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DESARROLLO EMOCIONAL EN EL

ADOLESCENTE
"El desarrollo emocional comienza en el
momento de la concepción".
al psicoterapeuta Enrique Blay,
El plástico cerebro del bebe intrauterino va siendo influido por
las vivencias y las emociones de su madre.

¿Existe en el bebé intraútero una vivencia emocional? Sí. El bebé intrauterino


tiene grandes capacidades perceptivas, puesto que sus mecanismos de
interpretación transforman toda la información en sentimiento, se traduce en
emociones. El ser humano, desde que es concebido y hasta los dos años de
edad, se rige por la Percepción Emocional.

¿Existen evidencias científicas de ello?


Respecto a las capacidades perceptivas del bebé intrauterino, hay dos canales
de percepción bien investigados: El primero es el inherente a los órganos de
los sentidos que se van desarrollando a lo largo de la gestación: vista, gusto,
tacto, olfato y oído. En concreto la capacidad auditiva del bebé intrauterino se
ha mostrado intensa. No solo respecto a los sonidos internos de la madre,
incluida su propia voz, si no también respecto a los sonidos externos.
La primera infancia, desde el La segunda infancia, comprendida
nacimiento hasta los 2 años de edad desde los 2 años hasta 4 años madura
La tercera etapa de la infancia, desde La cuarta y última etapa de la infancia,
los 5 a los 7 años de los 8 a los 10 años

"La infancia es la fase creadora por


excelencia.
Yo siempre quise ser niño"
TEORÍAS DE LA EMOCIÓN
TEORÍAS PRINCIPALES:

• Estas teorías se basan en la fisiología, las cogniciones y la interacción de


factores físicos y mentales:

– Teoría de James (1884) y Lange (1885).


– Teoría de Cannon (1927) y Bard (1938).
– Teoría de los dos factores (SchachterSinger,
1962).
TEORÍA DE JAMES (1884) Y LANGE (1885):

Ambos autores sugieren que basamos nuestra experiencia de la


emoción en la conciencia de las respuestas fisiológicas o sensaciones
físicas a los estímulos que provocan la emoción, tales como el aumento
de nuestro ritmo cardíaco y los espasmos musculares
TEORÍA DE CANNON (1927) Y BARD (1938):

Estos autores destacan que las emociones están formadas


tanto por nuestras respuestas fisiológicas como por la
experiencia subjetiva de la emoción ante un estímulo.
Todas las reacciones físicas son iguales para diferentes
emociones, en base (únicamente) a las señales fisiológicas
no podríamos distinguir una emoción de otra.
TEORÍA DE SCHACTER - SINGER
(1962):

– Esta teoría mantiene que las emociones son debidas a la


evaluación cognitiva de un acontecimiento, pero también a las
respuestas corporales. La persona nota los cambios fisiológicos,
advierte lo que ocurre a su alrededor y denomina sus emociones de
acuerdo a ambos tipos de observaciones.
Teoría de Schachter y Singer

Mantiene que las emociones son debidas a la evaluación cognitiva de un


acontecimiento, pero también a las respuestas corporales: la persona nota
los cambios fisiológicos, advierte lo que ocurre a su alrededor y denomina
sus emociones de acuerdo con ambos tipos de observaciones. El niño al
nacer no posee emociones diferenciadas, estas se van definiendo a lo
largo del proceso de maduración. Las emociones pueden considerarse
como pautas de conductas innatas relacionadas con los instintos, pero se
distinguen de ello en que no son tan rígidas y que varían de un individuo a
otro, de acuerdo a las experiencias propias.

La primera teoría explica las emociones únicamente desde la


fisiología, la segunda desde las cogniciones y la tercera basa su
teoría en la interacción de ambas (factores fisiológicos y factores
cognitivos).
Según Zajonc (1980, 1984) nuestras emociones pueden ser más rápidas que
nuestras interpretaciones de una situación, lo cuál implica que:
– sentimos algunas emociones antes de pensarlas y que,
– algunas vías nerviosas implicadas en la emoción no pasan por las áreas
corticales vinculadas al pensamiento.

