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El documento describe la naturaleza y actividades de los ángeles y demonios. Los ángeles son seres espirituales creados por Dios para servirle, mientras que los demonios son ángeles caídos que siguen a Satanás en su rebelión. Ambos tienen personalidad y realizan diferentes funciones, ya sea alabar a Dios, transmitir sus mensajes o oponerse a su voluntad e inducir a la humanidad al pecado y la idolatría.
El documento describe la naturaleza y actividades de los ángeles y demonios. Los ángeles son seres espirituales creados por Dios para servirle, mientras que los demonios son ángeles caídos que siguen a Satanás en su rebelión. Ambos tienen personalidad y realizan diferentes funciones, ya sea alabar a Dios, transmitir sus mensajes o oponerse a su voluntad e inducir a la humanidad al pecado y la idolatría.
El documento describe la naturaleza y actividades de los ángeles y demonios. Los ángeles son seres espirituales creados por Dios para servirle, mientras que los demonios son ángeles caídos que siguen a Satanás en su rebelión. Ambos tienen personalidad y realizan diferentes funciones, ya sea alabar a Dios, transmitir sus mensajes o oponerse a su voluntad e inducir a la humanidad al pecado y la idolatría.
• El antagonista de la vida es un “querubín” • Nuestra lucha es contra angeles caidos. • “Porque • no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores • de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Ef. 6:12). • Numero no cambia • Extraterrestres pueden ser angeles. • Angeles con sentimientos (ausencia de algo) INTRODUCCION Los ángeles son criaturas de Dios, seres espirituales, incorpóreos, que fueron creados para servir de diferentes maneras a Dios y a los hombres. En la economía divina, estos seres cumplen con un ministerio claramente asignado por el creador en beneficio de su plan sabiamente diseñado. INTRODUCCION La angeleología, al igual que las otras ramas de la Teología Sistemática, es una síntesis inductiva de todos los versículos que hacen referencia a este tema. En este caso particular estamos hablando de 273 menciones, según el Prof. Lewis CHAFER, que se hacen en el Texto Sagrado. DEFINICION • La Escritura revela que existe un orden de seres celestiales muy distinto al de los seres humanos y a la deidad misma. Personas incorpóreas que han sido creados por Dios con un propósito muy específico. En primer término, consideremos la etimología del vocablo Ángel se deriva de la palabra hebrea mal' ak y de la palabra griega aggelos que significa mensajero. Los ángeles son pues, seres que ejecutan las órdenes de Dios a quien sirven. LA CREACIÓN Y NÚMERO DE ÁNGELES • Los ángeles al igual que el hombre son criaturas de Dios, creados con un propósito y para la gloria de Dios. Respecto a estos seres se puede afirmar que todos los ángeles fueron creados simultáneamente (cf. CoL 1:16-17) y que ellos no están sujetos a la muerte u otra forma final de existencia, por lo cual su número no varía. Esto marca algunas diferencias importantes con la creación humana que tiene que reproducirse y que está sujeta a muerte y que su número constantemente cambia. • Este hecho nos lleva a otro, no sabemos el número exacto de ángeles, empero por las escrituras sabemos que son millares de millares, máxime que después de la caída de Satanás, se dividieron en ángeles buenos y demonios y éstos últimos representan un ejército que gobierna a la humanidad incrédula. LA HABITACIÓN DE LOS ÁNGELES • Los ángeles viven en las esferas celestes y no hay cifras humanas para contar su cantidad, aunque se afirma que ellos tienen interés en lo que pasa sobre la tierra pues fácilmente se relacionan con el universo entero. Los ángeles son en verdad seres vivos del más alto rango, seres libres y morales que en siglos pasados, por lo menos, tenían el poder de determinar su propio destino. • Los seres angelicales tienen habitaciones fijas y centros para sus actividades en los lugares celestiales. Necesariamente poseen una existencia incorpórea, aunque gozan de una constitución distinta a la humana, con