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• El derecho a la integridad implica: integridad física (preservación de órganos, partes y tejidos del cuerpo
humano) psíquica (preservación de habilidades motrices, emocionales e intelectuales) y moral
(preservación de sus convicciones).
• Elementos de la tortura a la luz de la Convención Interamericana sobre tortura:
• a) La finalidad. Presencia de voluntad deliberada con miras a conseguir fines tales como obtención de
información, intimidación, castigo, discriminación, o cualquier otro fin. El listado de posibles fines es abierto,
no obstante existe una incidencia en determinados casos e incluso puede existir diversos fines.
• b) Elemento material. Cualquier acto que con intencionalidad busque provocar a una persona sufrimientos
físicos o mentales. No sólo agresión física sino también mental, psicológica o moral aguda..
• c) Calificación del sujeto activo. Dos supuestos:
• - funcionario público u otra persona en ejercicio de funciones públicas.
• - cualquier otra persona actuando bajo instigación, consentimiento o aquiescencia de un funcionario
público u otra persona en ejercicio de funciones públicas.
• Derecho a un trato humano. Toda persona tiene derecho a ser tratada con respeto de su dignidad, libre de
toda tortura o maltrato. Se viola este derecho con la reclusión solitaria o aislamiento por períodos largos,
con la prolongada incomunicación del recluso.
• La tortura como forma agravada de trato inhumano. Se diferencia de los tratos crueles. Inhumanos o
degradantes en que estos últimos no buscan producir en la persona sentimientos de temor, angustia,
inferioridad, humillación o doblegar su resistencia física o moral.
• Investigación y sanción de la tortura como obligaciones del Estado.
• Desaparición forzada de personas y actos de tortura.
• Violación sexual como tortura.
• Los tipos de tendencia interna trascendente (delitos de intención), son delitos cuya parte interna
requiere de una intención especial, que se trata de una meta perseguida por el autor que está más allá
de la realización del tipo objetivo. Se trata de un fin ultratípico. Por ejemplo, en los delitos de hurto
(artículo 185°) y robo (artículo 188°) se exige al agente que desarrolle la conducta “para obtener
provecho” o “para aprovecharse” del bien mueble. A estos delitos de intención se los identifica,
generalmente, cuando el legislador emplea la expresión “para”.
• (Fuente: Academia de la Magistratura: Módulo Temas de Derecho Penal General, Lima, 2003).
A.7. Conclusiones y Recomendaciones
• (aa) Exp. N.° 2333-2004-HC/TC. Callao. Natalia Foronda Crespo y otras. Lima. Sentencia de 12
de agosto de 2004.
• “(...) la determinación de una acción calificada como tortura debe ser apreciada conforme al conjunto
de circunstancias que rodea cada caso en particular; v.g., la duración de la aflicción, el sexo, la edad,
el estado de salud de la víctima, etc. Del resultado del análisis de todo ello se establecerá el mayor
grado de intensidad y crueldad connotativa.
• Con relación a los tratos inhumanos, degradantes o humillantes, la acción lesiva, en este caso,
mancilla la dignidad de una persona; es decir, menoscaba la condición humana de la víctima, creando
en ella sentimientos de temor, angustia e inferioridad, ello con el fin de envilecerla y quebrantar su
capacidad de natural resistencia física, psíquica o moral”.
• (bb) EXP. N.° 1429-2002-HC/TC LIMA JUAN ISLAS TRINIDAD Y OTROS SENTENCIA DE 19 DE
NOVIEMBRE DE 2002. “El reconocimiento de este derecho humano (integridad personal) excede su
dimensión estricta de derecho subjetivo y se proyecta, además, como un valor o principio
constitucional objetivo del derecho penitenciario, en cuanto principio de humanidad de las penas, tal
como lo establece el artículo 3° del Código de Ejecución Penal (Decreto Legislativo N.° 654)”.
B.3. Poder Judicial
• (aa) Corte Supremade Justicia Sala Penal Permanente. R.N. N°1276-05. Ayacucho.
