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El Problema

Antropológico
Es el estudio del hombre en sí mismo y de su naturaleza humana, toma al hombre
como objeto así como sujeto del conocimiento filosófico de tal manera que el mismo
hombre pueda encontrar su identidad personal y autoconocimiento, pues es el
único ser que necesita comprenderse a sí mismo para saber quién es, quién quiere
ser y qué puede hacer.

Busca comprender la verdad del conocimiento de la persona y al hombre como un


ser que vive y sabe que vive.
EL PROBLEMA ANTROPOLÓGICO

El hombre se ha planteado y seguirá formulándose infinidad de problemas. Algunos de ellos son de


carácter científico, otros no.
Varios se refieren al ser humano, otros a los demás seres. Muchos son auténticos problemas, otros tan
sólo son aparentes. He aquí algunos ejemplos de las miles y miles de cuestiones que se ha propuesto el ser
humano:

♦ ¿Qué es la materia y cuáles son sus últimos constitutivos?


♦ ¿Qué es un ecosistema y cómo se debe preservar?
♦ ¿Qué son el espacio y el tiempo?
♦ ¿Cuál es la velocidad de la luz?
♦ ¿Cuál es la organización política más adecuada?
♦ ¿Qué es el ser humano, cuál es su origen y cuál es su destino?
La antropología filosófica, es la encargada de asumir la problemática especifica del hombre, se basa en el
conocer el verdadero significado de la existencia humana, y por ello es un problema ligado al hombre, no se
pregunta por el, el problema se presenta.

El hombre se encuentra en crisis existencial debido a la falta de identidad dada por la indiferencia y falta de
amor hacia el otro. La vida que lleva el hombre es problemática debido a los procesos de deshumanización
causados por el enfoque individualista de la modernidad. La angustia existencial crea la necesidad de una
reflexión urgente acerca de qué significa ser hombre.

Sin embargo el hombre para conectarse con el otro debe contar con un amor activo hacia los demás, que
permite la realización del individuo, sustituyendo así el esquema individualista por uno colectivista.
1. Dificultades de los Problemas Específicos de la Antropología Filosófica: El Problema del
Hombre y la Estructura del Mundo

Teniendo en cuenta la definición etimológica de la palabra physis, podemos decir


que el sentido más propio de naturaleza es el de origen y producción de las cosas en
general. La observación de la naturaleza y la búsqueda de su fundamento o sustento
último fue el primer motivo de la reflexión filosófica. “Entre estos problemas había dos
fundamentales: el del material bruto de la naturaleza, es decir, el problema de saber de
qué hecha la naturaleza, y el de la estructura general de la naturaleza” La naturaleza, así
entendida, se convierte en el arjé de las cosas. Así, el problema de la naturaleza se
reducía al problema:

¿Cuál es el principio fundamental (arjé) de donde proceden todas las cosas


cuando empiezan a existir y a dónde regresan cuando se disuelven?
La filosofía física o de la naturaleza, surgió en la ciudad de Mileto, en Jonia3, propone
como principio fundamental de las cosas un elemento observable, por ello estas
interpretaciones se pueden considerar como físicas.

Entre sus representantes destacan: Tales de Mileto, considerado como el iniciador de


la filosofía por haber sido el primero que, al preguntarse sobre el origen y principio de las
cosas, comprendió, de manera objetiva, el problema con el cual daría comienzo la actitud
filosófica que busca explicaciones racionales. Preocupándose por encontrar el elemento del
cual proceden todas las cosas
cuando dejan de ser lo que son, lo que lo llevó a afirmar: el agua es el principio de
todas las cosas.

El agua es la sustancia primordial, es decir, el elemento primario de todas las cosas,


porque sus observaciones lo llevaron a concluir que toda manifestación vital se da en
ambiente de humedad y que todas las cosas son húmedas por naturaleza (Chávez Calderón,
1998).
Otro de los filósofos fue Anaxímenes (h. 588-524 a. C.) que vivió también en Mileto y vio en
el aire el principio fundamental de todas las cosas.