una forma localizada y determinada especial. PERSONALIDAD DE LOS ÁNGELES • Cuando hablamos de los ángeles hablamos de personas, aunque incorpóreas, pero personas. Ellos tienen todos los elementos que conforman la personalidad: En el campo sentimental, experimentan emociones, en el campo intelectual, rinden culto inteligente, contemplan la faz del Padre con debida comprensión, saben sus limitaciones y su inferioridad al Hijo de Dios y en el campo volitivo, toman decisiones, como la de aquellos que decidieron seguir los lineamientos del Arcángel de maldad. • Por todos estos elementos enunciados anteriormente, afirmamos que los ángeles son personas. LA HABITACIÓN DE LOS ÁNGELES • Los ángeles viven en las esferas celestes y no hay cifras humanas para contar su cantidad, aunque se afirma que ellos tienen interés en lo que pasa sobre la tierra pues fácilmente se relacionan con el universo entero. Los ángeles son en verdad seres vivos del más alto rango, seres libres y morales que en siglos pasados, por lo menos, tenían el poder de determinar su propio destino. • Los seres angelicales tienen habitaciones fijas y centros para sus actividades en los lugares celestiales. Necesariamente poseen una existencia incorpórea, aunque gozan de una constitución distinta a la humana, con una forma localizada y determinada especial. LA NATURALEZA DE LOS ANGELES 1. No son corpóreos 1. Son espiritus 2. No deben ser adorados 3. Los angeles han asumido forma de cuerpos humanos 4. El Angel de Jehova • La expresión “el Angel de Jehová”, que es usada a través de todo el Antiguo Testamento, parece tener un significado muy especial en relación con la presencia de Dios. Parecería que esta persona es la segunda persona de la deidad, Cristo mismo en presencia preencarnada. 5. Los angeles son una compañía, no una raza 6. Son vastos en numero EL MINISTERIO DE LOS ANGELES BUENOS 1. En relación con Dios 1. Dar alabanza y adoracion 2. Traer la ley de Dios a su pueblo 3. Ejecutar los juicios de Dios sobre sus enemigos 4. Justar a los elegidos en la segunda venida de Cristo 5. Asistir en el dia de juicio
2. En relación con Cristo
3. En relación con los creyentes EL PROPOSITO DE LOS DEMONIOS Parece ser doble: buscan estorbar los propósitos de Dios, y extender el poder de Satanás. El deseo de Satanás de gobernar y ser “semejante al Altísimo”, no ha cambiado desde su expresión inicial en Isaías 14:13, 14. Su conducta en la tentación de Jesús en el desierto es una evidencia positiva de este espíritu arrogante, ya que trató hasta de influir en Cristo para que lo adorara (Mt. 4:9). Bajo su control los ejércitos de demonios están interesados en nutrir este mismo plan. EL PROPOSITO DE LOS DEMONIOS Parece ser doble: buscan estorbar los propósitos de Dios, y extender el poder de Satanás. El deseo de Satanás de gobernar y ser “semejante al Altísimo”, no ha cambiado desde su expresión inicial en Isaías 14:13, 14. Su conducta en la tentación de Jesús en el desierto es una evidencia positiva de este espíritu arrogante, ya que trató hasta de influir en Cristo para que lo adorara (Mt. 4:9). Bajo su control los ejércitos de demonios están interesados en nutrir este mismo plan. LAS ACTIVIDADES DE LOS DEMONIOS Oponerse a los santos. • “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Ef. 6:12). • “Por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra vez; pero Satanás nos estorbó.” (I Tes. 2:18). • Debido a que Satanás no es omnipresente, muchas de las actividades del diablo deben ser llevadas a cabo por demonios. LAS ACTIVIDADES DE LOS DEMONIOS
Inducir el alejamiento de la fe.
• Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios … (I Ti. 4:1). Animar al formalismo y al ascetismo como el resultado de falsa enseñanza • Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad (I Ti. 4:1–3). LAS ACTIVIDADES DE LOS DEMONIOS
Apoyar toda adoración a ídolos.
• ¿Qué digo pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios la sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios (I Cor. 10:19– 21) LAS ACTIVIDADES DE LOS DEMONIOS
Apoyar toda adoración a ídolos.