Materia: Tortura y Otro. Sentencia de 15 de junio de 2005. “¨(...) la conducta típica
(de la tortura) consiste en que el sujeto activo-funcionario o servidor público o cualquier
persona, con el consentimiento o aquiesencia de aquél- ocasionar a otros dolores o
sufrimientos graves, sean físicos o mentales, o someterla a condiciones o métodos que
anulen su personalidad o disminuyan su capacidad física o mental, aunque no causen
dolor físico o aflicción psíquica –ello importa entender que se trata de un delito especial,
en cuya virtud la tortura no sólo implica una vulneración de la integridad moral sino un
abuso de poder y un quebrantamiento de las garantías legales y constitucionales de una
persona; e) que la tipicidad subjetiva, aparte del dolo, requiere la presencia de un
elemento subjetivo especial referido a la finalidad persguida por el sujeto activo con la
comisión de dichos actos: el agente debe realizar la conducta o comportamiento con la
finalidad de obtener de la víctima o de un tercero, una confesión o información, para
castigarla por cualquier hecho que haya cometido o se sospeche que ha cometido, o para
intimidaral o coaccionarla- fines vejataorios en sentido amplio; f) constituye
circunstancia agravante específica que se ocasione la muerte del agraviado o se le
causen lesiones graves, siempre que el agente haya podido prever tales resultados”.
• (bb) Expediente 43-02. Trigésimo Cuarto Juzgado Penal de Lima. Resolución de
fecha 29 de octubre de 2002: “(...) se advierte de los Certificados Médicos Legales (...)
que los procesados (los presuntos violadores) acusaron lesiones leves recientes en los
brazos y dorsos que habrían sido producidos por agente contundente duro, lo que haría
presumir que sus versiones preliminares (autoinculpatorias) no fueron espontáneas.”
• (cc) Sentencia de la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Haura-Huacho.
Exp. N° 00-1484(86), de 4 de noviembre de 2002: “(...) los procesados han actuado
conscientes del alcance de su nconducta, no solamente violando los derechos
fundamentales del torturado; sino concurriendo en su accionar el elemento de tipo
subjetivo concretado en la finalidad persguida de obtener de (la víctima) la información
del destino del dinero que éste había sustraído”.
B.4. Consejo Supremo de Justicia Militar
• C. Jurisprudencia internacional y nacional
sobre la amnistía y la prescripción
C.1. Corte Interamericana
• (aa) Sentencia de Fondo del Caso Barrios Altos vs. Perú de 14 de marzo de 2001
• […] son inadmisibles las disposiciones de amnistía, las disposiciones de prescripción y el
establecimiento de excluyentes de responsabilidad que pretendan impedir la investigación y
sanción de los responsables de las violaciones graves de los derechos humanos tales
como la tortura, las ejecuciones sumarias, extralegales o arbitrarias y las desapariciones
forzadas, todas ellas prohibidas por contravenir derechos inderogables reconocidos por el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos[;]
• (bb) Caso Barrios Altos vs. Perú (interpretación de la sentencia de fondo de 3 de
septiembre de 2001), parágrafo 18:
• “La promulgación de una ley manifiestamente contraria a las obligaciones asumidas por un
Estado parte en la Convención constituye per se una violación de ésta y genera
responsabilidad internacional del Estado. En consecuencia, la Corte considera que, dada la
naturaleza de la violación constituida por las leyes de amnistía No. 26479 y No. 26492, lo
resuelto en la sentencia de fondo en el caso Barrios Altos tiene efectos generales, y en
esos términos debe ser resuelto el interrogante formulado en la demanda de interpretación
presentada por la Comisión”.
C.1. Corte Interamericana
• (cc) Sentencia de Fondo del Caso Baldeón García vs. Perú, de fecha 6 de abril de 2006.
“201. Además, como la Corte lo ha señalado en su jursprudencia constante [ver Nota], ninguna
ley ni disposición de derecho interno –incluyendo leyes de amnistía y plazos de
prescripción- puede impedir a un Estado cumplir la orden de la Corte de investigar y
sancionar a los responsables de violaciones de derechos humanos. En particular las
disposiciones de amnistía, las reglas de prescripción y el establecimiento de excluyentes de
responsabilidad que pretendan impedir la investigación y sanción de los responsables de
las violaciones graves de los derechos humanos son inadmisibles, ya que dichas
viiolaciones contravienen derechos inderogables reconocidos por el Derecho Internacional
de los Derechos Humanos”.
