Bachimba La esencia de los hechos mediante el símbolo
• La imaginación como facultad no para conocer, sino para
entender el pasado. • Verdad literaria sobre verdad histórica. La esencia de los hechos mediante el símbolo • Hay obras que se separan del mito, pero también hay otra novelística compuesta por obras que narran la búsqueda, a través de la historia, de un ser o una esencia que se hallen simultáneamente dentro y más allá de nuestra historicidad. • La novela, el cine y la pintura de la Revolución mexicana, han creado todo un sistema mitológico con referentes históricos y una multiplicidad de variantes. • Polémica entre la llamada "literatura viril" y la "literatura afeminada“. La esencia de los hechos mediante el símbolo • La mejor interpretación es la que logra integrar el mayor número de elementos textuales. • Bildungsroman o novela de formación de la identidad, novela de aprendizaje en que el o los ritos iniciáticos desempeñan un papel preponderante. • El héroe es quien crece. • En este caso crece junto con un concepto de nación. La diégesis • En general podemos decir que la obra trata de los acontecimientos entre las expresiones “aún no eres un hombre” y “ahora soy un hombre”. • Álvaro de trece años abandonado por su padre y acogido por la guerra llega a ser teniente. • Es heredero de una serie de ideas políticas al respecto de la revolución, no se identifica con ninguna. La diégesis • La cinta roja es el símbolo realmente significativo para la historia de su cambio. • Abasolo, la percepción de los otros. • “Vivan los colorados” y no “viva Orozco” • Historia sobre el desencanto de la Revolución y el deteriorado estado social . • El crecimiento del hombre como el de la nación no tiene un sentido claro. Se llevaron el cañón para Bachimba ¡Ah, qué alegría! Yo soy un hombre completo desde hace mucho tiempo. Yo sé luchar, yo sé resistir, yo sé perder. Yo tengo ya las enseñanzas de una vida y un propósito muy alto para el futuro. Vencido, solitario, extraviado, no me he rendido ni me rendiré. Adonde quiera que vaya, alto o bajo, tengo ya una finalidad que seguir, una lección que obedecer, un sentimiento íntimo que practicar… ¡Hay que sacudir el polvo y hacer latir de nuevo el corazón, erguir el cuerpo y marchar por la vereda angosta pisando con firmeza, a pasos acompasados como en un desfile, alegre y seguro de sí mismo, como todo un hombre! Aspiré la alegría de la montaña y tuve ganas de cantar, como el viento, como el bosque… ¡Libre, eterno, feliz! Y deje ir la voz, repitiendo muchas veces mientras marchaba a taconazos: ¡Lunes y martes y miércoles, tres! ¡Jueves y viernes y sábado, seis! ¡LUNES Y MARTES Y MIERCOLES, TRES! ¡JUEVES Y VIERNES Y SABADO, SEIS!...