• ¿Qué digo pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios la sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios (I Cor. 10:19–21) • Apocalipsis 9:20 “Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar.” LAS ACTIVIDADES DE LOS DEMONIOS
Apoyar toda adoración a ídolos.
• Está dentro del poder de los demonios el causar: mudez (Mt. 9:32, 33), ceguera (Mt. 12:22), locura (Lc. 8:26–35), manía suicida (Mr. 9:22), heridas personales (Mr. 9:18), y varios defectos y deformidades (Lc. 13:11–17). LAS ACTIVIDADES DE LOS DEMONIOS
Lograr a veces los propósitos de Dios
Los demonios son los instrumentos para ejecutar los planes de castigo de Dios para los impíos (Sal. 78:49). El malvado Acab fue castigado por sus crímenes por un “espíritu de mentira” que Jehová puso en la boca de todos sus profetas para llevarlos al desastre en Ramot de Galaad (I Reyes 22:23). Los demonios incitan a los ejércitos resistentes a Dios de Armagedón a una catástrofe similar (Ap. 16:13–16). Satanás y sus ministros también efectúan los planes de Dios para disciplinar a los justos. A través de Satanás zarandear a alguien, Dios cumple su propósito de cosechar el fruto como en el caso de Pedro (Lc. 22:31). POSESION DEMONIACA Como se ve en el ministerio de Jesús. • Personas poseídas por demonios eran traídas a Él. Jesús trató con ellas echando fuera a los demonios: Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios (Mt. 8:16). • Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo … y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos … y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero … (Mr. 5:2–13). POSESION DEMONIACA Vista en el ministerio de la iglesia primitiva. • “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura… Y estas señales seguirán a los que creen. En mi nombre echarán fuera demonios …” (Mr. 16:15–17). • Los primeros apóstoles. • Esto fue cumplido en el ministerio de los primeros apóstoles: “Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados” (Hch. 5:16). • Felipe el evangelista. • “Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe; oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados” (Hch. 8:6, 7). POSESION DEMONIACA La posesión demoníaca en contraste con la influencia demoníaca. • No toda actividad demoníaca resulta en posesión demoníaca. Hay una vasta diferencia entre la posesión demoníaca y la influencia demoníaca. En el primero, el cuerpo es invadido y un control dominante es logrado; mientras que en el último, se lleva a cabo desde afuera una guerra por sugerencia, tentación e influencia. Estos deben ser “los dardos de fuego del maligno” (Ef. 6:16). POSESION DEMONIACA Contrastada con la enfermedad. La escritura hace muy claro que toda enfermedad, aunque originalmente es el resultado del pecado y Satanás, no es causada por posesión demoníaca, y no es una indicación de que uno está poseído. Por lo tanto, la práctica de algunos, quienes al ministrar a los enfermos siempre tratan de echar fuera un demonio, no es un procedimiento bíblico. Tome nota de cómo la palabra de Dios distingue entre los dos, tanto en la causa como en el método de liberación. En el ministerio de Jesús: “… con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos …” (Mt. 8:16). POSESION DEMONIACA Contrastada con la enfermedad. • De nuevo se hace una clara distinción en el mensaje de Jesús a Herodes, “Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana …” (Lc. 13:32). “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar …” (Lc. 4:40, 41). EL ECHAR FUERA DEMONIOS Un culto (o servicio) cristiano no es necesariamente un fracaso cuando no son echados fuera demonios como algunos sugieren, lo cual puede indicar una obsesión sobre un pequeño aspecto de la actividad satánica. No obstante, Jesús insiste que el echar fuera demonios es parte de la gran comisión (Marcos 16:15–20; Lucas 9:1, 2; 10:1, 17; Mateo 10:8). Sorprendentemente, no se dice nada sobre esto en el Evangelio de Juan ni en ninguna de las cartas apostólicas, aunque frecuentemente se urge la predicación del evangelio como una continuación de la obra propia