Nota : en este párrafo, la Corte se cita a sí misma, mediante la nota 116, en los siguientes
casos : “Cf. Caso Blanco Romero y otros, supra nota 7, párr. 98 ; Caso Gómez Palomino,
supra nota 1, párr. 140 ; y Caso de la ‘Masacre de Mapiripán’, supra nota 1, párr. 304.”
C.2. Tribunal Constitucional
• “3. Como se aprecia, los hechos que son materia del proceso penal seguido contra el
recurrente forman parte de un conjunto de delitos atribuidos al autodenominado Grupo
Colina, todos ellos cometidos bajo una modalidad delictiva que ha motivado el rechazo y la
condena de la comunidad nacional e internacional. El Estado Peruano no puede tolerar la
impunidad de estos y otros graves crímenes y violaciones de los derechos humanos, tanto
por una obligación ética fundamental derivada del Estado de Derecho, como por el debido
cumplimiento de compromisos expresos contraídos por el Perú ante la comunidad
internacional. (...)
• 6. Es dentro de esta línea de principios que resulta plenamente válido y legítimo el
encausamiento penal del demandante, y su consecuente detención, ordenada por la Juez
penal demandada, por cuanto el propósito del
• demandante es impedir que se le procese en el fuero ordinario, habida
cuenta que la Corte Suprema de Justicia de la República dirimió
competencia a favor de la justicia militar, donde se dictó sentencia
contra sus coprocesados, pero reservándosele el juzgamiento a él por
su condición de reo ausente, siendo incluso ulteriormente beneficiado
con el corte de la secuela del proceso en aplicación de las leyes
de amnistía 26479 y 26492.
• Este tratamiento resulta incompatible con lo resuelto por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en su sentencia de fondo en el
caso denominado Barrios Altos, fallo que en virtud de la sentencia
interpretativa dictada por la Corte con fecha 3 de septiembre de 2001,
tornóse de alcance general, al ser aplicable a todos los casos de
violaciones de derechos humanos en los que se aplicaron las referidas
leyes de amnistía”.
• “[...] están fuera del plazo de vacatio sententiae los procesos
seguidos a militares por delitos contra los derechos humanos y,
en general, todos aquellos que pueden considerarse como de
lesa humanidad, toda vez que, por la materia, éstos no son
susceptibles de ser juzgados por los tribunales militares, cuya
nueva organización justifica esa vacatio sententiae; por que,
como se ha señalado en la STC N° 2488-2002-HC/TC, tienen
la naturaleza de imprescriptibles.” (Sentencia Genaro Villegas
Namuche del 18 de marzo del 2004).
C.3. Corte Suprema
• La CVR en el Tomo VII Informe Final señaló que la práctica de la tortura por parte de agentes estatales ha
sido durante mucho tiempo una grave preocupación nacional e internacional. En tal sentido señaló que la
Defensoría del Pueblo y numerosas instituciones defensoras de los derechos humanos dentro y fuera del
país se han pronunciado en el sentido que, pese a las frecuentes y reiteradas alegaciones de tortura y
otros tratos crueles, inhumanos o degradantes contra personas privadas de la libertad, no se inician
investigaciones administrativas o judiciales, ni se aplican sanciones contra los presuntos autores.
•
• Entre, los casos investigados por la CVR que implicaron actos relativos a tortura fueron:
•
• 1) Desapariciones, torturas y ejecuciones extrajudiciales en la base militar Los Cabitos (caso n.° 9, 1983-
1985). La CVR estableció que integrantes del Ejército acantonados en el cuartel 51, denominado Los
Cabitos, y miembros de la unidad de inteligencia conocida como La Casa Rosada (ambos establecidos en
Huamanga) ordenaron, permitieron o cometieron violaciones de los derechos humanos de la población
local, entre los años 1983 y 1984. Efectuaron detenciones arbitrarias, torturaron, concedieron libertad
selectiva, desaparecieron y ejecutaron por lo menos a 136 ciudadanos.
