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LAS MEDIDAS DE

COERCIÓN PROCESAL
PERSONAL
Un Estado se legitima, por la realización de
los derechos fundamentales. Tal objetivo no
sólo se logra con su reconocimiento expreso
en la Constitución, sino también con su
pertinente aplicación por parte de quienes
detentan el poder para hacerlo: los jueces.
La coerción personal constituye un
instrumento, necesario para alcanzar los fines
del proceso penal, aunque su determinación y
aplicación se ve limitada por aquel marco
básico de principios reconocidos en las
normas constitucionales.
Gimeno Sendra señala “las medidas cautelares
están dirigidas a garantizar el cumplimiento
efectivo de la sentencia. La etapa instructora
puede dilatarse en términos de tiempo, durante el
cual el imputado podría ocultarse a la actividad de
la justicia, haciendo frustrar el ulterior
cumplimiento de la sentencia. Para garantizar
estos efectos o la ejecución de la parte dispositiva
de la sentencia surge la conveniencia de adoptar,
hasta que adquiera firmeza, las medidas
cautelares”.
Nos dice Ferrajoli que Garantismo designa a un
modelo normativo de derecho que en el plano
político supone una técnica de tutela capaz de
minimizar la violencia y de maximizar la libertad y
en el plano jurídico el Garantismo implica un
sistema de vínculos impuestos a la potestad
punitiva del Estado en garantía de los derechos de
los ciudadanos. Por lo tanto, es “garantista” todo
sistema penal que se ajusta normativamente a tal
modelo y lo satisface de manera efectiva.
MODELOS DE COERCIÓN PERSONAL

El modelo garantista, denominado también


modelo liberal, se basa en la idea de que el
ejercicio del poder penal, en cualquiera de sus
manifestaciones, debe tener límites, se
caracteriza por tomar decisiones de
autolimitación y se basa en los principios de
legalidad y certidumbre, es decir en la idea de
que el ejercicio de la política criminal debe ser
racional y limitado.
El modelo eficientista, de corte autoritario,
subordina el valor libertad al principio de autoridad,
desconociendo los límites al poder penal. Se
sustituyen valores consagrados constitucionalmente
como derechos fundamentales y se convierte su
observancia y cumplimiento en prácticas
excepcionales. Bajo la justificación de las situaciones
de emergencia o políticas coyunturales los derechos
fundamentales (libertad y presunción de inocencia)
se vuelven relativos y se opta -decisionismo- por
medidas que los pervierten, convirtiéndolas en
reglas de procedimiento.
El modelo preventivista radical , busca la
seguridad a cualquier costo, sobre la base de
argumentos que sostienen que la actuación del
Estado y del sistema de justicia penal debe estar
dirigido, antes que nada, a evitar, cuanto más
temprano mejor, la posibilidad siquiera de
preparación de un delito. Expresión de esta posición
son las duras medidas que se implementan cuando
se trata de criminalidad violenta, como el terrorismo
internacional o "tolerancia cero”.
Conforme expone Asencio Mellado, respecto a la
prisión provisional, la razón del estudio conjunto es
evidente: Si los fines que se asignan a una medida
cautelar exceden a los que son consustanciales a este
tipo de resoluciones, la medida perderá su
naturaleza cautelar y pasará a convertirse en otra
cosa, en otra figura cuyos contornos serán siempre
imprecisos y, en la mayoría de los casos, de difícil
encaje en el sistema de valores que inspira el sistema
democrático
Tienen por finalidad asegurar la presencia del
imputado al proceso cuando de por medio exista
peligro procesal, esto es, cuando de por medio exista
riesgo de fuga o de obstrucción a la actividad
probatoria. Postura asumida por Florencio Mixan
Mass, Alberto Binder, así como por el Tribunal
Constitucional (exp. Nº 2342-2005-PHC/TC-Caso
Rosa María Contreras Serrano. F. J. Nº 7.), “La
detención preventiva constituye una de las formas
constitucionales de garantizar que el procesado
comparezca a las diligencias judiciales”.
NECESIDAD
Las medidas coercitivas sólo se impondrán en la
medida que sean estrictamente necesarias para
los fines del proceso.
La coerción personal, en los últimos años en
nuestro país se ha apartado del esquema
constitucional y el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos. Estas expresiones las
podemos encontrar tanto en el plano legislativo
como jurisprudencial, como vemos a
continuación:
En el plano legislativo: en este ámbito existe una
marcada tendencia de afectar el principio de
necesidad. Ello no sólo puede demostrarse con la
maleabilidad normativa de los criterios de aplicación
de las medidas de coerción personal (ampliación de
los plazos de detención preventiva y la posibilidad de
aplicarlo retroactivamente, por citar dos ejemplos),
sino también en el marco del Derecho penal
sustantivo.
En el plano judicial: Son frecuentes los mandatos de
detención o su continuidad que obedecen a criterios
ajenos a los fines procesales.
Así podemos citar los siguientes ejemplos:
• Prolongación de la detención preventiva hasta por 48 ó 60
meses (Caso Eduardo Calmell Del Solar. Sentencia recaída
en el expediente Nº 290-2002-HC/TC. F. J. Nº 6. Publicado
el 4 de junio de 2003)
•Detención domiciliaria sin posibilidad de salir a trabajar o
estudiar (Caso Héctor Chumpitaz y el de los hermanos
Moisés y Alex Wolfenson).
•Impedimento de salida del país o detención domiciliaria
ilimitado (Caso Laura Bozzo quien estuvo 36 meses con
arresto domiciliario sin que se hubiera emitido sentencia),
•Entender como criterio de peligro procesal los vínculos
familiares o profesionales (Caso Alejandro Rodríguez
Medrano
PRINCIPIO DE LEGALIDAD