de Cristo. Él fue manifestado “para destruir las obras del diablo” (I Juan 3:8), y “anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo” (Hch. 10:38), como debiéramos nosotros. POSESION DEMONIACA • En el Nuevo Testamento no se dan instrucciones precisas para el trato de espíritus inmundos, por eso es que la manera en que actuaron Cristo y los apóstoles debe ser nuestra guía. De lo anterior hacemos los siguientes puntos. • El nombre de Jesús es el secreto principal … La gran comisión de Cristo dice, “En mi nombre echarán fuera demonios” (Marcos 16:17). Pablo reprendió a un espíritu con las palabras: “Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella” (Hch. 16:18), al igual que Pedro, cuando sanó al hombre cojo, dijo, “En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda” (Hechos 3:6, vea 3:16; 4:10). POSESION DEMONIACA • En ese caso, la fórmula no es quizá tan importante. La pronunciación del nombre sobre la persona poseída era en parte un testimonio para aquellos que observaban lo que estaba ocurriendo. Los hijos de Israel echaban fuera demonios por varios nombres, así que, cuando fue curado el hombre cojo, las autoridades en seguida fueron movidas por la curiosidad en cuanto a qué nombre había sido usado (Hechos 4:7). El hecho es que a veces vemos en el Nuevo Testamento que los demonios dejaban a las personas cuando no era mencionado el nombre de Jesús (Hechos 5:15, 16; 19:11, 12). Pedro levantó a Dorcas de los muertos sin mencionar a Jesús . POSESION DEMONIACA • (Hechos 9:40), al igual que Pablo trajo la ceguera sobre Elimas el mago sin invocar el nombre (Hechos 13:9– 11), y así mismo [p 528] sanó al cojo en Listra (Hechos 14:9, 10). Cristo nos ha dado un cierto “poder de abogado”, para actuar en su favor, o “en su nombre”, sin necesariamente citar constantemente su nombre. Ciertamente se nos dice, “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.” Obviamente, esto no significa que debemos estar mencionando constantemente su nombre para cada hecho. POSESION DEMONIACA • Actuamos para Él, en su favor “A Cristo el Señor servís.” De la misma manera, bautizamos en el nombre de Jesús, eso es con su autoridad. La verdadera fórmula para usar está clara en Mateo 28:19. El echar fuera demonios no requiere mucha palabrería con voluminosas repeticiones de la palabra “Jesús” o “Cristo.” Tenemos autoridad, y podemos usarla, como “embajadores” (II Cor. 5:20), pero debemos evitar tratarlo como a un conjuro “mágico”, como parte de un abracadabra o un hechizo. Cuando decimos “Señor Jesucristo” indica que El es el Señor del que habla, de otra manera somos como los hijos de Esceva, desconocidos a los espíritus. POSESION DEMONIACA • El “método” particular es de muy poca consecuencia. Algunos pueden poner las manos sobre el enfermo; algunos sienten que no deben. No hay un verdadero registro de liberación de demonios por la imposición de manos, pero la mayoría de las instancias no hacen ninguna mención de lo que en realidad fue hecho. Si fuera de alguna importancia, tendríamos claras instancias o algunas instrucciones al respecto. POSESION DEMONIACA • En un caso, Jesús preguntó a los espíritus su nombre y respondieron “Legión” (Marcos 5:9). De esto, algunos han dicho que es necesario hacerlo siempre, pero esta regla no fue seguida por Pablo en los casos ya citados. Uno se pregunta, ¿de qué sirve si los espíritus son espíritus de mentira? Podrían mentir sobre su identidad para esquivarnos. Tampoco hay nada en la Escritura sobre el arrojar fuera a los demonios a través de toser o escupir. Un demonio es un espíritu y como tal es invisible. No se nos da ningún incentivo para sostener conversaciones con demonios. Una vez que se sabe que están, se les debe decir que se vayan. Jesús “no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.” Y reprendía a los espíritus inmundos “para que no le descubriesen” (Marcos 1:34; 3:11, 12). Ciertamente, los espíritus sufren de egoísmo y nada los complace más que ser el centro de atención. POSESION DEMONIACA • Con relación a esto, a nadie se le dio jamás un don especial para el “exorcismo”, sólo