• 2) Tortura y ejecución extrajudicial de Jesús Oropeza. (caso n.° 13, 1984) La CVR logró determinar que el
ciudadano Jesús Manuel Oropeza Chonta, en su calidad de dirigente campesino, fue víctima de múltiples
violaciones de sus derechos fundamentales cometidas por agentes del Estado. Entre ellas se pueden
mencionar la detención arbitraria y desaparición forzada cometidas por efectivos policiales (ex Guardia
Civil) de Puquio (Lucanas, Ayacucho) a partir del 27 de julio de 1984, así como su posterior ejecución
extrajudicial ocurrida al día siguiente.
• 3) Violaciones de los Derechos Humanos en la Base Militar de Capaya (caso n.° 26,1987-1989). En
cumplimiento de su mandato, la CVR recibió información sobre graves violaciones de los derechos
humanos (entre ellas torturas) presuntamente perpetrados por miembros de la base militar de Capaya
(Apurímac) durante los años 1987, 1988 y 1989, en perjuicio de los pobladores de la zona, así como de las
personas que permanecían detenidas en esa dependencia militar.
• 4) Desapariciones y torturas en la Base Militar Los Laureles (caso n.° 43, 1990). En la provincia
huanuqueña de Leoncio Prado, la acción antisubversiva fue asumida por la autoridad militar del BCS 313
de Tingo María. Coincidentemente, a partir de 1984 comenzó a registrarse un incremento de las víctimas
de la violencia política. El número de los afectados a partir de la constitución del comando político militar
del Huallaga en 1989 fue mucho mayor entre ese año y 1993 el número de agraviados ascendió de
manera impresionante. Conforme a los testimonios recibidos por la CVR, los detenidos eran imputados de
pertenecer o haber colaborado con la subversión, por lo que eran víctimas de maltratos y en otros casos
atentados contra su vida.
• 5) La tortura y el asesinato de Rafael Salgado Castillo (caso n.° 67, 1992). Según la CVR existen
suficientes elementos que avalan la hipótesis planteada en los hechos denunciados, según la cual él sufrió
múltiples torturas durante su detención y que producto de ello, falleció en las oficinas de la Divise; y que la
autoría de este hecho es atribuible a los policías que condujeron al detenido a esta sede policial, lo
sometieron a interrogatorio y lo mantuvieron bajo su custodia.
• 6) La injusta incriminación y tratos crueles a Juan Mallea (caso n.° 69,1993). La CVR afirma que el
ciudadano Juan Alberto Mallea Tomailla fue víctima de múltiples violaciones de sus derechos humanos
perpetradas por agentes del Estado entre julio de 1993 y agosto de 1994. Mallea Tomailla fue injustamente
detenido, torturado, denunciado, procesado y recluido en prisión..
D.2. Hechos en sede policial
• Características de los casos de muerte, tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes atribuidos a
efectivos de la Policía Nacional.
• - Período comprendio: marzo de 1998-agosto de 2004.
• - Punto de partida: promulgación de la Ley N° 26926 que tipifica el delito de tortura, a fin de evaluar su
cumplimiento y y aplicación por parte de la Policía Nacional y los órganos que forman parte del sistema de
administración de justicia.
• Del total de casos investigados 41 (cuarenta y un), es decir el 9.4%, corresponden a muertes y 393
(trescientos noventa y tres), es decir el 90.6%, a presuntas torturas, tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Las víctimas principalmente son varones de bajos ingresos cuyas edades fluctúan entre los
22 y 40 años.
• Los actos de presunta tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes se manifestaron a través de
agresión física, agresión piscológica y violencia sexual.
• Las agresiones físicas se han presentado en el 97.7% de los casos, las agresiones psicológicas se
presentaron en el 22.6% de los casos de presunta tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes. Los
actos de violencia sexual se presentaron en el 13.7% de los casos de presunta tortura y tratos crueles,
inhumanos o degradantes.
