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2018
ÉTICA CATÓLICA
Es el momento en el que la ética asume
elementos de las doctrinas clásicas de la felicidad
(el fin actual humano que consiste en obtener el
bien que nos hace felices).
Los une la doctrina cristiana, con el fin de la
caridad del humano, que permite al hombre
acceder a la visón de dios (en el cielo) alcanzando
su máxima plenitud y el bien suprema.
En la edad media las teorías éticas buscaban una
conciliación con la doctrina moral cristiana.
Diversos autores hablan de ética y según sus
perspectivas diferentes.
Es oportuno recordar dos grandes nombres, San
Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino.
SAN AGUSTÍN
•Conocido como Agustín de Hipona o San Agustín o
Aurelius Augustinus Hipponensis, nació el 13 de
noviembre de 354 en Tagaste y murió el 28 de agosto de
430.
•Aurelius Augustinus fue proclamado Doctor de la
Iglesia el 20 de septiembre de 1295 por el papa
Bonifacio VIII y su festividad es este 28 de agosto, en
occidente.
•Fue un santo, Padre y Doctor de la Iglesia católica,
conocido como el “Doctor de la Gracia”. Fue el máximo
pensador del cristianismo del primer milenio según
Antonio Livi y uno de los más grandes genios de la
humanidad.
•San Agustín fue autor prolífico y dedicó gran parte de
su vida a escribir sobre filosofías y teología, siendo
Confesiones y La Ciudad de Dios sus obras más
destacadas.
Movimiento filosófico y teológico: Patrística.
Cuando San Agustín comienza la
elaboración de su síntesis filosófica parte ya
de una previa adaptación de la filosofía al
cristianismo realizada por los pensadores
cristianos de siglo III. En su obra analizará
los distintos sistemas filosóficos griegos
mostrando una especial admiración por
Platón. Recibió una fuerte influencia del
neoplatonismo así como del estoicismo, del
que aceptó numerosas tesis.
La magnitud, la profundidad y la novedad de su obra le
convertirán en el pensador más relevante del cristianismo,
ejerciendo una influencia continuada a través de los siglos
en el ámbito del cristianismo. Su filosofía es
predominantemente una teología, siendo Dios no sólo la
verdad a la que aspira el conocimiento sino el fin al que
tiende la vida del hombre, que encuentra su razón de ser
en la visión beatífica de Dios que alcanzarán los
bienaventurados. Tiene un marcado dualismo (cuerpo -
alma.) que hace del conocimiento una dualidad entre
razón y fe
TERTULIANO
Fue el primer gran autor cristiano que escribió en lengua
latina destaca por su vigor, suave sarcasmo, y expresión aguda y
concisa, así como por su hábil, aunque a veces engañoso,
razonamiento. Fue también uno de los primeros Padres de la
Iglesia. Hacia el 207 llegó a ser el más destacado líder del
montanismo, movimiento cristiano que fomentó las profecías y
practicó una rigurosa forma de ascetismo. Sus miembros, en
conflicto cada vez más abierto con las autoridades de la Iglesia,
fueron a la postre declarados herejes. Celoso paladín del
cristianismo, Tertuliano escribió numerosos tratados teológicos, 31
de los cuales se conservan en la actualidad. En ellos defiende el
cristianismo, refuta las herejías y analiza ciertos aspectos prácticos
morales o de disciplina eclesiástica. Desde sus primeras obras sus
opiniones sobre ética y disciplina, rigurosamente ascética, fueron
poco a poco endureciéndose y, tras adoptar las doctrinas
montanistas, criticó con severidad a los cristianos ortodoxos.
Su obra más famosa, Apologético (c. 197), es
una defensa apasionada de los cristianos
contra las acusaciones paganas de
inmoralidad y subversión política. De sus
tratados doctrinales destinados a refutar la
herejía, el más importante es De los derechos
de los herejes, donde argumentaba que sólo
la Iglesia tiene autoridad para declarar lo que
es y lo que no es cristianismo ortodoxo
SANTO TOMAS DE AQUINO
•Tomás, conocido en italiano como Tommaso D'Aquino, nació
en 1225 en Roccasecca, un castillo situado en la cumbre de
una montaña, cerca de Aquino, Italia.[2] Su familia pertenecía
a la nobleza napolitana. Hijo del Conde Landuf de Aquino,
estudió en el monasterio de Montecasino y después en la
Universidad de Nápoles. En el año 1244 tomó el hábito de la
Orden de Predicadores y conoció a Alberto Magno, con quien
estudiaría en Colonia. Se ha dicho que muy pocos filósofos o
teólogos han logrado escribir esa cantidad de trabajos, de tan
alta calidad, en el plazo que lo hizo Aquino, un poco menos de
tres décadas.