para discernimiento, como parte de la protección de la iglesia, principalmente en contra de los falsos maestros con doctrinas mentirosas y engañosas de demonios. Nadie ha manifestado un ministerio para tratar exclusivamente con demonios. Esto atraería la atención a Satanás más que a Cristo. La preocupación con esta esfera de cosas es una clase de tributo al poder de Satanás. POSESION DEMONIACA El discernimiento debería no solamente detectar demonios, sino también detectar donde no hay demonios. Es bastante común que la gente tenga tendencias hipocondríacas. Insisten en que tienen una enfermedad, pero en realidad están bastante bien y viven hasta una edad bastante avanzada. Pueden presentarse motivos psicológicos de los cuales el paciente mismo está inconsciente, tales como utilizar la enfermedad para sus propios fines o para atraer la atención o lástima. Es obviamente posible que la condición se extiende a una simulada posesión demoníaca. Donde hay un ministerio a los atormentados por demonios, algunos llegan automáticamente pensando que tienen tal condición. Su temor puede traer pseudo-síntomas, especialmente si se les dice que pueden estar poseídos. POSESION DEMONIACA Por esta razón es extremadamente peligroso decirles a las personas que son víctimas. Es mucho más fácil crear la idea que deshacerse de ella. Algunos van de sanador en sanador queriendo liberación pero sin mejorarse, simplemente porque no se les ha hecho consciente de que no están poseídos, sino que son víctimas de autosugestión o de una sugestión impuesta por otra persona. Esto nuevamente demanda un asesoramiento cuidadoso. Si la persona tiene suficiente confianza en el consejero, puede lograrse sanidad diciendo directamente, “Usted no tiene un demonio.” POSESION DEMONIACA • Los demonios se agradan en que se les preste atención, y tienden a aparecer donde se habla bastante de ellos. Los cazadores de demonios también, exhibiendo sus poderes figurados con algún orgullo, pueden enojar a Satanás. Él a cambio oprime a aquellos que lo provocan por sus esfuerzos de exorcismo. Esta es quizá la lección moderna que podemos aprender de la advertencia de Judas. Advertencia de la cual aún el arcángel POSESION DEMONIACA • Los poderes del infierno no deberían ser provocados ni deberíamos juguetear con ellos. Debería ordenárseles que se vayan si nos confrontan, y, si creemos en Dios, eso debería ser el fin del asunto. Puede ser probable que a la iglesia se le reclame más y más para limpiar a personas de espíritus inmundos, pero la predicación del evangelio es el medio principal, y ésta debería ser la actividad primordial de todos los siervos de Dios. EL OCULTISMO Y LA POSESIÓN DEMONÍACA • Satanás se ha puesto muy audaz en años recientes y el ocultismo ha estado recibiendo gran cantidad de atención pública. Parece casi increíble que, aún en las llamadas tierras cristianas, la adoración a espíritus (animismo) sea tan común. Información sobre tales cosas está disponible en cualquier librería. En la introducción de su libro, “I Believe in Satan’s Downfall”, (“Yo Creo en la Caída de Satanás”,) Miguel Green, rector de San Aldate, Oxford, dice: EL OCULTISMO Y LA POSESIÓN DEMONÍACA • La adoración satánica, fascinación por lo oculto, magia negra y blanca, astrología, horóscopos, las sesiones con espiritistas y las cartas de tarot se han convertido en la moda. Las tablas güija (que adivinan la suerte) y la levitación pueden ser halladas en muchas escuelas. A pesar de nuestra sofisticación, hoy en día hay en el Oeste un mayor interés en estas prácticas que el que ha habido durante tres siglos EL OCULTISMO Y LA POSESIÓN DEMONÍACA • Todas estas prácticas fueron severamente condenadas en la Biblia: “No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos” (Lv. 19:31). “Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra tal persona, y la cortaré de entre su pueblo” (Lv. 20:6). “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortilegio, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti” (Dt. 18:10–12). “Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? EL CRISTIANO