Tiene sustento constitucional en el artículo 2


numeral 24 literal “b”, conforme al cual no está
permitida “forma alguna de restricción de la libertad
personal, salvo en los casos previstos por la ley”.
Debe interpretarse de acuerdo al artículo 2 numeral
24 literal f., “la detención se produce por orden
judicial o flagrancia. Por tanto, al Juez no le estará
permitido “inventar” medidas cautelares, sino, por
el contrario, elegir, según el caso concreto, dentro
del elenco que la ley estipula.
Ejemplo de vulneración de este principio, las
denominadas retenciones o puestas a disposición
policial, ambos de claro carácter inconstitucional. El TC
ha expuesto que la conducción compulsiva de cualquier
persona a un local policial y su retención en esta sede
sin que exista contra ella mandato escrito y motivado
del juez o la circunstancia de comisión de flagrante
delito, constituye un atentado contra la libertad
individual (Exp. N° 849-2000-HC/TC. Caso James Louis
King. F.J. N° 5 y 6). Declaró que la detención por mera
sospecha policial carece de legitimidad constitucional
(Exp. N° 1324-2000-HC/TC. Caso Florencio Chávez
Abarca. F. J. N° 2 “f”)
PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD

Debe entenderse la equivalencia entre la intensidad de


la medida de coerción y la magnitud del peligro
procesal. El principio de proporcionalidad funciona
como el presupuesto clave en la regulación de la prisión
provisional en todo Estado de Derecho, y tiene la
función de conseguir una solución del conflicto entre el
derecho a la libertad personal y derecho a la seguridad
del individuo, garantizada por las necesidades
ineludibles de una persecución penal eficaz.
PRINCIPIO DE PRUEBA SUFICIENTE

La primera exigencia legal para fundar un mandato de


detención está contenida en el art. 135, Inc. 1). En él se
prescribe que, deben existir “suficientes elementos
probatorios de la comisión de un delito que vincule al
imputado como autor o participe del mismo”.
Efectivamente, para dictar mandato de detención o
comparecencia con restricciones se requiere principio de
prueba (fumus boni iuris) tanto sobre el hecho imputado,
cuanto sobre la vinculación del mismo con el procesado.
La suficiencia probatoria no se refiere únicamente a un
criterio cuantitativo, sino fundamentalmente cualitativo.
PRINCIPIO DE PROVISIONALIDAD

