El documento describe varios procesos electrolíticos y químicos para separar el estaño del hierro en la hojalata. Estos procesos incluyen el uso de electrolitos ácidos o alcalinos, cloruros metálicos y cloro seco. El proceso más efectivo es la lixiviación por cloro seco a temperaturas controladas para disolver el estaño sin dañar el hierro.
El documento describe varios procesos electrolíticos y químicos para separar el estaño del hierro en la hojalata. Estos procesos incluyen el uso de electrolitos ácidos o alcalinos, cloruros metálicos y cloro seco. El proceso más efectivo es la lixiviación por cloro seco a temperaturas controladas para disolver el estaño sin dañar el hierro.
El documento describe varios procesos electrolíticos y químicos para separar el estaño del hierro en la hojalata. Estos procesos incluyen el uso de electrolitos ácidos o alcalinos, cloruros metálicos y cloro seco. El proceso más efectivo es la lixiviación por cloro seco a temperaturas controladas para disolver el estaño sin dañar el hierro.
Gutensonn trabajaba con un electrolito de acido sulfúrico al
10% calentado a 60º C. Formaba el ánodo con los paquetes de hojalata colocados en cestas de madera. Los cátodos estaban formados con chapas de cobre estañado. Las características de trabajo eran 240 A, 15 V que teóricamente deberían separa 4.15 kg. de estaño por hora, pero el rendimiento practico apenas llegaba al 45% por gastarse el resto de la corriente en trabajos de disolución del hierro y desprendimiento de hidrogeno, por lo que se obtenía un estaño bastante puro. En el proceso alcalino el electrolito es NaOH al 10%, lo demás permanece; ahora el estaño pasa a disolución como estannato sodio de formula SnO3Na2, muy soluble que se precipita en forma de metal sobre el cátodo. PROCESOS ELECTROLÍTICOS Un particular enemigo del rendimiento en corriente es la avidez de la lejía sodica del electrolito por el anhídrido carbónico atmosférico; al carbonatarse el NaOH pierde actividad de disolución y conductibilidad eléctrica, lo que impone renovar el electrolito con demasiada frecuencia para por caustificación eliminar el carbonato sodico formado y las impurezas disueltas en el ánodo; conviene remover con frecuencia el electrolito para que el ánodo solo ceda iones estannosos. La temperatura de trabajo se centra en los 70º C con una densidad anódica de 18 A/m2 y 100 A/m2 en la región catódica, con lo que si el electrolito contiene un 10% de álcalis libre, el rendimiento en corriente anódica se sitúa en el 94-95%, si repentinamente cesa la electrolisis, desaparecen los iones estannosos y se manifiesta de inmediato una elevación de la tensión en bornes de 0.7-1.2 V. PROCESOS ELECTROLÍTICOS La retracción del rendimiento eléctrico demuestra que el trabajo anódico se centra principalmente sobre el hierro; este se vuelve pasivo y desprende oxigeno, lo que rebaja el rendimiento en corriente. El color del residuo anódico no es determinante ni indicativo sobre el grado de lixiviación del Sn; si con un contenido de 0.28% de Sn es de color gris azulado y con un 0.02% de Sn rojizo, ya con un 0.08% muestra eflorescencia rojiza. Por otra parte, si el electrolito está total o parcialmente carbonatado o la agitación es poco vigorosa, el grado de desestañado disminuye, pero la tensión en bornas aumenta y el rendimiento en corriente disminuye. PROCESOS ELECTROLÍTICOS El porcentaje de Sn en el electrolito no debe ser superior al 2.34%; en caso contrario la saturación dificulta el ataque anódico y como consecuencia puede formarse ácido meta estánnico hidratado insoluble – no recuperable – que se pierde en los lodos anódicos. El proceso alcalino más rápido y económico que el acido exige mucha vigilancia; sobre el método al electrolito acido produce un residuo de acero de mucha aceptación en las acerías, en tanto que el residuo anódico del proceso que trabaja con electrolito acido solo puede usarse para la obtención de sulfato ferroso. El proceso ácido tiene la ventaja de que el estaño pasa a la solución como ion estannoso, con lo que teóricamente con la misma cantidad de culombios debe separarse doble cantidad de estaño metálico. PROCESOS QUÍMICOS POR VÍA HÚMEDA Goldsch-Midt demostró que al disolver el Sn mediante ácidos se disuelve también Fe, de difícil y costosa separación. Los álcalis solos o adicionados de agentes oxidantes no atacan al Fe, pero tampoco eliminan completamente al Sn, con lo que el acero de la chapa tampoco puede utilizarse industrialmente. Schulze trata la hojalata con solución de cloruro estánnico; este disuelve estaño metálico para reducirse a sal estannosa: PROCESOS QUÍMICOS POR VÍA HÚMEDA
Pasa vapor de agua, con lo que precipita oxicloruro
estannoso y regenera el cloruro estánnico, que vuelve al ciclo:
Se filtra el ClSnOH separado y se le transforma en
oxido estánnico SnO2 por oxidación al rojo en presencia de aire con desprendimiento de cloro, PROCESOS QUÍMICOS POR VÍA HÚMEDA
También se emplea el cloruro ferrico
como disolvente, pues si Cl3Fe está presente en exceso, el estaño se oxida y el hierro se reduce:
Cuando todo el cloruro ferrico se ha
oxidado formando cloruro estánnico, este se reduce con el estaño en exceso presente y pasa a cloruro estannoso. Con vapor de agua se transforma en cloruro básico estannoso y por posterior calcinado se obtiene oxido estánnico y se recupera cloro necesario para regenerar el cloruro ferrico por oxidación del Cl2Fe:
Reinecken-Ponsgenykopp trata los residuos
de hojalata en unos tambores rotativos con PbO y vapor de agua, con lo que consigue – en presencia de la lejía de sosa previamente añadida – formar estannato sódico SnO3Na23H2O y separar plomo metal. LIXIVIACIÓN POR CLORO Propuesto por Higgins y perfeccionado por Parmelee, Lambotte Goldsmitd y Weber. Winteler obtiene cloruro estánnico haciendo obrar cloro seco sobre la hojalata en recortes a una temperatura controlada de 40-50ºC, puesto que en este intervalo de temperatura el cloro no ataca al hierro; para que esto suceda es necesario que la temperatura en el reactor de lixiviación supere los 100º C; si por un descuido se forma cloruro ferrico, se dirá en términos metalúrgicos que la “lata se ha quemado”; hay que tomar en consideración que la reacción: LIXIVIACIÓN POR CLORO El punto crítico se centra en la entrada del cloro en el reactor; por la gran densidad especifica de los moles de cloro presentes, ávidos de reaccionar, puede formarse una ligera capa de cloruro férrico anhidro, cristalino, que por su higroscopicidad absorbe la humedad del recinto y desde este momento la disolución del hierro en forma de tricloruro de hierro puede manifestarse con una velocidad tremenda en toda la chapa; este problema fue resuelto por Weber J. refrigerando intensamente el reactor, con lo que mejoraba el proceso y obtenía agua caliente para el lavado de la lata recuperada. LIXIVIACIÓN POR CLORO La técnica de la recuperación del estaño de la hojalata se centra en la propiedad del cloro seco de atacar fácilmente al estaño y respetar el hierro soporte siempre que el reactor no exista humedad; económicamente no puede ser viable si no se dispone de cantidades suficientes de cloro seco barato y con este proceso en una sola operación se obtienen simultáneamente los dos componentes de la hojalata.