Según Lazarus sociólogo frances (1981,1998) la


valoración e identificación de los acontecimientos también
determinan nuestras respuestas emocionales
¿QUÉ ES LA EMOCIÓN?:
– Se considera emoción la respuesta de todo
organismo que implique: una excitación
fisiológica; conductas expresivas y una
experiencia consciente.
– Reacción subjetiva al ambiente acompañada de
respuesta neuronal y hormonal; se consideran
reacciones de tipo adaptativo que afectan a
nuestra manera de ser.
– Reacción subjetiva al ambiente acompañada de
cambios orgánicos, de origen innato influidos por
la experiencia.
– Función adaptativa de nuestro organismo a lo
que nos rodea.
– En el ser humano, la experiencia de una
emoción involucra un conjunto de cogniciones,
actitudes y creencias sobre el mundo, que utiliza
para valorar una situación concreta e influyen en
el modo en el que se percibe dicha situación.
DIMENSIONES DE LA EMOCION

la fisiología, a su expresividad y al análisis cognitivo,


dichos aspectos son los componentes de la
emoción.

EXPRESIÓN DE LA EMOCIÓN

Habitualmente interpretamos las


emociones de las personas interpretando
sus expresiones corporales, su tono de
voz y su rostro.
El concepto que cada individuo tenga de su (autoestima) también juega un
papel muy importante en el desarrollo emocional de una persona
Los niños son cada vez más conscientes de sus emociones a medida que
crecen. Van quedando atrás los miedos infantiles (aunque algunos los
arrastrarán hasta la vida adulta)

Entre la inmadurez de la niñez y la deseable madurez de la edad adulta se


encuentra la adolescencia, etapa breve, maravillosa y crucial para el
desarrollo del ser humano. Pero muchos padres temen la llegada de sus hijos
a la adolescencia y esperan, atemorizados, empezar a sufrir.
Los adolescentes en algún momento se han sentido tan
tristes que han llorado y han deseado alejarse de todo y
de todos.

Algunos piensan que la vida no merece la pena


vivirla. Estos frecuentes sentimientos pueden dar
lugar a un estado depresivo que puede no ser
evidente para los demás.
Las ingestas alimenticias excesivas, la somnolencia y las
preocupaciones excesivas sobre su apariencia física pueden
ser también signos de malestar o disconfort emocional.
De forma más obvia, pueden aparecer fobias y ataques de
pánico. Los estudios recientes han demostrado que los
problemas emocionales del adolescente no suelen ser
reconocidos ni siquiera por sus familiares o amigos.
El amor sólo comienza a desarrollarse

cuando amamos a quienes no

necesitamos

para nuestros fines personales.

E. Fromm

Los sentimientos fluyen en el adolescente con una fuerza y una variabilidad


extraordinarias. La adolescencia es la edad de los grandes ánimos y de los
grandes desánimos, de los grandes ideales y de los grandes escepticismos.
Una etapa en la que emerge quizá una imagen propia inflexible y
contradictoria, con frecuentes dudas y largas y difíciles batallas interiores.
Muchos experimentan, por ejemplo, una amarga sensación de
rebeldía por no poder controlar sus propios sentimientos. Se
sienten tristes y desalentados, o incluso resentidos y culpables,
quizá porque son demasiado perfeccionistas e inquisitivos, y
quieren verlo todo con una claridad que la vida no siempre puede
dar.

A esa edad hay muchas cosas que ordenar dentro de uno


mismo. Hay quizá muchos proyectos y, con los proyectos,
desilusiones e inseguridades. Y no hay siempre una lógica y
un orden claros en su cabeza. Se mezclan muchos
sentimientos que pugnan por salir a la superficie.
Y en medio de esa amalgama de sentimientos, algunos de ellos
opuestos entre sí, va cristalizando el estilo emocional del adolescente.
Día a día irá consolidando un modo propio de abordar los problemas
afectivos, una manera de interpretarlos que tendrá su sello personal, y
que con el tiempo constituirá una parte muy importante de su carácter.

Como ha escrito José Antonio Marina, nunca podemos estar


seguros de lo que otra persona ve. Aunque sigamos con atención
su mirada, no podemos adivinar el paisaje que está viendo.
Ambos podemos estar viendo aparentemente lo mismo, pero
ignoramos el nivel donde está instalada la percepción del otro.
Una correcta relación con uno mismo
Una personalidad psicológicamente sana precisa en primer lugar un buen
conocimiento propio y un equilibrado aprecio hacia sí mismo.

No puede amar a otro el que a sí mismo no se ama, ni amarse a sí mismo el que no


se conoce, decía Quevedo.

Es preciso cultivar un ponderado sentimiento de valía personal, de lo que con mayor


o menor fortuna muchos denominan autoestima.
Quizá la palabra autoestima no sea un muy afortunada, pero no es fácil
encontrar otra mejor. Conviene resaltar que no se trata de amor propio, en su
acepción castellana más común, de orgullo altivo o arrogante; ni se trata
tampoco de narcisismo ni de nada parecido. La autoestima se refiere a un
sano y equilibrado sentimiento de aprecio y estimación por uno mismo.

