SANTIAGO DE CHILE ALUMNO: HENRY LAYME QUISPE DOCENTE: ARQ. NORMA ALBARRACIN REYES CURSO: GESTION AMBIENTAL CONTAMINACION ATMOSFERICA SANTIAGO DE CHILE
En Chile, la gestión de la calidad del aire se inició hace
cincuenta años, principalmente con medidas de comando y control, como fue la dictación del Decreto 144 del Ministerio de Salud, en 1961. Dicho decreto estableció “normas para evitar emanaciones o contaminantes atmosféricos de cualquier naturaleza”, sin embargo, no estableció límites de concentraciones, dejando esta potestad al Ministerio de Salud. Posteriormente, en 1978, mediante la Resolución 1.215 del Ministerio de Salud, se definieron concentraciones máximas para algunos contaminantes, como dióxido de azufre, monóxido de carbono, ozono troposférico y partículas en suspensión, originándose así la primera norma de calidad del aire en el país. Calidad del Aire en 21 ciudades importantes
Por una parte, una proporción importante de los
contaminantes a los que está expuesta la población, no se originan directamente de las emisiones de cada fuente. En efecto, existen los contaminantes denominados primarios, producidos directamente por actividad humana, tales como partículas y gases generados por combustión o polvo en suspensión proveniente del tránsito de vehículos que levanta el polvo de las calles. Los principales desafíos para mejorar la calidad del aire del país están en el diseño y aplicación tanto de medidas correctivas como preventivas. Con relación a las primeras, la mayor prioridad la constituye la Región Metropolitana, tratando de reforzar y darle efectiva aplicación al Plan de Descontaminación; al igual que las medidas para la reducción de emisiones de CO 2 en varias ciudades del sur del país, originadas en el intenso uso de calefacción domiciliaria. Con relación a las medidas preventivas, el desafío es hacer planes preventivos para las ciudades intermedias, y además encarar con tiempo problemas emergentes, como la contaminación por ozono. Causas: Emisiones contaminantes
Las concentraciones de MP2,5 y MP10, S O 2 y N
O 2 se producen principalmente por emisiones directas de estos contaminantes a la atmósfera, ya sea de origen antropogénico o natural. En tanto, el O 3 se forma por acción de la radiación so - lar, mediante reacciones químicas entre compuestos orgánicos volátiles (COV), NOx y otros compuestos químicos presentes en la atmósfera (Jorquera, 2007). El MP2,5 también puede formarse por reacciones químicas entre contaminan - tes gaseosos precursores de material particulado, tales como S O x y N O x y otros compuestos atmosféricos. A este tipo de MP2,5 se le conoce como material particulado secundario. PRINCIPALES AGENTES CONTAMINANTES
Estudio midió por primera vez los gases con efecto
invernadero: transporte conforma el 80% del dióxido de carbono y autoridades incluirán medidas para reducirlo en nuevo plan de descontaminación.
Más de 177 mil estufas conforman el parque de
calefactores a leña de la Región Metropolitana. Por sí solos, estos artefactos emiten 2.186 toneladas anuales de material particulado contaminante fino (MP 2,5), el que más daña la salud humana porque penetra los alveolos pulmonares y llega al torrente sanguíneo llegando a provocar, incluso, la muerte. Contaminantes Criterio: Fuentes y Efectos Estado Actual de la calidad del Aire
La contaminación atmosférica de Santiago
supera en forma rutinaria las normas primarias de calidad del aire establecida para los diferentes contaminantesmuestra la frecuencia con que se superó en los años pasados la norma en Santiago, y para referencia, en otras ciudades contaminadas del mundo Regulación de Emisiones de Fuentes Estacionarias de la Región Metropolitana de Santiago
El 2 de marzo de 1992 se publica del Decreto Supremo Nº 4 del
Ministerio de Salud el cual establece normas para regular las emisiones de material particulado en la Región Metropolitana de Santiago por parte de las fuentes fijas o estacionarias. Este decreto deroga el Decreto Supremo Nº 31 del 7 de marzo de 1991. El Decreto Supremo Nº del Ministerio de Salud establece una norma general de emisión para las fuentes estacionarias existentes, grupales y puntuales, de la región. La norma fija una emisión máxima de 112 mg/m3 a partir del 31 de diciembre de 1992. Las fuentes nuevas, es decir, aquellas que se instalen con posterioridad a la dictación del decreto, deberán cumplir con la norma de 112 mg/m 3 en el caso de las fuentes puntuales y 56 mg/m 3 para las fuentes grupales no destinadas a la calefacción.