LA PRIMA ANA

LA PRIMA ANA
Quique está muy contento porque ésta tarde viene a su casa
su prima Ana, y, además se va a quedar a dormir. A Quique le gusta
mucho jugar con su prima porque es muy alegre, y cualquier juego,
aunque sea un juego aburrido, ella lo hace divertido.
Después de la cena, los padres de Quique y los padres de Ana van a
jugar su partida de cartas, y les preguntan a los niños que si prefieren ver
la televisión o acostarse. Ellos dicen que prefieren acostarse.
“¡Seguro que Ana tiene algún juego preparado!”, piensa Quique.
Ana se ha traído su oso de peluche, para dormir con él.
Quique dice que él va a dormir con su elefante de goma maciza.
Pero antes de acostarse Ana propone jugar un rato.
-¿A qué jugamos? – pregunta Quique.
-Podríamos jugar a “vuela o no vuela”.
-¿Y cómo se juega a eso?
-Es muy fácil. Uno tiene que decir una cosa. Si esa cosa vuela ha
ganado. Y si la cosa no vuela, ha perdido.
Quique está un poco desilusionado porque piensa que ese juego es una
bobada. Pero para contentar a su prima, dice:
-Bueno, si quieres jugamos a eso…pero sólo un poquito ¿eh?
-Vale –dice Ana-. Tú empiezas.
 LA PRIMA ANA
Quique piensa durante unos segundos; luego dice:
-Pájaro.
-¡Vuela! –dice –Ana-. Has acertado. Ahora me toca a mí.
Mmmmm… avión.
-¡Vuela! –dice Quique.
Y así siguen durante un rato.…
-Globo.
-¡Vuela!
-Pato.
-¡Vuela!
-Mosca.
-¡Vuela!
-Pluma de almohadón.
-¡Vuela!
-Una hoja –dice Ana.
-¡No vuela! ¡No vuela! -grita Quique-. ¡Has perdido!
-Nada de eso. Las hojas vuelan cuando hace mucho viento.
Quique tiene que reconocer que su prima lleva razón.
Ahora le toca decir a él:
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-Mesa.
-¡No vuela! –dice –Ana.
-Sí vuela –insiste Quique-. En la película Mary Poppins.
-Vale, vale –admite Ana. Y luego dice ella:
-Alfombra.
-¡No vuela! –dice Quique.
-Sí vuela. ¿Es que no has oído hablar de las alfombras voladoras de
los cuentos?
Ahora le toca decir a Quique:
-Raqueta de tenis.
-¡Eso si que no vuela! –dice Ana muy segura.
-Claro que vuela –dice Quique-. Cada vez que mí papá pierde un
partido tira la raqueta volando al otro lado de la pista.
-Eso no vale –dice Ana.
-Sí vale. Te toca a ti.
-Oso de peluche –dice Ana.
-¡Te pillé! –grita Quique-. ¡Eso sí que no vuela!
-¿Qué no? Ahora mismo lo vas a ver –dice Ana.
 LA PRIMA ANA
Y coge a su oso de peluche y lo lanza por los aires.
-¿Has visto como sí vuela?
-Almohadón –dice Quique tirándolo por los aires.
-¡Vuela!
-Zapatos –dice Ana, tirándolos por el aire.
-¡Vuela!
-Camisa.
-¡Vuela!
-Calcetines.
-¡Vuela!
-Pantalones.
-¡Vuela!
-Vestido.
-¡Vuela!
Todo empieza a volar a continuación. Las almohadas de la cama, la
colcha, las mantas, las sábanas, el orinal de plástico…
¡Todo!
 LA PRIMA ANA
Cuando los padres llegan a la habitación para ver qué es ese jaleo parece
que allí ha estado soplando un huracán. Quique y Ana están casi desnudos y ríen a
carcajadas mientras siguen tirando cosas por el aire.
-¡Pero bueno, qué es esto! –dice la mamá de Quique.
La verdad es que se ha enfadado un poco, pero enseguida se le pasa. Además,
como los dos niños siguen riendo sin parar, al final los padres también se ríen.
“¡Ya lo decía yo!, piensa Quique, ¡mi prima Ana es la amiga más divertida que
conozco!”.