Igual que toda persona


siente una inevitable necesidad
de estimación ajena,
tiene también necesidad de
una cierta estimación de sí misma

Es preciso apreciarse a uno mismo en la globalidad de la persona. Si sólo


admitimos nuestras características más positivas, o si sólo nos fijamos en las
negativas, en ambos casos nuestra autoestima será frágil y quebradiza.
Sentimientos de inferioridad

En unos casos, esos defectos son de tipo físico o estético.


En otros, se basan en supuestas carencias relacionadas con
dotes personales de otro tipo: capacidad intelectual, sentido
práctico, memoria, nivel de estudios o de educación, dominio
de los convencionalismos sociales o de las relaciones
humanas, etc. Otras veces no se trata propiamente de un
defecto, sino de un sentimiento de vergüenza o de
retraimiento por el origen, el pasado, el entorno familiar, la
extracción social, etc.

En el caso de un escolar, por ejemplo, puede llevarle a


extenuarse por sacar muy buenas notas, o por destacar en
fortaleza física o en los deportes, o bien a mostrarse crítico o
agresivo, o a intentar mostrarse más atrevido o desinhibido
que nadie en materia sexual. Es algo que sucede más de lo
que parece, y que es relativamente fácil reconducir si un
buen educador lo sabe abordar.
Considerar su situación más desde el lado bueno que desde el
malo. Se habituó a fijarse más en sus satisfacciones que en sus
privaciones.

La aflicción que nos causa


lo que no tenemos
proviene de nuestra poca gratitud
por lo que tenemos

Las épocas más proclives para esas impresiones son el final


de la infancia y todo el periodo de la adolescencia. Por eso es
importante en esas edades ayudarles a ser personas seguras y
con confianza en sí mismas.
Autoestima y estados de ánimo

Cuando alguien se encuentra desanimado, se ve peor a sí


mismo, y eso suele llevarle a un menor aprecio hacia sí
mismo. Y viceversa.

Autoestima y estado de ánimo


suelen ascender o descender
de modo paralelo

Una autoestima demasiado baja suele generar actitudes


de desánimo, de no atreverse, de desarrollar poco las
propias capacidades, de ver como inasequible lo que no
lo es. Con esa actitud, es fácil que la derrota venga dada
de antemano, antes de entrar en batalla, por esa
injustificada infravaloración de uno mismo.
A medida que una persona va madurando y adquiriendo
solidez, su nivel de autoestima se irá haciendo más estable,
gracias a un mejor conocimiento propio y a poseer criterios
más sólidos a la hora de encontrar motivos de propia
estimación. Ya no es tan fácil que una opinión favorable o
desfavorable, un sencillo acierto o error, o una buena o mala
noticia, ocasionen fuertes oscilaciones en su estado de
ánimo o su autoestima.

influye mucho el modelo de vida a que uno aspira,


hay una constante comprobación de que si los modelos de
éxito se reducen a sólo una parte de la vida y no a su
conjunto, al final no se quedan satisfechos de esos éxitos ni
siquiera los pocos que llegan a conseguirlos.
Autoestima y afán por mejorar

El hombre puede y debe aspirar a mejorar cada día a lo largo de su vida.


Y una buena forma
de progresar en autoestima
es avanzar en la propia mejora personal.

Las emociones son los sentimientos subjetivos y experiencias


individuales, la autoestima es la dimensión global mediante lo cual se
evalúa el yo y se clasifica en: Autoestima positiva y negativa. En la
primera el adolescente logra aceptarse tal cual como es mientras que en
la segunda sucede todo lo contrario, es decir, no logra aceptarse así
mismo.

Es importante que los adolescentes mantengan una autoestima


establemente positiva porque de ser lo contrario puede traer como
consecuencia el suicidio, la depresión y la delincuencia.
EXPERIENCIA DE LA EMOCIÓN

La felicidad:

• Vinculada a estados de ánimo positivos y buen estado de la


salud.

• A pesar de su corta duración, algunos investigadores han


hallado factores vinculados a la felicidad: (adaptado de Myers
1993, 2000, 2006):
– Una elevada autoestima;
– Tendencia al optimismo;
– Un grupo social de apoyo;
– Disponer de trabajo y tiempo libre;
– Tener una fe religiosa importante;
– Dormir bien y hacer ejercicios físicos.
LA EMOCION SE MANIFIESTA EN LA CONDUCTA QUE ES:

Manera que tiene de reaccionar un organismo


cuando ocurre alguna alteración en su medio
ambiente que le afecta, o dentro de su organismo.

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