Estos temas se estudiaron a lo largo de toda la historia de la filosofía, y forman parte del núcleo de
los problemas ontológicos, y específicamente del que nos ocupa aquí. Con el desarrollo ulterior de la
filosofía, la atención de los filósofos se dirigió tanto hacia la naturaleza corpórea, que percibimos
mediante los sentidos, como hacia la naturaleza mental, que percibimos mediante el pensamiento.

Actualmente el problema del arjé reside en saber si existen ambas naturalezas, corpórea y mental,
o si existe tan sólo una de ellas. “En una palabra, el problema de la sustancia toma la forma del
problema del alma y el cuerpo” .

¿No será que el hombre, además de poseer un cuerpo material, está constituido por otra realidad,
no de carácter material, y que es en esta realidad donde se originan esas actividades superiores que
llamamos: razón, voluntad, sentimiento, instintos?
¿Qué es la mente?
¿Será acaso que poseemos un alma incorpórea?
Nuestro pensamiento, ¿sólo es un aspecto de la materia física, entendido como una consecuencia
de la estimulación neuronal del cerebro?
¿Podemos estar seguros de que los demás individuos que nos rodean no son robots sofisticados?
¿Podemos estar seguros que los demás seres que nos rodean poseen también una mente?
2. Relaciones y Diferencias entre la Filosofía de la Mente y la Psicología

Nigel Warburton (2000) ha señalado que la filosofía de la mente, una


rama auxiliar de la antropología filosófica, y la psicología son dos cosas
diferentes, pero intrínsecamente relacionadas. Mientras que “la psicología
se ocupa del estudio científico de la conducta y del pensamiento de los
seres humanos”, apoyándose en la observación experimental; “la filosofía
de la mente, que no es experimental ni implica ninguna observación
científica, se ocupa del análisis de los conceptos.”
Un neuropsicólogo que investigue el pensamiento humano tendrá que
indagar en las pautas de estimulación nerviosa del cerebro. Un filósofo
de la mente se formulará preguntas conceptuales más básicas; por
ejemplo, si la actividad nerviosa equivale a pensar, o si existe en
nuestro concepto de pensamiento algo que impida reducirlo a un
fenómeno físico. Dicho de la manera tradicional, ¿se distingue en algo
el cuerpo y la mente? (Warburton, 2000).
3. Principales Posiciones ante el Problema de la Mente y el
Cuerpo

Cuando hablamos de nosotros y del entorno que nos rodea, debemos


distinguir entre los aspectos físicos, como los pies, los brazos, el cerebro, una taza
de café, la casa que habitamos, la institución donde laboramos o estudiamos,
etcétera; y los aspectos mentales, como el pensamiento, la capacidad de decidir, la
imaginación, los sentimientos, el conocimiento, etcétera.

¿Esta división entre un aspecto físico y uno mental es real o, por el contrario,
representa sólo un modo de expresar lo que somos nosotros mismos?

La correlación entre estos dos aspectos del ser humano esboza el llamado
problema de la mente y el cuerpo. A pesar de la importancia del tema, su
planteamiento no ha servido para conseguir unanimidad en su tratamiento.
Las tradiciones religiosas, filosóficas y científicas a lo largo de toda la historia de la
humanidad han intentado descifrar la complejidad del ser humano, su aparente dualidad
corporal y espiritual, mental y biológica, sin lograr hasta nuestros días una solución definitiva y
universal.
Con ello se ha generado un conjunto de concepciones sobre el hombre múltiples y
variadas.
Los que consideran que el cuerpo y la mente que todos poseemos son dos cosas diferentes
se llaman dualistas, mayoritariamente de carácter espiritualista o idealista, y los que suponen
que la mente es lo mismo que el cuerpo físico, es decir, que somos sólo carne y huesos, sin una
sustancia mental diferenciada, reciben el nombre de ficistas, de corte materialista
ymonista (Warburton, 2000).

