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Trabajo Colaborativo
Alumna: Diana Vanessa Sánchez
Tema: El arte Griego en sus tres épocas
Época Arcaica
(siglos VII y VI a. C.), en la decoración pictórica de la cerámica se
caracteriza por las figuras negras.
El arte de la Grecia
arcaica (VIII-VI a.C.)
adas del cuerpo humano adaptadas a la forma cilíndrica del tronco de un árbol. Fueron
sustituyéndose por figuras talladas en mármol (especialmente prestigiosa fue la cantera
del Pentélico) y las fundiciones de bronce. Dada la posibilidad de reutilizar este material tan
caro, han sido muy pocas las
que se han conservado. De mucho menor coste eran las figurillas de terracota, que se
producían a escala industrial, mediante molde
Además de las posibilidades texturales que ofrecen los distintos materiales y técnicas de
acabado, aprovechadas de forma limitada en la época arcaica, fue la policromía aplicada
sobre las esculturas la que las dotó de luminosidad y sensación de vida.
Los antiguos griegos no hubieran concebido que una escultura se dejase sin pintar, la
considerarían imperfecta o inconclusa. Incluso la inevitable pérdida de los colores por el paso
del tiempo, que el gusto romántico considera un incremento del interés estético, era
considerada como un deterioro esenciales.
Cerámica y pintura
Tras un inicial periodo geométrico (siglos IX
y VIII a. C.), al que siguió un período
orientalizante (siglos VII y primera mitad
del VI a. C.) en el que se detecta la
influencia asiria y de otras civilizaciones
del Antiguo Oriente (por la importancia y
difusión que alcanzaron en esta época los
talleres de Corinto se habla de estilo
protocorintio); la cerámica griega fue
evolucionando sus formas, que hacia el final
del siglo VI a. C. alcanzaron un alto grado de
refinamiento expresivo, respondiendo a un
amplio conjunto de necesidades refinadas
de la vida cotidiana de las clases altas, y a la
demanda de productos de lujo fácilmente
exportables a todo el espacio mediterráneo,
e incluso a lejanos lugares en el centro de
Europa.
Cerámica y pintura Comenzó a ser común que los ceramistas
y, menos frecuentemente, los pintores60
firmaran sus obras
(Clitias, Exequias, Psiax, Eufronio), lo
que se interpreta como una valoración
social de su trabajo, implicando un
concepto muy moderno de la función del
arte y del artista, en un momento en que
el trabajo manual estaba degradándose
en su consideración, vinculada a la de los
esclavos. Es habitual que sólo se conozca
el nombre del ceramista, con lo que el
pintor se denomina por este n otras
ocasiones sólo se ha podido establecer la
identidad común de un maestro por sus
obras o por los lugares donde se han
encontrado o los museos y colecciones
particulares donde se conservan
Literatura
Sobre una potentísima literatura oral proveniente de la Época Oscura
(los aedos o aoidos ἀοιδός -"cantores"-), que pasó a incluir certámenes
poéticos; la utilización del alfabeto griego en la escritura de obras
literarias se ha detectado al menos desde el 700 a. C.
Historiografía Oratoria
La historia como disciplina La oratoria política tuvo su auge en
científica se desarrolló a lo largo el siglo IV, en Atenas. Los
del principales exponentes de este
siglo V a. C. Heródoto y Tucídides s género
on considerados como sus fueron Isócrates, Esquines y Demós
iniciadores, y los logógrafos sus tenes. Antes que ellos se había
precursores. destacado Lisias.
Época Helénica
Estos soberanos supieron conservar y alentar el espíritu griego, tanto en las artes como en las ciencias. Entre la
gente culta y de la aristocracia «lo griego» era lo importante y en este concepto educaban a sus hijos.
El resto de la población de estos reinos tan dispares (Egipto, Siria, Macedonia) no participaba del helenismo y
continuaba con sus costumbres, su lengua y sus religiones. Las ciudades-estado griegas (Atenas, Esparta, Tebas…)
habían llegado al declive y habían sido sustituidas en importancia por las ciudades modernas
de Alejandría, Pérgamo y Antioquía, cuyo urbanismo y construcción no tenían nada que ver con las anteriores.
En todas ellas se hablaba la lengua griega, en la variante llamada koiné (κoινή), que es un adjetivo griego que
significa «común». Vale decir, la lengua común o panhelénica, principal vehículo de cultura.
Es considerado como un período de transición entre el declive de la época clásica griega y el ascenso del poder
romano.
