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frustración.
DIMENSIONES QUE SE DESPRENDEN DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
CONCIENCIA DE SI MISMO
Goleman nos dice que, mediante un esfuerzo deliberado, podemos ser más
conscientes de nuestras reacciones y con esto, de nuestras emociones
antes imperceptibles.
La importancia de conocer nuestras emociones reside en el hecho de que a
partir de allí podemos controlarlas, modificando los estados de ánimo
desfavorables. Las emociones no conscientes suelen, en efecto
traicionamos y si estamos bajo su influencia sin ejercer sobre ellas un cierto
control, podemos fracasar en una entrevista laboral o en cualquier otra
situación que represente un escalón hacia el éxito. Te proponemos ser
optimista, conversar contigo mismo, darte ánimos, esforzarte por
mantenerte relajado, amarte, no tener miedo al éxito y aprovechar el
presente.
2. CONTROL DE TUS EMOCIONES
Ante problemas, tomar una decisión. Con serenidad, independencia y optimismo, analizar
todas las posibilidades.
Evaluar los pro y los contra de las alternativas, en la medida que adoptemos esta estrategia
eso es importante:
debe:
• Ver las cosas desde el punto de vista de
los demás.
• Establecer consenso en el aparente
desorden,
Goleman (1996) considera que desde todos los ámbitos posibles se comience
a considerar la inteligencia emocional y sus competencias como claves para el
éxito personal y profesional. He aquí algunas ideas que ilustran sus
planteamientos: los argumentos más convincentes y poderosos se dirigen
tanto a la cabeza como al corazón. Esta estrecha orquestación entre el
pensamiento y el sentimiento es posible gracias a algo que podíamos calificar
como una especie de autopista cerebral, un conjunto de neuronas que
conectan los lóbulos prefrontales - el centro ejecutivo cerebral, situado
inmediatamente detrás de la frente y que se ocupa de la toma de decisiones -
debemos tomar,
• La expresión clásicamente utilizada para referirse a este tipo de sensibilidad que nos
orienta es la de sabiduría.
• Muestra mente no está organizada como un ordenador que pueda brindarnos una
pulcra copia impresa de los argumentos racionales a favor o en contra de una
determinada decisión, basándose en todas las ocasiones anteriores en que hayamos
tenido que afrontar una situación similar. En lugar de ello, la mente hace algo mucho
más elegante, calibrar el pozo emocional que han dejado las experiencias previas y
Bondad.
• Ser bueno es aquél que tiende a obrar el bien. En ocasiones el concepto de
bondad es confundido con el de debilidad. A nadie le gusta ser “el buenito"
de la clase, de quien todo el mundo se aprovecha. Bondad es exactamente
lo contrario, es la fortaleza que tiene quien sabe controlar su carácter, sus
pasiones y sus arranques para convertirlos en mansedumbre. Es aquél que
modifica su conducta en provecho de otros. El ser bondadoso tampoco
equivale a ser blando, condescendiente con la injusticia, o indiferente ante
lo que está bien o mal en las actitudes y palabras de quienes nos rodean,
por el contrario, sigue siendo enérgico y exigente, sin dejar de ser
comprensivo y amable.
• Del mismo modo, jamás responde con
insultos y desprecio ante quienes así lo
tratan, por el dominio que tiene sobre su
persona, procura comportarse
educadamente a pesar del ambiente
adverso.
• La bondad es una inclinación natural a
hacer el bien, con una profunda
comprensión de las personas y sus
necesidades, siempre paciente y con
ánimo equilibrado. Este valor, por
consiguiente, desarrolla en cada persona
la disposición para agradar y complacer
en justa medida a todas las personas y
en todo momento.
La bondad, como hemos visto, va más allá que un simple ofrecimiento de
cosas materiales en condiciones precarias, para fomentar este valor en
nuestra vida podemos considerar que debemos:
• Sonreír siempre.
• Evitar ser pesimistas: ver lo bueno y positivo de las personas y
circunstancias.
• Tratar a los demás como quisiéramos que nos trataran con amabilidad,
educación y respeto.
• Corresponder a la confianza y buena fe que se deposita en nosotros.
• Ante la necesidad de llamar fuertemente la atención (a los hijos, un
subalterno, etc.), hacer a un lado el disgusto, la molestia y el deseo de
hacer sentir mal al interesado: buscar con nuestra actitud su mejora y
aprendizaje.
• Visitar a nuestros amigos: especialmente a los que están enfermos, los
que sufren un fracaso económico o aquellos que se ven afectados en
sus relaciones familiares.
• Procurar dar ayuda a los menesterosos, sea con trabajo o
económicamente.
• Servir desinteresadamente.
LOS NIVELES DE LA BONDAD
Egoísmo negativo.
La persona que no es bondadosa, no percibe los intereses del otro y
piensa que debe ser amada por todas las personas importantes para
ella, sin que importe el esfuerzo o retribución que ella puede dar. Los
intereses y deseos de los demás no cuentan. Este sentimiento
negativo puede hacer que veamos en los demás lo que ellos mismos
son. Su propia desconfianza y actitud reivindicativa les hace cosechar
• La persona que es buena está en paz consigo misma debido a que actúa
de acuerdo a su conciencia, busca satisfacerse primero él, eso sí, sin
perjudicar a los otros y pretende que se haga por ella lo que ella hace
por los demás. Es un error pensar que nosotros podemos no ser
egoístas. Como cualquiera, una buena persona también busca su propia
satisfacción.
