo
Mexicano
• Los años sesenta globalmente
revolucionarios, antes de que
fuera tan popular el término
globalización, fueron testigos de
los hippies, del asesinato de
Martin Luther King, del concierto
de Woodstock (en México con su
reflejo en Avándaro), del “haz el
amor y no la guerra” y del arte
pop y movimientos de jóvenes
prolibertarios ante las posguerras
mundiales. En este contexto,
entre finales de la década de
1950 e inicios de la de 1960
surgieron en México los
abstraccionismos informalistas
nacionales. Abstracción
expresionista, informal, libre.
Lilia Carrillo, Manuel Felguérez y
otros artistas jóvenes tomaron la
escena.
• Realizó estudios en la Escuela
Nacional de Pintura, Escultura y
Grabado, "La Esmeralda" en 1951,
en la Escuela Nacional de Artes
Plásticas de la Universidad Nacional
Autónoma de México en 1948.
• Zadkine, un artista formado en el
cubismo, habrá de convertirse en
una de las mayores influencias para
el trabajo posterior de Manuel
Felguérez.
• A su regreso a México, forma parte
de la primera generación de artistas
abstractos nacionales, abiertamente
confrontados con la tradición de la
Manuel Felguerez (Zacatecas Escuela Mexicana de Pintura,
encabezada por Diego Rivera, David
1928) Alfaro Siqueiros y José Clemente
Orozco; a la generación de la ruptura
pertenecen, entre otros
• Se trata de un autor que ha sabido desarrollarse en dos
vías paralelas: la pintura y la escultura, trabajando en este
último ámbito, ha sido capaz de combinar la escultura
con el mural, ocupando con ello espacios físicos que,
históricamente habían estado destinados en México a
formas distintas de expresión pictórica que las abordadas
por él. De 1959 a la fecha ha realizado 45 murales y
escultura urbana en México, Colombia, EUA y Corea del
Sur. Su obra se encuentra en Museos de: México,
Colombia, EUA, Cuba, Japón, Chile, Nicaragua, Argentina,
India, España y Mónaco.
• Desde 1944 reside en Ciudad
de México junto con su
esposa, y se integra en el
grupo de destacados artistas
surrealistas que vivían
refugiados en México en
tiempos de la Segunda Guerra
Mundial como eran: Benjamin
Péret, Leonora Carrington,
Remedios Varo, Alice Rahon y
Wolfang Paalen.
• Las obras de Gunther Gerzso
muestran su profunda
apreciación artística bajo una
influencia conjunta de Europa
y México. Sus lienzos al óleo
incorporaban aspectos de arte
precolombino dentro de un
marco surrealista y cubista.
Gunther Gerzso Luego el artista fue
evolucionando hasta llegar a
(1915-2000) su famoso arte abstracto.
• Su obra refleja muy bien la época
que le tocó vivir. Los seres
humanos solos, vulnerables, en
un mundo inhóspito,
amenazante, tienen armonía y
equilibrio. Pese a la aflicción y
angustia que les rodea son
luchadores: no son víctimas. Su
dolor clama al cielo, pero hay
magia y misterio en ellos, es la
creación de un pintor-poeta. Su
cuadros abstractos hacen alarde
de un colorido y una armonía que
resultan casi futuristas.

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