Y LA POSESIÓN DEMONÍACA. • Se ha dicho y escrito mucho sobre la posibilidad de que cristianos lleguen a estar poseídos por demonios. Aunque uno no debe estar ciego a la presencia y el poder de las fuerzas demoníacas en el mundo, ni ser ignorante de los instrumentos de Satanás (II Cor. 2:11), no se debe subestimar la gran salvación y liberación que Dios ha logrado para el creyente en Cristo Jesús. Debe siempre alentarse y tomar fuerzas en el hecho de que Cristo ha “despojado a los principados y potestades”, y “los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Col. 2:15). EL CRISTIANO Y LA POSESIÓN DEMONÍACA. • Cuando el Señor llamó a Saulo de Tarso en el camino a Damasco, lo envió a judíos y gentiles por igual, “para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios” (Hch. 26:18). Se describe el efecto del evangelio: “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” (Col. 1:13). EL CRISTIANO Y LA POSESIÓN DEMONÍACA. • Juan dice que si un hombre ha nacido de Dios, “el maligno no le toca” (I Jn. 5:18). Jesús dijo, “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” (Lc. 10:19). El arrepentimiento “para conocer la verdad”, significa, dice Pablo, que escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él” (II Ti. 2:25, 26). EL CRISTIANO Y LA POSESIÓN DEMONÍACA. • Pablo pregunta: “¿Y qué concordia Cristo con Belial? … ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? “Luego nos asegura: “Porque vosotros sois el templo del Dios viviente …” (II Cor. 6:15, 16). La declaración es que el creyente es su templo. ¿Va a permitir Dios que aquello que es suyo, y aquello en que Él habita, sea ocupado por Satanás? Si el cuerpo de un cristiano es “templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros” (I Cor. 6:19), ¿pueden un demonio y el Espíritu Santo habitar en la misma casa? ¿Lo permitiría Dios? ¿Ha provisto Cristo una gran liberación para nosotros, o no? En casos donde se menciona que enfermedades fueron causadas por demonios (Mt. 4:24; 9:32, 33; 10:1; Mr. 1:32; 3:15; Lc. 6:17, 18; 9:1; etc.), no hay ningún tipo de indicación que estos individuos estuvieran en una relación correcta con Dios. EL CRISTIANO Y LA POSESIÓN DEMONÍACA. • Esto no significa que un hijo de Dios sea totalmente inmune al poder de Satanás. Tenemos liberación de Satanás en tanto vivamos en la victoria de Cristo sobre él. Esto lo hacemos por fe y obediencia. Cuando Jesús le dijo a Pedro, “Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo”, El no oró que no se le permitiera hacerlo, sino que oró que la fe de Pedro no le faltara (Lc. 22:31, 32). La desobediencia y petulancia persistente proveen territorio al enemigo en el cual puede atacar e influir al cristiano. Se nos exhorta, “ni deis lugar al diablo” (Ef. 4:7). Ananías y Safira son solemnes ejemplos de aquellos que permitieron que Satanás llenase sus corazones de tal manera que mintiesen “al Espíritu Santo” (Hch. 5:3). EL CRISTIANO Y LA POSESIÓN DEMONÍACA. • Hay casi 300 referencias a ángeles en la palabra de Dios y sólo aproximadamente ochenta (80) a diablos y demonios. En otras palabras, las referencias a ángeles en la Biblia triplican las que hay sobre demonios. ¿Por qué, entonces, se pasan algunas personas tres veces más tiempo hablando de demonios que de ángeles? Los ángeles son nuestros amigos. Pensemos y hablemos más bien de ellos, que de nuestros enemigos los demonios. • Los demonios son inmundos e impuros. Pablo nos exhorta: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Fil. 4:8). EL CRISTIANO Y LA POSESIÓN DEMONÍACA. • Hay casi 300 referencias a ángeles en la palabra de Dios y sólo aproximadamente ochenta (80) a diablos y demonios. En otras palabras, las referencias a ángeles en la Biblia triplican las que hay sobre demonios. ¿Por qué, entonces, se pasan algunas personas tres veces más tiempo hablando de demonios que de ángeles? Los ángeles son nuestros amigos. Pensemos y hablemos más bien de ellos, que de nuestros enemigos los demonios. • Los demonios son inmundos e impuros. Pablo nos exhorta: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Fil. 4:8).