Las medidas de coerción personal son


provisionales, se cumplen por determinado plazo
(artículo 137 del Código Procesal Penal). Además
se encuentran sometidas a la cláusula rebus sic
stantibus, de modo que su permanencia o
modificación – en tanto perdura el proceso
declarativo – estará siempre en función de la
estabilidad o el cambio de los presupuestos que
hicieron posible su adopción inicial.
 La probabilidad de la existencia del hecho
punible y de la responsabilidad del imputado: El
fumus boni iuris

 El peligro que puede generar el transcurso del


tiempo para los fines del proceso: El periculum in
mora
 Detención policial en flagrancia
 Arresto ciudadano
 Detención preliminar judicial
 Prisión preventiva
 Comparecencia
 Detención domiciliaria
 Internación preventiva
 Impedimento de salida del país o de la
localidad
 La suspensión preventiva de derechos
José María Asencio Mellado, la define como aquella
privación de libertad, de carácter provisionalísimo,
adoptada por los particulares, la Policía Judicial, el
Ministerio Fiscal o la Autoridad Judicial con fines múltiples
y variados tales como la puesta del detenido a disposición
judicial y la realización de las investigaciones más urgentes.

En los casos de flagrancia delictiva , se debe tener en cuenta


dos requisitos: la inmediatez temporal (que el delito se este
cometiendo) y la inmediatez personal (que el presunto
autor se encuentre en ese momento o circunstancia).
 Detención policial – flagrancia (259)
 Arresto ciudadano - flagrancia(260)
 Control de identidad policial- No flagrancia(205)
 Detención Preliminar Judicial - No flagrancia (261).
 Convalidación de la detención preliminar Judicial –No
flagrancia (266).
 Conducción compulsiva (puede ser dispuesto por el Fiscal y
el Juez, 66, 79.2, 164.3, 337.3.a, 359.4, 364.1, 379.1, 423.4, etc.).

Ninguno de estos supuestos de detención tiene como fin el


ingreso del imputado a un establecimiento penitenciario
Definición:
El termino flagrante: es un modo adverbial que significa:
«en el mismo acto de estarse cometiendo un delito».

El Tribunal Constitucional ha sostenido que:


Que la flagrancia es un instituto procesal con relevancia constitucional que
debe entenderse como una evidencia del hecho delictuoso respecto de su
autor. Así, la flagrancia se configurará cuando exista un conocimiento
fundado, directo e inmediato del hecho punible que se viene realizando o que
se acaba de realizar instantes antes, situación en la que, por su particular
configuración, es necesaria la urgente intervención de la Policía para que
actúe conforme a sus atribuciones. En este sentido, lo que justifica la
excepción al principio constitucional de la reserva judicial para privar de la
libertad a una persona es la situación particular de la urgencia que, en el caso,
concurriendo los requisitos de la inmediatez temporal e inmediatez personal
de la flagrancia delictiva, comporta su necesaria intervención.
EXP. N.° 03691-2009-PHC/TC Fundamento 17 y ss.
La «inmediatez temporal»
Significa que el delito se debe estar cometiendo o debe
haberse cometido apenas momentos antes. Por ello el
tribunal constitucional sostuvo en su momento que
capturar a una persona luego de 10 horas de sucedidos los
hechos no cumple con el requisito de la inmediatez
temporal exigido para considerar legítima la detención
por flagrancia.
La «inmediatez personal»
Significa que el presunto autor se encuentra en el lugar de
los hechos, en el momento de la comisión del ilícito y se
vincula al objeto o a los instrumentos del delito, de modo
que ello ofrecería una evidente demostración de su
participación en el evento delictivo.
Es, el mandamiento escrito y motivado, por el Juez
de la Investigación Preparatoria, a requerimiento
del Fiscal, antes de formalizar la investigación
para detener a un imputado, por el plazo de 24
horas, para determinados fines.