Siguiendo en lo sucesivo, y en parte, a Baigorri et al (1998), estos sistemas de


pensamiento afirman que el hombre es una única realidad, casi siempre de carácter material, y
acostumbran representarse el problema empleando expresiones como: mente y cerebro, o
mente y cuerpo.
3.a El Dualismo Antropológico
El dualismo, de origen espiritualista o idealista, ha representado en la historia de la filosofía
occidental aquella teoría de acuerdo con la cual el universo se revela sólo como una totalidad
formada por dos sustancias contrarias y entre sí irreductibles.
El DUALISMO es la corriente cuya principal tesis afirma que tanto los aspectos espirituales,
como los materiales, es decir, tanto las almas como los cuerpos, existen (Ajdukiewicz,
1994)

Además, los sistemas dualistas de pensamiento antropológico creen que la mente no es una sustancia
física, por lo que niegan las propiedades y las actividades biológicas del ser humano, o por lo menos su
autonomía, reduciéndolas al control y poder de la mente o del espíritu.
“Un dualista típico sostendrá que el cuerpo y la mente son sustancias distintas aunque relacionadas
entre sí” (Warburton, 2000). Una cosa serán los procesos mentales y otra muy distinta serán los procesos
físicos.
“La mayoría de los seres humanos acepta el dualismo del cuerpo y la mente, especialmente
aquellos que creen en la posibilidad de sobrevivir a la materia en un mundo espiritual, o de
reencarnarse en otro cuerpo” (Warburton, 2000). Las concepciones dualistas parten del presupuesto
de que el hombre o bien ha sido creado por la divinidad, o está compuesto de cuerpo y alma, o
incluso ambas cosas. Entendiéndose por alma al espíritu, la mente o la razón, y se le ve como algo
divino o algo superior al mismo hombre.
De acuerdo con esto, los cuerpos son el fundamento de todos los fenómenos físicos, ellos
son capaces de moverse, de cambiar de forma, de poder conducir la electricidad, etcétera,
pero los cuerpos no pueden pensar, no pueden sentir, ni sufrir, ni experimentar la alegría.
Estos últimos fenómenos sólo los podemos conocer a través de una experiencia interior, por lo
que se requiere otra cosa que le sirva de sustento: ella es el alma, que es capaz de sentir, pensar,
alegrarse, de sufrir, etcétera.

Las enunciaciones del periodo mítico-religioso se expresan a partir de lo dicho por el dios o los
dioses crea-dores del hombre a sus delegados aquí en la tierra. Creado de diferentes maneras
materiales, según la mitología o religión a la cual se refiera, el hombre es visto siempre, salvo en
algunas religiones como la grecolatina, como un ser inferior a la divinidad. Una idea que estipula
que todas las acciones del hombre se encuentran encaminadas a buscar la armonía con la divinidad.
El hombre es una naturaleza o una esencia compuesta de cuerpo y
alma, unidos sustancialmente.

El alma es la forma sustancial porque ella informa al cuer-po, el cual funciona


como materia prima. Y por ser forma, es también el acto respecto del cuerpo, el
cual, en esta unión, es el aspecto potencial.

Así mismo, es el principio inmanente a toda materia organizada como una


realidad viviente; de aquí que el alma es una naturaleza-formal, entendida como
la determinación específica de la materia que tiene la capacidad de organizarse,
de existir como vida.
Es que el conocimiento del hombre a lo largo de su existencia no se a conocido en su
exactitud .

Ahora somos distintos de los hombre de los 80 pero este cambio de cultura que
generamos entre nosotros que es?,
y si cambiamos tan rápido de cultura no dejaríamos de ser hombre? O cuando
llegaremos a hacer verdaderos hombres? si pensamos que estamos en la Grecia de
Platón no seriamos hombres por ello se piensa que el llegar ala felicidad no es lo
importante...

Que es lo que tendríamos que ser para ser nosotros mismos? Nosotros cambiaremos
año tras año en el modo de enfrentar la vida pero no dejaremos de ser nosotros
mismo sin saber que somos...
FIN

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