• Con relación a los propósitos que subyacen a los actos de tortura se determinó que el 30.3% de los casos
de presunta tortura y tratos crueles inhumanos o degradantes habrían estado dirigidos a obtener una
confesión o información, el 31.3% de los casos habría tenido como propósito castigar a la víctima por un
hecho cometido o que se sospecha que fue cometido, el 14.5% de los casos se habrían realizado con el fin
de intimidar o coaccionar a la víctima. Finalmente en el 23.9% de los casos no se cuenta con la
información más precisa al respecto.
• (FUENTE: Afectaciones a la vida y presuntas torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes atribuídas
a efectivos de la Policía Nacional. Informe Defensorial N° 91. Abril de 2005.
D.3. Hechos en sede militar
E.1. Este delito concurre con frecuencia con otras tipificaciones delictivas,
tales como el delito de lesiones, con el que concurre idealmente, o el delito
de abuso de autoridad, con el que se produce un concurso aparente de
normas penales. En el primer caso, la imputación al presunto responsable
debe comprender tanto el delito de tortura como el de lesiones; mientras
que en el segundo caso, el delito de tortura absorve la conducta típica del
delito de abuso de autoridad, determinando que éste sea desplazado y no
resulte aplicable, por tratrase de un delito contra la daministración de
carácter residual. (Fuente: Informe Defensorial N° 91, p. 351. Afectaciones
a la vida y presuntas torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes
atribuidas a efectivos de la Policía Nacional).
• Comité contra la tortura de Naciones Unidas (CAT). Examen del Informe Presentado por el Estado
del Perú en el 36° Período de Sesiones del Comité (Mayo de 2006)
• Se reconocieron los avances significativos del Estado peruano, entre los que se senalaron la
disminución en el número de quejas contra la policía por actos de tortura y tratos crueles ante la
Defensoría del Pueblo, el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) así como su
Programa Integral de Reparaciones así como la suscripción de tratados internacionales sobre
DDHH.
• No obstante, al CAT le sigue preocupando que sigan registrándose quejas contra oficiales de la
policía nacional, las fuerzas armadas y el sistema penitenciario. Asimismo le preocupa que
continúen registrándose quejas de los reclutas prestando servicio militar en materia de tortura y
tratos crueles.
• Entre otras recomendaciones se estableció que:
• a) El Perú debe adoptar medidas eficaces para impedir la tortura en todo el territorio bajo su
jurisdicción.
• b) El Perú debe adoptar las medidas necesarias para apoyar la labor de la Defensoría.
• c) El Perú debe establecer un registro de todas las denuncias de personas víctimas de tortura.
• d) El Perú debe garantizar la pronta, imparcial y exhaustiva investigación de todas las alegaciones
de tortura.
• e) El Perú debe juzgar a los autores e imponer penas adecuadas a los culpables, eliminando así la
posibilidad de que cualquier acto de este tipo quede impune.
• f) El Perú debe implementar las recomendaciones de la CVR para eliminar las secuelas de violencia
y la impunidad del pasado. En materia de reparaciones el Estado Parte debe prestar la debida
atención a los aspectos de género y a los grupos más vulnerables, en especial a los miembros de
los pueblos indígenas, que sufrieron el mayor impacto.
• G. Conclusiones y Recomendaciones
1. El delito de tortura esta tipificado en el Código Penal
Peruano desde el año 1998.
2. El Perú es Estado Parte en diversos tratados que obligan a
sancionar dicho delito.
3. La amnistía y la prescripción no se aplica al delito de
tortura en tanto constituye una violación grave de los
derechos humanos. Existe jurisprudencia de la Corte
Interamericana, del Tribunal Constitucional así como
resoluciones en tal sentido del Poder Judicial y del
Ministerio Público.
• G. Conclusiones y
Recomendaciones(continuación).
4. Los actos de tortura, tratos o penas crueles,
inhumanos degradantes no son delitos de función
y deben ser juzgados por el Poder Judicia, de
conformidad con la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional y de la Corte Suprema.