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Historia de la minería en Chile

• Los Atacameños fueron los primeros en explotar los minerales en


nuestro país. Vivían en los valles de las cordilleras de las regiones de
Tarapacá y Antofagasta. Extraían cobre en la zona donde hoy se ubica
Chuquicamata y obtenían el oro de Inca Huasi (volcán de 6.638
metros en el límite argentino-chileno).
• Luego, en la época de la conquista, el rumor de que había mucha
riqueza en Chile animó a los españoles a explorar y asentarse en el
territorio.
Ciudades como La Serena, Concepción, Valdivia,
Imperial y Villarrica fueron fundadas en las
cercanías de estos lavaderos. El auge de esta
actividad, que llegó a extraer 2.000 kilos de oro
anuales entre 1542 y 1560, sería breve.
• En el siglo XVIII hubo un profundo desapego por la actividad
minera. Don Juan Egaña describió ese fenómeno en 1803,
sorprendiéndose de la poca utilización de los recursos
mineros disponibles en su amplia cordillera. Chile vivía
básicamente de sus exportaciones agrícolas.
• Durante la Guerra de Independencia los principales
yacimientos del país se mantuvieron alejados de la zona
del conflicto militar. Una vez asegurada la Independencia
en 1818, la minería sufrió un rápido auge, producto de la
caída repentina de las trabas que imponía la metrópoli al
comercio colonial.
• Al compás de la Revolución Industrial y las nuevas libertades
de comercio, se dio paso a un resurgimiento de la minería
como producción clave, esta vez con descubrimientos que
abrieron las puerta a los ciclos de la plata (Chañarcillo) y del
carbón (Lota) y luego de la Guerra del Pacífico, al ciclo del
salitre, proceso con el que Chile ingresó a un siglo XX,
marcado por la explotación del cobre a gran escala.
Consecuencias
• Las exportaciones de cobre a Inglaterra pasaron de 60 toneladas a 12.700 a
mediados del siglo.
• Entre 1840 y 1860 Chile sería por primera vez en su historia el mayor
productor de cobre en el mundo.
• Los primeros ferrocarriles chilenos son la muestra evidente de cómo el
desarrollo promovido desde la minería iba aportando infraestructura clave
para el país
• El auge del cobre tendría una decadencia a partir de 1870, producto de una
crisis que haría caer persistentemente los precios durante décadas y del
agotamiento de los yacimientos del Norte Chico
El salitre (1880 – 1930)
La creación de los estados nacionales en Alemania e Italia y las
crisis de los Imperios hacia fines de ese siglo determinaron un
escenario de constante conflicto bélico. El nitrato era el insumo
clave para la fabricación de explosivos. Por su parte, los
avances en medicina y la creciente urbanización determinaron
una fuerte explosión demográfica, volcando a los países a
buscar la mejor forma de hacer rendir sus campos para
alimentar a una población cada vez más numerosa. El
fertilizante de esos años era el salitre.
Chile se transformó en el mayor productor de nitrato del
mundo. Entre 1880 y 1930 las exportaciones salitreras
constituyeron el área más importante de la economía chilena.
Producto de la actividad minera, para 1920 el 44% de las
inversiones necesarias para el país provenían del salitre,
mediante la ampliación de la cobertura de ferrocarriles que
pasan desde 1.106 kilómetros de vías en 1890 a 4.579
kilómetros en 1920.
El auge de las exportaciones salitreras dio un fuerte
impulso al sector externo chileno, transformándolo en
el motor del crecimiento y generando el cambio para
que los inversionistas extranjeros llegaron a ser agentes
importantes, principalmente en el sector minero
exportador.
El auge de las exportaciones salitreras dio un fuerte
impulso al sector externo chileno, transformándolo en
el motor del crecimiento y generando el cambio para
que los inversionistas extranjeros llegaron a ser agentes
importantes, principalmente en el sector minero
exportador.
El cobre
El verdadero boom de la industria cuprífera estuvo
determinado por un brusco aumento de la demanda
mundial, debido a la aparición de la industria eléctrica, la
expansión del sector de la construcción y una importante
innovación tecnológica en Estados Unidos, que hizo
rentable la explotación en gran escala del mineral.
En este contexto, para 1904 se iniciaron las faenas en El
Teniente y para 1911 en Chuquicamata. Las inversiones de
estos dos proyectos significaron un flujo de capitales externos
de más de US$ 200 millones de la época, para llegar a producir
en 1924 185 mil Toneladas y representar, por sí solas, el 80%
de la producción chilena. Había nacido un nuevo actor que se
relacionará sustantivamente con la historia económica y
política del país del siglo XX: la Gran Minería del Cobre.
Entre 1960-1971, se instala la preocupación en torno a que las
firmas norteamericanas no estuvieran expandiendo la
producción de cobre en concordancia con los objetivos
nacionales. La principal demanda fue entonces el aumento de la
inversión. Aunque la participación nacional en las exportaciones
de la GMC se elevó a 66% durante la década de 1960, se pensaba
que el cobre era demasiado importante para el desarrollo de
Chile como para que estuviera bajo control extranjero.
De este modo, la cuestión de la participación chilena en las
decisiones referentes a la producción y la inversión en el
cobre se transformó en el tema fundamental del proceso de
negociación entre el Estado chileno y las firmas
norteamericanas, proceso que culmina con la nacionalización
de la GMC bajo el gobierno de Salvador Allende.
• Durante la década de 1990 a 2000, el sector minero mostró un
dinamismo sin precedentes, resultado de una abundante
inversión extranjera.
• Hoy existe consenso entre todos los actores del sector en que
debe haber un trabajo conjunto entre los sectores público y
privado para que el rubro funcione en base a estrategias de
largo plazo y se convierta en una minería virtuosa que sume
sustentabilidad, mayor innovación y especialmente más
inclusividad.
FIN

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