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UNIDOS CON DIOS

EDWIN GUZMAN
INTRODUCCION
HISTORIA DE LA COMISION DE LA VERDAD (APARTHEID RUANDA)
BOSQUEJO
VICTORIA DE JERICO
DERROTA EN HAI
RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL
RESPONSABILIDAD COLECTIVA
VICTORIA DE JERICO
Dios entregó a Jericó v.2
Dios obtuvo la victoria.
Siete (7) sacerdotes con trompetas delante del Arca del Pacto, le dieron vuelta durante siete (7)
días y el séptimo (7mo.) día le dieron siete (vueltas) y al final el pueblo gritó y los muros de la
ciudad se desplomaron.
Dios ordenó dos cosas: a) la ciudad era Anatema, salvo Rahab y su familia y b) el oro y la plata
pertenecen a Dios (Josué 6:17-19)
La presencia de Dios Josué 1:5 y 6:2 y 27
Por el poder de su palabra, Dios había derrocado esta fortaleza; la conquista era suya, y sólo a él
debía dedicarse la ciudad con todo lo que contenía (PP 46)
LIMITACION
Jos 6:17 Y la ciudad será dedicada al anatema, ella y todo lo que hay en ella pertenece al SEÑOR;
sólo Rahab la ramera y1 todos los que están en su casa vivirán, porque ella escondió a los
mensajeros que enviamos.
Jos 6:18 Pero en cuanto a vosotros, guardaos ciertamente de las cosas dedicadas al anatema, no
sea que las codiciéis1 y tomando de las cosas del anatema, hagáis maldito el campamento de
Israel y traigáis desgracia sobre él.
Jos 6:19 Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, están consagrados al
SEÑOR; entrarán en el tesoro del SEÑOR.
ANATEMA

Definición. En la LXX anáthema corresponde comúnmente al heb. jêrem, (una cosa) "dedicada
[maldita]". Este vocablo hebreo proviene del verbo heb. jâram, "dedicar a la destrucción".

La idea básica de esta palabra es que algo (o alguien) ha sido puesto bajo una prohibición;
prohibición que lo destina a la destrucción o lo aparta de la sociedad (Dt. 13:17; Jos. 6:17, 18;
7:1-15; 1 R. 20:42; etc.). A veces una "cosa" era eliminada del uso profano y "consagrada" o
"santificada" (Lv. 27:28, 29; Ez. 44:29).
DERROTA EN HAI
¿Dios no estaba con el pueblo de Israel?

Narración de Josué 7
Jos 7:12 No pueden, pues, los hijos de Israel hacer frente a sus enemigos; vuelven la espalda1
delante de sus enemigos porque han venido a ser anatema. No estaré más con vosotros a
menos que destruyáis las cosas dedicadas al anatema de en medio de vosotros.
Isaías 59:2: pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros PECADOS han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
Marcos 15:34: Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?
que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has DESAMPARADO?

Jos 7:13 Levántate, consagra al pueblo y di: “Consagraos para mañana, porque así ha dicho el
SEÑOR, Dios de Israel: ‘Hay anatema en medio de ti, oh Israel. No podrás hacer frente a tus
enemigos hasta que quitéis el anatema de en medio de vosotros.’
Responsabilidad de Josué.
1. No pidió la dirección divina.
2. Solo envió un pequeño grupo de 3000.
3. Atribuyó la derrota a Dios ver Josué 7:7-9
Victoria en Jericó vs Derrota en Hai
VICTORIA EN JERICO DERROTA EN HAI

Josué buscó la dirección divina. Josué no buscó a Dios.


Era una batalla divina. Era una batalla humana
Dios peleó la batalla. El pueblo de Israel peleó la batalla.
El pueblo de Dios colaboró con Dios. El pueblo de Israel se apartó de Dios
Dios soluciona los problemas.
Dios revela el problema ver v. 7:11 y 12.
Dios ordena el procedimiento. Vs 13-15
De la misma manera, los culpables dentro de una iglesia pueden impedir que la bendición divina
descanse sobre esa iglesia (ver 1JT 455; CRA 547). Si ésta deja de tomar las medidas necesarias
cuando conoce el pecado, llega a ser participante en ese pecado. Sin embargo, esto no
necesariamente implica que haya una culpa personal en cada uno de los miembros como
individuos (ver, sin embargo, 1JT 335). CBA 2. Josué 7:1
RESPONSABILIDAD DE ACAN
Versículos 20 y 21
1º Desobediencia a un mandamiento expreso de Dios.
2º Falta de fe en Dios.
3º Egoísmo.
4º Eligió perderse con el anatema antes que confesar su pecado.
El pecado de Acán atrajo el desastre sobre toda la nación. Por el pecado de un hombre, el desagrado de Dios
descansará sobre toda su iglesia hasta que la transgresión sea buscada, descubierta y eliminada. La
influencia que más ha de temer la iglesia no es la de aquellos que se le oponen abiertamente, ni la de los
incrédulos y blasfemadores, sino la de los cristianos profesos e inconsecuentes. Estos son los que impiden
que bajen las bendiciones del Dios de Israel y acarrean debilidad entre su pueblo.

El pecado mortal que condujo a Acán a la ruina tuvo su origen en la codicia, que es, entre todos los pecados,
el más común y el que se considera con más liviandad. Mientras que otros pecados se averiguan y se
castigan, ¡cuán raro es que se censure siquiera la violación del décimo mandamiento! La historia de Acán nos
enseña la enormidad de ese pecado y cuáles son sus terribles consecuencias. La codicia es un mal que se
desarrolla gradualmente. Acán albergó avaricia en su corazón hasta que ella se hizo hábito en él y le ató con
cadenas casi imposibles de romper. Aunque fomentaba este mal, le habría horrorizado el pensamiento de
que pudiera acarrear un desastre para Israel; pero el pecado embotó su percepción, y cuando le sobrevino la
tentación cayó fácilmente.
DIOS TRIUNFA
Dios entrega a la ciudad de Hai (Josué 8:1-3).
El pueblo alaba el nombre de Dios (Josué 8:30-31).
RECAPITULACION
La victoria está garantizada cuando ponemos a Dios es primer lugar.
Unidos con Dios no podremos ser derrotados.
El pecado es lo único que nos puede separar de Dios
El pecado nos corrompe de tal manera, que nos ciega y creemos que Dios está de nuestro lado y
preferimos perdernos antes de dejarlo.
Aun si hemos pecado y estamos derrotados, si vamos a Dios con un corazón contrito y humillado
él puede convertir tu derrota en victoria.
Como Acán, muchos se sienten seguros mientras pueden ocultar sus
transgresiones a sus semejantes, y se lisonjean de que Dios no es tan estricto
que note la iniquidad. Demasiado tarde, sus pecados los denunciarán en aquel
día cuando ya no podrán ser expiados con sacrificio ni ofrenda. Cuando se abran
los registros del cielo, el juez no declarará con palabras su culpa a los hombres,
sino que le bastará con lanzar una mirada penetrante, que evocará vívidamente
toda acción y toda transacción de la vida, en la memoria del obrador de
iniquidad. La persona no tendrá que ser buscada por su tribu y luego su familia,
como en tiempo de Josué, sino que sus propios labios confesarán su vergüenza.
Los pecados ocultos al conocimiento de los hombres serán entonces
proclamados al mundo entero.

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