Presupuestos para su dictado: a) No flagrancia,


delito con pena superior a 04 años, cierta
posibilidad de fuga, b) sorprendido en flagrante
delito logre evitar su detención, y c) el detenido
se fugare de un centro de detención preliminar
(261.1) ¿y el art.79.1.b?
Cesar San Martin Castro, señala que la detención
preliminar también es denominada “detención
imputativa”, por razones vinculadas a la
persecución penal, cuya finalidad, en tanto se
vincula a la comisión de un delito, consiste en
poner al detenido a disposición de la autoridad
judicial para que esta acuerde respecto de él lo
que estime procedente: no se dirige a asegurar ni
la eventual ejecución de la pena, ni tampoco la
presencia del imputado en la fase decisoria del
proceso; se trata, por tanto, de una medida
precautelar.
 Detener al imputado para realizar determinadas
diligencias indispensables en la etapa preliminar de la
investigación.
 Para requerir al Juez cite a audiencia para que
convalide la detención preliminar hasta por siete días
más (266.3), para que continúe realizando las
diligencias en la etapa preliminar
 Requerir al Juez dicte prisión preventiva (264.1). Por
eso no caduca o es renovable.
 Capturar al imputado que logra darse a la fuga cuando
fue sorprendido en flagrancia, y cuando logro evadirse
de un centro de detención preliminar. (puede ser
utilizado en todos los delitos)
 Los mandatos de detención preliminar judicial solo se pueden
dictar en la etapa de diligencias preliminares.

 Cuando el Fiscal requiera al Juez de la Investigación


Preparatoria, dicte mandato de detención preliminar, el Juez
debe resolver sin tramite alguno, y puede ordenar el
cumplimiento de detención por correo electrónico, facsimil,
telefónicamente u otro medio de comunicación valido que
garantice la veracidad del mandato judicial. (261.1)

 Audiencia de control de identidad.- El Juez, cuando decreta


un mandato de detención preliminar a solicitud del Fiscal,
debe disponer que una vez detenido el imputado por la Policía,
sea puesto a su disposición, para que sea examinado con la
asistencia de su defensor o el de oficio y para que verifique su
identidad y garantice el cumplimiento de sus derechos
fundamentales (263.2)
 Efectuar diligencias preliminares en presencia del
investigado por el plazo de 24 horas, al termino del cual,
puede dar libertad al detenido y formalizar o no la
investigación, ya que si solicita prisión preventiva esta
obligado a formalizar (264.1).
 Requerir al Juez convalide la detención preliminar hasta
un máximo de 07 días (266.3, 286.1), este supuesto no se
aplica en el caso de detención por flagrancia.
 Formalizar la investigación y requerir audiencia para que
se dicte mandato de prisión preventiva (264.1).
 Acusar directamente y requerir audiencia para que se
dicte mandato de prisión preventiva, (336.4).
 Requerir la aplicación del proceso inmediato y al mismo
tiempo que se dicte mandato de prisión preventiva,
(447.1).
 Otorgar libertad al investigado y archivar lo actuado en la
investigación preliminar (334.1).
Es una medida cautelar personal, que consiste
en la privación temporal de la libertad
ambulatoria de una persona, mediante su
ingreso a un centro penitenciario, durante la
sustanciación de un proceso penal y con el
objeto de asegurar los fines del procedimiento.
Evitar que rehuya a la acción de la justicia o
produzca el entorpecimiento o destrucción de
la actividad probatoria.
Ferrajoli señala que la prisión provisional antes de la
condena, es ilegítima e inadmisible, porque
(vulnera) el principio de jurisdiccionalidad, que no
consiste en poder ser detenido únicamente por
orden de un Juez, sino en poder serlo solo sobre la
base de un juicio. Por lo que, todo arresto sin juicio
ofende el sentimiento común de la justicia. Aboga
por un proceso sin prisión provisional, porque así,
no solamente se asegura la dignidad del ciudadano
presunto inocente, sino también y sobre todo, por
necesidades procesales, para que quede situado en
pie de igualdad con la acusación.

 Fumus bonis iuris, que existan fundados y graves
elementos de convicción para estimar
razonablemente la comisión de un delito que
vincule al autor como participe de este.
 Prognosis de pena, que la sanción a imponerse
sea superior a cuatro años de p.p.l.
 Peligro procesal (peligro de fuga y peligro de
perturbación o entorpecimiento de la actividad
probatoria).
 Pertenencia a una organización criminal

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