Religión y Filosofía
La religión consistía en una suerte de sincretismo entre el panteón clásico, los dioses
locales y las deidades del antiguo Oriente. Entre las divinidades propias de este período
destacan la diosa Tique (Τύχη) y el dios grecoegipcio Serapis (Σέραπις). Asimismo, cobraron
gran relevancia los cultos de Isis, Dionisos y Cibeles.
La filosofía, que en épocas anteriores abarcaba todos los saberes, se desmembró
paulatinamente de las ciencias empíricas y se quedó como ciencia del pensamiento cuya
preocupación se inclinó más a los problemas individuales que a la propia naturaleza del
mundo. En este período surgieron varias sectas y escuelas filosóficas de entre las que cabe
mencionar:
Cínicos
Cirenaicos
Epicúreos
Escépticos
Estoicos
Megáricos
Un diferente enfoque estético, y descubrimientos recientes, como las tumbas de Vergina, han
permitido una mejor comprensión de la riqueza artística de esta época.
Durante el periodo helenístico hubo una gran demanda en obras de arquitectura, escultura y
pintura, debido en parte a la prosperidad económica de la época, a la competencia que los reyes
tenían entre sí por su afán de embellecer sus ciudades, las antiguas y las recién fundadas y a la
aparición de la clase social burguesa, muy numerosa, con grandes posibilidades económicas que les
permitía rivalizar con los grandes señores.
Los mejores clientes del arte fueron pues los reyes y los burgueses, quedando en segundo lugar la
demanda oficial de tipo religioso.
Otro fenómeno característico de estos tiempos fue el sentido de urbanización que proporcionó
grandes solicitudes artísticas.
El arte helenístico triunfó y se extendió por todo el universo helénico y aunque siguiendo distintas
escuelas, existió siempre una creación común, algo parecido a lo que había ocurrido con la
lengua koiné
Urbanismo y arquitectura
Pérgamo, en particular, es un ejemplo típico
de urbanismo y arquitectura helenísticos. Desde
una sencilla fortaleza situada en la acrópolis,
varios reyes atálidas erigieron un colosal
complejo arquitectónico. Los edificios se
despliegan en abanico en torno a la Acrópolis
teniendo en cuenta la naturaleza del terreno.
El ágora, ubicada al sur, sobre la terraza
inferior, está bordeada con galerías de
columnas o stoai. Es el punto de partida de una
calle que atraviesa toda la Acrópolis:
separando, por una parte, los edificios
administrativos, políticos y militares, al este y
en la cumbre del peñasco; por el otro lado, los
santuarios, al oeste a media altura. Entre estos
últimos, el más importante es el que acoge
el gran altar monumental, llamado de los «doce
dioses» o «de los dioses y gigantes», que
constituye una de las obras maestras de la
escultura griega. Un gigantesco teatro, que
pueden llegar a contener casi 10000
espectadores, tiene sus gradas en las laderas de
la colina.
Escultura
La escultura helenística1 incorpora innovaciones del segundo clasicismo: estudio de
los ropajes, de la transparencia en los vestidos, la flexibilidad en las actitudes. Así,
la Venus de Milo, aún siguiendo la tradición clásica, se distingue por la torsión de sus
caderas. Se buscaba sobre todo la expresividad y la atmósfera. Esta búsqueda es
especialmente evidente en los retratos: más que la exactitud de los rasgos
representados, el artista quiere plasmar el carácter de su modelo. En las grandes
estatuas, el artista explora temas como el dolor, el sueño o la vejez. Así, el Fauno
Barberini de la Gliptoteca de Múnich representa a un sátiro dormido, con la pose
relajada y la cara ansiosa, tal vez víctima de las pesadillas. La Vieja ebria, también en
Múnich, muestra de manera inequívoca una anciana, pobre, perturbada, apretando
contra ella su jarra de vino. Laocoonte, atenazado por las serpientes, trata
desesperadamente librarse de ellas, sin mirar siquiera a sus hijos, que van a morir. La
representación de la infancia, otro extremo que se desvía de la idealización humana en
la edad madura propia del clasicismo, tiene un buen ejemplo en El niño del ganso,
de Boetos de Calcedonia
Escultura
Escuela de Pérgamo
A continuación, se
montaba sobre un
El arte del vidrio
anillo o colgante.
se desarrolló sobre
El período
todo en Italia. El
helenístico
vidrio moldeado
produjo algunas
subsistió, sobre
obras maestras
todo para la
como el camafeo
creación de joyas
Gonzaga,
con la técnica
conservado en
del entalle.
el Museo del
Hermitage.
El grabado en gemas (glíptica) no
progresó, quedando reducido a series
de alta producción, sin originalidad.
Sin embargo, hizo su aparición
el camafeo: se trata de tallar en
relieve una piedra, con el fin de
resaltar los relieves por los efectos
del color de las diferentes capas.