religión. Mircea Eliade , Joseph M. Kitagawa. Metodología de la historia de las religiones.
Problema de la sistematización en la actualidad por los
datos proporcionados por el estudio de las religiones ha entrando a una fase decisiva, existe muchas estructuras análogas en diferentes religiones y por lo tanto es posible establecer algunas leyes generales que nos permitan pensar en términos de unidad ordenada y al mismo tiempo, distinguir el dato religioso a diversos niveles en su totalidad histórica. Según Duméry : nunca es posible tratar al Dios verdadero como un objeto de la razón . El es una subjetivad soberana. También está más allá de todo lo que la mente concibe que es y transciende todas las determinaciones mediante las cuales la mente aspira llegar a él.
Según Austen Farrer : La reflexión teológica debe elabora
constantemente la biblia, pero la reflexión religiosa siempre debe mantenerse en relación con las realidades del testimonio bíblico, los principios primeros e irreductibles a partir de los cuales dicha reflexión se realiza. En realidad, la fenomenología de las religiones tiene como fundamento una descripción que respeta los datos y su peculiaridad intencionalidad. Pretende establecer un orden. Eso es lo que hizo precisamente Joachim Wach. Además este orden no incluyen meras formulaciones más o menos felices de datos universales sino que distingue aquellos que son formas sucesivas de una misma relidad. Existen dos premisas fundamentales la primera es la necesidad de comenzar con “disciplinas positivas en especial la historia”. Es aquí donde la historia de las religiones proporciona un elemento de primordial importancia. Por supuesto, el error de las antiguas teodiceas residía en no reconocer esta subestructura positiva, y en proporcionar una enorme masa de símbolos, ritos, y actitudes que constituye los datos sobre los cuales debe hacerse una reflexión sobre la religión. La segunda premisa es el reconocimiento de la especificad de los hechos religioso. Allí resulta decisivo el aporte de la fenomenología.