• Dentro de lo racional, el egoísmo es positivo, es la base de la bondad, ya
que nos permite estar bien para poder beneficiar a los demás. ¿Podrías
dedicar cualquier esfuerzo para amar a los demás cuando estás
necesitado o quizás frustrado? Claro que el sentido común nos impone
el abandonar la idea infantil que merecemos recibir de los demás más de
lo que damos.
• La bondad nos perfecciona porque así nuestras palabras están cargadas
de entusiasmo, facilitando la comunicación amable y sencilla; saber dar y
darse sin temor a verse defraudado; y sobre todo, tener la capacidad de
comprender y ayudar a los demás olvidándonos de nosotros mismos.
Filantropía: el amor por los demás
• Después de superar las anteriores etapas, tanto del amor a uno
mismo y el respeto a los demás, se puede llegar a alcanzar este plano
superior, el que vas a autorrealizarte pensando en los demás y
entregándote a ellos. Es aquí cuando estamos realmente listos para
realizar buenas acciones. Si llegas a ser una persona bondadosa, te
sentirás pleno, verás las relaciones a un nivel más global y
encontrarás respuestas positivas a las cosas buenas que te irán
dando.
• Una persona buena en sentido superior (filántropo) trasciende a sus
intereses y actúa por amor al prójimo. Se trata de una posición de
vida totalmente desinteresada. Esta bondad se va desarrollando al
superar una serie de etapas: necesitamos ser sanamente egoístas
para ser honestos y ser honestos para ser filántropos. (Paz, citado por
Torrabadella, 2001)
Buen humor,
• El buen humor nos da mayor control conciente sobre nuestras
emociones. Nosotros podemos tener la capacidad de razonar las
cosas que nos pasan tomándo la vida con buen humor; observando la
diferencia entre lo que deseamos y lo que realmente nos sucede. Esto
implica la comprensión de interpretar esa diferencia y disfrutarla. Si
queremos desarrollar el sentido de humor es necesario adoptar una
distancia entre nosotros y los acontecimientos. Esta actitud de
distancia frente a determinadas situaciones se puede aprender y
ejercitar.
• Ya sea desde la más sencilla comicidad, un payaso que tropieza, hasta
el humor más inteligente, en que la situación comprendida entraña
un alto grado de complejidad.
¿Qué es el humor?
• El humor es la manera de percibir la realidad donde todo adopta una esencia más
relativa, nueva y feliz. Es un estado de ánimo, la predisposición a una
interpretación de los sucesos de la vida. Puede establecerse desde lo positivo
(buen humor, caracterizado por la alegría) hasta lo negativo (mal humor,
caracterizado por la tristeza que, unido a la angustia, produce desolación).
Conocimientos sexuales
• Esto es tener información real sobre la sexualidad
y sobre los beneficios que pueda tener. En la
sexualidad hay muchas cosas que son solo
culturales por ejemplo en lo que se refiere a
vestimenta. Se conocen culturas donde hombres
y mujeres visten de una manera muy diferente a
infinidad de preguntas.
• Capacidad de relacionamos con los demás. Es la habilidad para
conectarse con los sentimientos y emociones de la pareja. Para
adquirir una buena habilidad y dominio en el campo de la sexualidad,
tanto en lo que se refiere a la relación de pareja como consigo mismo,
es necesario abrirse a los demás. Sexualidad se refiere a compartir, a
salir de sí mismo. Una sexualidad sobre sí mismo, no pasaría de ser
Después de todo lo que hemos presentado en este capítulo, te mostramos una serie
de técnicas sencillas que te servirán para aumentar y desarrollar tú
inteligencia emocional:
1. Haz un registro de las emociones a lo largo dei día.
• Ésta es una tarea sencilla que puede ayudarte a descubrir que, por
ejemplo, al levantarnos después de la siesta estamos habitualmente de
mal humor y solemos tener dificultades en las relaciones con las
personas que nos rodean también por qué algunos días estamos más
ansiosos, más irritables o deprimidos que otros. El hecho de ir
conociendo estas situaciones nos servirán para plantear estrategias que
mejoren nuestra interacciones, evitando discusiones con los demás que
podrían ser los integrantes de nuestro equipo de trabajo. Por otro lado si
percibimos que estamos irritables y nos urge tomar decisiones, entrando
en contacto con nuestras emociones llegaríamos a darnos cuenta que no
es el momento adecuado para hacerlo.
2. PRESTA ATENCIÓN A LOS SENTIMIENTOS DE LOS DEMÁS.
• Con un pequeño esfuerzo se puede aprender a percibir rápidamente el estado de
ánimo de los otros. A medida que registremos con mayor facilidad los sentimientos
de los demás, también nos daremos cuenta y sabremos cuáles serán los mejores
pueden convertirse en la mejor guía para avanzar por el complicado laberinto de la vida
PREPÁRATE CON SATISFACCIÓN PARA SITUACIONES QUE TE PONGAN A
PRUEBA.
• SI debes exponer en una dase un tema complicado o presentar los resultados de
un trabajo importante, quizás te sientas ansioso o inseguro. Imagina las
situaciones difíciles que puedan producirse, y como ciertas emociones podrían
entorpecer lo que tienes que hacer. Planea que puedes hacer ante estos
impaces.
SERÉNATE.
• Muchas de las situaciones que nosotros consideramos difíciles pueden
controlarse con un pequeño esfuerzo. Es aconsejable no dejarse dominar por las
emociones, ya sea ira, cólera, temor, ansiedad, celos, rencor, resentimiento,
desconfianza, o una compleja mezcla de varias de ellas. Ante todo, aprende a
serenarte. Después desmenuza tus emociones, trata de entender por qué